El Incubo del Internado 5
Jay va a enfrentar al incubo de manera inesperada, pero su encuentro será el inicio de muchas locuras sexuales….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capítulo 5
En los últimos días me sentí vigilado, algo que se había vuelto común en esa escuela, ni siquiera me pasaba en el barrio de donde venía, un lugar sucio con muchos malvivientes que incluso tenía algunas golfas baratas, pero supongo que por eso me mantenía en una alerta relajada, sacando eventos paranormales en video, para ese momento ya había visto al viejo amargado del maestro Snape follándose a 3 estudiantes más, y al de gimnasia a 5, no tengo mucho que decir de eso, veía como Pit rondaba por todas partes, vigilando las acciones del incubo, ese primo sabia más de lo que admitía y eso no me gustaba nada, pero yo me encontraba muy ocupado con mi trabajo, aunque no dejaba de disfrutar de las atenciones de las colegialas, que no perdían oportunidad para ofrecerse de alguna manera, si veía un verdadero espectáculos de bragas o sujetadores cubriendo carnes de todos tamaños, formas y sabores.
Con suerte tuve oportunidad de colocar una cámara en el cuarto de Giby, dándome cuenta que tanto Tammy como Sally no dormían con ella, en su lugar estaba Angie, pero sólo de Lunes a Jueves, ya que el viernes se iba con mi tía a su casa, no importaba, fui bastante astuto, había colocado una escondida en un espejo de pared que le compré, uno que me pidió con mucho deseo, no sé por qué, pero a este le agregué un marco y le puse unos foquitos para disimular, detalle que le gusto, ahora podría ver si también a ella le pasaba algo, pero eso lo averiguaría hasta en la noche y para ello faltaban varias horas, apenas había acabado el receso, estaba muy concentrado en mis labores de vigilancia cuando me mandaron llamar de la dirección, fui en breve y que sorpresa me di al ver a Pit dentro, mi tía estaba hablando con la directora, ambas se veía muy consternadas, pero al verme callaron y explicaron lo sucedido, mi primito estaba tratando de instalar algo que reconocí de inmediato, era una de las cámaras espías que usaba yo, la encontré tan similar que no supe si era mía o sólo es del mismo modelo, fui llamado porque como les había mostrado a la directora y maestros otras más corrientes cuando instalé las de vigilancia me preguntaron por esta, así que dije que tendría que revisar, pues si la conocía pero no tenía otra cosa que decir, al parecer quería espiar o algo, mi primo decía que solo estaba jugando y presumiéndola, pero no convencía a nadie, ya tenía su fama de raro, yo me llevé la cámara para ver si tenía grabado algo, mientras mi tía y mi primo se quedaron hablando con la directora. Seguí con mis cosas, pero tenía la tentación de ver que había grabado, de hecho antes de salir me topé con mi primo pidiéndome la cámara, pero le dije que estaba en problemas y que yo no perdería mi trabajo por salvarlo, aunque por ser familia algo haría, ante mis negativas poco le faltó para querer golpearme, cosa que no le convenía, el era un pelele de menos de 60 kilos, yo pesaba más de 90 y estaba entrenado, sabía que de pelear le iría muy mal, así que se retiró asustado y yo me fui a revisar el equipo, en mi celda, ahí me di cuenta de 2 cosas: primero esa cámara era mía pues al revisar mis cosas note que me faltaba una y hasta tenía la clave que le había puesto, mi primo me la había robado en un descuido y segundo si había filmado algo.
La cámara fue ocultada en un salón que estaba en desuso, lo sabía perfectamente, en varias ocasiones lo usaba algún maestro para cogerse a la alumna en turno, pero en esta ocasión entraron un grupo de estudiantes, 5 chavitos de al menos 13 o 14 años, tenían cara de viciosos, además de verse ansiosos, pensé que habrían de venir después algunas alumnas para hacer una orgia, pero en vez de ello llegó la maestra Amber, no lo pude creer, esa mujer tenía cara de puta pero no imagine hasta donde llegaría, en un principio regañaba a los estudiantes:
Miren que tenemos aquí un grupo de viciosos, son los peores alumnos que he tenido, no estudian, trabajan o nada, pero ya verán los voy a arreglar en este momento – dijo Amber mientras les apuntaba con una regla.
