El Incubo del Internado 10
Mientras la fiesta de Disfraces se acerca, el ambiente erótico atrae una nueva presa a manos de Jay….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capítulo 10
Era Domingo y faltaba una semana, o casi, para la fiesta de disfraces, esta sería el siguiente Sábado durante todo el día, así que ante la situación debía ir por mi disfraz de una vez o la semana que sigue estaría en problemas porque aparte del maestro de gimnasia fornido yo era de los que estaba en mejor condición física y eso significaba más trabajo duro, por otra parte no tenía mucho dinero, así que debía ser cuidadoso con mis gastos, como sea, después de lo ocurrido la noche anterior debía revisar las cámaras, seguramente sacaría una buena suma en la revista, que aparte estaba en su mejor momento, la temporada de sustos, pero antes debía comprar mi disfraz, así que me arreglé, luego fui con mis hermanas para avisarles, ellas me vieron con gusto, notaba como Tesi se había arreglado de forma muy coqueta con un shorts muy corto dejando ver parte de sus redondas nalgas y una playera de tirantes que dejaban al descubierto una parte de su busto que tomaba una forma sugestiva, ahora no era cosa mía, muchos la estaban mirando con deseo, mientras que Giby se me colgaba, como traía unas mallas casi podían sentir su lindo cuerpo directamente, les dije que iba a salir, y que traería algo para comer, detalle que les gustó, pedí sugerencias pero no se pusieron de acuerdo, así que les daría la sorpresa después, lo que agradecieron mucho.
Tomé el camión, era temprano, ni siquiera marcaban las 10 cuando llegué a la gran plaza, así que fui a la tienda de disfraces, por suerte les pedí por mensaje e-mail que me apartaran un traje desde hace tiempo, no se lo había dicho a nadie, quería darles la sorpresa a todos llevando algo increíble, sabía que la tienda abría de 10 a 2 los domingos, así que estaba tranquilo, pero antes decidí echar un vistazo por los otros locales, en realidad llamaba un poco la atención puesto que cargaba mi mochila, era un hábito que desarrollé, pero me servía de mucho, caminé por ahí, y volví a entrar en la tienda de equipos eléctricos, no pude resistirme, estaba en ganga una pantalla táctil que se conectaba por Wifi a las cámaras, dejándome ver lo que quisiera en donde quiera, al parecer tenía una falla de diseño, cosa que podía arreglar, la compré y después fui por mi disfraz, durante el camino me pareció ver a una muchachita muy linda con un short de jeans ajustado y una blusa rosa que al verla uno juraría que no traía sostén, pensé que era Lexy pero como no pude verla bien no supe decir algo, aunque no importaba, la verdad es que no la trataba mucho, es amiga de mi hermana, pero yo casi no le hablaba más que algún saludos fugaz, sin más por el momento me fui a ver el disfraz, la tienda estaba abierta, eran las 11, pero apenas estaban acomodando las cosas, que importa.
Me presente y les avise de mi encargo, incluso les di una clave que me pasaron, el tipo rápidamente fue a la bodega, pero al volver se veía nervioso, la caja estaba golpeada, al parecer tuvieron problemas con la paquetería, decidí revisar el contenido en el probador, algo que no supe si era para reírme o enojarme, el disfraz era de una versión rara de Batman, estaba distorsionada para ser parecida a un demonio, la verdad me gusto se veía tétrica, aparte que me hacía lucir imponente, las orejas eran cuernos, mi musculatura se resaltaba, no tenía cola y su capa estaba partida en 2 como si fueran alas, quería quejarme pero ignoraba como, aparte que tenía una curiosa bragueta de botones lo que me gusto por si tenía “acción”, lo más divertido fue que al salir con la caja, les dije que no estaba mal me lo llevaría, pero que el traje estaba algo raspado (eso era verdad) aparte que era una copia pirata de un traje de héroe, el chavo se quedó helado, y un supervisor se acercó, les cuestioné la situación así que el señor muy responsable me dijo que me daría un descuento, no fue mucho, pero lo agradecí, ya con el traje decidí ir por la comida, y durante mi paso por el extraño pasillo vi a la misma chica rubia de antes, ahora pude ver que si era Lexi, estaba con unos señores, creo sus padres, pero no estaban de buen humor, se hallaba en una tienda de disfraces caros que al parecer los hacían a pedido, usaba uno de princesa que aunque se veía linda ocultaba toda su belleza, era demasiado ñoño, yo seguí adelante al pabellón de restaurantes, ahí miré con cuidado las opciones: comida china, hamburguesas, no, sería Pizza, así que fui al mejor local, ignoro cuánto esperé, porque este tenía una buena fila, y aparte que pedí 3 de especialidad tamaño jumbo, en eso estaba cuando alguien llegó detrás mío.
