Y No Lo Olviden Niñas… Sus Tíos Las Aman – Cap. 01
Alan y Serge pasan la primera noche con las pequeñas Analía y Pamela.
CAPÍTULO 01
Alan
Hace unas horas atrás mi hermana y su esposo agarraron un vuelo a Estados Unidos con la esperanza de un mejor futuro y esperando regresar lo más pronto posible, por mi parte se pueden ir para siempre.
Llegamos a la casa y ya eran las 4 de la tarde, habíamos estado en el aeropuerto desde las 9am, Analía estaba rendida, apenas llegó se acostó en el cuarto que adecuamos para ella y su hermana. Serge y yo también estábamos rendidos, antes Pamela también estaba rendida y no molestosa, simplemente se durmió.
Todos descansamos varias horas, el primero en levantarse fue Serge, después me desperté yo, como a los 30 minutos, cuando salgo veo a Serge en boxer sobándose el bulto mientras mira a Analía dormir.
- ¿Ya andas arrecho?
- ¿Quién no lo estaría? Me sorprende que no les metieras la verga apenas entraron a la casa.
- Estaba muy cansado, además primero quiero que Analía nos vea desnudos con la pija a tope y engañarla.
- ¿No vamos a agarrarlas, follarlas y ya? Digo, después de todo las tendremos todo el día en casa, podemos follarlas tanto como queramos y tendrán suficiente tiempo para llorar y entender que ahora son nuestras putitas.
- No, lo haremos de manera diferente y que quede claro que el primero en romper esos culitos seré yo.
- Pero seguro que tú quieres a Pamela, déjame a Analía.
- Las quiero a las dos, si follas o no a Pamela es tu asunto.
- Nunca le he metido la verga a una nena tan pequeña.
- Ni yo, estoy hambriento por hacerlo.
- ¿Recuerdas cuando la vecina llevó a su hija para que tu mamá se la cuide?
- Esa fue la primera vez que descubrimos que ambos somos unos pervertidos.
- Yo te encontré restregando tu verga en la conchita de la nena de 8 meses.
- Y tú me dijiste que era mejor chuparle la conchita y hacer que te chupe la riata como si fuese biberón.
- Eso lo vi en unos vídeos.
- Bueno, ahora haremos las cosas a mi modo. No creas, en estos 6 meses que Carola me dijo que se iba son su esposo a EEUU y que si podía quedarme con las nenas he estado pensando en todo lo que haremos para follarlas 24/7.
- Entonces cuéntame el plan.
El plan era sencillo y se lo expliqué, apenas terminé de darle todos los detalles, estuvo más que de acuerdo y procedió a retirarse el boxer. Aunque es más alto que yo, su pija es más pequeña, le mide 16 cm, pero es muy gruesa, por otro lado, mi pija mide 21 centímetros y es de un poco delgada, aunque tampoco es que sea muy fina, pero la cabeza es como un champiñón, en cambio la cabeza de la pija de Serge es como punta de lápiz.
Ambos desnudos y con las riatas tiesas nos acercamos a la cama de Analía y procedimos a despertarla, ya eran las 8pm y era momento de la cena.
- Despierta Analía.
- Despierta bebé, es momento de comer.
- Y comerte estas también.
- Deja las bromas Alan, sigamos el puto, tú plan.
- No es broma, hoy va a comer mucho chorizo, quizás ni pueda dormir.
- Ya despielto.
- Muy bien mi amor, vaya lávese la carita, las manos mientras su tío Serge va a servir la pizza que pidió a domicilio y sirve los refrescos mientras yo reviso a tu hermanita Pamela.
Cuando me acerqué hasta la cuna de Pamela, el angelito estaba bien dormido, la palpé y estaba meada, eso me excitó, momento de cambio de pañal es momento para saborear ese cuerpecito divino.
La saqué de la cuna y la puse encima del cambiador, le retiré el pañal meado y procedí a limpiarla, cuando ya estuvo bien limpia, procedí a abrirle sus piernitas y empezar a chupar esa diminuta conchita, sabía tan bien que me perdí por completo en su delicioso sabor, una voz me sacó del cielo entre las piernas de Pamela.