Pero en su momento tiro la herramienta y a uno de los chicos lo “obligó” a tirarse al suelo, ahí le abrió el pantalón sacándole la polla, no era muy grande, pero jugó con ella lo suficiente como para que se le pusiera tiesa usando solo sus manos junto con un poco de saliva, y sin más se levantó, usaba un vestido de una pieza algo corto pero lo suficiente para no lucir como una ramera, frente a los chicos que lucían deseosos de sentir la carne de aquella puta en celo, esta se alzó lentamente la falda mientras movía las caderas y en completa lujuria se bajó una tanga rosa en movimientos lentos, dejando ver su concha casi depilada, solo una rayita fina, de la cual ya salían jugos, que parecían ahogar el ambiente volviendo locos a los chicos, estos no terminaban de asombrarse cuando esta le lanzó a la cara la prenda íntima y colocándose sobre el chico acostado fue a ensartarse sin miramientos, el chico no sufrió mucho, la mujer prácticamente chorreo sus jugos en cuanto la polla entró, apenas dio un pequeño quejido de sorpresa, pero el calor de aquel cuerpo lo domino, ella tenía el control y los otros estudiantes solo miraban con morbo, cuando esta les dijo:
Miren a estos niños, pensé que eran más hombrecitos, que esperan, no se queden tiesos – se burlaba la maestra Amber mientras se penetraba ella misma.
Ante esas palabras uno llegó desde atrás, quizás el más inquieto de todos, se le notaba un ansia de coger en la cara, le abrió las nalgas, aunque al agarrarlas encajo sus dedos como si estuviera desesperado por tocar su piel, aparte se notaba demasiado ansioso, las amasó un poco, después con su pito de fuera lo apunto en el culo comenzando a cogérsela también, siendo una penetración algo forzada, es que no sabía cómo acomodarse, pero necesitaba metérselo hasta el fondo, abriendo aquellas carnes viciosas, comenzando a jadear desesperado por metérsela, hasta que sus bolas chocaron con esas nalgas. Más motivados no falto que otro que sacándose la pija se la ofreciera y esta golfa con maestría comenzaría a chupársela sacándole unos gritos de placer y sorpresa, pues con la lengua hacia un juego para el cual este niño no tenía defensa, incluso el gesto de Amber era el de alguien que estaban robándole el alma, después jalaría de los cintos a los más cohibidos, con técnica desconocida les abriría las braguetas para sacárselas y jalárselas ahí mismo, dándoles un masaje a esos penes con tanta habilidad que los chicos no sabía qué hacer, haciendo que los muchachos dejaran a la vista un gesto de sorpresa mayor. Así comenzó a violarse a los 5 estudiantes, los tenía dominados dándole placer a sus anchas, los muchachillos eran de los mas problemáticos, un grupo de críos odiosos sintiéndose mayores por verle los calzones a sus compañeras, pero ahora estaban vencidos, solo se dejaban llevar por aquella maestra que les estaba enseñando el sexo real, durando así largo rato, el primero no tardó mucho en correrse, parecía estar gozándolo tanto que con sus manos trato de metérsela más profundo aferrándose a las piernas de la miss antes de correrse, aunque se recuperó pronto, también el que se la cogía por el culo mismo que no sabía acoplarse a un ritmo para hacerla gozar, mismo quien siguió en correrse mientras intentaba meterla más jalándola por la cintura, ambos solo tomaron un poco de aire y deseaban seguir pero en eso a los que se las estaban jalando los hicieron a un lado para tomar sus lugares, se escupieron en las vergas volviendo a penetrarla por ambos agujeros, lo hacían con torpeza al igual que ansias, jadeaban desesperados por entrar, no sabían qué hacer, era evidente su torpeza, si ninguno se le ocurría tocarle esos pechos redondos, ya casi podía oler a esa Amber, deseando morder sus labios mientras la embestía. El que se lo metió por la vulva le agarró un poco su clítoris para apuntarle y el otro batalló para enterrarlo por el ano, los primeros querían reclamar, pero la maestra no les dejó decir nada les agarró las pijas para volvérselas a parar, en eso el que le hacían la mamada le agarró la cabeza desesperado, obligándola a tragarse la corrida, ella se dejó manejar, bebiéndose todo como una puta profesional, después de eso la mujer con la boca libre comenzó a regañarles:
Qué bonitos niños, no saben hacer cosas de hombres, y eso que tienen a una mujer dispuesta frente a ustedes, tengo mucho que enseñarles – dijo mientras jugaba un poco con los pitos.
