Chica Salvaje Capitulo 4
Llego por fin el día en que ambos perderíamos nuestra virginidad .
Me levantó el delicioso aroma a huevo estrellado
Mi amiga salvaje estaba cocinando un par de huevos (desconozco de qué animal eran) y sirviendoles en unas piedras a modo de platos.
Esperaba que no pidiera semen en sus huevos. Me encantaba alimentarla con mis mecos, pero quería guardar energía para lo que planeaba esa tarde.
Mi joven amiga se acercó lentamente a mi con sus huevos en la mano. Sabía justo lo que me iba a pedir, pero fingí ignorarla.
Rápidamente se abalanzó hacia mi pantalón y aunque mi verga estaba al mil, simplemente aparté su mano de mi pantalón.
Ella se mostró sorprendida, incluso indignada y ofendida.
Yo la ignore y seguí comiendo mis huevos
Me sorprendió el nivel de confianza que había tomado en mi mismo desde que llegué a la isla. Al inicio no podía ni dirigirle la mirada, ahora incluso podía decidir cuándo podíamos hacer algo sexual y cuando no. Me sentía todo un alfa, incluso aunque técnicamente no fuera yo quien nos mantenía ¿como lo iba a hacer?
La isla proveía todo, cientos de frutos crecían (incluyendo esas extrañas frutas a las cuales les comenzaba a tomar gusto)
Aún quería saber qué sucedía con aquella isla, pero ese día tenía algo pensado, ese día perdería mi virginidad.
Ella terminó sus huevos aun malhumorada y en cuanto terminó la envolví en un fuerte abrazo y la bese en la boca
Ella se asustó y se retiró, era evidente que nadie jamás la había besado así y por lo tanto no supo cómo reaccionar.
Traté de acercarme 3 pasos hacia ella pero ella retrocedió aún asustada
La había asustado
En esa situación sería imposible que ella cediera y aunque por un momento pensé en forzarla, rápidamente supe que no sería opción, pues, además de las implicaciones morales, eso provocaría que ya no confiara en mí y la necesitaba para sobrevivir.
Pensé por un momento mientras ella aun me miraba asustada, luego se me ocurrió. Me desvestí lentamente, me quite el traje de baño quedando completamente desnudo frente a ella.
Su rostro de miedo pasó a ser curiosidad, si bien, ella había visto mi pene muchas veces, no parecía entender el porque me había desnudado.
Me acerqué a ella lentamente y aunque ella aún mostró un poco de temor, no se apartó
La abracé, sentí su vientre presionando mi pene y sus suaves pechos contra mi cuerpo.
Su respiración se fue ralentizando lentamente y me regresó el abrazo, después de eso comenzó a frotar sus piernas entre sí. Era evidente que estaba excitada, aunque ella misma no comprendiera siquiera el concepto.
La besé lentamente en los labios y aunque se resistió un poco, no tardó en cerrar los ojos y regresarme el beso.
Le di otro beso en el cuello y bajé hasta el pecho.
Escuche como su respiración se acelera, vi como sus mejillas se cubrían de rojo carmesí y sus ojos se cerraban, comencé a apartar lentamente ese trozo de palma que tenía a modo de ropa.
Ella no se resistió, incluso gimió un poco cuando se lo quité por completo
Su pecho era hermoso, no era muy grande pero lo compensaba con una textura increíble, su piel era impecable.
Sus pezones eran color rosa, pequeños y hermosos, rápidamente prosegui a lamerlos lo que hizo que ella gimiera de nuevo.
Regresé y besé su boca lentamente, esta vez, ella recibió el beso con entusiasmo. Metí lentamente mi lengua a su boca y nuestras lenguas comenzaron a bailar.
tome la parte inferior de su ropa de palma y comencé a bajarla lentamente, no puso resistencia
Con un suave gesto le indiqué que debía sentarse.
Ella se sentó algo confundida en el suelo.
