Violé a mi madre por el culo.
Tremendos gritos daba mi madre cuando la violencia por detrás. .
Los días pasaron y mi madre volvió a visitarme sola para ayudarme a limpiar mi casa y también para verme a mí, su nuevo hombre. Los dos nos habíamos declarado nuestro amor y nuestro enamoramiento en los anteriores encuentros que habíamos tenido.
Fui a recogerla a la parada del autobús, y al llegar, la vi bajarse del mismo y estaba guapísima. Se había cambiado el color de pelo y lo llevaba algo más largo. Tría puesto un vestido azul algo escotado y por supuesto corto, por encima de sus rodillas y sus espléndidas piernas lucían en toda su belleza. En el primer relato que narré ya os hablé de las bondades de su cuerpo, sobre todo sus piernas y de lo maravilloso que fue declararle mi amor a ella. En el segundo conté como fue nuestro primer polvo con penetración y como los dos nos confesamos, de nuevo, nuestro amor mutuo y nuestro deseo de ser algo más que madre e hijo. Hoy la estaba recogiendo por tercera vez en la parada del autobús y al vernos nos dimos un beso no en la boca, pero casi, y eso que ella en la calle quería que tuviésemos máxima discreción.
Nos dirigimos a casa y tomamos café juntos. Esta vez lo hicimos de pie en la barra. Mi madre y yo el uno frente al otro. Terminamos ese café y llegamos enseguida a casa. Una vez dentro solté su maleta y la abracé. “Mamá, mi amor, no sabes las ganas que tenía de verte, te amo”, le dije. mientras la abrazaba y la besaba en la boca. “Hijo mío, yo también me moría de ganas de verte”, me dijo, mientras correspondía a mis besos abriéndome la boca y pegándose a mi cuerpo por completo.
Nos morreábamos como dos adolescentes, mi madre me abría la boca y dejaba entrar mi lengua. Bajé mis manos por su espalda y la agarré firmemente de su culo, mientras ella se pegaba a mí, de forma que podía notar completamente mi polla a la altura de su vientre.
Nos acercamos a una de las paredes de mi salón y ella se apoyó en ella mientras seguíamos morreándonos. Yo estaba poniéndome ya a tono y por lo que aprecié ella también. Ni corto ni perezoso me puse de rodillas y puse mis manos en sus muslos. Los comencé a besar por encima del vestido y a su vez empecé a subírselo. Sus piernas empezaban a quedar al aire y me recreé en besarle los muslos. Sus piernas blancas me volvían loco y besárselas mientras le subía el vestido arrodillado, era para mí de lo más morboso y excitante.
Estando así de rodillas ante su cuerpo le dije: “Mi amor…..mamá……..qué piernas tienes mamá………mmmmmm………me vuelven loco………mmmmmm……..sí madre…………..déjame que te suba el vestido………..mmmmm………..qué rico mamá…………Mi madre el verse así besada en sus muslos abrió sus piernas un poco.
“Mmmmmm…..hijo mio…..que gusto…….que morboso eres mi amor…..mmmmmm…..así….. bésame las piernas…….mmmmmmm………qué me gusta verte así de rodillas……….uffffffffff………así mi amor……….ufffffff…………así, bésame las piernas hijo mio………….ahhhhhhhh.”
Mi madre me sujetó de la cabeza y corrió sus bragas hacia un lado y me dijo: “Hijo mío……yo creo que buscas esto…….mmmmmm……..¿verdad mi amor?……mmmmm……cómeme aquí mi vida….mmmmm…..cómeme el coño mi amor……cómele el coño a mamá hijo mio…..mmmmm…….¿verdad que buscas esto?????……………Me dijo mi madre mientras se apartaba las bragas con la mano, dejándome su coño delante de mis labios.
Comerle el coño a mi madre me encantaba, tenerla así contra la pared y yo de rodillas me ponía a mil y por lo que veía a ella también. Comencé a lamerle y a besarle el coño a mi madre. Le pasaba la lengua de abajo a arriba recreándome en el clítoris. Estar arrodillado ante esas piernas era para mí como estar en el paraíso.
Sin levantarme del suelo separé mi boca de su coño y con mis manos en su cintura la giré poniéndola cara a la pared. Mi madre al verse así abrió sus piernas un poco más. Tenía su vestido subido y sus bragas frente a mi cara. Las bajé hasta dejarlas en sus rodillas y me lancé a comerle el culo a mi madre. Separé con mis manos sus glúteos y metí mi lengua entre ellos. Mi madre al sentir mi lengua lamer su esfínter emitió un gemido y sus piernas temblaron.