- Tío ¿qué le haces a mi ñaña?
- Estoy jugando con su botón de amor para que aprenda a amar, si no le chupo su botoncito, entonces será incapaz de amar a las personas.
- ¿De velda? -dijo Analía completamente asustada.
- Sí mi amor, eso se les hace a todas las niñas, todos los papitos deben hacérselos a las niñas y las niñas deben hacérselos a los papitos.
- Papito no hisho esho.
- Eso quiere decir que te falta amor, así como le hace falta amor a Pamelita.
- No quelo eso.
- No te preocupes mi vida, en unos momentos vamos a darnos mucho amor con el tío.
- Gacias tío.
- No te preocupes cariño, les daremos todo el amor que su papi no les dio.
Mientras Analía estaba entusiasmada porque iba a darle a amor, mi verga estaba más dura que la de un caballo, le iba a meter la verga tan fuerte que iba a gritar la maldita perra.
Pasó una hora y ya era momento de darle amor a mis nenas, Serge me veía con desesperación como diciéndome que ya era momento de follarlas y si no lo hacía yo, él iba a lanzarse sobre Analía y follarla sin importarle nada.
- Analía, ¿recuerdas de lo que te dije acerca del botoncito de amor?
- Sí tío.
- Bueno, ya es momento de darte mucho amor, lo haremos el tío Serge y yo, tienes que hacer todo lo que te digamos.
- ¡Sí tío! -Analía empezó a brincar emocionada, sin saber que le meteríamos la verga hasta las tripas, eso me hizo sonreír, la pendeja bien feliz y no sabe lo que le espera.
- Bueno entonces, vamos al cuarto cariño mientras el tío Alan va a dejar a Pamelita a la cuna y la hace dormir.
- Recuerda, yo le rompo el culo y la panocha -dije susurrándole.
- Solo le enseñaré a jugar con mi verga, no te preocupes -respondió
- Ok, yo demoro un poco, debo darle lechita a Pamela, para que duerma bien. Mañana la estreno.
- Estrenamos dijo el compadre jajajajaja.
Cada uno agarró a su puta y nos dirigimos a las distintas habitaciones, yo al cuarto de nuestras putitas con mi nena y Serge a nuestro cuarto con su respectiva perrita.
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Serge
No podía creer la maldita suerte de Alan y por ende la mía, nos llegaron 2 putitas de gratis y para estar con nosotros 24/7.
Llegando al cuarto le dije a Analía que tenía que sacarse la ropa, lo hizo muy torpemente, pero quedó desnudita ante mí, una delicia, no podía creer que pronto mi verga estará destrozando ese culito.
- ¿Ves esto que está aquí?
- Sí
- Esto se llama verga, pija, polla, pene. Esto de aquí es algo que tenemos los hombres con lo que toda niña buena y linda como tú, debe jugar. Lo que tienes que hacer es usar tu boca y chuparla, debes chuparla mucho y hacerlo bien hasta que salga el líquido mágico del amor, lo cual debes de tomar, pero como es un remedio, lo más seguro es que no te guste, sin embargo, debes tomarla toda sin desperdiciar nada.
Sin decirle nada más la agarré de la nuca y la bajé a mi verga, como era tan chiquita no tuvo que inclinarse tanto para chuparme la pija, aunque yo estaba sentado en la cama doble king, solo me estaba chupando la cabeza, pero con una torpeza a la cual ya estoy acostumbrado y sé la solución.
- Chúpalo bien putita, tienes que metértela más al fondo.
Agarré la cabeza de la pequeña puta y se la mandé lo más al fondo que pude, el problema con tener gruesa la verga es que a pendejitas como estas no puedo follarles la garganta sin que me lastimen los dientes, lo bueno es que me importa una mierda, hay que enseñarles a las putas a hacer bien su trabajo.
