Violada con consentimiento
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivo con mis padres, tengo un hermano, y varios tíos y primos viviendo en mi casa, ya que es grande, y eso nos da comodidad.
Soy alta, mido 1.73cm, piel clara, la vida me ah regalado un buen cuerpo, tengo unos senos hermosos, ni tan grande, ni tampoco muy chicas, mi cintura es delgada, y mi vientre es plana, mi cabello es un poco risado, pero lo que más me gusta es mi trasero, lo tengo según los hombres, muy redondito, y paradito, en una excelente medida, sin querer es mi mayor atracción en las calles.
Desde chiquita cuando tenía 10 siempre me ah gustado llamar la atención, sobre todo en los hombres, me gustaba que ellos me miren, cuando salia, me vestía de la forma más coqueta, y llamativa, mi padre siempre me llamaba la atención, cuando salía con un putishort a la calle, ya que se me veían las nalgas, mi padre se enojaba por eso, ya que aún tenía 10 años, y era propensa a que me ataquen por la calle, un violador o un enfermo que hay por ahí, yo como siempre rebelde, no hacía caso.
Con el tiempo iba creciendo, mi cuerpo tomaba la forma de una señorita, a mis doce, notaba que mi cuerpo se estaba desarrollando, las miradas de los hombres hacia mi cuerpo era más notorio, era obvio que no me decían nada ya que aún era una niña de 12, así que los piropos se los aguantaban en decírmelo.
A los 14 años, ya tenía mi cuerpo llamativo, mía senos estaban grandes, mi cadera se estaba anchando, mis piernas también, mi trasero se ponía más provocador para cualquier varón que se me cruzará por el camino, los alagos me llovian por las calles, habían halagos hermosos, y otros ya más atrevidos, era obvio ya que me vestía de la forma más provocativa, mi closet estaba lleno de shorts chicos, minifaldas, pantalones ajustados, politos hombligueros y diminutos, escotes y varias prendas que mis amigas me bromean diciéndome ropita de puta.
Una vez pasando por una fila de taxis, vestía una faldita muy chiquita, y un escote donde mis senos se notaban y llamaban la atención a cualquier macho, varios taxistas me piropeaban, y yo pasaba como si no me importara por el medio de ellos, hasta que sentí una nalgada por parte de ellos, tanto fue la palmada que hizo ese sonido característico de una cachetada.
Puse mi mano en la parte palmeada y miré aquel agresor, y esté en vez de intimidarse, se agarró con una mano toda la verga, enseñándome que el era el macho que yo estaba buscando, yo me acerque le di una sonrisita, los demás taxistas solo atinaban a burlarse sobre lo sucedido, al acercarme al agresor a su al frente, este me dió un mirada de pies a cabeza, todo burlona y me dijo, "que pasó putita, quieres más?", Y al terminar eso, aproveche para darle un rodillo en las pelotas,dejandolo arrodillado en el piso, los demás empezaron a burlarse con mayor intensidad, su bulla me ensordecia, y me retiré a pie , aún tenía 14, así que no soy de esas que se asustan tan fácilmente.
Llegando a mi casa, pensé en lo sucedido, y note que me gustó que ese hombre me tocará, me di cuenta que me atraía el sexo duro.
Un día mis padres salieron, dejandome solo con mis tíos y primos, era una tarde dónde transmitían por la tv un partido de fútbol, los hombres por obvia razones son adictos al fútbol, y los hombres que vivían en mi casa no eran ajeno a ello, mientras miraban su estúpido partido, hacían un ruido muy molesto, le gritaban al televisor, como si este les escuchará, era algo ilógico, yo harta de la bulla, se me dio una idea, quería saber qué tan poderoso es el futbol contra una mujer.
Me vestí con una playera, larga que parecía un vestido suelto, y un calzoncito blanco que parecía una tanguita, con unas medias blancas, me acerque a mi espejo de mi cuarto y note que estaba muy llamativa y sexy, me di vuelta para ver mis nalgas, y veía que solo se notaba si me agachaba, la playera mostraba mis hermosas piernas, así que decidí en bajar hacia la sala,quería ver si mis tíos, y primos dejaban de gritar y ver el televisor por solo verme, queria despertar su lujuria.