“Mi amor……por dios……..hijo mío………pero que cochinada le haces a tu madre….ufffffff…….corazón……….me estás comiendo el culo mi amor…….que gusto me das……..sigue……sigue…….mmmmm……..nunca me habían hecho esto………guarro…….mmmmmm…….que gusto………mi amor……..ufffffff…..por dios hijo………uffffffffff……….que gusto me estás dando en el culo…………..uffffffff………que sucio y morboso eres mi amor…………..”
Le estuve ensalivando el culo un rato pasando mi lengua por toda su raja y deteniéndome es su esfínter. Me encantaba separarle los glúteos con las manos y meter mi lengua en el culo de mi madre. Ella contra la pared estaba empinándome el culo y disfrutando de algo que le parecía una guarrada pero que la estaba poniendo a cien. Hasta que me puse de pie y la abracé. “Me encanta comerte mamá………..disfruto mucho metiendo mi lengua entre tus piernas mi amor.” Le dije mientras le comía el cuello abrazándola por detrás de su cuerpo.
La llevé al sofá, me bajé los pantalones y los slips antes de sentarme. La tenía de pie enfrente y ella me miró la polla que ya estaba durísima. Me cogí la polla con la mano y le dije: “Quítate las bragas mamá, quítatelas y súbete aquí encima de tu hijo mi amor”. Mi madre se quitó las bragas y se abrió de piernas sentándose sobre mí. No tardé ni un segundo en tenerla penetrada. La agarré del culo y comencé a subirla y a bajarla sobre mi polla.
“Así mama…..uffffffff……..así mi amor……..ufffffff.,,,,,,,,,ábreme bien las piernas mamá………ábrele las piernas a tu hijo……..ahhhhhhhhh……….así madre……….móntame abierta de piernas mamá………uffffffff……….eso es mamá……..ahhhhhh……enséñame como te abres de piernas para tu hijo………ahhhhh…….así putita…….mi putita……..ahhhhhh……..eso es madre……..sigue…….sigue follándote tu misma………..ahhhhhh……que carita de guarra se te está poniendo mamá……..uffffff……..eso es madre……ábrete y sírvete como lo hacen las putitas …….ahhhhhh……..sigue…….sigue…….uffffffff.” Mi madre se estaba penetrando ella misma con mi polla y mis comentarios soeces la estaban poniendo a mil.
“Hijo mio…uffffff….que vergüenza me da que me veas así……uffffffff…….tan entregada y penetrándome con tu polla……..ufffffff……..tan abierta de piernas…..ahhhhhhh…….abierta como una facilona………una puta facilona………ufffffffff……..me siento muy guarra mi amor,,,,ahhhhh….ahhhh….mírame la cara de guarra que tengo hijo…….ahhhhh….ahhhhhh……soy tu puta………ahhhhhh………mírame la cara de guarra que se me pone hijo………así……….ahhhhhh…….así…….clávamela……….hijo…………ahhhhhh……”
La verdad es que se le estaba poniendo una cara de guarra y de pervertida tremenda. Ella seguía subiendo y bajando con mi polla dentro mientras la tenía sujeta del culo.
“¿Te gusta verdad?……ahhhhh……..¿Te gusta que te folle mamá??????……ahhhhh………¿Te gusta abrirte de piernas mamá??????……….¿ Te gusta como te folla tu hijo?”
La tenía agarrada del culo y la estaba subiendo y bajando penetrándola profundamente con mi polla. Ni corto ni perezoso me atreví a hacer otra morbosidad más.
¿Y esto te gusta????…….zaaaassssss…………..zaaaaasssssss.” ¿Eh mamá?….. te gusta esto?”. La di un par de azotes contundentes en el culo y a mi madre le temblaron las piernas y comenzó a gemir como fuera de sí.
“Ahhhhhh………ahhhhhh………hijo……por dios……….que vergüenza por dios…………uffffffff…….. ¿Qué me has hecho cabronazo?………¿ Me has pegado?……….Por dios hijo mio…..qué gusto….ahhhhhhh………. qué vergüenza me está dando mi amor……….ahhhhhhhh……..qué vergüenza……….ahhhhhh……..me gusta mi amor……..ahhhhh. me gusta que me azotes………ahhhh……..ahhhhhh…….”.