Analía empezó a desesperarse más y más, hasta el punto de darme manotones, pero seguí follándole la boca lo mejor que podía, hasta que se puso roja y no dejaba de lagrimear, viéndome con ojos de terror y dolor, no me importó, seguí disfrutando un momento más de la puta, hasta que ya me incomodó y dolió la raspadura de sus dientes.
Dejé de embestirle la boca y solté mis manos de sus cabellos y nuca. Cuando se encontró libre de la presión de mi polla y mis manos empezó a llorar, nada como el llanto de una nena cuando prueba verga por primera vez, eso me pone mega burro y muy salvaje.
Le di una fuerte bofetada para que llore con ganas y vaya aprendiendo su lugar en esta casa, ella está aquí para satisfacer a sus tíos.
- Cierra la boca puta de mierda, esto es algo que tienes hacer, esto es el amor y hoy haremos el amor muchas veces, recuerda que esto lo hago porque te amo, si no te amara, no te daría mi polla.
- No quelo, me lele.
- No hemos ni empezado, cuando llegue tu tío conocerás el dolor, zorrita.
Me acerqué hasta donde estaba, la agarré de los pellos y la arrastré de nuevo a su lugar para que me siga chupando la pija. La muy puta como no está entrenada, empezó a llorar y dar manotones al aire mientras evitaba que mi verga entre en su puta boca.
Después de ser un poco paciente, esa paciencia se agotó, la abofeteé un par de veces, le agarré fuerte del cabello y mandé su cabeza hacia atrás para que pueda verme a los ojos, procedí a apretar un poco su cuello con la mano derecha y con la mano izquierda apreté su nariz para que abra su boca, cuando la tuvo bien abierta y yo ya la tenía completamente dominada, comencé a meterle mi verga más fuerte y más al fondo que antes, solté su nariz y su cuello, empecé a dirigir la mamada agarrándola de los cabellos, la putita mostró el talento natural que tiene y empezó a albergar más de mi polla en su boca, hasta que logré llegar y abrir su garganta, apena fui tocando la campanilla, la putita empezó con las arcadas, simplemente agarré con más fuerza su cabello y la hundí en mi verga llegando hasta su garganta. La muy zorra me vomitó la verga, pero al menos le abrí la garganta, podría decirse que acaba de perder su virginidad bucal.
- ¡Eres una perra asquerosa! ¡Mira la porquería que hiciste! ¡Eres una cerda!
No dejé de insultarla, haciéndola que llore más y más fuerte, además de quedar tirada en el piso pidiéndome perdón.
Lo que pasó no es como si no supiera que iba a pasar, eso se repetiría quizás varias veces hasta que la zorrita se acostumbre a hacer una buena garganta profunda suprimiendo el reflejo nauseoso, pero por ahora solo es una zorrita en entrenamiento, los accidentes pasan.
- Veo que nuestra zorrita mayor ya te bautizó la verga.
- Qué te diré hermano, fue un buen bautizo jajajajaja.
- Anda límpiate y limpia a esa zorra, que ahora es mi turno.
- ¿Cómo te fue con Pamela?
- Esa es una puta con talento, le mandé toda la cabeza de mi polla y se tragó casi toda mi leche, parecía desesperada.
- No le diste su leche de tarro.
- Pero le di leche mipalo jajajajaja
- Eres un sádico. ¿Se durmió?
- Sí, pero creo que pronto tendrá hambre de nuevo.
- ¿Irás tú o voy yo?
- Tú. Es momento que vayas a darte gusto con un verdadero culito tierno. Aunque solo le darás lechita en la boquita, yo soy quien le hará un boquete.
- Ese es mi bro. Ahora déjame ir a limpiar a nuestra otra putita para que la puedas usar.
- Y limpia el piso también, no quiero que nuestra habitación apeste.
Fui hasta el baño que tenemos en nuestro cuarto llevando a Analía conmigo, prácticamente la tuve que arrastrar hasta la ducha, una vez ahí abrí la llave y la limpié, una vez limpia se la entregué a Alan y empecé a limpiar el piso. Hay ocasiones en la que enseñarles a estas pequeñas putitas es un verdadero fastidio.
