Una foranea en CDMX III
Está vez te cuento como termine enredada con uno de mis profes de la uni..
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Mi vida de universitaria fue bastante ajetreada, sexualmente hablando, además de tener muchos novios amantes y parejas, también me tomé la libertad de salir con mis profesores, en esta ocasión te voy a contar sobre como me enrede con uno de ellos en especial, mi profesor de ruso. Un hombre que era de Alemania y daba clases de varios idiomas en la facultad, un maduro cincuentón, muy caballeroso y un verdadero pervertido en la cama.
Resulta que aunque me encantaba andar con un chico y otro, también quería aprovechar el tiempo y aprender algún idioma nuevo, así que cuando comencé el tercer semestre de mi carrera, decidí bajar un poco mi desenfreno sexual y ponerme a estudiar algo, así que fui al edificio de idiomas, a ver por cual me decidia, en un inicio pensé en estudiar francés o italiano, sin embargo, cuando llegue a una oficina a pedir informes, me atendió un señor muy viril, no apuesto pero si muy masculino, con un agradable aroma, vestido muy formal, de ojos verdes y cabello castaño, cienes canosas y muy alto, debí quedar embobada, pues solo me dijo algunas cosas y se rió, me puse colorada como no te imaginas, pero al final sin mucho o nada de esfuerzo me convenció de entrar a una clase suya, y convencerme de aprender ruso.
A la mañana siguiente, me levanté temprano, un poco caliente lo admito así que me fui a bañar y en el transcurso de la ducha, aproveché para hacer algo con un compañero en las regaderas, lejos de bajar mi calentura, está aumento, pero se me hacía tarde y me fui así a tomar mi clase muestra, me arregle, un poco de maquillaje, mi cabello planchado y un lindo vestido blanco, un brasier strapless, y unas lindas sandalias que hacían lucir mis piesitos, llegué al salón y ya había algunos compañeros, apenas entre todos los chicos se me quedaron viendo, admito que me moje al sentirme observada y morboseada por los chicos ahí presentes, tome mi lugar y esperé a que llegara ese hombre tan viril que nos daría la clase, está transcurrió de forma normal, excepto porque cuando el profesor se paseaba entre las bancas, pasaba muy seguido al lado mío, supongo que mi escote y su altura hicieron match, cosa que confirme cuando al pasar al lado mío acariciaba mi hombro, más de una vez lo atrapé mirando mis pechos directamente, cosa que me excito sobremanera, así que, cada que podía, me acomodaba para que sus ojos apreciarán mejor el par de montañas que me cargo, hagamos un paréntesis aquí, y es que creo que no te e contado sobre mi aspecto, bueno, soy más bien bajita, 148 cm, unas nalgas de buen tamaño sin llegar a ser enormes, y mis pechos de muy buen ver, soy copa DD, cabello largo hasta las pompis y lo admito, no soy para nada delgada, digamos que soy curvy, dicho esto, continuemos; cuando me acomodaba para que mi nuevo profe favorito admirara mis pechos, el rápido cambiaba de dirección para acercarse de nuevo a verme, así estuvimos la hora media que duró la clase, que siendo honesta no tengo idea sobre que trato. Cuando al fin termino, todos salieron excepto mi lindo profe y yo, me preguntó que me había parecido la clase, si me había decidido ya a tomar alguno de sus cursos, y yo pues, aún no sabía pero quería estar lo más cerca posible de el así que acepte, salimos de ahí y fuimos a su oficina para comenzar la inscripción a su curso, ojalá hubiera pasado algo más, lo que fuera, incluso un simple beso me habria hecho muy feliz en ese momento, pero no, solo me dió una hoja con el procesó y salió sin más.
Así estuvimos por un par de meses, no pasaba nada, hasta que llegó noviembre, quienes son de México saben que aquí celebramos el día de muertos y también fiestas de halloween, así que durante esas celebraciones paso lo que tenía que pasar. El último día de octubre, la comunidad estudiantil organizo una fiesta, todos estaban invitados, incluso el personal de la facultad, y sería en esa fiesta donde iba a hacer que mi profe me hiciera suya.