“¿Te gusta verdad mamá?……..¿Te gusta que te azote verdad???…….. Sabía que te iba a gustar mamá……….Pues toma……zaaaaaassss……….zaaaaaaaaasssssss……….” La volví a dar otro par de azotes y os juro que hacerle eso a mi madre me apetecía y me estaba poniendo a cien.
“Me voy a correr……….ahhhhhhh……..dame otro azote que me corro……..estoy avergonzada……..ufffffff……..azótame……..azótame……ahhhhhhh”. Comencé a subirla a bajarla más deprisa y empecé a sentir que mi orgasmo venía imparable.
Le di otro par de azotes y comencé a correrme, subiendo y bajando a mi madre y sujetándola de forma que tenía que estar marcándole las nalgas y los glúteos. “Me corro hijo……..ahhhhhhh……..me corro……….ahhhhhhh……..cabrónazo………dame……..me corro…..ahhhhhhh”.
Los dos nos corrimos a la vez jadeando y temblándonos las piernas. Mi madre se echó sobre mi respirando alterada y yo tenía al corazón a 100 pulsaciones. Así estuvimos bastantes minutos, sin hablarnos, sólo recuperando el aliento y ni una palabra de los varios azotes que le había propinado. Los dos sabíamos que habían sido el detonante del tremendo orgasmo que habíamos disfrutado juntos.
Se levantó y se puso las bragas y fue al baño. Al salir ya estaba yo de pie y con mis pantalones puestos. Vino hacia mí con la mirada en el suelo y le levanté la cara sujetándola por su barbilla.
“Te amo mamá. Estoy enamorado de ti y quiero hablar contigo. Vámonos los dos a la calle que quiero invitarte a comer y hablamos”. Mi madre me miró y no tardó en aceptar, con un leve movimiento de cabeza mi invitación.
Salimos a la calle y fuimos a mi restaurante preferido. Estaba en el centro de la ciudad y se llegaba caminando plácidamente. Durante la cena hablamos. Le reiteré mi amor y mi estado de enamoramiento. Ella me dijo que sentía lo mismo por mí. Cominos y tomamos el postre. Cuando había pedido un par de copas de champán, tras los cafés, me armé de valor y saqué de mi chaqueta dos cajas de joyería. Las abrí y aparecieron dos anillos. Miré a la cara a mi madre y le dije: “Mamá, este anillo, si lo aceptas, es el símbolo de nuestro amor y desde este momento dejaremos de ser amantes ocasionales para ser pareja. Y este otro anillo es el que yo llevaré como símbolo de nuestra unión.”
Mi madre, se llevó la mano a la boca y soltó un suspiro. Me miró con ojos de enamorada y me dijo: “Hijo mío, me estás haciendo muy feliz, soy otra mujer desde que tenemos esta historia juntos, acepto tu petición y te confieso que estoy enamoradísima de ti.”
Cogí el anillo y se lo puse en su dedo y a continuación ella cogió el otro y me lo puso a mí. Lógicamente en público no pudimos expresar nuestro amor, sólo mirarnos a los ojos y llenar de pasión y de alegría nuestras miradas.
Salimos a la calle y caminamos hacia casa. La noche era muy apacible y apetecía pasear. Yo tenía en mente un recorrido el cual seguir. Cuando fuimos saliendo del centro, mientras nos dirigíamos a mi casa, procuré hacerlo por calles poco transitadas y por lugares que yo sabía que estarían bastante solitarios. No tardé en cogerla de la mano. Tenía la necesidad de hacerlo en la calle. La discreción era básica en nuestro romance, pero yo necesitaba hacerlo y llevaba días con esa idea en la cabeza.
Ella me miró al sentir su mano agarrada por la mía. “Hijo, por dios, pueden vernos y papá puede enterarse, es muy peligroso que me cojas por la calle. Espérate a que lleguemos a tu casa.”
“Tranquila mamá, se lo que hago y estoy vigilante. Estamos paseando por calles muy solitarias y cuando vea a alguien acercarse te soltaré la mano. Sé lo que hago.”
