EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. II
Sigue la historia familiar..
EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. II
Sigue la historia familiar.
Fueron días terribles en los que Hugo no pudo ni dormir bien. Trató de todas las maneras de olvidar los tiernos cuerpos de sus hijas pero no podía.
“Soy un monstruo degenerado” pensaba a cada momento, “Como fui capaz” se repetía y al pensar en la doctora Brenda se preguntaba, “como se lo diré”
Brenda era una mujer cinco años mayor que él y si coincidieron en la universidad fue porque ella era madre soltera de un niño y una niña y le costó mucho trabajo terminar sus estudios por lo que estaba atrasada, pero la amistad se mantuvo al paso de los años y el aun recordaba una plática que tuvieron su esposa y el con ella antes de la muerte de Ana.
-“Si vieran las clase de gente que tengo que atender y lo que tengo que oír, soy como un sacerdote al que le dicen sus crímenes y tengo que callar, lo mismo he atendido a incestuosos que pedófilos o asesinos, tienes que entrar en esas mentes y encontrar una solución”
Entonces se decido y fue a verla. La última vez que se habían visto era dos años atrás cuando él la atendió de un parto y seis meses después a su hija de 14 años. Llego a el consultorio con la mente hecha un mar de dudas y culpas y ella lo recibió amablemente.
-pásale Hugo, estoy para entenderte como tú nos has atendido a mí y mi hija.
-Brenda, he hecho algo terrible.
-Tranquilo, primero tomémonos un café, ya di orden de que nadie nos moleste, tenemos todo el tiempo que necesites.
Durante casi media hora hablaron de “los tiempos felices” hasta que Brenda abordó el tema.
-Dime Hugo, que te sucede.
Él se quedó callado unos 30 segundos, después agarro aire con sus pulmones y habló, hablo por mucho tiempo hasta terminar. Le contó todo desde la muerte de Ana, la entrada a la primaria y lo último que había sucedido. Volteaba su cara pues no podía verla a los ojos y se sentía una porquería de hombre, soy un monstro le dijo, cuando terminó se quedó esperando la respuesta de ella, saber que haría, como lo trataría, pero tenía que superar esto. Y entonces sucedió algo muy extraño. Brenda se quedó callada casi un minuto y de pronto se levantó y encendió un cigarro acercándose a la ventana que daba a la calle que podía ver desde el octavo piso en que estaban. Consumió totalmente su cigarro sin hablar mirando por la misma mientras Hugo pensaba, “me va a correr y decir que no quiere saber nada de mí, que me largue y jamás me presente ante ella” entonces Brenda se volteó y el vio que tenía la cara serena, que casi se dibujaba una sonrisa en su cara, y empezó a hablar.
-Yo soy la persona menos indicada para ayudarte. Eso que me cuentas es una decisión de cada quien y si no existe violación o que las obligues, creo que no tendrías que preocuparte.
-Pero Brenda, es incesto y pedofilia.
-te voy a contar algo. Hace dos años me atendiste de un parto, tuve una niña y luego mi hija Paty también la atendiste. Las dos bebes son hijas de mi hijo Manuel, ahora de 18 años y con quien tengo relaciones sexuales desde que él tenía 12 y pudo penetrarme con su pene. Somos muy felices y pensamos tener más familia pues nos amamos con mucha ternura. El amor se manifiesta de mil maneras y si a ti te tocó con tus hijas, yo te recomendaría que no te resistas, que lo disfrutes como ellas lo disfrutan según me dices: tal vez sea tu nica oportunidad de ser feliz.
-pero Brenda, comprende que va contra toda moral, contra la religión, contra la ley.
-si, como los políticos o los empresarios. Los ves en la iglesia rezando y dando grandes propinas al cepillo, pero en sus fábricas esclavizan a sus empleados. Contra toda ley, moral o religiosa.
-¿Entonces tú crees que?……..
-que debes continuar y educarlas dentro de cierta moral que aún no se entiende, pero que poco a poco va surgiendo. No te imaginas cuantos y quienes están en tu situación, entre ellos algunos conocidos nuestros.