Perdón pero eres Jay ¿verdad? – dijo Lexy apareciendo repentinamente a mi lado.
Ah, eres tú – me hacia el occiso para jugar con ella – Lexy, la amiga de Tesi.
Sí, soy yo – dijo contenta – que haces aquí guardia, no deberías estar en la escuela.
2 cosas, primero vengo por mi disfraz y segundo llevo la comida para mis hermanas, hoy tengo ganas de consentirlas, así que les llevo un par de pizzas, sus favoritas – dije con un poco de confianza, viendo a la colegiala.
La chica le gusto mi respuesta, y se quedó conversando a mi lado, durante ese rato pude notar cómo era fácil hablar con ella, sus modos eran algo coquetos, juguetona y picara, dejaba ver una sensualidad tan natural, una sonrisa agradable que invitaba a besarla antes de continuar con algo más intenso, seguramente muchos chicos estarían sobre ella, buscando el placer sexual que su cuerpo inmaduro incitaba. Estaba muy contento, pero por sus palabras también me di cuenta que sus padres la sobreprotegían al punto de ser sofocantes, querían decidir todo en su vida, y ahora la querían obligar a usar un traje de princesa que odio tanto, casi ni podía caminar, le picaba por todas partes y hasta la asfixiaba, lo que es más era a propósito para que no pudiera bailar con nadie o siquiera disfrutara del evento, eso se me hizo ridículo, esos tipos querían destruirle la alegría de la fiesta, maldita sea. Por ello cansada de todo eso se fue molesta de su lado y dijo que volvería a la escuela por su cuenta, pero al estar tan lejos le asusto, tampoco era tan segura de sí misma por culpa de estos, creo que antes alcanzó a divisarme, y así vio la forma de regresar, de cierta forma fui su caballero en blanca armadura y muy negras intenciones , porque no podía dejar de mirarla, esta chica era un bomboncito, delgadita pero con una ricura innegable, rubia y de cara inocente, que al tiempo podía verse perfecta para perversiones, sin duda quería metérsela hasta el fondo y que gimiera como perra en celo mientras la embestía sujetando sus pequeñas tetas, deseo que se intensificaba al ver que no parecía traer sostén porque sus pezones sobresalían de la fina tela de su blusa, casi suplicando por atenciones especiales, carajo, yo si me la violaba en ese lugar.
Por cierto Jay, de que es tu disfraz – preguntó sacándome de mis pensamientos.
Yo tengo que ir de algo espantoso, así que voy de diablo – dije seguro moviendo la mochila.
Oh, espero que sea bueno o mis compañeros te llenaran de confeti – dijo divertida la chica, y en serio me daban ganas de besarla.
No hay problema, estoy seguro que mi disfraz será bueno, lo compre en la Horror´s Shop – dije confiando haciendo un gesto divertidamente aterrador.
Ella se sorprendió al escuchar eso y me pidió verlo de inmediato, pero me negué, por lo que se acercó mucho, haciendo un gesto delicioso, pude aspirar su aroma que me puso a hervir la sangre, en verdad estaba por tocarle los pequeños pechos, ella iba a insistir pero en eso me llamaron con mi pedido, eran 3 pizzas de gran tamaño bien calientes, aunque no tanto como yo, estaba por despedirme de la chica pero ella me aclaro que necesitaba llegar rápido a la escuela, no sabía que tan en serio iba, aunque fue de gran ayuda, tomamos un taxi y ella lo cargo a crédito con una app para que lo pagara su papá, más eso no fue del todo necesario justo cuando llegamos a la escuela en la entrada estaba un carro, sus padres llegaron antes, así que cuando salimos del taxi, el señor al verme se quiso abalanzar por llevarme a su hija, yo me hice el occiso, como si no supiera que pasaba, pero en cuanto trato de golpearme me defendí sometiendo en el suelo al señor, cuando:
Papá, cálmate, él es el guardia de la escuela, lo encontré y le pedí que me acompañara para estar segura, es buen joven, además es hermano mayor de mi amiga Tesi – dijo Lexy alarmada mientras sometía al señor.
