EL CHANEQUE 1
(Martin el velador en la conserjería).
En México un chaneque es un duende, un nogmo, originario de las culturas acentrales, posiblemente la maya, tambien se les llama aluxes
Jaime Robles García, Don Jaime para muchos, a pesar de solo tener 36 años era un hombre con fama de estricto al que todos respetaban por lo mismo. Casado con Laura Gonzales de 32 años tenía dos hijas de Viviana de 12 años y Carmelita de10 años y vivían en un edificio de departamentos cuya dueña era doña Claudia Pérez, de 35 baños que los había heredado de sus padres. El edificio tenía un espacio bardeado donde se estacionaban los autos y un portón por donde entraban, al lado del portón había dos cuartos donde vivía el velador y su familia, su esposa y una hija de 9 años. Don Jaime acababa de cerra su negocio, una ferretería de buen tamaño, y llegaba a casa para cenar, venia algo cansado cuando vio un hombre extraño sentado en la barda del estacionamiento, le pareció que podía ser un delincuente y decidió enfrentarlo.
-¿se puede saber qué hace aquí?
-esperándote jaimito.
-me conoce.
-sí, yo conozco todo y a todos.
-quien es usted.
-más vale que no lo sepas por ahora, al final te lo diré, pero vengo para abrirte los ojos.
-¿sobre qué?
-sobre lo que pasa a tu alrededor. Conmigo viajaras al pasado y al futuro y veras lo que todos hacen.
Jaime pensó que estaba loco y decidió llamar a Martin el velador para echarlo del estacionamiento, pero el hombre le dijo.
-quieres llamar a Martin para echarme, pero ¿no te gustaría saber que hacían él y su familia hace dos horas?
– ¿y eso cómo?
-pues viajando en el tiempo.
-Chingá, chingá, chingá, ¿Cómo en el Cuento de Navidad?
-bueno, ahí Dickens dijo puras pendejadas, pero si, es algo parecido. Nadie nos vera y podremos pasar muros y estar al lado de ellos sin que se den cuenta.
-me gustaría que fuera verdad-dijo Jaime.
Entonces el hombre hizo unos pases extraños con las manos y de pronto se transportaron dos horas antes, cuando aún había luz solar. Aparecieron adentro de las habitaciones del velador. La principal era una especie de sala, comedor y cocina y atrás estaba la recamara. Martin se encontraba acostado boca arriba mientras Berta, su esposa, le estaba mamando la verga y su hija esperaba su turno; de pronto se escuchó que llamaban a la puerta. Era Efraín, un muchacho de 22 años que vivía con su madre en el departamento No. 11. La mujer se levantó y fue a abrirle mientras su hija se abalanzó sobre la verga de su padre y se puso a mamarla.
Así mi princesa, cada vez mamas mejor.
Mientras tanto Efraín le decía a la mujer.
-aquí traigo tus quinientos pesos, ando muy ganoso.
Ante la vista de Jaime que no creía lo que veía, Be5rta se colocó a gatas sobre el sofá y se levantó la bata que se había puesto, quedo al aire su gran culo y Efraín se sacó la verga, apuntó a su ano y de un solo golpe se la metió completa, ella estaba acostumbrada a la verga de Martin, que era bastante más grande, de inmediato inicio un mete y saca durante unos minutos que terminó con una rápida venida del joven, el viejo hizo un movimiento y aparecieron en la recamara justo en el momento en que Martin se vaciaba en la boca de su hija.
-vaya venida-dijo Jaime- y después escuchó como la niña le decía a su padre.
-me gusta mucho tu leche.
-y a mí me gusta dártela mi amor, creo que ya es tiempo de que empieces a cooperar con la familia, pronto te conseguiré tus primeros clientes para que ganes dinero mamando y siendo penetrada.
-¿ya la va a prostituir, si es una niña?
-así son las cosas.
-ya veremos lo que dirá la señora Claudia cuando le cuente lo que vi, de seguro los corre a patadas.
-¿Por qué mejor no vemos lo que hizo ayer la señora Claudia?
-¿podemos?
El hombre hizo unos pases mágicos y aparecieron en la sala del departamento No. 7. donde vivía la dueña del edificio.
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