Baje por las escaleras, y los Vi acomodados en el mueble, no se dieron cuenta de mi presencia, así que decidí en hacer ruido para llamar la atención, empecé a caminar de forma sensual, me di cuenta que algunos empezaron a verme, se notaba su expresión en sus caras, me dirigí a la cocina hacia la congeladora, quería disimular que tenía sed, me agache para que se vean mis nalgas, cuando de pronto ya no escuchaba la bulla que hacían, me di cuenta por un reflejo de la cocina, que me estaban mirando, mientras yo les daba la espalda, me agache otra vez enseñando mis nalgas queriendo sacar su lujuria de esos hombres, saque una botella de agua, me di vuelta mirando hacia ellos, algunos disimularon y voltearon a ver el televisor, pero otros que son mis primos, pues no.
Agarre una silla, lo coloque al frente mío, Levante una pierna y lo coloque encima, enseñando mis piernas, para hacerles entrar en lujuria, disimuladamente Vi sus caras, y note que me comían con la mirada, agarre la botella de agua, y empecé a tomarla dejando derramar a propósito por mi playera, el agua en mi playera hacia que se notará mis pezones, eso los ponían loquitos, y eso me exitaba, me acerque a ellos haciendo que su mirada no se despegarán de mi, me hice a la desentendida, y pregunte que están viendo por la tv, uno de mis primos me dijo entrecortado que estaban viendo el partido, yo sonreí y me dirigi a mi cuarto, subiendo por las escaleras enseñando nuevamente mis piernas.
Llegando a mi cuarto estaba tan exitada que me hubiera gustado que me cojan en ese sofá, eran 10 hombres entrando de mi interior, sería una buena experiencia para mis 14 añitos.
Cuando cumpli 15 años, ya mi cuerpo era demaciada exquisita, mis profesores de mi colegio se aguantaban por no deslizar sus manos por mi cuerpo, cuando me acercaba a ellos,casi todos mis compañeros querían estar conmigo, mi cuerpo y belleza hacían que varía chicas me envidien, y me tengan celos por sus novios, pero eso no me quitaba la coquetería, y seguí siendo la misma, tener belleza me daba muchas facilidades, pero también muchas enemigas y gracias a ello me tildaron la puta de la escuela, era un apodo muy grotesco pero por dentro me exitaba imaginarme ser la puta de todos.
Un día una de mis amigas me invita a su fiesta de quinceañera, se iba a realizar en un lugar un poco lejos de mi casa, pero aún así me fuí a la fiesta, ya que la quinceañera era muy amiga mia, al llegar me di cuenta que el local quedaba en un lugar muy alejado de las demás casas, el local era bonito, muy detallozo pero alejado de las casa, seguramente para no molestar a los vecinos según yo.
Ya en plena fiesta , cerca a las 1am, quise irme a mi casa, ya había bailado lo suficiente, ya había coqueteado con todos, y también bailado hasta el cansancio, mis pies me dolían por los tacos que tenía puesto, tenía varios números de celular en mi cartera que los chicos me daban mientras bailabamos, según ellos, pensarían que yo les llamaría, pobre ilusos.
Me pare en la puerta del local, esperando a una amiga que me ayude a tomar un taxi, pero nadie quería irse, los hombres me querían acompañar, pero no los conocía, tenía miedo a que me roben o algo asi.
Ya que nadie salía para que me acompañe, me decidí por irme yo sola, total que me iba a pasar, empecé a caminar, alejandome poco a poco del local, sentía friecito,mis piernas descubiertas por la minifalda que llevaba se enfriaban, al igual que mis pechos, me arrepenti por no traer una casaca, ya que el escote y la minifalda no me cubría del frío.
Seguí caminando por la acera, la bulla de la fiesta se escuchaba muy despacio, era notorio que ya estaba un poco lejos, el sonido de mis tacos contra la acera se escuchaba con facilidad, haciendo eco por las calles, mientras caminaba por las calles vacías, note que la poca luz pública me impedía ver muy bien de lejos, sentí un poco de miedo, pero seguí caminando, quería llegar hasta la avenida para ver si consigo un taxi, entro por un pasaje y Vi a un grupo de hombres, me detuve, al verlos, me di media vuelta y empecé a salir de ese pasaje, los tipos me empezaron a silbar y dándome piropos subidos de tono.