Yo solté al hombre una vez que se calmó y este se levantó molesto, me vio, le sacaba toda la cabeza de altura, aparte que usaba un conjunto ligeramente militar así que trago saliva, Lexy se explicó un poco más, mientras yo me quedaba al margen y metía las pizzas, el señor era un demente controlador, quería golpearme cuando alguien más intervino.
Señor, no tiene por qué enojarse, usted actuó de manera impulsiva y así le fue, vi todo desde arriba, aparte que la cámara de vigilancia lo grabó todo por si quiere seguir con este asunto, si hablo con la junta directiva todos apoyaran a Jay, quien siempre está ayudando, incluso en lo que no, además demostró su eficiencia, si alguien extraño hubiera atacado a su hija, imagine con lo que se hubiera metido – dijo una voz que adoraba oír.
Era la directora Kim, no sé porque estaba aquí pero agradecía su ayuda, el señor no tuvo más opción que gruñir y retirarse, yo agradecí a la directora mientras intercambiaba miradas con ella, llevaba un pantalón ajustado, una blusa escotada con tacones, se veía tan sexy (en serio ¿quién fue el estúpido que la abandono? Merece un golpe por idiota), después de eso entramos, yo llevaba las pizzas, de hecho parecía que me estaban esperando, pues casi como si fueran atraídas por el mágico olor llegaron: Tesi, Giby acompañada de Tammy y Sally, por eso pedí 3 extra grandes, imaginé que habría más gente, y bueno yo puedo comerme una completa, estábamos listos a disfrutar cuando la directora con un pequeño gesto de travesura picara me pide de favor que les ayude con algo, un encargo para la decoración estaba llegando y necesitaban que lo metiera, por eso estaba ahí, además que el profe de gimnasia no se hallaba disponible, todo yo, no sé si reírme pero en cuanto dijo eso, el camión llegó y bajaron una serie de maniquíes, unos 40, los cuales serían disfrazados con la utilería que también descargaba para hacerla de monstruos decorativos, o eso me dijeron, yo tendría que meterlo todo, por suerte no eran muy pesados pero si demasiadas cosas, la directora firmó la entrega, y esperaba que se fuera, pero en vez de ello se quedó supervisándome mientras las niñas, incluida Lexy se llevaron las pizzas para comer.
La labor me tomó un poco de tiempo, las niñas me avisaron que se irían pero que me dejarían una pizza a mí, y en su afecto me dieron besos cariñosas, cerca de la comisura del labio, quedé inquieto por ese gesto, por suerte la directora lo tomó como un gesto fraternal, por mi parte tuve que apresurarme, la verdad quería alcanzarlas, no me gusta tanto la pizza recalentada, pero a mitad de eso la directora se me acercó por detrás, nos hallábamos en uno de los salones de clases, aunque este por algunos desperfectos dejaron de usarlo de momento, creo que tenía goteras, así que lo aprovecharían como bodega hasta que arreglaran el problema, en eso estaba cuando la directora se me acercó por detrás abrazándome y tocando sutilmente mi entrepierna por encima del pantalón.
Me haces falta – dijo Kim con una voz que invitaba al deseo.
Eso veo, te vestiste para mí – dije sin temor, sabiendo que le gustaba, además olía deliciosa.
No puedo aguantar más, esto me vino caído del cielo – dijo Kim restregando su cuerpo contra el mío, carajo, era momento de la acción.
En ese momento comencé a besarla, estaba demasiado caliente, quería someterla entre mis manos, y al estar de frente fue armándose una contienda entre nuestras lenguas, ella se sentía desesperada, yo metía mis manos por su pantalón sobando su suave culo, el cual acariciaba con firmeza, logrando gradualmente que se derretía entre mis dedos, gemía despacito, se separaba de mis labios solo para respirar, dedicándome miradas llenas de pasión, su rostro hermoso lucia completamente perdido, sus ojos cerrados, mientras aspiraba con fuerza, apenas comenzaba a sudar levemente, estuvimos en eso poco, pues podían vernos, pero realmente quería disfrutarla, así que baje su pantalón hasta los tobillos dejando a la vista algo maravilloso.
Sabes delicioso mujer, me encantas – le dije de manera viciosa.
Por segundos la bese en aquella parte intima, su vulva jugosa que despedía un olor embriagante, para despertar sus deseos, una tanga cuya parte importante estaba humedad, la fui sacando con los dientes, para sobar con mi lengua directamente su intimidad, aunque eso estaba de más, estaba demasiado caliente, una vez que la vi mojada, si un pequeño orgasmo presa de su excitación le incendio el interior, me dio la señal, acomodando la un poco, saque mi miembro para ir con todo, fui algo brusco al hacerlo, eso la excito más, aunque fui sobando un poco su entrada, sintiendo esa humedad, aparte dejaba escapar un olor que me ponía ansioso y a ella las caricias la hacían sentir más caliente, pues con sólo eso se vino una vez más.