Tuve que soltarla enseguida, había poca gente por la calle, pero alguna había. En cuanto yo veía que se despejaba la situación volvía a cogerla de la mano y ella iba recibiendo ese detalle cada vez más confiada. Tenía en mente algunos lugares especiales. Estábamos atravesando un parque que tenía zonas muy escondidas y la tarde había dado ya paso a la noche. Al llegar a una zona oscura me detuve y giré a mi madre hacia mí. Me la acerqué abrazándola hasta que estuvimos el uno pegado al otro. Tenía a mi madre rodeada con mis brazos y ella me sujetaba por la cintura. Acerqué mi boca a la suya y comencé a besarla. L a zona era tan oscura y discreta por lo que no tardé en estar dándome un buen muerdo con mi madre. Mi lengua entraba en su boca y de ella pasaba a su cuello y de vuelta a la boca de mamá. La tenía agarrada del culo y apretaba su cuerpo contra el mío. “Vigila, mi amor”. Me decía ella mientras se entregaba a mis besos. Estuvimos un buen rato allí.
Continuamos paseando y nos acercábamos a casa. Tenía otro punto discreto pensado y al llegar a él volví a cogerla y la besé de nuevo. Esta vez, aprovechando la soledad y la oscuridad del lugar, la acaricié los pechos mientras la besaba. No tardé en bajar mis manos a su entrepierna y subí su falda metiendo mi mano entre sus piernas. “Por dios hijo, espera que lleguemos a casa, pueden vernos y te veo muy lanzado.”
“Tranquila mamá, nos vamos enseguida”, le decía mientras la besaba y le metía la mano entre las piernas llegando a sus bragas. Mi madre el sentir mi mano ahí separó un poco sus piernas. Acaricié las bragas de mi madre. Le pasaba la mano de abajo a arriba por su rajita. Mi madre comenzó a suspirar y noté como llevó una de sus manos a mi entrepierna. Me comenzó a tocar el paquete. Noté como la entrepierna de mi madre comenzaba a despertar y a su vez ella notó como mi polla crecía bajo mis pantalones con sus caricias.
Lo dejamos por petición de ella y estábamos ya muy cerca de mi calle. Hasta ahí fuimos de la mano. Al doblar la esquina y al coger mi calle nos soltamos y llegamos al portal. Abrí la puerta y nos dirigimos al ascensor. Entramos los dos, pero no accioné el botón que nos llevaría a mi piso. Allí dentro y fuera de miradas indiscretas nos fundimos en un largo y morboso beso. De nuevo llevé mi mano a sus piernas y le subí la falda. Ahora sí metí la mano dentro de las bragas de mi madre y comencé a tocarle el coño. Ahora si me abrió bien las piernas y enseguida noté la incipiente humedad que tenía. Mi madre empezó a jadear y a respirar excitada. Así, en esa situación apreté el botón del tercero y el ascensor empezó a subir. Cuando llegamos ella me empujó levemente con sus manos y se bajó el vestido. Salimos de allí y entramos en casa.
Nada más cerrar la puerta ella me abrazó y me besó. Mi madre llevó sus manos a mi pantalón y desabrochó el cinturón, el botón de los pantalones y me bajó la bragueta. Rápidamente se arrodilló y me bajó los pantalones y los slips. Mi madre cogió mi dura polla con una mano y empezó a masturbarla lentamente. Me miró a los ojos y me dijo: “Cógeme de la manita amor, cógeme de la mano en la que llevo la alianza.” La cogí de la mano mientras ella, de rodillas, acercó su boca a mi polla y comenzó a chupármela. Yo acariciaba el anillo y la veía meterse toda la cabezota de mi polla en la boca. Ella de vez en cuando me miraba y cuando lo hacía se metía más trozo de polla en su boca. Me estaba dando una mamada de campeonato.
“Mmmmm…….si…..mamá……..ahhhhhh……….siiii……..eso es…..cómeme la polla…….mmmmm……eso es…….lo haces muy bien mama…….mmmmm………que gusto me estás dando……ahhhhhh………..eso es mama……………..chupa……..chupa bien mi polla……….ahhhhhhh…… eso es mamá……….dame la manita con tu anillo y cómeme la polla………uffffffff………ufffffff…….mamá…………que gusto me das…………uffffffff……..mamá.”
La tenía cogida de la manita y con mi otra mano cogí un buen mechón de pelo de su cabeza y tiré de él hasta que ella me miró con cara de empezar a dolerle. Sujeta del pelo y agarrada de la mano empecé a llevar su cabeza atrás y adelante haciéndole que se tragara mi polla de forma autoritaria.