La fiesta sería en la noche, así que me prepare bien, busque un disfraz adecuado, uno de gatita obviamente, una falda que no mostraste mucho, una blusa negra, no me puse ropa interior para facilitar todo, y ahí fui, lista para lo que sea. Ya en la fiesta, agradecí al cielo cuando ví a mi profe, asi que rápido fui con el a saludarle, fui lo más efusiva que pude, lo abrace asegurándome de que sintiera mis pechos contra su cuerpo, lo abrace y en medida de lo posible frote mi entrepierna contra el tanto como pude, básicamente era una gata en celo pidiendo por una buena follada, paso una hora, dos, quizás tres, yo ya estaba algo ebria y mi profe, bueno quizás el q no tanto, pues no sé le notaba, le pedí que bailaramos, y aunque el baile no es su fuerte, acepto gustoso, y obvio, acepto por algo pues mientras bailaramos aprovecho para tocarme en cada oportunidad, mis nalgas, mis pechos, tocó hasta mi entrepierna y cada vez lo hacía más descaradamente, yo ya estaba muy excitada por eso, y entre el baile y lo caliente, se me quitó lo ebria, bailamos un rato más, hasta que terminamos en un rincón de la fiesta, ahí comenzamos todo, nos besamos, metió sus manos bajo mi blusa y jugo con mis pechos, levanto mi falda y grande fue su sorpresa al notar que no llevaba nada debajo, entre más continuamos, más lograba sentir su miembro, así seguimos hasta que me tomo de la mano y me saco de ahí, fuimos directo a su auto, nos besamos ahí dentro y continuamos tocandonos, cuando creí que pasaría, me detuvo, encendió el auto y puso rumbo a otro lugar, mientras el conducia, me asegure de mantenerlo a 1000, levanté mi falda, y abriendo mis piernas comencé a masturbarme para el, levanté mi blusa y dejé mis tetas al aire, frotaba mi clítoris como loca y el solo volteaba a ver, tome su mano, y la acerque a mi vulva, comenzó a frotarla, a meter un dedo y luego dos, después tres y cuando lo noté ya estábamos a la entrada del motel, me acomode como pude, pago y rápido nos fuimos al lugar asignado, apenas cerro la cortina del garage, se arrojo sobre mi, mordió mi cuello, mordió mis pezones, metió sus dedos en mi vulva, me beso el cuerpo, y me desnudo completa, bajamos del auto y así desnuda me cargo con suma facilidad, subio las escaleras con mis piernas abrazándolo, con nuestras bocas fusionadas, entramos y rápido me arrojo a la cama, quedé con las piernas abiertas, y el viendo mi coño peludito, comenzó a quitarse la ropa con rapidez, cuando quedó desnudo no podia creer lo que veía, aunque era un cincuentón, se conservaba muy bien, mejor que algunos de los compañeros con los que me acosté, pero lo mejor era su verga, si bien la había tocado y sentido, eso no le había hecho justicia, una verga blanca y grande, gruesa con las venas marcadas, sus testículos grandes y colgando, media como mínimo unos 20 cm, el sueño de muchas chicas, yo incluida, avanzo hacia mi, cuando está arriba mío, comenzó a chupar mis tetas de nuevo, y yo comencé a jugar con su pene, se sentía tan suave y tan duro, en mis pequeñas manos se veía aún más grande de lo que era, yo estaba escurriendo y el me besaba con pasión, metía sus dedos en mi vulva, apretujaba mis pechos, y bajaba a mi cuello, lamía, mordía, chupaba cada parte de mi cuerpo, era un experto, pues con cada movimiento suyo, yo me estremcia, temblaba de placer, gemía como la gata en celo que me sentía, tomo con fuerza mis brazos, y comenzó a subir, acerco su enorme verga a mi boca y comencé a mamarla como si fuera la última vez que la haría, libero mis manos y comencé a masturbar y chupar, podía sentir como palpitaba dentro de mi boca, lo hice por unos diez minutos creo, hasta que le pedí que me la metiera, hizo caso, se acomodo, abrió mis piernas y con delicadeza comenzó a meterlo, sentí cada centímetro de su pene entrar y abrirse paso entre mis labios, solté pequeños gemidos de dolor y de placer, pues nunca había tenido una herramienta de semejante tamaño para mí, cuando al fin estuvo adentro me dió un beso, metió su lengua a mi boca y comenzó a jugar dentro de ella, al tiempo que comenzaba el mete y saca en mi entrepierna, era la sensación más deliciosa de mi vida hasta ese momento, sentir como estiraba las paredes de mi vagina con cada metida, era la gloria estar ahí en ese momento. De pronto aumento el ritmo, comenzó a jadear y gemir, se estaba viniendo, eyaculo completito dentro de mi, sentí su leche escurrir desde mi vagina hasta mi ano, era el climax, apenas salió el último chorro de leche yo también comencé venirme, no lo deje salirse, quería que sintiera como apretaba su pene desde el interior de mi cuerpo, cuando termine, creí que sería todo, imagina como me puse cuando saco su pene de mi interior estando duro aún, me dió la vuelta, me tomo por las caderas y rápido comenzó a cogerme de nuevo, está vez llegaba más adentro, y me daba con tanta fuerza que me costaba mantenerme en esa pose, mis tetas botaban de atrás hacia adelante y viceversa, me nalgeaba con fuerza, jalaba mi pelo, mordía mi espalda, este hombre de cincuenta y tantos me estaba dando la cogida de mi vida. Se corrió de nuevo y yo junto con el, quedamos tirados en la cama desnudos, yo no sabía lo que me había pasado, pues nunca había estado con alguien así, el por su parte, no dejaba de devorar mis tetas, las chupaba y apretaba, mamaba mis pezones como recién nacido, les daba mordiscos, lamía las puntitas, metía sus dedos en mi una y otra vez, no duró mucho así pues volvió a tener una erección, tan firme y dura como la primera, volvió a la carga, me cogió así por lo que quedaba de la noche y toda la madrugada, estuvimos así todo el tiempo, cada relación más duradera que la anterior, conté cuatro, antes de ir a ducharnos juntos, aprovecho para lavarme el cuerpo con sus manos, lavo cada rincón de el, y cuando digo cada rincón, es cada rincón, termino haciendome un oral riquísimo, nos vestimos y así como llegamos, nos fuimos. Lo repetimos muchas veces, incluso nos hicimos novios, pero todo tiene un fin, y ese fin llego al término del ese semestre, aunque terminamos bien, no volvimos a acostarnos, y después de un par de semanas dejamos de hablarnos, porque, no me preguntes, supongo que al ser el capricho uno del otro, terminamos aburridos, eso sí, las cogidas que me dió mi profe de ruso, son inolvidables y de las mejores que me han dado.
En fin, así terminó este relato, que espero te haya gustado leer, tanto como a mí me gusto escribirlo y más aún recordarlo, te seré honesta, recordar esto, me calentó y terminé jugando conmigo, ojalá tu también lo hagas.
Recuerda dejarme tus comentarios y puntuarme, recuerda que así sé si te está gustando y si debí continuar contandote mis historias.
Besitos!!
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