Una noche en la disco (LUNA)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por nosoycompasivo.
UNA NOCHE EN LA DISCO
LUNA
Ramón
Hola mi nombre es Luna, tengo 27 años, estoy casada y tengo un niño precioso.
Soy miembro del AMPA del colegio de mi hijo y todos los años organizamos un par de cenas, en esta última fue donde viví la experiencia más sensual de mi vida.
Este es mi relato:
Después de cenar en un restaurante con espectáculo de Boys, salimos un poco achispadas y porque no decirlos calientes, no me acuerdo quien fue, pero decidimos ir a una discoteca cercana, al entrar encontramos un sitio donde acomodarnos las 8 madres que íbamos, nos atendió un camarero que tomo nota de nuestro pedido, pero cuando volvió además del pedido, llego con una botella de champan en una cubitera y ocho copas, no sirvió en las copas y indicando con su dedo nos dijo.
– Invitación de aquellos caballeros de la barra.
Todas nos giramos y vimos a dos hombres maduros, pero guapos, levantamos las copas en su dirección y ellos nos correspondieron, tampoco recuerdo quien lo propuso, pero nos levantamos y fuimos a bailar cerca de ellos, al cabo de un rato, algunas nos aburrimos del juego con los maduros y nos dispersamos por la pista.
Poco a poco mis amigas se fueron marchando, la mayoría por su cuenta, cuando todas se fueron y estaba a punto de marcharme, de hecho estaba recogiendo mi cazadora, sentí una mano que me tocaba el culo, me di la vuelta con intención de darle una bofetada, pero una mano musculoso cogió mi mano al vuelo, y me abrazo con la otra, no era capaz de ver su cara, pero ese cuerpo atlético y alto, no podía ser más que de mi hermano.
– Hola hermanita, que haces tú por aquí.
Mi hermano era un año mayor que yo, guapo, atlético, soltero todo un partido, pues las mujeres se lo rifaban, alguna vez vino al colegio a ver a su sobrino y las otras madres, me preguntaban, ¿quién es ese bombón? ¡Me divorciaría ahora mismo si me lo pide!, ¡en mi vida he visto un hombre tan guapo!, que escondido lo tenias.
En cuanto les decía que era mi hermano mayor, todas querían que se los presentara, de hecho en el colegio se rumoreaba, que alguna madre tuvo una aventurilla con él.
En la oficina del AMPA en una pizarra de corcho las madres tenía una foto de mi hermano llena de corazones, yo las llamaba colegialas, pero la verdad que era guapo, y en el trato era directo, amable, educado, sensible, vamos que lo tenía todo, era el partido perfecto.
-Hola Ramón, que haces aquí.
– Yo creo que el que tiene que preguntar seria yo, pues yo soy asiduo de este local, pero a ti nunca te he visto.
Te vas.
– Si mis amigas ya se marcharon y es un poco tarde.
– Tus amigas del colegio, esas de la foto, las que me mandan mensajes.
Yo me quede de piedra, desconocía que mi hermano, tuviera el teléfono de mis amigas.
– De donde sacaste tú el teléfono de mis amigas.
– ¿Qué de donde los saque?, ellas me arrebatan el móvil y me lo anotan en mi agenda y de paso me copian el mío, a mi no me desagrada, pero te aseguro que jamás pasa el tema de los mensajes, aunque alguna, esta para comérsela, bueno realmente todas sois muy guapas.
– Ni se te ocurra ligar con mis amigas, te capo.
– Tranquila hermanita, que no lo hare, aunque de las otras mamas no respondo.
– O sea que el rumor que corre por el colegio es cierto.
– Luna soy un caballero, yo no digo nada de mis aventuras, mis labios están sellados.
– Ya y yo me lo creo.
– ¿Por qué no te tomas una copa con tu hermano? Antes de irte.
– Vale, la verdad que hace tiempo que no te veo y así charlamos un rato.
Mi hermano venia solo, pero conforme avanzamos por el local, todos le saludaban, los camareros lo llamaban por su nombre.
Pero lo que más me llamo la atención es que un camarero le franqueo una puerta que yo no había visto y al entrar era otro local.
Era menos luminoso, pero más íntimos, tenía poca gente, y más servicio.
