ADRIÁN Y SU SOBRINA LA PUTITA.
A sus 25 años Adrián nunca pensó como le cambiaría la vida la muerte de su tío Andrés, la oveja negra de la familia..
ADRIÁN Y SU SOBRINA LA PUTITA.
A sus 25 años Adrián nunca pensó como le cambiaría la vida la muerte de su tío Andrés, la oveja negra de la familia.
Pocas veces lo había tratado, pero le caía muy bien pues eran un hombre que no se prestaba a convencionalismos, que se había separado de la familia viviendo como él quería. Había hecho una pequeña fortuna que Adrián heredó junto con la casa que le permitía vivir más cómodamente. Pudo fundar una pequeña empresa, comprarse un buen par coches y mejoró su vestuario por lo que tuvo más acceso a ciertos lujos. Huérfano desde los 20 años a raíz de la muerte de sus padres en un accidente, su única hermana Verónica, se quedó con la casa familiar en una ciudad del norte, donde seguía viviendo junto con su hija Zaida y a sus 28 años daba clases en una universidad. Adrián tenía una vida sexual activa y en ese momento tenía de amante a una de las secretarias de la empresa de venta de materiales que había fundado. De pronto todo cambio.
Comenzó con una llamada por teléfono de su hermana.
-hermanito, hermanito. Te necesito mucho.
-tu dime cuanto quieres y hoy mismo te giro.
-No Adrián, no se trata de dinero.
-¿entonces qué?
– es que me gané una beca a Italia a estudiar un doctorado.
– Hombre, pues te felicito, pero ¿yo que diablos juego en eso?
-Que quiero que te quedes con Zaida.
-espérate, espérate……. ¿quieres que viva conmigo?
-……si, ella siempre me pregunta por ti y yo le cuento que la quieres mucho.
-pero si tengo como ummm……..cuatro años de no verla.
– bueno, ahora tiene 9 años y ya se viste y se arregla sola, tu solo la llevarías a la escuela si está lejos y cuidarías que no se porte mal.
-¿a qué llamas portarse mal?
– que no se salga a la calle en las tardes y cosas así.
– no sé, creo que está en la edad en que más te necesita.
-pero tú puedes suplirme pues eres muy bueno y decente. Con nadie la dejaría más segura que contigo y no la puedo llevar conmigo. Ayúdame hermanito, solo son……tres años.
-¡¡Queee, tres años!!!
Al final lo convenció aun contra su voluntad, él la quería mucho y siempre trataba de ayudarla, más ahora que le iba tan bien. Tenía casi dos años con su empresa y a sus 27 años ya casi tenía la vida resuelta. Verónica le dio instrucciones y le mando documentos para que inscribiera a la niña en una escuela y además sus medidas para sus uniformes. La llamada fue un domingo y el jueves ya estaban en la ciudad y fue a recogerlas al aeropuerto. Verónica se iba el sábado.
El viernes fueron a la escuela donde Verónica aclaró la situación para que no hubiera conjeturas, además hizo un documento notariado donde lo nombraba tutor de la niña.
-es muy inteligente, desde los 6 añitos maneja la computadora- le dijo.
Lo que Verónica no sabía que si, a los 6 aprendió a manejarla, a los 7 descubrió la pornografía y desde los 8 bajaba videos de todo tipo, entre ellos pedófilos, que traía en unas memorias que le había comprado para que “hiciera sus tareas”, un par de amiguitas de la escuela la habían abierto los ojos y hasta la habían tocado sexualmente como según ellas sus parientes cercanos las tocaban. A sus 9 años estaba deseando tener sexo con algún hombre.
Aquí hagamos una reflexión. ¿Puede una niña de nueve años sentir placer en una relación sexual con un adulto? ¿Puede enamorarse de un hombre de 27 años? ¿Puede preparar un plan para seducirlo? El mundo ya no es como era antes.
El sábado fueron Zaida y Adrián a despedir a Verónica que se iba emocionada, al despegar el avión se dirigieron a la casa, por primera vez él se fijó en ella y vio una niña bonita, de cuerpo menudito, piernas torneadas y sin nada de pechitos. Totalmente planita. Después de cenar cada uno se metió en su recamara, justo en ese momento Zaida empezó a planear el modo de seducir a su tío y se le vinieron mil ideas a la mente al grado que se excito y terminó acariciándose la entre pierna, así se quedó dormida, soñando que su tío la penetraba.
Adrián también hacia planes, pero para ver cómo se acomodaba con su amante en turno, que de seguro no le caería bien la situación.
Paso una semana sin novedades importantes para Adrián, aunque Zaida cada vez tenía más contacto físico con él. Se sentaba en sus piernas, lo besaba en la mejilla y por cualquier cosa se repagaba a él, en cuanto podía se empinaba enseñándole los calzones, a los 10 días Adrián se dio cuenta que algo pasaba pero no quiso pensar mal, creyó que eran figuraciones de él, hasta se avergonzó de sí mismo. Lo que si había notado es que era muy madura para su edad. Lo que hablaba y el modo de decirlo era como de una niña de 11 o 12 años y cuando la inscribió y vio las calificaciones que traía se dio cuenta que era muy aplicada, eran puros dieces y solo un par de nueves por ahí.
Esa tarde estaba sentado en su escritorio en el estudio que tenía en la casa y la niña se metió entre él y el escritorio, sentándose en sus piernas para según esto, ver la computadora donde él había abierto una página de viajes, al sentir su cuerpo tan pegado al de él y el aroma que despedía no pudo evitar excitarse y llevo su mano a una de sus piernas que había quedado descubierta al subírsele la pequeñísima falda que usaba. La sensación fue tremenda para los dos y el sin pensarlo la empezó a sobar lo que la excito a ella y volteo a verlo con una cara de amor que lo desarmó, el perdió la conciencia y la beso en la boca y sintió como ella se cimbraba pero de pronto recuperó la cordura y la hizo a un lado.
