Adrián y su sobrina la putita. III
La historia continua..
Adrián y su sobrina la putita. III
La historia continua.
Cuando despertaron después de romperle el coño Adrián se puso a pensar cómo organizar su vida y la de Zaidita. Ella entendía muy bien que nadie debería de saber lo que pasaba y él sabía que no habría vuelta de hoja. Por ahora él la dominaba y ella hacia todo lo que él le pedía, así fueran guarradas. A partir de entonces el “servicio” fue completo. Coñito en la mañana, mamada después de la escuela y culito y mamada en las noches, aunque también había “trabajos” extras donde repetían lo que hacían en diferentes horarios. El disfrutaba mucho de su pre adolecente cuerpo, aun sin entrar en la pubertad. Cada día ambos inventaban formas de disfrutar más y a veces hacían cosas que eran un poco fuertes o sucias: así el encontró placer al penétrala analmente cuando terminaba de defecar pues sentía que las heces fecales embarradas en su ano servían de lubricante y ella lo aceptaba y también lo disfrutaba. También le gustaba terminar en la frente de ella para que su semen le bañara la cara y el pecho. Tuvo que recurrir a un amigo médico para que le recetase vitaminas diciéndole que andaba con una mujer muy ardiente que le exigía mucho y también le recetó unas pastillas para aumentar la cantidad de semen que descargaba.
-estas se usan cuando te falta volumen para embarazar a tu esposa y también las usan los actores porno, pero no deberás de usar más de tres a la semana.
Iban a cumplir dos meses de tener sexo cuando Zaidita quiso darle una sorpresa. Adrián le avisó que llegaría después de las siete de la tarde pues tenía trabajo, por lo que le pidió a una compañera dos años arriba en la escuela que la maquillara pues iba a ir a una fiesta de disfraces, cosa que no era cierto. Su amiga lo hizo y cuando Adrián llegó a la casa la vio vestida muy sexy. Con la faldita de la escuela subida hasta enseñar sus nalguitas, una blusa strapless, las medias de la escuela hasta medio muslo y sus zapatos de trabilla. Adrián nada más verla y tuvo una erección, la atrajo sobre si y la sentó en sus piernas acariciando su entre pierna.
-mi amor, te ves hermosa, no te imaginas cuanto me excita verte.
-por eso lo hice tiito, para darte gusto.
En un momento él le levantó la blusa y al quedar desnuda de la cintura para arriba ella llevo sus manos a su plano pechito tapándose las tetillas de niño que tenía. Él se dio cuenta que siempre lo hacía y le preguntó.
-¿Por qué te tapas mi amor?
-es…..es que me da pena.
-¿Por qué mi vida? a mí me encanta ver tus planos pechitos, acuérdate que tienes nueve añitos.
-es que no tengo nada, soy como un niño de cinco años.
-Tontita, eso es una de las cosas que más me gustan de ti, que pareces una niña de cinco o seis añitos. Los seres humanos tenemos fantasías y esa es una que siempre he tenido y contigo la cumplo mi amor. ¿Acaso tú no las tienes?
-si tiito, tengo una, pero me da pena decírtela.
-Pues no deberías, así que dímela y te la cumplo.
-…..bueno……..tu sabes que mi padre se fue cuando tenía tres años, en realidad no me acuerdo como es y mi mamá ocultó todas su fotos, así que no tengo una imagen de él. Cuando me metes tu verga, te la mamo o me la metes en mi culito sueño que es mi papá el que me la está metiendo y me éxito mucho.
Adrián se quedó un rato callado lo que Zaidita interpretó como que había ido muy lejos, pero después él dijo.
-está muy difícil que te cumpla tu fantasía pues no sé dónde este tu padre, pero podemos hacer una cosa. A partir de hoy ya no me dices tío o tiito, ahora me dirás papá y así los dos fantaseamos. Tú que soy tu padre y yo que eres mi hija. Pero no te vuelvas a tapar tus deliciosos pechitos pues me quitas el placer de fantasear yo. A partir de ahora serás mi hijita de seis añitos.
Sellaron el pacto con un beso y comenzaron las caricias que culminaron con una deliciosa enculada con diálogos como
-que rico papito, me gusta mucho tu verga en mi culito.
-si mi vida, me encanta cogerme a mi bebita hermosa.
-ay papi, como disfruto.
-mi bebita, mi princesa, mi putita.
-me gusta que me digas así.
-¿Cómo?
-mi putita. Me gusta serlo para ti.
Él le lamio los planos pechitos y ella se enloquecía de placer, le puñeteaba la verga, se la metía en la boca y saboreaba su semen abriendo la boca para que la viera llena de esperma y se lo tragaba. Como todas las noches terminaban agotados pero muy satisfechos y ella cada vez era más degenerada, lo que el disfrutaba mucho.
Así pasó el tiempo y sin darse cuenta Verónica regresó de sus estudios. Zaidita ya tenía once años y era una niña deliciosa cuyos pechitos ya empezaban a florecer, mismos que su tío acariciaba y chupaba a diario. Una semana antes que su madre regresara se encerraron a piedra y lodo pues sabían que se separarían como al final sucedió.
La historia termina cuando a sus 1 años se hizo de un novio, un estúpido joven de 15 años, al cual culpó de su embrazo el que sucedió cuando su tío las visitó por quince días. Ella estaba decidida a cumplirle la promesa que algún día le hizo de tener una hija para él, misma que nació a sus 13 añitos.
……………………………………….pero esa es otra historia.
Que rico saber la continuación de eso y conocer más aventuras de lugares donde lo llegaron a hacer. Algún lugar público como un baño o un parque de noche? Quizás volviste a hacerle cosas bien sucias como orinarla y que ella disfrutara?