Mm, te gusta torturarme, métela ya – dijo Kim viéndome con deseo.
Estaba desesperada, ahora si comencé a meterla firme pero seguro, era fácil hacerlo, a pesar de haber tenido una hija aún podía apretar bien, metí mi herramienta mientras ella suspiraba complacida, estaba muy sensible por el orgasmo, además mis manos se escabulleron entre su blusa para sujetar sus tetas, tan pequeñas como suaves, me estaban enloqueciendo, tenía que ser algo cuidadoso, disfrutaba con cada movimiento al entrar o salir, lo cual la hacía gozar más, lenta pero intensamente, disfrutaba el contacto de su piel como un lujo, sin duda la directora era una mujer con clase y belleza, a la cual estaba gozando con cada embestida, resbalaba tan bien por los abundantes fluidos; ella estaba muy perdida en mis acciones, pero yo tenía un ojo encima de la puerta, esperaba que cierta cosa se apareciera, sin embargo no supe cómo, ya estaba adentro, pero no era el ente.
Gracias a un leve quejido se hizo presente, mantuve la calma, trataba de seguir con lo que hacía, de repente un espejo me reveló que alguien me espiaba, era Lexy, no se dio cuenta pero desde donde estaba un espejo de truco la delataba, mirándome tras unos maniquíes tapados, y que vista tan erótica, ella traía su short de mezclilla abierto, se estaba dando placer en su dulce vulva que parecía estar muy mojada, acariciándose con fuerza, dejando a la vista lo que parecía una tanga blanca, además la blusa que usaba fue levantada para masajearse el pequeño pecho, mientras su rostro dejaba ver un gesto difícil de soportar, eso era demasiado caliente, perdido en la calentura que estaba viendo de manera sigilosa, así que decidí darle una muestra de lo que era capaz, comencé por embestir con más fuerza a Kim, ella comenzó a tratar de contener sus gemidos, mis manos pasaron de solo sujetar sus pechos a masajear toda su figura, deseando impregnarme de su aroma, teniendo especial atención en sus muslos, alcanzando a acariciar su entrepierna con un dedo inquieto, en su momento levante un poco la espalda para comenzar a besarla de nuevo, ella se aferró rápidamente de mi boca, mientras intentaba acercarme más con sus manos para fijar nuestras lenguas, alcanzando a sujetar un poco mis caderas, al mismo tiempo Lexy se tapaba la boca para evitar gemir y delatarse, para ese momento su short estaba en el suelo junto a su tanga, desde el espejo se veía su magnífico culito, redondo y carnoso, tan blanco, de solo verlo daban ganas de masajearlo, nalguearlo, incluso morderlo, algo que me encendió tanto, incluso levante un poco a Kim con mis envestidas, no iba a aguantar mucho la situación estaba muy caliente, por un lado la directora era mi presa mientras que nos vigilaba una colegiala que ya se estaba pellizcando las nacientes tetas de manera muy sensual, mordía su blusa para ahogar sus gemidos, su rostro estaba completamente rojo, y después pude notar como sus jugos goteaban hasta el suelo por su fuerte toqueteo, mientras Kim, quien estaba aferrada a mí, dejándome encima su olor a hembra en celo, se restregaba dejándome sentir mejor su cuerpo, la pasión que sentía por ser de nuevo una mujer deseada, era tan placentero que me fallaron mis resistencias y finalmente deje toda una carga, ella gimió de forma deliciosa mientras se corría conmigo, quedamos unos segundos quietos, después de ello, la directora se soltó y me beso apasionadamente antes de decirme:
Después continuamos, me espera mi niña – agregó Kim viéndome como si quisiera más.
No esperaba eso, pero le deje arreglarse, yo me acomodé la ropa a un lado de la entrada, quería evitar que Lexy huyera, ella no pudo hacerlo pues tenía que volver a vestirse también, pero no debía hacerse notar y yo antes alcancé a ver que cuando nosotros tomamos aire ella se corrió, sus piernas flaquearon y se agacho, se tapaba la boca para no hacer ruido, pero bajo ella había una pequeña mancha además sus piernas estaban empapadas, su olor era delicioso. Después de eso ambos salimos, le dije a Kim que se adelantara que revisaría las cosas y la alcanzaría, ella acepto, mientras yo entraba de nuevo al cuarto.
