Violando a la hija del vecino
La pequeña Abi de 5 años va a probar verga para que sus papás aprendan una lección..
Hace unos años tuve una rencilla con Danae y Luis Carlos, unos vecinos, en demasía insufribles. Al grado que me topaba con la luz cortada, las plantas dañadas, y agresiones a mi casa. No se podía quedar así, y medité como me las iba a cobrar.
Coincidentemente me llevaba bien con Alexis, el directo del kínder donde asistía su hija Abigail. Eran gente detestable, pero hay que reconocer el rico culito de Danae y que se lo había heredado a su hija. En la colonia se contaban muchas anécdotas de quienes lograron disfrutarlo y que era una experiencia inolvidable.
Esto me dio una idea, que la pequeña me pagaría todas las que me hicieron. Desde hace unos 3 años, todos los domingos Alexis y yo platicábamos (y a veces ejecutábamos) fantasías, desde prostis hasta niñas o niños, por lo que me animé a proponerle lo que estaba en mi cabeza, y aunque de primera se negó, acepto ayudarme, pero él no estaba interesado en cogérsela por ahora, solo quería que grabara todo. El Kínder conectaba con una casa propiedad de mi amigo con cuartos a prueba de ruido, pero nadie conocía ese hecho, por lo que el lugar estaba disponible. Solo era cuestión de idear un plan.
Conseguí unas cámaras, un fuete, una lencería y unas máscaras con distorsionador de voz, como parte de la idea. Esperé al lunes ya que la abuela era la encargada de dejar a la niña en la escuela, pero esta señora padecía demencia por lo que no era raro que desconocidos la auxiliasen. Pagué a un vago para interceptar a la anciana y llevara a la niña a la casa para así prepararme y ponerme la máscara y quedarme a la niña. La diversión comenzaba.
Al entrar la niña muy asustada quiso gritar, pero con unas 3 bofetadas se calmó, la tomé del cabello para dominarla
-Cállate, ahora me vas a obedecer si no quieres más golpes ¿Entendiste putita?- la niña solo asentía intimidada. La aventé contra la pared y en lo que se levantaba apunté la cámara hacia ella y tomé el fuete
-Quítate todo – Temblorosa obedeció y lentamente quitó su overol, dejando ver sus pequeños pezones y quedando solo su calzoncito y sus calcetines. Le di un fuetazo- dije todo- Llorando termino que desnudarse. Le aventé la lencería – Ponte esto, y rápido- Como pudo lo hizo, viéndose deliciosa. En encaje negro destacaba con su piel blanca, y el hilo resaltaba mas el culito que me iba a comer
-Pon las manos contra la pared, vas a aprender a obedecerme zorra- Me detuve a admirar su cuerpo, que aun siendo pequeña el culito se le marcaba, una presa perfecta para mí. La tomé del cabello y solté un nuevo golpe en su culo, lo que hizo que se retorciera – Vas a hacer caso de todo,-golpe- una desobediencia más y te reviento –golpe- ¿entiendes puta?- golpe- Dime que entiendes puta – golpe- Habla-golpe
-Si- grito débilmente, con esa voz tan entrecortada que se me endurecía más la verga.
-más te vale-golpe- ahora di que eres una puta-golpe-.
-Soy una puta- gritó desesperada-
-Bien, íncate y abre bien la boca, vas a chupar mi verga sin morder, yo te voy a guiar- Acto seguido le introduje mi miembro bastante duro por la situación. Su boca era cálida y a pesar de su ignorancia era delicioso forzar su garanta. Sus ojos llorosos me provocaban más morbo. Mientras ella salivaba y trataba de respirar, pero no era tiempo de venirme, además que buscaba extender el morbo, así que me apiadé de ella y retiré mi pene. Ella solo tosió mientras yo me senté en una silla.
– Bien nena, sigue obedeciendo y no tendré que golpearte más, acércate- comencé a acariciarla recorriendo todo su cuerpo, sobre todo su vaginita y su culo. Levanté un poco la máscara para poder lamer sus pezoncitos, mordiéndolos ocasionalmente para gozar de ella. Ella solo se limitaba a llorar, era delicioso ese momento. Me volví loco y quería más, así que sorpresivamente la tiré al piso y me abalancé sobre ella.
-Bien putita, a lo que te traje- Pasaba mi miembro por su rajita mientras con mi mano tomaba su cuello, entre más miedo le provocaba era mejor, pro no se iba a comparar con lo que le haría. Posicione mis 20 cm. En su entrada, sacando gemidos de mi putita, mientras con la otra mano en su hombro me apoyé para que de una le entrara todo, tomé fuerza y la impelí. La pequeña Abi solo gritaba e intentaba patalear mientras la sangre de su himen recién roto manchaba mi verga.
-Así zorrita, llora, siéntela toda, ya eres mía- Me detuve un momento para admirar la cúspide de la fantasía (o por lo menos el primer gran momento) y admirar ese dolor en su carita, con unos momentos saqué casi por completo mi verga, solo para embestirla de nuevo, provocándole más dolor a la nena. Primero empecé con estocadas lentas y profundas, para después hacerlas rápidas y darle una cogida digna de una puta de la calle. De la excitación comencé a darle bofetadas y azotes en sus pechitos, en una escena de lo más pervertida, al unísono de los lloriqueos de mi presa, mis bufidos y el choque de nuestras pelvis. Estaba por venirme por lo que aceleré aún más la cogida, hasta correrme, y de no ser por ser una niña, creería que ella igual había llegado al orgasmo –Ah que rico, ya me vine dentro de ti, lo bueno que no quedarás preñada, lo que me da más chance de darte.