Esas palabras a los chicos les disgustaba, les decía poco hombres, que si bien eran más, ella tenía el poder absoluto, y les regañaba porque no tenían iniciativa, al oír eso a quienes se las estaba meneando decidieron hacer algo más y tímidamente comenzaron a sobarle las tetas, eran torpes y eso se los decía la mujer, que los incitaba a ser más agresivos, pero no reaccionaron mucho, aún estaban muy “verdes”, sin embargo la escena siguió sin mucho que decir, los chicos al menos cada uno se corrió 3 veces dejando a la maestra totalmente empapada en leche, pero esta sólo se sacudió con un trapo y se salió triunfal mientras los chavos se quedaron exhaustos.
Había sido una buena escena, la copie y la borre del equipo, si le enseñaba esto a la directora seguro que un problema grande se armaba, así que por las dudas la cambié por otra nueva para dirigirme a su oficina, en verdad me sentía algo paranoico, como si algo malo fuera a pasar, ya era algo tarde así que pensé que no la encontraría, por las dudas antes me asomé al estacionamiento, ahí vi su coche aparcado, posiblemente me estaba esperando, pero al llegar encontré la puerta cerrada, quizás estaba ocupada, de hecho sentía como dentro había movimiento, así que me quedé afuera tranquilo, veía la escuela y todo estaba tan silencioso, eso me gustaba un poco, después de ver la algarabía de las mañanas, era relajante. Pasaron unos minutos cuando pude escuchar ruidos dentro, podría ser que dentro de poco se desocupara, pero un repentino grito llamó mi atención ¿Qué pasaba? Necesitaba entrar, pero la puerta era grande y pesada, aunque yo estaba en óptimas condiciones físicas, así que la embestí con todo y luego con una patada, logré que el viejo cerrojo cediera, ya adentro vi una nueva escena cargada de lujuria que me hizo hervir la sangre.
La directora estaba sometida sobre su escritorio, trataba de liberarse pero algo invisible sujetaba sus manos y le abría las piernas, su camisa había sido abierta desde hace rato, su sostén ya no estaba quedando en libertad unos pechos pequeños pero muy ricos que se movían como si estuvieran siendo chupados, su falda se hallaba levantada dejando a la vista un sexy liguero blanco sobre sus carnosas nalgas blancas, no se encontraba por ninguna parte su tanga, mientras que su vagina y culo eran abiertos al mismo tiempo, como si estuviera recibiendo una penetración doble por un par de enormes falos que la hacían retorcerse de placer, eso fue lo que la hizo gritar pero solo al principio pues ahora estaba gimiendo de forma muy provocativa, perdida en un delirio sexual que hacía que su golfa interna saliera para ser convertida en esclava del placer, parecía que le estuvieran dando muy duro, pues el escritorio se sacudía, su cuerpo se llenaba de sudor, sus jugos salían escurriendo mojando el suelo, su gesto cada vez se perdía más en el éxtasis, ni siquiera la interrupción que hice la alteró, pero en cuanto llegué fui jalado violentamente por una fuerza invisible, que volvió a cerrar las puertas tras meterme, después me aventó contra un librero, luego contra un mueble, ambos crujieron, pero esta cosa me volvió a levantar y reanudo su violación, la directora gemía pero repentinamente se cayó, al fijarme mejor era como si algo se le estuviera metiendo en la boca, una risa maligna sonó por toda la oficina, y me volvió a lanzar como si fuera muñeco de trapo, esta vez choque contra una pared de madera que se rompió dejándome entrar a un pasillo oculto, mientras solo podía ver como la directora seguía siendo violada, esta era levantaba en el aire aún sometida mientras su ropa caía, dejando su ardiente cuerpo a la vista de cualquiera con suerte, apenas usando las medias, tacones y ligero, mientras era usada como una muñeca sexual, sus agujeros eran penetrados ferozmente por algo invisible y sus jugos salían dando forma a lo que estaba invadiéndola por completo, sacándole el más feroz de los placeres sexuales, en un ritmo que se volvía mas frenético, o eso fue lo último que vi, caí en un cuarto oscuro donde perdí el conocimiento, y no supe nada hasta que desperté.