Pero lo que realmente me llamo la atención era la indumentaria de las camareras y camareros.
Era un ambiente más liberal, se notaba que la gente era más abierta, me sorprendían algunas situaciones, gente besándose y sobándose, algunas casi desnudas, seguí a mi hermano como un autómata, me llevaba de la mano como a una niña pequeña que entra en la cueva del horror, lo que ocurrió que en lugar de monturas, lo que me llamaba la atención eran las situaciones morbosas que pasaban ante mis ojos, era algo nuevo para mí, mis ojos iban de un lado a otro, aquí dos tíos besándose, en el otro lado una pareja se mar turbaba mutuamente, en otro lado una chica le mamaba la polla a un travesti, yo miraba pero no asimilaba tanto morbo, tantas situaciones eróticas, me estaban poniendo cachonda, aunque no lo quisiera mi coño estaba mojado, mi mente, pensaba en las reacciones, pero lo que más me llamaba la atención, era la aptitud de mi hermano, saludaba a todos, repartía caricias, besos, y alguna teta que tocaba, bajaba la mano para tocar un chochito, o acariciar una polla, yo flipaba, llegamos a la barra, se metió dentro y empezó a servir copas, saludando a los camareros y estos le trataban de jefe, yo no entendía bien el trato que le daban, no sabía si era por la confianza que emanaba o porque realmente era el dueño del local.
– Dime Ramón, esto es tuyo.
– Hermanita, este local es de mi propiedad, sabes que trabaje duro, de joven me hice marinero, estuve muchos años en el gran sol, luego me fui a la mercante, durante tres años, gane bastante dinero, además sabes que llevo una vida frugal, sigo viviendo con papa y mama y los mantengo, ellos están felices conmigo en casa y a mí me es mas cómodo, mama me cocina, me limpia la ropa, papa me lleva las cuentas, sabes que es contable jubilado y tu marido es asesor de banca, aunque de él no me fio mucho, pero es familia y lo que le dejo llevar es poco cosa, de momento no me falla.
– Pero Ramón, no entiendo, como lo mantienes en secreto, porque no se yo nada, tus otros hermanos, papa y mama.
– Papa y mama lo saben de hecho son mis principales socios, papa lleva con mano de hierro mis cuentas, y mama maneja la intendencia, es una gran organizadora, sabe tratar con los proveedores, pelearse con el personal, aquí muchos le tienen más miedo a ella que a mí, cala a la gente más rápido que yo, en cuanto ve algo que no le gusta me lo dice, eso no te saldrá bien, y la jodida acierta.
Por lo demás, aquí están invertidas todas mis ganancias de tantos años de trabajo, por suerte todo está saliendo bien, el local de fuera siempre se llena, y esta parte, aunque más intima y reservada también me da dinero, pero tienes cara de atontada, vamos hermana sentémonos y te cuento más cosas, tengo mi despacho aquí al lado, allí podemos tomar la copa tranquilos y podrás hacerme todas las preguntas que quieras.
Yo seguía embobada, mirara donde mirara la imagen era sensual, excitante, morbosas y a veces demasiado explicitas, pero lo que más me perturbaba era que mirara lo que mirara, me excitaba, yo iba detrás de mi hermano, pero esta vez no me llevaba de la mano, y mi mirada se detuvo en su espalda, era perfecta, atlética, bien contorneada, con un cuello precioso, pero lo que más me excito fue ese culo, era prieto, se dibujaba sobre un pantalón vaquero ajustado.
Llegamos a una puerta, delante un guarda de seguridad, le franqueo la puerta, entramos y cerró.
– Tanta seguridad, ¿Por qué?
– Veras hermana, nunca sobra, jamás tuvimos problemas, pero es por seguridad, en este zona del local, entra todo tipo de gente, generalmente, aquí se entra con invitación, esta zona es muy particular, aquí no existen cortapisas para que la gente se libere, pero está prohibida, las drogas y cierto tipo de juegos sexuales, así como entrar cualquier material que pueda usarse como arma, ves que los vasos son de plástico, aquí la gente se conoce descubre sus afinidades y después se van a terminar la noche, vamos tu me entiendes.
– Si, te entiendo, sentándome en una silla enfrente de la mesa de su despacho.