Bese su hermoso ombligo y comencé a bajar
Su vagina era hermosa, lampiña, rosa y apretada, claramente virgen.
Bese su vagina, ella gimió
Comencé a lamerla de arriba a abajo y metí mi lengua en su interior suavemente. De inmediato sentí a su vagina derretirse en mi boca cual chocolate.
Sentí su cuerpo contraerse y retorcerse de placer.
Seguí lamiendo buscando el clítoris con mi lengua
Ella gritó de placer, ahogó su grito con un beso en la boca.
Metí un dedo con cuidado dentro de su vagina, sentí como su cuerpo se contrajo y me calenté
Quería penetrarla, metersela con fuerza y destrozarla, pero no podía hacer algo así, era su primera vez y tenía que asegurarme que fuera lo más placentero posible para ella.
Masajee su clítoris lentamente mientras ahogaba todos sus gritos con constantes besos. Sentía su delicioso sudor recorriendo su piel y pegándose a la mía.
Aumente la apuesta, metí lentamente un segundo dedo, estaba apretado, no era fácil, ella lo disfrutaba mucho, levantó el cuello y lo besé mientras seguía con el juego de meter sacar.
Pronto, mis dos dedos no tuvieron problema para deslizarse dentro de su vagina, pero aun así, no estaba seguro que pudiera entrar mi pene, decidí meter un tercer dedo, solo para dilatar un poco más.
Ella asimiló mis tres dedos con mucha dificultad pero aun asi parecia disfrutarlo. Mordí suavemente su oreja lo cual la excitó aún más.
Saqué mis dedos, ella me miró con rostro de reclamo, pero no sabía lo que se venía.
Puse la punta de mi pene en la entrada de su vagina.
Comencé a penetrarla, a pesar de que mis dedos entraban muy fácilmente, mi pene le costaba aún más trabajo.
Ella gritó, un grito que combinaba dolor y placer. No supe qué hacer, pensé que tal vez debía detenerme, pero ya había llegado demasiado lejos.
La penetré por completo.
Ella jadeaba, parecía agotada, tal vez era demasiado para ella, mi pene se llenó de líquidos vaginales. Ella había tenido un orgasmo
Sabía que no podía ser demasiado rudo, ella no lo soportaría, comencé a moverme lentamente.
Iba muy lento, incluso solía moverme mas rapido cuando me masturbaba, pero aun asi ella lo estaba disfrutando, se retorcia de placer de una manera hermosa.
Metí uno de sus pezones en mi boca y comencé a mamar mientras seguía metiendo y sacando.
Aumente la velocidad y ella comenzó a gemir mas rapido. Se mojó de nuevo, tuvo otro orgasmo.
Yo estaba por terminar, sin embargo, algo se cruzó por mi cabeza:
Si termino ella podría quedar embarazada
Muy tarde, no tuve demasiado tiempo para reflexionar pues termine dentro de ella.
Mi cuerpo se sentía débil, ella jadeaba de cansancio y placer. Ella había tenido por lo menos 2 o 3 orgasmos, yo solo 1 pero… que orgasmo, nunca en mi vida había tenido un orgasmo así y definitivamente fue el más delicioso de todos.
Me recosté al lado de ella, ella me abrazó con una enorme sonrisa, aun jadeando, se quedó dormida.
Yo me dormí poco después
Si quieres comenzar esta historia desde el principio, da click aqui
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/fantasias-parodias/chica-salvaje-capitulo-1/
Si quieres leer el capitulo anterior, da click aquí
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/fantasias-parodias/chica-salvaje-capitulo-3/#comment-10296
Alfin, jejeje, es tan linda está historia <3
Me encanta imaginarlos ahí solitos en la isla
Gracias amigo, ya salió el siguiente capitulo si quieres echarle un vistazo
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/fantasias-parodias/chica-salvaje-capitulo-5/#comment-10531
Si quieres leer el próximo capitulo da click aquí:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/fantasias-parodias/chica-salvaje-capitulo-5/#comment-10531