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Alan
Una vez dentro de la habitación con Pamela, la acomodé en la cama de su hermana, le quité su pañal y seguí con el festín que había sido interrumpido momentos antes por Analía. Su conchita estaba tan sabrosa que no pude evitar darle una leve mordida a tan rico y pequeño clítoris, la zorrita agitó las manos y empezó a llorar, pero no me importó, dudo mucho que a alguno de los dos nos importe si nuestras perras se oponen con algo de fuerza, es mejor así, nos hace sentir más machos si tenemos que someterlas.
Seguí y seguí chupando su rica conchita, alternando con leves mordiscos en su botoncito, esta perrita sí que tenía suerte, tan pequeña y ya tenía dos machos para ella, cuántas nenas no pueden tener esa dicha, de seguro cuando crezca nos agradecerá por ser criada desde tan chica a punta de verga.
Cuando me encontré saciado del sabor de su rica conchita, procedí a ponerme de pie me di unas cuantas caricias a mi riata que ya estaba lista para estrenar esa boquita, me daba pena que la boca de Analía se estrenada por Serge pero tampoco podía ser tan codicioso, después de todo Serge es mi mejor amigo y yo soy quien lo arrastró a todo esto, él pensaba casarse tener sus propias hijas y follarlas, yo le convencí de que nuestro plan era mejor y de alguna manera terminó siendo mejor de lo esperado.
Pasé mi riata por los dulces y suaves labios de Pamelita, mi nueva pequeña putita o mejor dicho mi putita permanente, con ella y su hermana en casa no tendríamos que arriesgarnos a violar a nenas indigentes. Apenas Pamelita probó el dulce jugo de mi verga se apartó, yo agarré su cabeza y metí parte de mi glande en su boquita de puta, qué rico que se sintió, estar abriendo una boquita tan pequeña, tan inocente, una boquita que puedo moldear a mi verga, una boquita de la pequeña puta que voy a moldear a mi gusto, será toda una perra ninfómana hambrienta de verga.
Por más que forzaba más y más mi glande, la perra no colaboraba mucho, trataba de escupir mi verga, al parecen no le gustó el sabor de mi abundante presemen y eso hizo que empezara a lubricar más.
Agarré su cabeza y hundí toda la cabeza de mi polla en su tierna boquita, ahhh qué rico, maldición, hijo de puta, era lo más rico que sentí en mucho tiempo, no me había sentido así desde que cumplí 13 y metí mi riata por primera vez en la boca de una nena, por consejo de Serge. Seguí follando y follando esa boquita tierna lo más rápido y salvaje posible, Pamela no estaba muy colaboradora y eso me excitó más, obligando con mis manos su cabeza para que se afiance más a mi verga mientras con el movimiento de cadera obligaba a la cabeza de mi polla a entrar y salir, hasta que mis huevos se alzaron y se apretaron listos para dejar toda mi semilla en el interior de la bebita y yo estaba más que listo para darle la primera lechada de su vida, mi pequeña sobrina sabría que de ahora en adelante ella y su hermana serían nuestros depósitos de espermas.
- Sí, sí, toma perrita, trágatela toda, hasta el fondo maldita puta, ya viene tu premio.
Hundí lo más que pude mi polla ocupando todo su interior y haciendo que el glande le quede justo en la garganta y en el mismo momento empecé a descargar toda mi leche, ella tragó y tragó como la puta hambrienta que es, se tragó toda la lechita de su tío, 6 espesos trallazos de leche.
- Ya te la comiste toda pequeña puta, sabía que tendrías una buena boca, perrita, me serviste bien, tu premio y tu merienda, la lechita que me sacaste, cuando te de hambre, chilla, tu tío y yo vendremos a darte de comer de nuevo.
Y ese sería e entrenamiento para Pamelita, le daríamos mamila y leche durante el día, pero en la noche solo leche, mucha leche, hasta que no pueda vivir sin ella.
Salí de la habitación de nuestras putitas y me dirigí a la nuestra, cuando entré lo primero que vi fue a Serge haciendo que Analía le haga una garganta profunda y después de eso, lo inevitable cuando entrenas la boca de una putita.
