Assassins Creed (Capitulo 4): Regreso a casa
Una historia y novela vista por Ubisoft.
A causa de las palizas, los malos tratos sufridos y las brutales folladas durante las pasadas horas y minutos María perdió el conocimiento y cayó al suelo rendida, lo último que escucho fue los gritos de dolor de los soldados que la llevaban cogida de los brazos. Poco a poco María fue abriendo los ojos y vio a Zaida removiendo una especie de medicina espesa en un taro para que esta se lo tomara.
-¿cuánto llevo inconsciente?
-¡casi 4 días, es tu cumpleaños si no recuerdo mal, que cumplas muchos más!
María fue tomando la medicina que le había hecho su mentora mientras que esta la iba poniendo al día de todo lo que había pasado en los últimos días, estaban en Málaga por un tiempo mientras que los asesinos que sobrevivieron pudieran reunir fuerzas y contraatacar a Torquemada y Ojeda.
Varios días después Zaida volvió a llevar a su alumna al bosque para entrenar pero sería un entrenamiento diferente esta vez para María, esta iba por el bosque recordando cosas de todo lo que había pasado cuando noto que su mentora la quería poner boca abajo sobre el césped y empezar a comerle su cuerpo muy despacio que sintiera el roce de sus labios y su lengua, Zaida se desnudó por completo y se puso hacerle a María un 69 en compensación por lo mal que lo había pasado en los últimos días, María empezó a comerle el coño muy rápido a su mentora pero esta se dio la vuelta y le metió un guantazo por lo mal que le estaba dando placer.
-¡Hazlo despacio zorra, que me vaya mojando poco a poco!
Le ordeno su mentora mientras volvía a tomar posición y dejándole el coño bien pegado a su cara, pasado un rato de que María le comiera el coño bien a su mentora esta vez Zaida empezó a besarle los muslos mientras que llegaba al clítoris de su alumna. Unos minutos más tarde dejo de comerle aquel clítoris hinchado y gordo que se le había puesto y comenzó a lamer la entrada de su ojete babeado y mojado, con dos dedos empezó a meterlos hasta que María comenzó a correrse con los dedos de su mentora dentro de ella.
María se sentía humillada ya que Zaida no hacía nada más que meterle dedos y no parar de reírse a carcajadas esta le suplicaba entre gemidos de placer que parase ya pero Zaida estaba consiguiendo lo que quería que era sentir como su alumna soltaba todo su liquido sobre sus dedos y a veces sobre su cara dejándola bien bañado y oliendo a coño, esta siguió varias horas jugando con María pero está teniendo el coño en carne viva y afónica por los orgasmos y gritos que había dado durante horas aun pedía que la dejara irse ya. Porque no estaba cómoda para nada con su mentora ya que Zaida estaba fuera de sí y seguía y seguía a lo suyo María no tenía más opción que quitársela de encima empujándola con sus dos piernas hacia atrás mientras que le soltó una patada en toda la cara a su mentora y esta se volvió hacia María y le pregunto.
-¿Que estás haciendo?
-¡lo necesario amiga amia!
Y le dio un puñetazo con todas sus fuerzas que le quedaban dejándola inconsciente sobre la hierba, una vez que María tomo un poco de aire y se volvió a vestir cogió a Zaida y la llevo sobre sus espaldas hasta un pueblo cercano para dejarla allí, esta le dio las gracias por todo lo que había aprendido pero era la hora de que sus caminos se separasen María iba a seguir siendo una asesina de la hermandad pero iría por su propio camino. Esta decidió enviar un mensaje a su abuelo para que fuera a por ella a Málaga y contarle lo que tenía planeado para ser de ayuda y esperanza ya que la ciudad de Madrid estaba muy oprimida por el poder que ejercía la iglesia y especialmente Torquemada, María tenía en mente ser un símbolo de fuerza y fe en aquella ciudad española gracias a todo lo que le enseño y dijo su antigua mentora, mientras en Sevilla Torquemada está reunido con uno de sus capitanes para hablar sobre el estado de las cuentas de varias ciudades y el mal estar de los ciudadanos de tener que pagar impuestos por todo y dejándoles una miseria para vivir.
