Viajes en hora pico
Muchos somos pervertidos, y hacemos cosas en la seguridad de la casa, pero otros buscamos algo más. .
Soy un tipo común, como vos como tú vecino, no destacó ni tampoco deseo hacerlo, en verano viajo a mi trabajo en las peores horas, las horas pico que mas se llenan los trenes, y me molesta pero en invierno para mí son las horas del día que más disfruto, porque aprovecho de ir tapado de la cara por la bufando y usando un gorro para no ser reconocido mientras aprovecho para manosear a cualquier mujer que pueda. Pero mis preferidas son las nenas, las que van de 8 a 14 añitos.
Una que vengo a contar hoy es de una pendejita de unos 12 que tuve el placer de tocar hace unos días, ella yendo a algún lado de la mano de la mamá sube al tren, linda putita de piel blanca y pelo negro. Estaba por amanecer cuando ella junto a su madre su ponen frente mio a esperar a que llegará el tren, yo la miré y note su cola bien parada, y me posicioné cerca de ella. Cuando llegó el tren, una manada bajo y otra manada de animales subía, la pendeja y su madre primero pero yo haciendo fuerzas, detrás de ellas. Una vez arriba y que pudieron cerrar las puertas yo estaba de espaldas a la niña, pero tan apretados que no se veía nada de los hombros para abajo, aproveché la situación para con mi mano acercarme a su cola, y con la yema de mis dedos sentí uno de sus glúteos, firme como una nena de 12 es ley que los tenga. De reojo observaba cual era su reacción, y al ver lo tranquila que estaba volvía a acariciar su glúteos, esta vez observándola, tratando de leer su lenguaje corporal. Ella seguía sin hacer ningún gesto de repugnancia o asco. Así que mi caricias a su glúteo fueron centrándose más hacia el medio de sus nalguitas, y mientras lo hacía la miraba. Cuando mis dedos levantaron el peso de sus nalgas para separarlas y sentir el calor de su ano a través de la tela jogging de su pantalón, la nena simplemente sonrió… El placer visual generado por este gesto hizo que mi verga empezará a latir. Llegamos a una nueva estación de trenes, gente que bajaba pero muchas más gente que subía, en el revoltijo ella quedó a espaldas de su madre, mientras que yo con un esfuerzo sobrehumano quede de costado a ella. Una vez cerradas las puertas, su madre tenía la mirada hacia adelante, la hija por detrás de ella por lo cual no podía controlarla, y yo en un costado de ella, apoyando mi pene en su mano, y con mi mano derecha en medio de sus dos hermosas nalgas, el movimiento del tren hacia q valla apoyando su mano con mi verga amorcillonada mientras mis dedos se clavaban entre su piernas sintiendo el calor de su hermosa frutillita. Entre más rápido rozaba esas partes notaba como solita se mordía los labios. Pase de rozar levemente a apretarle las nalgas y meter mis dedos tan profundo como la tela de su jogging me lo permitiera.
Así segui hasta q escucho a su madre decir, en esta estación bajamos prepárate para hacer fuerza para salir. Mira por la ventana y estábamos casi llegando, así que solo me quedaba una cosa por hacer y era manosearla lo más que pudiera, metí mis dedos profundo entre sus nalgas y empecé a hacer fuerza hasta llegar al punto en que sentía la dilatación y contracción de su ano. Con mi dedo mayor se lo metí hasta el punto que sentí como la levanté.
La madre le pregunto:
-¿Todo bien Jeny?
A lo que ella respondió:
-si todo bien mamá. Mientras una sonrisa leve pero incontrolable se asomaba.
Retire mi dedo de entre medio de sus nalgas al ver que solo faltaban segundos para que abran las puertas. Al detenerse el tren continúe con el envión de toda la gente y le apoye mi verga palpitante a la nena. Y allí se bajó, le mire la cola y tenía el jogging metido hasta la nuca.
Al llegar al trabajo fui a orinar al trabajo y note todo el líquido preseminal que había largado. Un día más otra nena más para mis recuerdos.
Muy candente tu relato, continua así y da muchísimo mas detalles explícitos. Saludos!
Qué momentos tan memorables!!
bellisimo relato.Cuando daria porque algun dia me hubiese pasado a mi. Calificacio maxima 5 estrellas
Que hermoso relato, un montón de veces disfruto lo mismo, pero no con tanta suerte como tú increíble sigue así