Acampando con mi hijita y su amiguito
Un suceso despertó algo en mi que volvió interesante nuestra salida. .
Esto me sucedió el año pasa cuando mi hija, Rocio, de 6 años en ese entonces, terminó el colegio con muy buenas notas y a causa de eso me reprochó la promesa que le había hecho a principio de año.
Papi, tenemos que ir a acampar – me dijo emocionada.
si, hija, iremos – le dije sonriendo.
¿Y cuando, papi? – me preguntó clavandome sus ojitos negros.
el fin de semana – le respondí acariciando su mejilla.
bueno, está bien – me respondió emocionada.
si quieres puedes invitar a una amiga – le dije.
¿y puede ser un amigo? – me preguntó sonriendo.
mmm, no me digas que tienes novio – le dije.
no papi, quiero invitar a Cris – me respondió riendo.
ah, está bien – le respondí.
Crís es hijo de una exvecina, qué se fué del barrio hace tres años atrás.
Cuando yo lo conocí tenía como tres años.
Llegó el día que Rocio tanto había esperado y cerca de las cinco de la tarde llegó Crís, estaba muy diferente, lo conocí por que su madre me saludo desde el asiento del conductor.
Ahora Crís era un niño delgado, de piernas largas y piel blanca, tenía un rostro agradable y es casi de la altura de mi hija.
¿están listos? – pregunté.
si – respondieron ambos.
nos subimos al auto y emprendimos el viaje, y cerca de las seis llegamos a un camping, muy lindo, lleno de arboles y muy poco gente a pesar de todo.
¡llegamos! – exclamaron los niños que venian en los asientos de atrás.
si, llegamos – dije sonriendo.
al bajarnos armamos dos carpas, una para los niños y otra para mi.
nos situamos lejos de los otros acampantes para no molestar y además teníamos a nuestra disposición una pileta.
¿Quieren nadar? – le pregunté a los niños.
si, vamos – respondieron.
¿trajeron trajes de boño? – pregunté.
si – respondió Rocio.
yo no – dijo Crís.
pero puedes nadar en slip – le dije.
Y creo que se avergonzó – porque miró a Rocio con timidez.
tranquilo, Cris, no tengas vergüenza – lo alenté y agregué – nos conocemos.
bueno – respondió con un poco de dudas.
Y empezó a quitarse la ropa, primero se quitó la camisa de jean, y luego continuo con su pantalón y les juro que no se que me sucedió, pero verlo con una remera que tapaba casi por completo su slip que solo se alcanzaba a ver un poquito y sus piernas largas blancas me excitaron, me pareció tan sexy Cris, que tuve que ocultar mi erección, tapandome.
Verlo caminar hacia la pileta fue un total deleite, sus piernas largas, su traserito parado y redondito me excitaron aún más, así que decidí meterme a la pileta, lo único que no llevaba traje de baño.
¡niños! ¿no les molesta si me meto a la pileta en slip? – pregunté sonriendo.
no, papi, entrá – dijo Rocio.
¿A vos, Crís, no te molesta? –
no – respondió sonriendo.
Por suerte la erección ya había bajado, sin embargo mi pene de 19cm y mis bolas hacen bastante bulto, llama mucho la atención y Cris notó mi paquete, porque lo miro por largos segundos mientras me bajaba el pantalón y trató de disimular cuando lo miré disimulando, luego por ultimo me quité la camisa y entré a la pileta.
mi hija estaba acostumbrada a mis bromas, muchas veces le había refregado mi pene en la raya de su colita o tocado su vaginita y ese día a penas entré a la pileta me dirigí hacia ella que me estaba dando la espalda y le refregué el bulto en la espalda.
Papi, está Crís – me dijo.
Pero a él seguro que no le molesta – dije sonriendo y le pregunté – ¿cierto que no te molesta Crís?
no, no me molesta – respondió sonriedo.