“Eso es madre……..eso es……..chupa……..chupa……..ahhhhhh…….asi obediente……..eso es…….traga………ahhhhhhh……..siiiiiii….glotonaaaa……..ahhhhhhh…….siiii mama…….que boca más sucia tienes………ahhhhhhh………sigue………que boca más guarra……..ahhhhhhh……..así mamá………uffffffff………cómele la polla a tu hijo……….ufffffffff……chupa…..chupa………..ufffff……mamá……….”
Estuve así un buen rato, tirando de su pelo y obligándola a mamar mi polla de rodillas. Cuando estuve bien atendido la solté el pelo y la ayudé a ponerse de pie. Comencé a besarla y le sabía la boca a polla, cosa que me excitó mucho. La besé y saboreé su boca durante unos minutos y la cogí de la mano como hacen los novios.
“Ven conmigo mi amor”, le dije, “Ven conmigo a la habitación.” De la mano la llevé a mi dormitorio. Cuando llegamos la solté de la mano y le dije: “Desnúdate por completo y espérame sobre la cama.”
Fui al baño y cuando regresé, mi madre estaba desnuda y tendida boca arriba sobre la cama, estaba sin tapar. La miré y comencé a desnudarme. No tardé mucho. Me subí a la cama por los pies y fui directo a comerle el coño a mi madre. “Ábreme las piernas mamá, ábremelas.”
Mi madre se abrió de piernas y sus labios vaginales aparecieron ante mi vista. Acerqué mi boca a ellos y comencé a comerle el coño de mi madre. Hacerle eso me volvía loco. El sabor del coño de mi madre me fascinaba y me ponía a cien. Ese aroma a flujo y a gotitas de pis me ponían a tope.
“Hijo mio…….ahhhhh….que gusto me das………por dios……ahhhhhh………que me gusta……….ahhhhhhh……..que me gusta que me comas el coño amoor………..siiiiiii………siiiiiii………uffffffffffff………asiiiiiiii………asiiiiiiiiiii…….ahhhhhh……….castígamelo………….siiiiiiiiii…..uffffffff……..castígamelo amor………..uffffffff……….”
Me estaba poniendo a mil saborear el coño de mi madre, sobre todo tras la corrida que disfrutó hoy al llegar y después de haber estado caminando un rato y de haber ido al baño dos o tres veces en el día. A alguien puede parecerle una guarrería, pero a mí no, a mí me encantaba ese sabor intenso que tenía mi madre en su entrepierna.
Estuve comiéndole hasta que había una mancha en el edredón de los flujos, que mi madre emanó. Le saqué la cabeza de entre las piernas y le dije que se diese la vuelta. Mi madre obedeció enseguida y comencé ahora a comerle de nuevo el culo. Empecé a ensalivárselo a conciencia. Lamía su esfínter dejándole toda la saliva que iba teniendo en mi boca. Metía mi lengua dentro hasta donde podía y la sacaba chupándole el agujerito a conciencia. Separaba sus glúteos con mis manos y lamía y lamía su pequeño agujero. Mi madre se retorcía de gusto.
“Uffffff…….hijo mío…..uffffffff……….no sabía que esto me iba a gustar tanto mi amor……..ufffffff……siiiiiii……..siiiiiii……….ahhhhhh………cómeme el culo amor………siiiiii…..ahhhhhh…..ahhhhhhh……chúpame el culo mi amor……….ahhhhhhhh”. Se lo lamí durante un buen rato. Cuando me cansé me subí hacia arriba poniéndome sobre ella, no sin antes meter la almohada bajo su vientre. Me monté encima de su cuerpo y mi madre quedó aplastada debajo de mí.
“Ábrete de piernas mamá”, le dije y ella obedeció. Metí mi mano derecha bajo su vientre llegando a su clítoris el cual empecé a masturbar. Enseguida mi madre empezó a excitarse. Mi madre notó que me acercaba a ella con mi polla y notó como no tardaría en penetrarla. Acerqué mi miembro a su culo y lo puse en la entrada de su esfínter.
“Un poco más abajo amor”, me dijo. Mi madre confiaba en que iba a bajar mi polla hacia abajo buscando su coño por detrás. Pero yo al tenerla enfrente de su culo apreté mi verga con decisión y conseguí meter la cabezota en el estrecho culo de mi madre.