Hugo salió del consultorio muy confundido pero más animado, pensaba que tal vez era posible seguir como iban las cosas. Se fue a su casa y aun tardó cuatro días en decidirse. Recordó que seis meses atrás un empleado del más bajo nivel de la empresa le había ofrecido videos pedófilos. En ese momento se indignó y estuvo a punto de denunciarlo, nunca imaginó que recurriría a él y si, le compro más de tres horas de videos. Si, lo haría. Sus hijas serían sus amantes, pero antes hablaría con ellas para poner reglas. Fue y compró una pomada analgésica, un lubricante sexual y unas pastillas para aumentar su potencia, pues se daba cuenta que tenía que satisfacer a dos mujercitas y que parecían muy ardientes. Al quinto día, que era viernes, lo que le daría tres días sin ir a trabajar y ellas sin escuela, cenaron temprano y las mandó a cambiarse para dormir. Ellas se pusieron sus camisones transparentes que tanto le gustaban a él. A partir de lo que había pasado ellas habían perdido el pudor por completo ante él y se exhibían semi desnudas sin ninguna pena. Él se cambió y se puso la pijama con la abertura delante de la anterior noche. Las llamo a su recamara y las sentó en sus piernas, una en cada una.
-tenemos que hablar seriamente-les dijo.
-de que papito.
-vamos a reanudar los juegos de hace días.
A las niñas se les iluminó la cara y sonrieron pícaramente entre ellas.
-Pero vamos a poner reglas.
-Si papito, las que tú quieras.
-Primero escúchenlas. No deberán contar nada a nadie, ni a sus mejores amigas, ni a la familia, a nadie, ni cuando hagan la primera comunión y se confiesen con el cura, a nadie.
-está bien papito, a nadie.
-Cuando ya no quieran hacerlo me lo dicen sin pena y lo dejamos, si les duele deberán decirlo al instante para detenerme, si alguna practica no les gusta o les da asco también me lo dicen y no lo hacemos, al principio dolerán algunas cosas pero cuando se acostumbren las disfrutaran mucho, yo tendré mucho cuidado.
-está bien papito, será como tú digas.
Entonces Hugo saco los videos y puso el primero. Eran niñas con adultos teniendo sexo. Se veían penetraciones tanto anales como vaginales y descargas en sus bocas, algunas niñas eran más pequeñas que sus hijas. El hizo hincapié en que algunas se veía en sus caras que estaban forzadas.
-Eso es violación- les dijo.
Otras se veían contentas y hasta sonreían a la cámara viéndose como disfrutaban.
– Esto es placer mutuo, es lo que quiero entre nosotros.
Las niñas ya se estaban distrayendo viendo como entre sus piernas emergía la cabeza de su verga y poco a poco agarraba dureza, Paulette no pudo resistir tomarla entre sus manos y Hugo al darse cuenta la dejo hacer pidiéndole después.
-métetela en la boca y chúpala lentamente.
Ella lo hizo mientras su padre besaba en la boca a su hermana que por primera vez disfrutaba de un beso apasionado, sintió un gran placer correspondiendo a su padre mientras el disfrutaba la mamada de Paulette. Eran deliciosas las sensaciones que recibía. Lo suave de la piel de las niñas, sus ganar de probar todo, la ternura que le demostraban. De pronto rompió el contacto con las dos y las colocó sobre la cama boca arriba, le abrió las piernas a Claudia y llevo su boca a su coñito empezando a mamarlo. Ella se retorcía de placer moviendo sus caderas y le succionaba su conchita, estuvo unos minutos y cambio a la vulva de Paulette que como casi todas las niñas la tenía algo hinchada. Con sus pulgares abrió los labios externos y vio adentro los rosados y húmedos labios internos, llevó su lengua a ellos y Paulette se revolcaba de placer al grado que tuvo que detenerse. Esto lo repitió tres o cuatro veces hasta que las niñas descargaron sus jugos en su boca. Quedaron desfallecidas pero aun querían más, él se paró frente a ellas y se deshizo de la pijama quedando a la vista de las niñas su verga en todo el esplendor de sus 10 pulgadas diciéndole a Claudia.