-perdóname Zaidita, esto no debió pasar.
-…….. ¿Por qué tío? A mí me gustó mucho.
-pues……porque eres una niña, además mi sobrina y traiciono la confianza que tu madre puso en mí.
-No tiene por qué saberlo.
-olvidémoslo.
Él se retiró de su oficina dejando a la niña sola, después de calmarse cenaron juntos, Zaida no demostraba ninguna alteración y el poco a poco se fue calmando, volvieron a platicar como si nada, pero eso no evitó que Adrián tuviera sensaciones eróticas nada más verla. Así fue como por tres o cuatro días, pero la situación se repitió. Ella siguió pegándose a él, besándolo en las mejillas y dejaba que su falda, de por sí bastante pequeña, se le subiera y enseñaba los calzones.
Ese día Adrián había hecho ejercicio y andaba en licra, lo que hacía que se notara su pene, al verlo Zaida espero la ocasión para insinuarse y la encontró cuando vio a su tío sentado en la sala en un sillón “orejón” con una mesa delante de él donde tenía un refresco, fue y se sentó sobre las piernas de él buscando que la faldita se le arremangara y que a su culito y su pene solo los separara las ligeras telas de sus calzones y la licra, por lo que Adrián no pudo evitar que la verga se le endureciera; ella lo sintió en sus nalguitas, él le pidió que le pasara el refresco y ella al levantarse cuidó que la falda no se le bajara para enseñarle sus nalgas y al coger el refresco este se cayó hacia el frente, pero como tenía la tapa no se derramó, Zaidita se estiró para alcanzarlo y dejó ver más aun su culito y ahí Adrián ya no soportó más. Alargó sus manos y le acaricio el culito sintiendo la suavidad de la piel de sus piernas, ella se decidió por completo y ante la sorpresa de él se bajó las pantaletas dejando a su vista sus hermosas nalgas que él siguió acariciando sintiendo enloquecer por la suave piel de ella. Estaba a punto de estallar por lo que se bajó las licras atrayéndola hacia sí mismo sentándola sobre su verga que colocó entre las piernas de ella que prácticamente quedo montada sobre la verga.
-ayyy tío, que suave piel tiene tu “cosa”
-Mi cosa se llama verga mi vida.
Ella se contorsionó un poco para que el la besara y sus bocas se unieron en un beso de “lengüita”, el primero para ella, el más delicioso de su vida para él. Ya no entendía razones, estaba desatado y cuando sintió que ella se mojaba sobre su verga y la humedecía decidió penetrarla ahí mismo. La levantó suavemente poniendo sus pies sobre el sillón y su culito quedó a la altura de su cara, le abrió las nalgas y vio su pequeño agujero anal totalmente cerrado y llevo su lengua a él. Ella se contorsionaba de placer y sin darse cuenta aflojaba el culo para que su legua penetrara unos centímetros. El considero que el culito estaba lubricado por la saliva e intento penetrarla deslizándola sobre su verga, pero el culito no cedió y no pudo entrar, ni siquiera el glande. Ella se quejaba quedamente.
-me duele tío, no me entra.
Se detuvo muy excitado y la puso en el piso de pie frente a él diciéndole.
-mámame la verga.
Ella no lo pensó, se hincó ante él y se metió la verga en la boca empezando a mamarla. No tenía experiencia, pero el solo hecho que fuera una niña lo volvía loco y no soportó mucho, después de dos o tres minutos descargo su semen en su boca. Zaidita había visto muchos videos y en muchos las mujeres o las niñas se tragaban el semen por lo que hizo lo mismo. Esa primera vez no le agradó el sabor, pero lo soportó porque sus antiguas amigas le decían que los hombres les gustaba mucho, y hasta hizo algo que le habían contado y había visto en los videos. Retuvo algo de semen cuando se sacó la verga de la boca y levantó la cabeza viéndolo a los ojos y abriendo la boca para que viera como tenía su esperma dentro de ella, después se la tragó toda. Adrián estaba loco perdido y su verga se mantuvo dura. Acordémonos que era un hombre de 27 años en plenitud física, que además tenía varias semanas sin relaciones sexuales. Pensó en intentar penetrar analmente de nuevo pero se decidió por mamarle el coñito. La tomo en sus brazos y la llevo cargada a su recamara, era como cargar un pajarito por su poco peso y lo manuable que era para él. La acostó sobre su cama y terminó de sacarle las pantaletas y además la falda, solo quedo en pura camiseta y calcetas. Le abrió las delgadas piernas e inspeccionó su húmedo coñito abriéndolo con sus dos pulgares. Su rajita se veía muy larga y aun no aparecían los labios interiores, pero se notaba mucha humedad, llevó su lengua a ella y probó sus jugos que le supieron a gloria. A su edad había mamado muchos coños, pero ninguno tan delicioso como este, los jugos que emanaba se veían muy espesos, viscosos, que hacían “baba”, como el pulque o el jugo de nopal o cualquier cactus y eso le gustó mucho, tenía un sabor un poco acido pero muy diferente de las mujeres adultas y no le desagradaba. Ella tampoco aguanto mucho pues era algo que tenía un año esperando y al fin alguien le mamaba el coñito. Esto superaba ampliamente los tocamientos que sus amiguitas le habían hecho y estallo con su primer orgasmo en pleno. Adrián chupaba como un becerro y ella enloquecía de placer y al terminar le pregunto.
-¿esto es el sexo?
-Esto y muchas cosas más.
…………continuara.
Excelente muy excitante y con morbo.
Muy excitante