Yo no hice caso y seguí caminando, salí del pasaje y seguí caminando por la calle en donde estaba, me di cuenta que esos hombres no me siguieron, así que seguí caminando más tranquila, llegando a una esquina, se apareció repentinamente una camioneta negra, bajaron de inmediato dos hombres altos, me quedé pasmada del susto, quise correr, pero mis piernas no me obedecían, uno de ellos me cogió por atrás y me tapo la boca con fuerza, mientras que el otro, me agarró de los pies, levantandome y así meterme en la camioneta, a la fuerza, empecé a forcejear pero era imposible pelear contra la fuerza de dos hombres.
Ya dentro de la camioneta, empezaron la marcha, me colocaron una manta y me cubrieron la cara, pero note que eran cuatro hombres, el que me agarró los pies, me dijo.
-ahora vas a sentir lo que es ser una puta, y empezó a reírse.
Yo asustada, empecé a llorar, pensaba lo peor, me sacaron la manta que cubría mi rostro, y Vi que los cuatro hombres se colocaron sus pasamontañas para que no vea sus rostros.
Yo atrás de la camioneta con esos dos hombres, me empezaron a manosear, me agarraban las nalgas, sin que yo haga algo, ya que tenía miedo, uno de ellos me dijo.
– uff, perrita, que rica que estás.
Yo imaginaba lo peor, pensé que me iban a matar, y dejarme tirada por ahí como siempre veo en las noticias, tenía miedo.
Después de un rato la camioneta se detuvo, miraba por la ventana que era todo oscuro,
– donde estamos?.
Pregunté asustada,pero nadie me dió respuesta, se bajó el chófer, y el copiloto, y se quedaron divisando, para ver si alguien los había seguido, de repente uno de mis captores me cogió fuertemente el cabello, abrió la puerta de atrás y me empezó a bajar, sin soltarme del cabello, yo me quejaba de dolor, y una vez afuera de la camioneta, grite con fuerza para que alguien me oiga, el lugar era desolado y oscuro, de repente, uno de ellos me dió una cachetada y me tumbo al suelo.
Grita todo lo que quieras, perra estupida!! Me grito
Yo adolorida, guarde silencio, se acercó mi agresor y me cogió del cabello, y me jaloneo para que me ponga de pie.
-levantate , puta, acaso no es esto lo que pides? .
me grito.
Ya levantada, me jaloneo hacia donde Iván ellos, yo solo me dejaba ir, lloraba en silencio, aterrada.
Note que caminamos, por un caminito de tierra, no escuchaba nada, note que desde lejos había casas alumbradas por luz pública, era imposible que me escuchén ya que se veía muy lejos, el señor que me tenía me seguía jaloneando el cabello, dos de ellos eran los guías porque tenían linternas, derrepente nos detuvimos.
-donde estamos??? Pregunté con voz baja al hombre que me agarraba fuertemente el cabello.
– sshhhhh.
me dijo para q guarde silencio.
Me agarró de la cintura, y me soltó el cabello, note que llegamos a una casita rústica en el medio de la nada, los dos hombres empezaron a retirar los candados y cadenas que aseguraban la puerta.
– ya llegamos, perrita, ya estás lista??? Me dijo el hombre que me cogía la cintura
Yo solo escuchaba sin decir nada, lograron abrir la puerta, y el hombre q me sujetaba de un palmazo fuerte en las nalgas me logro meter hacia el interior de la casa, uno de ellos se fue hacia el segundo piso y derrepente se prendió una luz baja, note que el lugar tenía luz artificial producto de un generador.
De inmediato note que el lugar estaba polveado, uno de los hombres me agarró de la espalda y me lanzo contra el mueble que estaba ahí, mi vestido estaba sucio, de repente escuché bulla dentro del interior de la casa, eran tres hombres más que salieron, eran hombres mayores, notaba como me miraban, con unas ganas de cogerme en ese sillón, yo trataba de controlar mi miédo.
– vaya vaya, que tenemos aquí, nos trajeron otra putita?? Dijo uno de ellos.
Al decir eso pensé que no era la única que traían a la fuerza aqui.
– está perra está más rica que la anterior, me dijo uno de ellos acercándose a mi, que edad tienes?, me preguntó
Yo con voz entre cortada le dije.
-15.