-Chúpamela con cuidado, si pongo mi mano en tu cabeza es que me va a salir la leche, si puedes trágatela.
Claudia se ocupó a fondo, a la falta de experiencia la sustituía con su ardor y ganas de complacer a su padre el cual estaba a un paso de la gloria. Que una niña de 8 años le mamara la verga le parecía de otro mundo y que además esa niña fuera su hija y lo hiciera de buena gana era como el paraíso. Después de 5 o 6 minutos Hugo ya no aguanto más y levemente puso su mano sobre la cabeza de la niña que acelero su ritmo y de pronto brotó un caudal de semen que la niña tragó en su mayoría, aunque no evito que algo escurriera por su comisura de los labios. Hugo se sentó pues las fuerzas le fallaban, pero su verga continua dura. Era mucha la excitación y necesitaba más acción para que se le bajara. Decidió después de unos minutos seguir seduciéndolas por lo que las puso en la cama boca abajo. Le abrió las nalguitas a Paulette y vio su cerrado culito que pesar de haberle metido el dedo aún estaba muy cerrado, rosadito, como un asterisco * que se ofrecía a su boca. Llevó su lengua a él y empezó a lamerlo intentando meter algo de ella en el pequeño ano. Paulette disfrutaba mucho y cuando él le pidió que se relajara entraron unos tres centímetros de lengua lo que casi vuelve loca de placer a la niña. Llevó su mano a la conchita de ella y le acaricio el pequeño botón y empezó a sentir su humedad en ella. Le metió algo de su dedo sin llegar al himen y Paulette tuvo otro orgasmo, el segundo del día que su padre bebió.
Ya no soportaba la dureza de la verga al grado que llegaba a dolerle, pensó que otra mamada no la toleraría así que se decidió. Le rompería el culito a Claudia. Hablo con loa dos sobre lo que iban a hacer, le explico que i no aguantaba el dolo se lo dijera, que lo haría lo más suave posible. Claudia se colocó boca abajo con el culito levantado a petición de él, que sacó el lubricante y la crema de un cajón del buró. El le abrió las nalguitas y le hizo lo0 mismo que a Paulette y cuando le metió unos centímetros en el culito se incorporó, le aplico el lubricante y se colocó detrás de ella. Empujo muy levemente y ante su sorpresa entro el glande por completo, sintió lo apretado del recto de su hija y sintió un gran placer. La niña se quejó un poco.
-Ayyy……papito…….me duele……..
-¿quieres que la saque?
-No papi, aun aguanto………despacito nada más.
Empujo un poco más y en total le entrarían entre 5 y 6 pulgadas, tal vez 5 y media, lo que lo maravilló pues nunca pensó que entraría tanto en la primera vez. De pronto el placer le gano. Había enculado a muchas mujeres, entre ellas a su difunta esposa, pro ninguna la había dado el placer que el culito de su hija le daba. Apretaba lo que tenía dentro de una manera muy fuerte a pesar del lubricante y cuando el empezó un ligero mete y saca la niña empezó a sentir placer moviendo sus nalguitas. El cuidaba mucho no penetrarla más pero el placer casi lo hacía enloquecer. De pronto la niña empezó a sentir la llegada de un orgasmo apretando su coñito lo que se reflejó en su culito que apretó de una manera bárbara, lo que hizo que su padre se vaciara en él. Fueron tres o cuatro grandes chisguetes de semen que inundaron el ano virginal como un homenaje paterno. A pesar de lo cliente del esperma la niña sintió que su culito se relajaba más y se reconfortaba y entonces Hugo, con su experiencia, fue sacando poco a poco la verga del ano de su hija para que no le doliera. Al salir venia embarrada de algunas heces fecales que olían algo fuerte pero a nadie le importó. Fueron al baño donde se asearon y después Hogo aplico la pomada analgésica l culito de su hija y se dispusieron a dormir los tres juntos y desnudos, como seria de ahí en adelante.
wuau,…..este relato me provocó una gran excitación,…..continua……
buen relato