Ese niño me había calentado tanto que luego de su respuesta traté de acercarme lo más que pude a él, le hacía bromas y le conversaba para que me agarrara confianza.
ya después de un rato lo abrazaba y le clavaba mi paquete en el culito cuando podía y se lo refregaba y disimulaba como si hubiera sido un accidente y él se sorprendía pero no decía nada y se quedaba quieto.
les juro que en la primer apoyada sentí exquicitamente su rayita, incluso creo que estuve en la puerta, atajado por la tela de nuestros slip.
Papi – tengo ganas de hacer pis ya vengo dijo Rocio en ese momento, mientras salía de la pileta, cuando vi que Rocio ya estaba más o menos lejos, seguí tocando al niño del mismo modo, incluso me quité el slip que aprisionaba mi pene duro para poder refregarselo bien por la colita.
¿quieres que juguemos a algo? – le pregunté sonriendo mientras me miraba.
si ¿a qué? – me preguntó sonriendo.
primero sacate el slip – le ordené.
y él me miró con vergüenza supongo.
tranquilo, no tengas vergüenza, me conoces – le recordé.
¿pero a qué vamos a jugar? – me preguntó.
a preguntas y respuestas – le dije y le aclaré las reglas – si tu pierdes haces algo que yo quiera y si yo pierdo hago algo que tu quieras.
mmmm, bueno – respondió sonriendo.
y comenzó a quitarse el slip y lo puso en la orilla de la pileta y yo puse el mío ahí también.
bueno, ahora vamos con la primer pregunta ¿te gustan las cosquillas? –
no – respondió sonriendo.
perdiste y lo abracé y comencé a hacerle cosquillas por detrás y mi pene duro se palanqueaba en la rayita del niño, hasta estuvo a punto de entrar.
uy ¿qué pasó? – pregunté haciendome el tonto luego de suspirar de excitación y un poco agitado.
no sé – dijo y agregó – sentí algo en mi cola ¿Qué fue?
ya después te digo – le aclaré.
y en la siguiente pregunta también falló y otra vez pasó lo mismo y volvió a arrancarme un suspiro.
bueno, como perdiste ahora haremos algo que yo quiera – le dije y le recordé – ese era el trato.
si – respondió sonriendo.
ahora ponte el slip – le dije sonriendo mientras tomaba el mío para ponermelo y agregué – y vamos a mi carpa.
bueno – me respondió.
anda, camina – le dije sonriendo.
y comenzó a subir las escaleras de la pileta y yo me saboreaba mientras le miraba su culito rico y sus piernas delgadas y resistentes.
por suerte mi hija se demoró bastante y tuvimos tiempo de jugar en la carpa.
¿quieres saber que te tocó el trasero en la pileta? – le pregunté.
si – respondió.
bueno, entonces tapate los ojos y te muestro.
cuando el efectuó la acción que le encomendé, comencé por quitarme el slip, mi pene aún seguía un poco duro, por lo tanto se veía grande, al menos lo suficiente para sorprenderlo. quitaté las manos y abre los ojos.
cuando los abrió tenía mi pene a treinta centímetros se su cara.
si quieres tocalo – le dije.
y me miró, sin saber que hacer.
tocalo, no tengas miedo le dije tomando su mano y llevandosela a mi pene.
¿lo ves? no muerde – le dije sonriendo y agregué – nunca habías visto algo así.
no, nunca – me respondió mientras acariciaba mi pene que se ponía lentamente más duro.
¿y por qué se le para? – me preguntó.
porque quiere entrar en tu colita – le expliqué.
¿de verdad? – me preguntó sorprendido.
si, y quiere saber si lo dejarás – le pregunté.
y el no dijo nada, solo agachó la cabeza.
di que si – le dije supliqué – te juro que sentirás muy rico, confía en mi, yo no te mentiría.
entonces aceptó.