¿Te gusto lo que viste? – dije confiado viendo el lugar donde sabía que estaba Lexy.
Ella salió de los maniquíes, recién vestida, toda roja me dijo:
¿Cómo lo supiste? – pregunto Lexy viendo para todas partes.
Cuida mejor tu culito, es difícil de ignorar – le dije apuntando detrás de ella.
Le señalé el espejo, ella estaba roja al darse cuenta de ello, en su calentura fue silenciosa pero no precavida, ahora sabía que la vi manosearse, no supo que decirme así que añadí.
Muy lindo por cierto, muchas se morirían de envidia, pero vamos, tu di que fuiste al baño y te limpias, yo voy con la directora y listo – le dije acabando con el problema, no quería asustarla.
No vas a decirme nada por verlos en eso – dijo preocupada la colegiala.
Primero no te conviene tenernos en contra, o ya vez como te ayudamos con tus padres y bueno lo que haga con la directora es tan privado como lo que te vi hacer, así que estamos parejos, te parece bien – respondí con un gesto calmado.
Ante mis palabras ella acepto, yo la dejé salir y no perdí de vista sus nalgas, ella al darse cuenta se sonrojo antes de irse corriendo, por mi parte fui con las niñas, en la sala común tenían puesta una película, por suerte había un proyector para que todos vieran, ahí estaban mis hermanas junto con otros alumnos, no muy contentos porque ellas comían pizza y ellos los almuerzos o raciones establecidas, querían agarrar pero ni Tesi o Giby no son dejadas, luego la directora llegó, calmando los ánimos, después fui yo así que no les quedó de otra que aguantarse, tenía hambre, por suerte ambas aunque dijeron que comerían se esperaron a que llegara, junto a sus amiguitas, ya ahí, disfrutamos de la película, era una de terror vieja, luego nos alcanzó Lexy, quien también probó, incluso Kim aprovechó diciendo que la salchicha era su ingrediente favorito, muchos lo tomaron como broma, yo sabía a qué se refería, pero lo que me llamó la atención fue que junto a ella se colocó una linda niña de unos 6 años, su hija, al parecer el padre las abandonó cuando esta tenía 3, pero eso era tiempo pasado, era una linda criatura rubia con peinado de coletas, preciosa como no recuerdo otra y ojos verdes, que poca la de ese hombre, la niña mimosa me pidió modosita un poco de pizza a lo que no pude negarme y sin darme cuenta se nos pegó Tea quien también quería algo de “salchicha”.
Fue un momento ameno, después del cual cada uno se fue a hacer sus cosas, por mi parte me retire a las cámaras de vigilancia, quería ver cuántos sucesos me había perdido, diablos, eran demasiados, incluso un poltergeist, los libros en la biblioteca se movieron, pero lo que era más tétrico se comenzaron a ver varias siluetas caminar de un lado a otro, no sólo la sombra del Incubo, había algo más, eso no me estaba gustando nada, por tanta diversión y placer me perdí de eso, de momento no supe que hacer, pero mandé los vídeos, no pasaron ni más de media hora cuando me respondieron con un mensaje de agradecimiento pero al tiempo que me preguntaron ¿estás bien? Porque siempre les daba material inédito, así que les dije que estaba con el pendiente de lo ocurrido y conté un poco de la historia de la escuela, ellos agradecieron el material pero sólo me dijeron que buscara ayuda profesional, valientes palabras, no hubo más aparte de que me darían mi pago vía digital y este era excelente, al menos eso.
Sin más por ese día me retiré a dormir, estaba contento por lo ocurrido con mi familia, un poco preocupado por lo ocurrido con los “fantasmas”, la verdad tenía mucho en la cabeza, aparte del trabajo, así que necesitaba descansar, como pude me quedé tranquilo me dormí sin darme cuenta. Sin darme cuenta quedé atrapado en una ensoñación, estaba a mitad de la escuela, el patio cívico, pero este se hallaba vacío, o casi, no sabría decir si era de día o noche, pero repentinamente vi llegar mis hermanas conmigo, estas me veía y me saludaban, corrían para alcanzarme pero un tipo blanco sin cara, desnudo, sin ningún rasgo físico, las detenía, las atrapaba por la espalda sujetándolas del pecho, no sé de donde salía, pero las sometía a ambas, otro igual llegaba a su lado para atrapar a Giby, mientras un tercero entraba cargando a Lexy quien trataba de zafarse, se veían asustadas, todas vestían su ropa de cama, pero esta duró poco sobre ellas, las playeras fueron arrancadas violentamente, las pantis jaladas hasta que fueron rasgadas, dejando a las 3 desnudas, revelando sus pequeños cuerpos en desarrollo, mientras eran sometidas a un manoseo abusivo, manos que tocaban pechos, dedos entraban a sus vulvitas arrancándoles gemidos, mientras quedaban sin siquiera tocar el suelo, ellas trataban de huir pero eran incapaces de hacerlo, los toqueteos fueron sacándoles lentamente sus primeros gemidos, escurriendo sus mieles de la pasión, hasta que finalmente cedieron al placer y comenzaron a entregarse al tiempo que sus jugos encharcaron el suelo, casi parecía como si orinaran.