“Ahhhhhhh………..ahhhhhhhh………ahí no es……….espera………más abajo…….ahhhhhhh…….Hijo……..Ahí no……..ahhhhhh……..no……. por ahí no…….ahhhhhhhh”
Yo seguía masturbándole el coño por debajo de su vientre y como ya había metido la cabeza de mi polla en su culo llevé la otra mano al pelo de mi madre. Le cogí un buen mechón de pelo y la sujeté con fuerza tirando de su melena y cabeza hacia atrás.
Aceleré mi tocamiento a su clítoris y empujé mi pelvis con fuerza entrando en el culo de mi madre de golpe. A mi madre le tembló todo el cuerpo cuando sintió esa dura penetración. La tiré aún más fuerte del pelo y comencé a follármela.
“Ahhhhhh……..ahhhhhh……..ahhhhhhhh……no….no…..sácala….sácala……..me duele…….hijo…..me duele mucho…….ahhhhhhhh……noooo…..por favooorrrrrrr…….sácalaaaaaaa…ahhhhh.”
Me estaba poniendo a cien follármela por el culo y verla protestar tanto. Cada vez le daba más fuerte y la penetraba más profundamente por el culo, a la vez la masturbaba violentamente el clítoris y la tiraba del pelo hacia mí de forma dolorosa.
“ Calla madre………..calla……….ahhhhhh…….asi mamá……..asíiiii………por el culo mamá……asiiiii…..toma……toma……..ahhhh………así mamá……ahhhhhh………toma mi polla por tu culo…………ahhhhhhhhh”.
“Por dios hijo me duele………por dios……ahhhhhhh……….por ahí no……… por ahí no……….ahhhhhhh……..cabronazo……….aaahhhhh…………mi pelo…..ahhhhh……mi pelo…..me duele…….no me tires del pelo…….ahhhhhhhh………por dios…….ahhhhhhh……”
Continué jodiéndola analmente mientras la montaba y la sujetaba del pelo salvajemente. Con mi otra mano la masturbaba el clítoris.
” Empíname el culo mamá…………ahhhhhh……empínamelo……….ahhhhh…….toma……….ufffff……..toma polla mamá………….asíiiiiiiiii………así……….mamá……dame tu culo de guarra………guarra……….ahhhhhh……..”.
Sodomicé a mi madre a lo bestia hasta que sentí que me llegaba el orgasmo. Continué dándole pollazos profundos. Sentía mis huevos golpeándole las nalgas y la tenía sujeta por el pelo de forma bastante violenta.
“Toma…………ufffff……..toma……….mamá………te voy a llenar el culo de leche mamá……ahhhhh….toma……….siiiiiii…….toma mi leche mamá… ahhhhhh……….zorra………zorra………..ufffffff……..tómala…….”
Empecé a eyacular dentro del culo de mi madre asestándole pollazos intensos y profundos. La tenía sujeta por el pelo y me estaba corriendo salvajemente en su ano. Caí sobre ella. Me dispuse a recobrar la normalidad mientras continuaba masturbándole el clítoris con mi otra mano. Mi madre empezó a jadear y a temblar como poseída. “Siiiiiiii………sigue………..siiiiiii…..ahhhhhh…..ahhhhhh……..sigue………ahhhhh…..me corro…….me corro……….hijo de puta………..ahhhhh………eres un hijo de puta……..me corrro…..ahhhhh……ahhhhhh…..ahhhhh……ahhhhhh”
Temblaba alocadamente y estaba corriéndose aplastada por su hijo y totalmente extasiada. Tuvo un orgasmo enorme. Mi polla seguía dentro del culo de mi madre mientras ella no paraba de temblar y de recibir ráfagas de placer que la hacían temblar.
Seguí dentro de mi madre hasta que se calmó. Cuando lo hizo, saqué mi polla del culo de mi madre. La seguía sujetando del pelo. Me gustó mucho follármela de esa forma tan violenta. Recuerdo que me eché a un lado de la cama intentando recuperar mi aliento, ella se volvió hacia mí y echó su cabeza sobre mi pecho. La abracé y nos quedamos recuperándonos en silencio.
“Te amo”, fue lo último que la escuché antes de dormirme.
Uf! Que buen relato!
Me recuerda cuando tuve que violar a mi ex suegra y despues le tomo el gustito