– hay no, hermana, ven aquí a este sofá, desde aquí vigilamos todo el local y nadie nos ve.
Me levante de la silla y mientras caminaba, me fije mejor en el, era guapo, pero que muy guapo, se parecía a mi padre, el a pesar de su edad era muy guapo, en casa había fotos de mi padre y madre de jóvenes y eran una pareja guapísima, pero mi padre destacaba por su belleza, y mi hermano era una copia de mi padre, sus ojos verdes te seducían, de repente me di cuenta de que me gustaba mi hermano, debían de ser la cantidad de alcohol que tome durante toda la noche, pero no era eso, tengo bebido mucho mas, y me daba cuenta de que me estaba intentando engañar, pero los hechos eran esos, mi hermano me gustaba como hombre, mis pezones llevaban un buen rato erectos, mis ojos no dejaban de mirarlo, me senté a su lado, su cara estaba atenta a lo que ocurría en la sala, su cara estaba de perfil, tenía ganas de besarlo, de acariciarlo, estaba cachonda, deseaba que la abrazara, que la tomara allí mismo, su hermano se giro hacia ella.
– Que hermana, que te parece mi local, la parte de la entrada la conoces creo que nos quedo bien, tiene buena música, la bebida es buena, tu madre no admite el garrafón, solo primeras marcas, los precios son ajustados, pues mama negocia muy bien, esta parte es mas intima como ves, pero también con clase.
– Me tienes alucinada, no conocía esta faceta de ti, creía que vivías de las rentas de tus trabajos anteriores, hasta llegue a pensar que vivías con papa y mama, para no gastar pasta, pero creo que me equivoque.
– Ya ves hermana, para ti y para mucha gente, soy ese tío de 28 años, que trabajo desde los 16 años, y de repente dejo de trabajar para vivir de las rentas, pero no todo mis ganancias están aquí invertidas, por suerte, la cosa va bastante bien, los clientes me son fieles, porque les ofrezco lo que desean, buena música, mejores copas, buena gente, gente guapa y sobre todo discreción.
Sentados como estábamos, Ramón puso su mano encima de mi rodilla, se notaba que era en plan de hermana, pero yo quería algo mas, algo más duro, con más morbo, sin que se diera cuenta me fui acercando mas y el sin darse cuenta avanzaba con su mano por mis piernas, no se daba cuenta que era su hermano, creía que era uno de los muchos ligues diarios que Ramón se echaba a la cara, todas las noches una de esas locas le pedía una reunión en privado, Ramón elegía y la tía entraba en su despacho lo que ocurría a partir de ese momento era tema de Ramón y la elegida.
Cuando Ramón se di cuenta que a quien le estaba acariciando las piernas era su hermana, ya era demasiado tarde, su hermana, tenía su mano sobre el bulto que hinchaba el pantalón vaquero, Luna empezó a frotar con lentitud esa parte del cuerpo de Ramón, la excitación le pudo, se acerco a Luna la cogió del pelo, acerco su boca a la suya y la beso con fuerza, Luna no opuso ninguna resistencia, cosa que a Ramón le excito mas, a partir de ese mismo instante su hermana ya no existía, era una de las muchas putas que se follaba todos los días, la levanto con sus brazos, llevándola en volandas a una habitación secreta, cuyo único mueble era una cama de ex metros, lanzo el cuerpo de Luna sobre la cama, mientras se desnudaba, Luna por su parte, estaba loca de lujuria, se quito la ropa, rompiéndola, no le importaba como iba a vestirse después, lo único que deseaba era tener ese cuerpo al lado de ella, cuando ambos estuvieron desnudos, Ramón se abalanzo sobre ella, comenzó a besarle el cuello, llegando hasta sus orejas.
– Hermanita, vas a pasar la noche más excitante y cerda de toda tu vida, lo único que te pido es que aceptes desde este mismo instante las normas que te voy a enumerar, estas dispuesta a seguirlas.
– Ramón estoy dispuesta a dejarme follar por toda la sala, si a si consigo que me penetres.
– Estas son mis normas:
1º – Te entregaras a mí sin dudarlo.
2º- Desde este momento, dejo de ser tu hermano, para convertirme en tu señor.
3º- Aceptaras de buen grado todo castigo que te infrinja, no protestaras, ni suplicaras, aceptaras el castigo, como buena esclava.