Pensé que por ser menor de edad, se Iván asustar y dejarme ir, pero no, note que eso les puso más cachondos, tanto que uno se empezó a frotar su verga por encima de su pantalón, el hombre que se me acercó, me cogió con sus dedos mi quijada y me levanto la mirada y me dijo.
-tranquila, no eres la única a la que traemos aquí, es mejor que colabores, porque sí o sí, te vamos a disfrutar, y no quiero golpearte, porque eso sería en vano.
Yo escuchando esto, me asusté, era obvio que me iban a violar y si pongo resistencia me golpearían, tenía miedo, en eso aquel hombre, dejo de tocar mi quijada, y se dirigió hacia un rincón, saco una bolsa grande negra, y se acercó nuevamente ante mi, cogió la bolsa y empezó a vaciar encima del sillón lo que tenía dentro, eran varias truzas de mujeres, entre ellas tangas, bikinis, calzones de varios colores y tamaños.
– vez todo esto??? Me preguntó, son todas las truzas de las chicas que hemos traído aquí.
Yo sorprendida por varias víctimas de estos violadores, empecé aceptar mi desdicha, y lloré en silenció.
El hombre se me acercó nuevamente, me empezó acariciar mi cabeza, como si me tuviera compasión.
-tranquila hijita, me dijo, todas empiezan llorando, pero después terminan gritando de placer.
los demás al oír esto empezaron a reírse,el hombre y los demás empezaron a quitarse la ropa, prenda por prenda, quedándose desnudos ante mi, note que la violación había empezado.
Eran siete contra mi, el tipo me agarró del hombro y me hizo arrodillar mientras los demás hicieron una ronda, dejándome a mi en el centro, ya con sus vergas afuera, empezaron a frotarse, masturbándose, entonces uno de ellos me agarró fuertemente del cabello por la nuca.
-abre la boca me dijo.
Yo no hice caso, y de una cachetada me tumbo al suelo, se agachó, me agarró del cabello y me jaloneo haciendome arrodillar otra vez.
– abre la boca maldita perra, me grito, agitando con una mano su verga.
Yo abrí mi boca de miedo, y metió su pedazo de carne en mi boquita,sentía como metía su verga, chocando con mi garganta dándome náuseas, me ordenó a qué tenga cuidado con mis dientes, y empezó a follarme la boca, estuvimos así por un rato, yo arrodillada ante el mamando esa verga, y el cogiendome del cabello de la nuca.
Ya vez que tan fácil es, me dijo uno de ellos, colabora y lo disfrutarás me dijo.
Decidí en no poner resistencia, no quería que me golpearan, así que puse de mi parte, empecé a chupársela dándole una mejor sensación aquel hombre, y este empezó a notarlo, dando gemidos por el sexo oral que le estaba dando.
los demás empezaron agitar sus vergas por mi cara, otros se masturbaban, varios de ellos decían.
-ya te empezó a gustar putita? Así la quieres?
Uno de ellos le dijo al que me estaba follando la boca,
– sueltala del cabello, a ver qué es lo que hace.
Y este me dejó de agarrar el cabello, me detuve un segundo pero pensé en que si colaboraba me iban a dejar ir, así que cogí con una mano la verga y me lo empecé a chupar yo misma, como toda una actriz porno, uno de ellose agarró la otra mano y me hizo agarrar su pene para que lo masturbara.
Hice que me empezará a gustar, la puta y provocadora de hombres que tenía dentro la dejé fluir, e increíblemente empecé a darle gusto, empezaba a follarme con la boca un pene luego a otro y a otro hasta mamarcelos a todos, después de un buen rato les hice venir a cada uno, sus gemidos se volvían más fuertes de esos hombres.
Uno me hizo poner de pie, me quitaron rápidamente el vestido tirandolo en el sillón, me agarró mi calzoncito pero le di un alto, el hombre me miró, entonces yo misma me quite el calzon, tirandolo en el mismo sillón, al igual que mi sostén, quedándome desnuda en tacos.
-Eres una buena putita, me dijo el tipo, sabía que te iba a gustar.
Me cogió de la cintura y me llevo hasta una mesa que estaba al lado de una pared, me recostó haciendo que colocara mis pechos sobre ella, y mis piernas en el aire, tocando el suelo, con el culito expuesto, uno de ellos se acomodó atrás de mi, acomodando su verga, en mi entrada de mi vagina, voltie a verlo y le dije que aún era virgen, el me miró a los ojos y me dijo.