Yo traté de moverme, pero me resultaba imposible, en ese momento vi que a los lados había otros 2 hombres blancos, parecían fríos maniquís, sin señas pero igual tenían atrapadas a Tammy junto a Sally, ellas permanecían quietas, como si estuvieran bajo trance, pero eso no significaba nada, en pocos segundos sus ropas fueron igualmente arrancadas para ser objeto de aquellos toqueteos eróticos, aunque por el trance iban siendo más gentiles, sobando de manera cuidadosa cada parte de sus bonita formas, rayos, en serio sus cuerpos aunque pequeños eran sumamente eróticos, pues no eran llenitas, pero tenían ciertas curvas a pesar de su edad como si fueran mujercitas en miniatura, nalgas gorditas junto con nacientes pechos puntiagudos, ellas parecían más fáciles de manejar, siendo penetradas con índice y pulgar en vagina y culo respectivamente al mismo tiempo, y con ello sus gestos eran más pervertidos, dejaban libres unos gemidos deliciosos, invitando al placer morboso.
No sé qué ocurría, pero en ese momento vi como los salones se abrían dejando ver que dentro parecían llevarse a cabo orgías entre los alumnos, aunque sólo se veían sombras o contornos de verdaderas faenas donde los chicos estaban posesos, desnudos violaban a sus compañeras de quienes eran arrancados fuertes gemidos de placer que casi eran gritos sexuales, todas las poses eran usadas y en ocasiones eran más de un chico para una muchacha, de uno de estos salió Tea, quien al verme trato de alcanzarme, llevaba su camisón puesto, carajo que verla correr así era algo sumamente erótico, parecía que su pecho estaba por escapar de la fina prenda que dejaba ver la forma de sus pezones, pero al tratar de llegar a mí una mano la detuvo, del suelo salía otra de esas cosas tirándola, arrancándole la ropa y encajando su mano en el ano, como si fuera una penetración, pero con 3 dedos, ella gemía desesperada, pero su gesto se hallaba atrapado entre el dolor así como el placer, esta cosa era brutal al hacerlo y con su dedo pulgar tocaba su clítoris de forma brusca, siendo tan constante en su movimiento que así logró sacarle un fuerte orgasmo.
Era odioso no poder moverme, sin embargo alcancé a oír algo más, con todas mis fuerzas volteé mi cabeza solo para ver a mi prima, casi desnuda pues su pijama de diseños infantiles era sólo girones que quedaban en su blanca y suave piel, esta era levantada por un tipo blanco enorme, la agarraba de sus muñecas, ella se retorcía, pero a causa del placer, el tipo la estaba penetrando con su dedo, y ella era incapaz de soportarlo, gemía desesperada, no sé si sentía miedo o excitación pero repentinamente pude escuchar una terrible risa, de esas que erizan la piel, venía detrás de mí, nuevamente me esforcé y moví mi cuerpo pero este se rompió, no sé qué pasaba al ver mi mano esta era de piedra, finalmente volteé a ver al dueño de la risa, era el Incubo, un demonio en toda la expresión, pero lo que más me sorprendió es que a sus pies yacían las maestras así como Kim y Brandy envueltas en un líquido blanquecino grisáceo, sus rostros inconscientes estaban atrapados en el placer, y en sus manos estaba atrapada la hija de la directora también, estaba vestida con un camisón rosita que fue desecho por el aire, y ya desnuda el ente revelo un miembro que parecía el de un caballo, lo posó sobre su tierna vagina listo para insertarlo, en eso todo se volvió negro, o por un momento mi alarma sonaría para despertarme, que ¿pesadilla?
Cada uno mas excitante que el otro.