Chica Salvaje Capitulo 5
Extraño a mis padres, a mis amigos… lo extraño todo… pero al menos la tengo a ella. .
Desperté una hora después, ella seguía dormida. Curioso, me puse de pie y decidí ir a darme un baño
En el centro de la isla había un pequeño estanque muy limpio que solíamos utilizar para bañarnos de vez en cuando.
La jungla era muy espesa, pero la isla no era demasiado grande. Sería muy sencillo perderse si la isla fuera más grande, pero todos los caminos desembocan tarde o temprano en una playa.
Llegue al estanque y me sumergí de lleno, sabiendo que iba a bañarme no le vi el sentido a vestirme antes, además, no había mucha gente ahí que pudiera verme
Me había encariñado mucho con mi compañera, la quería mucho, pero la verdad es que extrañaba a mi familia.
Había perdido la noción de cuánto tiempo llevaba ahí, parecían meses pero mi sentido de la lógica me decía que no había visto tantas puestas de sol.
Si alguien me rescatara ¿que sería de mi compañera? ¿Acaso ella tiene familia con quien regresar? si no ¿acaso Papá la dejaría vivir con nosotros? sabía que el dinero no era problema pero mi familia era algo tradicional, al menos sabía que, de vivir ella con nosotros, no podríamos andar fornicando como conejos…
Pero un pensamiento llegó a mi mente: si es que me rescatan.
Quien sabe cuanto lleva ella aquí, podrían ser años, y nadie la ha rescatado.
Ese pensamiento me deprimió, es posible que a mi tampoco me rescaten ¿que seria de mi entonces? ¿y de ella?
En ese momento estaba sano, pero ¿y si enfermaba? una gripe podría ser fatal, una herida podía ser mortífera.
Recordé los huesos que vi, alguien ya había muerto aquí.
Me sentía triste y note como una lágrima se resbalaba por mi mejilla
Algo salpicó el agua, era ella, mi compañera, quien acababa de echarse un chapuzón al agua feliz y desnuda.
Se acercó rápidamente a mi y por un momento agradecí estar completamente mojado para que no me vea llorar, sin embargo, la empatía de las mujeres es impresionante, pues nada más ver mi rostro se borró su sonrisa de la cara y puso un gesto triste
-E… eee?- ella comenzó a hacerme sonidos extraños y aunque no podía hablar, era obvio que me estaba preguntando por mi estado de ánimo
No pude evitarlo, tapé mi cara y rompí en lágrimas.
Ella hizo algo que no esperaba: me abrazo.
Coloco mi cabeza sobre su pecho, pude escuchar el latido de su corazón y me sentí más tranquilo.
El aroma era hermoso y tranquilizante, sentí las pequeñas olas de agua golpear a nuestros cuerpos y un instinto muy primitivo se apoderó de mí.
Metí uno de sus pezones en mi boca, el acto de mamar me tranquilizaba mucho. Supongo que es algo instintivo, es una forma que tiene una madre de transmitir tranquilidad a su hijo
Sea lo que sea, la combinación del aroma, el sonido de su corazón y el acto de succionar ese hermoso pezón me tranquilizaron mucho.
No importaba si me quedaba en esa isla, al menos no estaba solo, tal vez seamos solo ella y yo, tal vez nuestra esperanza de vida sea más corta aquí, pero al menos sé que nunca me quedaré solo.
La miré a su cara, ella me estaba sonriendo con una sonrisa hermosa.
Me tranquilicé aún más al ver esa sonrisa. Supongo que estaba feliz, al igual que yo, de no estar sola aquí.
Me dió un suave beso en la frente, a lo que yo respondí con un suave beso en los labios, no un beso erotico, más bien uno tierno y dulce
Hasta ahora yo había tenido una clara posición dominante sobre ella, pues, a pesar de mi inexperiencia, conocía mas sobre lo basico del sexo que ella, sin embargo, en ese momento me sentia como un niño pequeño en los brazos de su madre.
Me dió un beso en los labios y le regrese otro, rápidamente sentí una erección que iba creciendo en mi.
Ella también la sintió, debajo del agua, ella misma tomó mi pene y lo apuntó hacia su vagina.
Siempre había escuchado que el agua no era un buen lubricante, que, por el contrario, solía generar mucha fricción, pero realmente no me dió demasiado esfuerzo penetrarla lentamente, admitía que no resbalaba tan bien como fuera del agua, pero igualmente se sentía delicioso.
Ella tomó el control en esta ocasión, suavemente comenzó a moverse de arriba a abajo mientras yo mamaba de su pecho.
La velocidad que tomó fue perfecta, al no lubricar tan efectivamente como en tierra, agradecí que decidiera no moverse tan rápido.
Ella estaba de pie frente a mi, subiendo de arriba a abajo con mi pene dentro, su carita de placer me enamoraba. Baje mi mano por su espalda y la puse sobre sus nalgas, no eran las más grandes del mundo, pero las amaba y estaba enamorado de ellas.
El oleaje alrededor nuestro se hizo un poco mas intenso, ella aumentó el ritmo y ambos comenzamos a gemir a la par.
Tuve un orgasmo a la par que ella, salimos del agua y nos recostamos sobre la arena.
-¿Cómo te llamas?- pregunté sin pensar
-¿eee?- hizo un pequeño sonido interrogante, como si no me entendiera
-Olvídalo, olvide que no puedes entenderme
-Lili- me respondió
-¿Qué dijiste?
-Llamo Lili
-Lili… que hermoso nombre
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