-mi amor, pero con ese rico cuerpo como puedes aún ser virgen.
Yo me quedé callada y coloque mi frente en la mesa, esperando la estocada de verga, el tipo empecé a metermela, suavemente, entrando su cabecita, me hacia doler, solté un gemido, siguió metiendo, hasta que de un empujon me la metió toda, note como reventó algo dentro de mi, grite de dolor, no lo podía evitar.
-toma esto perra, me dijo, sacándola y metiéndome con fuerza nuevamente chocando sus testículos con mi entrada de mi vagina, y empezó a dar sus embestidas, la mesa se movía por cada metida que me daba, el dolor empezó a convertirse en placer de a poco, soltaba gemidos suaves, pero después de un rato gemía notoriamente, aquel tipo me follaba la vagina, quise levantarme apoyándome con mis brazos, pero el tipo me agarró del cabello y me empujó nuevamente contra la mesa, dándome buenas embestidas, yo ya no podía aguantar, sentía q me estaba viniendo, empecé a gemir y gritar
– si,, sii.
Así.
Dale más puto.
métela mas, le decia, sentía que me venía, hará que después de varias metidas y sacadas me vine, deja do fluir mis jugos vaginales, sintiendo como chorreaban por mis piernas, luego de varias embestidas de ese hombre sentí que empezó a gemir hasta que se vino dentro de mi, sentía como sus chorros de semen me llenaban la vagina, el hombre exhausto se tumbó encima de mi espalda por unos segundos, los demás le pedían que salga de mi encima, que eran su turno de ellos, en hombre saco su verga dentro de mi y se fue dando pase a otro, el cual este acomodó su pene y me lo metió dándome duras embestidas, yo solo me agarraba de la mesa empezaba a dar gemidos.
-Así, así que rico, dame, dame no pares.
Decía invadida por el placer.
El hombre después de varias embestidas se vino dentro de mi, sintiendo igual sus chorros de semen, sentía su verga adentro de mi, y sentía como se ablandaba hasta q lo saco, dandole paso al otro tipo.
Después de varios minutos aquel tipo también se vino dentro de mi, yo me moría de placer, ya eran tres vergas que me habían follado, entró el cuarto hombre, apretó mi vientre haciendo que salga el semen de los demás que inundaba toda mi vagina.
Me dió vuelta en la mesa colocándome boca arriba, agarró mis piernas y los puso en sus hombros, con una mano metió su pene dentro de mi, y empezó a empujar su verga agarrándome las piernas, sentía como todo ese pedazo de carne entraba en mi vagina, aquel tipo empezó a bombearme muy duro, sentía que la mesa se iba a desarmar, yo gemía de placer, ya me había venido varias veces.
– siii, siii haaay hayyy métela, romperme la vagina, siiiii gritaba agarrándome de los cabellos.
Hasta que después de un rato se vino dentro de mi, jalandome contra su verga y viniendose dentro de mi, estaba muy cansado, yo también estaba agotada, retiro su verga y se fue, dando paso al quinto hombre, dándome una cogida al igual que los demás, haciéndome venir varias veces, mi vagina estaba totalmente mojada, con harto semen combinado con mis jugos vaginales, veía como chorreaba el semen encima de la mesa, el sexto hombre me bajo de la mesa, y me llevo hasta el sillón, el se sentó e hizo que me sentara encima de su verga, haciendo que sea brincos encima de su pene, yo saltaba de placer, haciendo que mis tetas se agiten producto de las cogidas que me daba, el tipo viendo mis senos, me empezó a chuparlos, yo cabalgaba esa verga y con mis manos me agarraba de su cabello, estaba exitada y gemía con gritos, el tipo se acomodó bien en el respaldar jalandome hacia su pecho, y se acercó uno de los que ya me habían cogido, note que quería darme otra cogida, colocó su pene en mi ano, y empezó a metermela, está siendo penetrada por los dos lados, yo gritaba como loca de tanto placer mezclado con dolor por mi ano, aquellos tipos me embestian con fuerza, y gritaba.
-ahhh, ahhhhh cogenme, violenme deanme más semen, siii uffff, ahhhhh siiiii, dale uhmmmmm.