- Veo que nuestra zorrita mayor ya te bautizó la verga.
- Qué te diré hermano, fue un buen bautizo jajajajaja.
- Anda límpiate y limpia a esa zorra, que ahora es mi turno.
- ¿Cómo te fue con Pamela?
- Esa es una puta con talento, le mandé toda la cabeza de mi polla y se tragó casi toda mi leche, parecía desesperada.
- No le diste su leche de tarro.
- Pero le di leche mipalo jajajajaja
- Eres un sádico. ¿Se durmió?
- Sí, pero creo que pronto tendrá hambre de nuevo.
- ¿Irás tú o voy yo?
- Tú. Es momento que vayas a darte gusto con un verdadero culito tierno. Aunque solo le darás lechita en la boquita, yo soy quien le hará un boquete.
- Ese es mi bro. Ahora déjame ir a limpiar a nuestra otra putita para que la puedas usar.
- Y limpia el piso también, no quiero que nuestra habitación apeste.
Momentos después Analía salió limpia, Serge me la entregó y se dispuso a limpiar el piso.
- Eres una niña mala, ensuciaste al tío mientras él solo quería darte amor.
- Peldón tío, no queriba, peldón -sus lágrimas me hicieron saber lo fácil que va a ser manejar a esta putita, además de ponerme de nuevo la verga dura.
- Las niñas malas tienen su castigo, cuando las niñas se portan mal, los adultos que las aman deben de castigarlas.
- Sí. -claro que ella sabía eso, mi hermana siempre fue estricta con la disciplina, Gracias por eso hermanita, mejor dicho, gracias por todo esto.
- Entonces tengo que darte tas, tas en la colita, como lo hacía tu mami.
Puse a la pequeña puta con el culo en pompa en el centro de la cama, desnudita como estaba, era algo que siempre quise hacerle a una de mis pequeñas, pero como siempre era al apuro, nunca pude hacerlo, era algo que quería disfrutar, quería disfrutarlo mucho más que una follada.
- Voy a darte tas, tas y después el tío te va a dar tas, tas, cada que te portes mal o que el tío, yo o los dos creamos que es necesario, recibirás tas, tas, así como ahora, desnuda y en la cama.
Procedí a masajear sus ricas nalgas blanquitas que pronto estarían rojas por las marcas que le dejaremos. Alcé la mano y le di una sonara nalgada, Analía gritó pero eso no me detuvo, solo me emocionó y le di otro azote más fuerte, volvió a gritar y le di un tercero mientras ella lloraba y lloraba, me emocioné y le di uno tras otro, tras otro, hasta que me dolió la mano, su culito estaba super rojo, mi verga tiesa, morada y dolorida por la excitación del momento y al ver la verga de Serge que estaba en la misma condición de la mía, decidí pasarle el turno.
- Ya me ardió la mano y veo que estás igual de emocionado. Tu turno.
- Justo esperaba mi turno, pero ya tiene todo el culo colorido.
- Las piernas y la espalda siguen siendo un lienzo en blanco.
- Maldito sádico, sabes ponerme burro.
- Solo resalto lo obvio. Si no le hacemos entender a la putita que necesita ser educada, entonces nunca podrá todo su esfuerzo en ser una buena putita.
Y así me moví de mi lugar, avanzando hasta la cabeza de Analía, la cual tenía hundida en la cama sollozando, Serge se subió a la cama ocupando el lugar que dejé vacío y es el momento de que Analía sea azotada por Serge mientras me mama mi dura riata hasta el fondo.
Pero los deliciosos gritos de Analía mientras Serge la castiga y su estrenada anal por sus dos tíos, la dejaremos para el siguiente capítulo, mis querido pervertidos.
Nota del autor: Este es mi primer relato hetero
Si sigues mis otros relatos, vota para saber qué te gustaría que actualice después de subir el Cap. 02 de Gonzalo… Mi Hijo El Huequito
Me encantó, sin embargo me hubiera encantado saber las edades de esas putitas
Están en el prólogo, pronto la 2da parte