4º- Si ofrezco tu cuerpo a otra persona, lo harás sin poner en duda porque lo hago.
5º- Desde este momento cualquier cosa que desees hacer en tu vida personal, debe de ser supervisada por mi o por la persona que yo te indique.
6º- Serás la sumisa de mi señor, y al igual que yo le deberás obediencia eterna.
– Luna estas dispuesta a aceptar estas normas, que te acabo de dictar, si las aceptas pones tu vida al servicio del jefe tú y tu familia le pertenecen, que a partir de ahora el tomara las decisiones por ti, si desea que abandones a tu familia para formar otra lo harás sin mirar atrás, si te pide que te folles a una persona lo harás sin dudarlo.
Luna escuchaba a su hermano y cada palabra que salía de su boca, era una palmada en su coño, cada vez más caliente, lo único que quería era tener la polla de su hermano en su boca, lo demás lo entendía y la excitaba, su vida matrimonial hacía tiempo que era una mierda, a su marido lo único o que le entretenía era la mierda de la caza, se piraba todos los fines de semana con sus amiguitos para cazar o es lo que ellos decían, pero unas cuantas madres que éramos mujeres de ese grupo de capullos pensábamos que lo que realmente hacían era irse a un motel y follarse unos a otros.
O sea que abandonar al capullo de su marido se la traía al pairo, otra cosa era su hijo, en eso tenía que ponerse farruca y enterarse que es lo que harían con él, del resto de las normas todas le encantaban, se daba cuenta que cuanto más fácil le hicieran su vida más feliz seria.
– Veras Ramón solo tengo una duda, y es mi hijo, que pasara con él.
-Luna, tu hijo será criado en las mejores escuelas, tendrá a los mejores maestros, como es ahora, luego irá al instituto de la ciudad y después a la nueva universidad, que será la más importante del mundo académico, nuestro amo ya esta trabajando en ese tema y calcula que el próximo curso empezara el instituto y dos años después la universidad, luego trabajara para el conglomerado y si el amo lo decide, lo usara para los fines que él tenga a bien, siempre claro que tu hijo desee servirle.
– Ramón el jefe es realmente quien yo creo, el dueño y señor de la ciudad, el nieto de los fundadores de nuestras empresas, si es así, me sentiría alagada de servirle ciegamente, sabes que el salvo a mi chiquitín de una muerte segura, que costeo todos los desplazamientos, todos los gastos hospitalarios y cuando fue la difícil e tapa de la adaptación el estaba con nosotros a través de sus cartas y regalos.
Mi vida es suya, sin dudarlo, donde está el contrato que lo firmo ahora mismo.
Ramón le acerco un documento que firmo sin ver y un notario levanto acta de que firmaba por propia voluntad y conociendo las condiciones.
– Bien a partir de ahora dejaras de ser mi hermana para ser la puta de mi amo, pero antes el amo me concede el honor de prepararos en algunos aspectos para él, obedecerás las ordenes que te dé, si dudas te castigare y te aseguro que no te va a gustar, o si, ahora saldrán todos estos caballero y nos quedaremos tu y yo solos, es en ese momento en el que empieza tu adiestramiento.
Salieron todos del despacho.
– Bien zorra, desnúdate para el que va a ser hoy tu amo.
Luna se desnudo enseñando su bello cuerpo a su hermano, Ramón en cuanto vio ese cuerpo tuvo una gran erección, bien ahora acércate, ponte de rodillas y sácame la polla fuera, ella se acerco se puso de rodillas y con suavidad le quito el pantalón vaquero y los bóxer, de debajo de estos emergió una verga descomunal, Luna se quedo parada con la boca abierta, oportunidad que aprovecho su hermano para metérsela hasta el fondo, creía que se ahogaba, que no le entraba toda en la boca, intentaba dilatar su boca como su fuera una serpiente, pero le gustaba, se sentía llena.
Subió sus manos y comenzó a acariciarle los testículos, de repente noto unas manos que la asían por las nalgas, Luna intento gritar, pºero con la polla de su hermano en la boca no fue capaz
Solo escucho a su hermano decir.
– Buenas noches mi amo.
Y luna se corrió al igual que su hermano.
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