¿qué debo hacer? – preguntó.
primero quitaté el slip – le dije y comenzó a quitarselo.
verlo sacarse esa prenda me pareció muy sexy, como la tela acariciaba su pálida piel, como quedaban al descubierto su pene de quiza tres centimetros de largo y uno de ancho y sus bolitas, que delicia me comeré, pensaba en ese momento.
ven pequeño le dije abrazandolo.
¿tienes miedo? – le pregunté.
un poquito – me confesó.
tranquilo, todo estará bien – lo calmé soriendo y acariciando sus brazos y luego sus piernas.
mira, para que te tranquilices vamos a hacer algo primero – le dije dejandolo sobre el piso de la carpa.
¿qué? – preguntó.
abre las piernas – le ordené y el lo hizo y comencé a lamerlas y besarlas mientras escalaba hasta su pito, cuando llegué a su tesorito comencé a chuparlo despacito, luego comencé a lamerle la puntita lentamente, ese penecito estaba delicioso, y así estuvimos por casi cinco minutos, me calentaba verlo disfrutando de mi lujuria.
mi amor, date vuelta y para tu colita – le ordené.
Y así lo hizo. luego de disfrutar de aquel paisaje comencé a lamerla de arriba a bajo por unos segundo y lugo me centré en su oyito, que estaba tan apretado.
no te imaginas lo hermoso que es tu cuerpo, mi amor, me encanta todo de vos – le dije mientras me comía su hoyito.
luego de otros cinco minutos envadurné su hoyito con vaselina, lo suficiente para que no le doliera mucho y luego me puse en el pene.
ahora mi amor abrandá la colita – le ordené.
¿cómo? – me preguntó
no la apretes – le aclaré.
bueno – me respondió.
primero metí el glande, muy lentamente.
uuuuyyyy que rico, uuuuuuuyyyyy ¿te duele, mi amor? – le pregunté mientras gemía.
creo que si, siento que apreta un poquito – me dijo y agregó – aaaayyyy, aaaaayyy.
dime si te empieza a doler más – le dije.
bueno – me respondió.
metí mi pene casi por completo en su hoyito y empecé con los movimientos.
aaaaaayyyy, Cris, aaaaayyyyyy, que rico tu huequito. aaaaaaayyyyyy ¿te duele amor? ¿o sientes rico? – le pregunte entre gemidos.
no, me duele creo, siento como si me estuviera saliendo la popo y se siente rico.
aaayayyy que rico, mi amor, que rico
girate Cris – le decía mientras le sacaba mi pene de su colita.
cuando el se dió vuelta le pedí que se acostara de espaldas y levantara sus piernitas sexys y cuando acató mis ordenés le inserté mi pene otra vez y comencé a meterlo y sacarlo más rápido a causa de lo mucho que me enloquecía la imagen de su cuerpito siendo follado por mi pene oscuro y él comenzó a jadear mientras yo repetía su nombre entre gemidos.
ay Cris, ay Cris, ay Cris, ay Crís, que rico, mi amor, ay, ay, ay, ay y comencé a acabar a chorros en su interior.
¡ay que rico! – le dije.
ya cuando quedé satisfecho le hice upa y lo besé y acaricié por un largo rato, me había enamorado de ese niño, incluso repetimos muchas veces el acto, porque ambos necesitabamos de esos mimos.
Pero les juro que siempre que podía le lamía su cuerpito sobre todo sus tesoritos.
Ese niño fue mi primera y una experiencia gay, el fue el único varón que me enamoró.
Woo linda historia
ufff que rico!!!
Y tu hija, nunca se dio cuenta, bno muy excitante tu relato, cuanta en que otras partes te lo culiaste, enserio que fue rico leerte
Que buen relato, ojalá le toque ahora a tu niña
Los gemidos debian de ser del niño no del tipo, le rompen el culo y gime el tipo en lugar del niño?
Buen relato me gustó. Mucho morbo y mucho amor.
Lo terminaste demasiado rapido.
Pintaba bien el morbo, hasta que llegaron los 30 cmt de verga y tu hija se quedo a vivir en el baño🤣👎