Por unos minutos decidí descansar dentro de ella, intentando recuperar fuerza y pellizcando sus pechitos que si bien eran planos podía disfrutarlos, mientras ella solo sollozaba. Tenía que aguantar ya que me faltaba estrenar un agujero de mi juguetito, antes de que Alexis llegara. De un golpe le retiré la verga y admiré lo irritada que había quedado. Al tacto, sus labios estaban húmedos y cálidos.
La puse en 4, viendo ese culito precioso. Pensé en dilatarla pero sus gritos me ponían más duro que viagra, por lo cual solo le escupí en su ano y apunte. La putita era muy estrecha, tanto que de primera solo entro la punta de mi miembro, pero suficiente para causarle dolor a la pequeña. Tuve que hacer un esfuerzo titánico, pero cada centímetro era glorioso. Tardé varios minutos pero logre empalarla completamente, Aquí si decidí darle unos minutos para que se acostumbrara, más por el cansancio de la faena anterior que por ella. Los espasmos de la pequeña eran exitantes, y en esa posición me inspiraba darle nalgadas. Una vez recuperado comencé nuevas estocadas, jalando su cabello para llevar el ritmo.
– Así putita, que rico culo, cuando te estés vendiendo en las esquinas muchos van a gozarlo, pero nadie te va a reventar como yo- Ella solo gimoteaba, sabía que quizás no entendía mucho lo que le decía, pero era obvio, muchas putas de la calle habían iniciado a alquilarse con historias similares. Seguí embistiéndola, pasando de rápido a lento, mientras daba puñetazos en su espalda baja. Cuando empecé con mis aventuras un hombre me enseño que así se retorcían más rico, y al probarlo era realidad, no tardé en venirme
-Ah, así muy bien, ya quedaste usada de todos lados, bien ya podría venderte por ahí- Le decía al oído. Pude ver como se irrito su culo, además de que tan dilatado quedó. Para mi sorpresa Alexis entró con máscara y su verga erecta- no pude evitar oír lo rico que la domaste, y ni alandomela me calmo- me decía mientras se acercaba a Abi, cual león asechando a su presa. –Tu date amigo, y tu zorrita mas te vale hacer caso o te madreo-. La nena asentía mientras mi amigo la acomodaba. El tenía la verga curva hacia arriba y disfrutaba al cogerse a alguien tratar de sentir su verga en el abdomen de su presa, por lo que cuando comenzó a penetrarla sumía sus dedos en el pequeño estómago, haciendo que la nena aun sintiera dolor, pues aun dilatada no era suficiente. No duró mucho montándola, pero se vino abundantemente al punto que su semen brotaba de la pequeña.
Todo fue delicioso, pero ya era hora de terminar, ya es posible que sepan que la putita no está y la han de estar buscando –Vamos a vestirla y la aventamos donde siempre- me comentaba Alexis mientras buscaba el uniforme –Vale pero véndala- . Como si fuera una muñeca de trapo la vistió, guardando su ropita interior, mientras ella solo emitía quejidos. Mientras él se ocupaba de la puta yo hice una copia del video, corté un fragmento y lo puse en una SD, para ponerla en la ropa de la nena, para que sus papás vieran todo lo que pasó.
Al verla vestida se me hizo muy decente, así que con una navaja rasgue el uniforme-Listo, a te ves como la callejera que serás- Me excitaba de nuevo verla así, pero ya teníamos que irnos. Subimos a la camioneta al final un pasillo. Alexis manejaba, mientras Abi y yo subíamos atrás. En el camino no aguanté más, le levanté las tiras que era su overol, y opté por darle de nuevo por el culo, -Toma puta, voy a usar tu culo una vez más, disfrútalo pendejita, porque después rogarás por más- ella solo gemía, pero en un tono más de gozo.
Era apenas obvio, cuando violas así a una nena o a un nene llega el punto que lo goza, es ahí donde nace una golfita. Así ya tendré un depósito de semen disponible con los guarros de mis vecinos, a ver si así aprenden a no molestar.
Por favor califica y comenta, estoy empezando y creo que a más de uno le puede gustar.
O háblame por X: @shadowinn2
Excitante pero no obligo a ninguna. Me daría náuseas. Más me gusta seducirlas y que ellas me busquen cuando quieren más. Y la penetracion solo cuando ya estan listas. Como 7, 8 o 9 años. Hay diferentes tipos de vagina. Algunas son más anchas a pesar de su virginidad.
¿Por qué dejaste de escribir? Me gustaron mucho tus historias con niñas menores de 5 años.
Apoyo 100% meterla a los 11 años o mínimo 10, no es cierto que con menos haya aptitud.
Desde que curiosean ya pueden chupar verga, pero una de 11 ya va a tener noción de más y podrá disfrutar que se la cojan una vez que esté adaptada al pene.
uff esta padrisimo ke rico en verdad amigo, contaras mas de las experiencias bro, eso describe edades de los chavos o cogedores y como son algo asi pa darse ideas bro
Me gustó bastante me gusta cuando es forzado y morboso, podrías escribir una dónde madre e hija son cojidas.
La violación es un asco, al igual que sus adeptos y peor aún, hacedores.
Una forma de cobardía.
Si que rico sería verlas follando entre ellas mientras lloran
Sigue porfa