-¡Cada día la gente roba para sobrevivir, porque les robe yo a cada uno de ellos no se morirán!
Dijo Torquemada mientras se echaba vino en la copa y cogía un poco de uva.
-¡sé que no le da mucha importancia a mis palabras pero cuando llegue a la ciudad la persona que está financiando la guerra santa contra los asesinos, no le gustara para nada ver que las ciudades más importantes están en rebelión contra la iglesia!
Torquemada estuvo unos segundos en silencio pensando en las palabras que le había dicho su capitán.
-¡De acuerdo me has convencido, seré menos exigente con los impuestos!
Aquel capitán llamado Víctor dio su a probación y se marchó volviendo a dejar a Torquemada pensativo. Por la mañana María y su abuelo llegaron a Madrid y lo primero que hizo su abuelo fue llevarla a ver a un viejo amiga suyo de confianza para comprar tela negra y cuero para que María se hiciera una nueva vestimenta de asesina.
-¿porque toda de negro?
Pregunto su abuelo mientras le tomaba las medidas a esta
-¡en memoria de todos nuestros hermanos y hermanas caídos en Sevilla!
Durante días María estuvo muy concentrada trabajando en hacerse su nueva vestimenta y algunas armas junto a sus propias hojas ocultas, una vez equipada con todo lo que necesitaba esta fue buscando por toda la ciudad una nueva guarida seguro para ella y para todos los planes que tenía en mente, pasaron varias horas hasta que dio con el sitio adecuado era un viejo castillo en ruinas de hace algunos siglos. Esta volvía para decir a su abuelo que ya había encontrado un sitio seguro cuando vio a su vieja amiga Dalia junto a un caballo árabe precioso de color negro que estaba siendo requisado por los soldados de la zona como pago a la iglesia ya que su dueño llevaba meses sin pagar las deudas que tenía, Dalia se ofreció para pagar las deudas de aquel hombre con tal de que no le quitaran el caballo ya que era lo único que le quedaba.
Dos de los cinco soldados que habían se dirigieron hacia ella para recriminarle quien era ella para decir lo que podían hacer o no con el caballo, el capitán al mando de aquellos hombres le dio la razón a Dalia y acepto su pago justo, el dueño del caballo vio que Dalia había sido la única quien lo había ayudado y tenido misericordia de él así que le decidió darle el caballo a ella para que lo cuidase bien ya que el pobre hombre no tenía muchos recursos, Dalia estuvo muy agradecida y ya sabía a quién se lo podía dar para que estuviera bien sano y cuidado, poco después fue hacerle una visita al abuelo de María y entregarle el precioso caballo ya que tanto a él como a María les encantaban los caballos árabes.
-¡si alguna vez vuelve tu nieta dile que me gustaría volver hablar con ella y pedirle perdón!
Y se marchó de allí dejando los ojos empapados de lágrimas al pobre abuelo queriendo decirle la verdad a la mejor amiga de su nieta pero no podía ponerla en peligro por su culpa y por todos los enemigos que tendría María en pocos días.
Horas más tarde María volvió a casa y su abuelo le contó a su nieta que estuvo a punto de decirle a Dalia toda la verdad ya que necesitaría a su lado aliados quien pudieran ayudarla en lo que fuera necesario.
-¡no podemos permitirnos tener amigos!
Dijo María mientras terminaba de dar los últimos retoques a la capucha
-tenemos trabajo, la gente de Madrid está nerviosa ya que vendrá uno de los cardenales más cercanos a Torquemada, podremos saber qué planes tiene!
Dijo María mientras animaba a su abuelo que no paraba de pensar si hacia bien ayudando a su nieta en esta aventura de salvadora que se había propuesto, poco a poco fueron llevando suministros y provisiones al castillo para estar bien equipados y organizados. Pasado una semana el cardenal Manuel llego a Madrid entre pitos e insultos por parte de la gente que no estaban de acuerdo de como la iglesia trataba a las personas, Víctor era el encargado de la escolta personal lo cual algo malo se traían entre manos en Madrid, por la noche en la principal catedral de Madrid el cardenal y Víctor estaban hablando sobre todo el dinero que habían requisado a los ciudadanos para seguir pagando a las tropas.
-¡Es mucho dinero lo que hay aquí!