Les decía llena de lujuria.
Hasta que los dos se vinieron, llenandome de semen por ambos lados, estaba exhausta, sentía que mis piernas temblaban, no tenía fuerzas, hará que llegó el séptimo hombre, se acercó a mí, me cargó como una muñeca y me puso encima de la mesa, en la misma posición del inicio, me voltie para ver su verga y lo vi, era un tremendo miembro, era demaciado largo, me miró y me dijo.
-yo siempre me guardo para el final, me dijo sonriente.
Me sorprendí por tremenda verga, coloque mi frente en la mesa y le pedí despacio, el tipo agarró con fuerza mi cintura, y empezó a meterla de a poco, sentía como abría mis paredes vaginales, me empezó a doler, puse mi mano en su pierna intentando que no me lo meta más, pero el agarro mi mano y lo puso en la mesa con fuerza.
-tranquila, que falta más de la mitad me dijo con rigidez.
Y siguió metiendomela, sentía que me destrozaba toda la vagina, sentía que me rompía, que destrozaba mis trompas y mi utero, hasta que ese pedazote de carne entro por completo, levantaba un pie para compensar el dolor pero era inútil.
Lo tenía todo adentro, y empezó la embestida, su mete y saca se volvía más rápido, el dolor empezó a cambiarse nuevamente por placer, gritaba y gemía.
– ufff.
uhmmmm uhmmmm uhmmm, su así mátame, no la saqué, sigue le decía, miéntras movía mis caderas para que entrara más, el tipo gemía, y me cacheteaba las nalgas, y al mismo tiempo me lo metía, era el primer hombre que llegaba hasta el más profundo de mi cuerpo, después de varias embestidas de vino, haciendo que suelte un fuerte gemido, sentía como el utero se llenaba de semen, me vine a chorros, su semen bajaba por mis piernas, el tipo cansado se fue al sillón a hecharse, yo encima de la mesa, me puse de pie, algunos ya se habían dormido, note por unas rendijas del techo, que se estaba aclareciendo la noche, quizás ya eran las 6 AM, me fui donde estaba mi vestido, y me lo puse muy despacio, empecé a sentir sueño, y el tipo del sillon, ese que me acababa de follar con esa verga enorme, me llamo.
– hey, amor ven hechate conmigo, aqui hay suficiente espacio,
Yo me acerque y me heche a su lado, el rodeo con sus brazos, sintiendo su verga aún dura en mi trasero, y me quedé dormida.
Después de un rato, uno de ellos me despertó,
Estaba con mi falda levantada y sin calzon, el tipo con quién estaba durmiendo seguramente me penetró otra vez, note que su semen había salpicado encima de mi falda y piernas, me acomode mi vestido y me levanté, salí de aquella casa y note que la casa estaba en una enorme pampa, el sol estaba en lo más alto del cielo, el tipo que me despertó me dijo que me apure que los muchachos que te trajeron ya se van a ir, porque querían llevarte a tu casa por haberte portado bien anoche.
Yo apañada por la luz del sol, empecé a caminar hasta donde estaba la camioneta, una vez que llegue abrí la puerta y estaban ellos.
-ven, súbete, ya vámonos, me dijeron.
Yo con desconfianza me subí, una vez sentada empezó la marcha.
– a dónde vamos? pregunté con timidez.
– te vamos a dejar cerca a tu casa, ayer te portaste muy bien me dijo uno de ellos,
Y por recompensa te vamos a llevar cerca a tu casa para que no te pierdas.
Yo me acomode en el asiento, el de mi lado me empezó a frotar la pierna, yo solamente no le di importancia, hasta q me agarró el rostro y me empezó a besar a su antojo, una vez llegando casi cerca a mi casa, me baje de la camioneta, me arregle un poco el vestido, sentía que la gente me miraba seguramente por lo que estaba hecha un desastre, llegué hasta mi puerta y busque mi llave, una vez adentro me fui a la ducha y con todo y ropa abrí la llave dejando caer toda el agua en mi encima, el semen reseco caía con el agua, una vez salida de la ducha me desvesti y me seque, me tiré a la cama toda desnuda y me quedé dormida otra vez, estaba cansadisima, pero también satisfecha.
Ya quisiera eso