Dijo Víctor mientras contaba las monedas a puñados.
-¡si pero la mitad van a nuestro hombre en Sevilla y la otra mitad para nuestras arcas privadas!
-¡mientras que Torquemada y nuestra líder no se enteren me conformo!
Le termino por contestar Víctor mientras tiraba las monedas con desprecio, el cardenal dio varios golpes suaves en el hombro a Víctor mientras subía al carruaje y se ponía cómodo para el viaje de vuelta a Sevilla. Pero el cardenal Manuel tardo unos segundos en comprobar que su cochero lo habían eliminado este miro por los cristales de las puertas del carruaje pero vio que Víctor ya no estaba y algunos de los que eran sus escoltas también habían sido eliminados por alguien que era muy sigiloso y ágil, el carruaje se empezó a mover de forma violenta pero el cardenal no podía hacer nada ya que estaba indefenso de repente un brazo atravesó el techo y lo saco a la fuerza hacia arriba, cuando este vio a su asaltante se quedó sin palabras ya que se trataba de una figura vestida de negro y una voz de mujer que solo le dijo:
-¡es hora de juzgarte a ti!
Y le metió un cabezazo fuerte para que perdiera el sentido y pudiera llevárselo sin que este pidiera ayuda alguna, mientras Dalia iba camino de su casa cuando se encontró con el grupo de soldados que ya los había visto hará un par de días atrás con lo sucedido con el caballo árabe, los soldados no dijeron ninguna palabra solo miraban a Dalia con cara de querer hacerle mucho daño así que los cuatro soldados se abalanzaron sobre Dalia y la dejaron tumbada en el frio suelo, esta se sentía algo mareada por los empujones que le habían dado unos con otros antes de empezar fuerte con ella.
Sebastián le quito la ropa sin destrozarla y la dejo tirada en el suelo mientras que tres de sus hombres la miraban con la boca abierta por el coño tan macizo que tenía y unas buenas tetas de adolescente, poco a poco los hombres se acercaban hasta ella y empezaron a manosearle sus tetas con muchas ganas de empezar abusar de ese cuerpo desnudo después de manosearle las tetas siguieron por el coño hasta terminar en el culo, todo esto sin que Dalia ofreciera resistencia.
-¿quién será el primero que la desvirgue?
Pregunto Sebastián mientras sacaba su polla ya que ninguno decía nada, este abrió de piernas a la chica y se la metió de golpe Dalia gritaba por el dolor que sentía en su coño virgen al ser desvirgado duramente haciendo que las pareces de su estrecho coño se abrieran a cada segundo un poco más, los hombres de Sebastián no perdían detalle de cada embestida que recibía aquella criatura mientras sus tetas no paraban de moverse de un lado a otro sin parar, Sebastián termino cansado de gastar todas sus fuerzas en desvirgar ese coño que le había dejado la polla roja y sin una gota de semen.
-¡que otro se la folle!
Dijo este mientras se sentó en el frio suelo mientras se recuperaba
-¡me toca a mí follarme a esta putita de caballos!
Decía Enrique mientras le escupía en el coño para que lo tuviera más lubricado aun este notaba como su polla se metía dentro de aquel coño con mucha facilidad, estuvo cabalgando a Dalia un buen rato con más intensidad que Sebastián. Una granada de humo hizo explosión a unos centímetros de los soldados dejando una nube de humo a su alrededor y causando el pánico entre los propios soldados, solo se escuchaba el ruido de unas pisadas que iban desapareciendo conforme se iba acercando más a ellos de pronto María se dejó caer desde las alturas usando su garfio nuevo que se había creado ella misma, fue uno por uno eliminándolos a base de puñetazos y esquivando las flechas que le iban disparando con aquellas ballestas grandes y pesadas que no conseguían darle María le estaba rompiendo el brazo al último oponente cuando una partida de soldados y Armando quien era el que los comandaba apuntaron a esta y le dijo aquel comandante a María.
-¡te detendré asesina!
-¡¡hoy no!
Y escapo usando su garfio y volviendo a soltar una granada de humo.
-¿con que ya no quedaban assassins verdad?
Pregunto uno de los soldados a su comandante que lo tenía justo al lado.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!