¿Cuánto tiempo había pasado cuando me levanté? Eso me preguntaba, me sentía muy cansado, apenas logré pararme, recordaba perfectamente lo ocurrido a pesar de un agudo dolor en mi cabeza, aún podía oír el crujido que se daba cuando choque contra el inmobiliario, pero no sabía si eran las cosas o mis huesos, al caminar fuera de ahí, pude notar como mi cuerpo tenía sangre seca, eso me preocupó o así fue hasta que vi a la directora Kim tendida en el suelo, abandonada después de tremenda violación, despedía un olor muy sugestivo, su entrepierna seguía a la vista, todo su cuerpo parecía invitarme a poseerla, sus formas, piernas culo, las pequeñas tetas, en ese momento no sé qué pasó pero mi verga estaba tiesa, listo para reclamarla.
Ya era de noche, pero aún así me puse sobre ella, estaba perdido en la locura sexual que ese lugar me había contagiado, estaba listo para cogerla, solo le abrí las piernas un poco y acaricie sus labios con mi verga, jugué con eso unos momentos, sintiendo una descarga eléctrica que encendió mis sentidos para hacer lo que debía, estaba siendo embriagado por la situación, miraba a la mujer que estaba indefensa, pero en ese momento algo me ocurrió, se la metí con ganas, sin pensar en nada me abrí paso entre sus pliegues interno hasta llegar a lo más profundo de su ser, ¿qué me pasaba? No me importaba nada, el primer contacto que tuvo mi verga con una vagina fue delicioso, se sentía tan bien, caliente y húmedo al grado de fundir todas mis ideas, creía que la cabeza me explotaba, su interior estaba delicioso, como rogándome que me quedara en su interior, parecía masajear mi miembro con su vulva jugosa, algo estalló en mi ser y comencé a envestirla desesperado, apoderándome de su cuerpo con un salvajismo del que no me sabía capaz, y es que mi jefecita era una mujer deliciosa que desde el principio quise tener, así que ahora lo que sentí fue tan excitante.
Así la quería tener jefa – dije más en un arrebato de locura mientras la penetraba.
Me aferré a sus muslos que eran tan suaves, tenían una fragancia mezcla de sudor, jugos y perfume, sus pequeños senos se movían tímidamente, quería chuparlos pero no podía, solo estaba envistiéndola como si buscara que mi verga alcanzara todo su interior, empecé a gemir con fuerza, casi parecían rugidos de una bestia reclamando a su presa, sentía que estaba poseído, mientras los jugos de la directora comenzaron a empapar mi pelvis, eso me indicó que le estaba gustando, que era esta sensación tan placentera, no soportaría mucho, hice lo que pude pero al final me corrí dentro de ella, tanto que mi leche escurrió fuera de su cuerpo, en eso Kim despertó y sólo me vio antes de besarme, por lo que volví a embestirla de manera salvaje, mientras ella se aferraba a mi cuerpo para sentir como era profanada por mis embestidas, estaba haciéndola gemir tras unos minutos, realmente se perdía, me miraba como si tratara de entender que ocurría, pero era demasiado difícil, aunque su cuerpo se aferraba al mío, o eso hasta que me corrí, volviéndole a llenar su vulva con mi leche.
Después de eso se levantó para arreglarse un poco la ropa e irse, me quedé helado, todo termino de forma tan abrupta, pensé que dentro de poco llegaría la policía por mí, pero pasaron 10 minutos y nada, así que me retire a bañarme además de cenar, algo extraño estaba ocurriendo, pero ignoraba que era, aún tragando esperaba que llegaran las autoridades, lo cual me traía un gran problema, pero todo se mantenía calmado, estaba por llegar al edificio donde dormía cuando noté que algo me seguía, era la sombra de antes, pero esta vez se quedó quieta, algo asustado salí corriendo, pero por suerte no me siguió, me estaba por dormir cuando recibí una llamada, era mi primo, que me rogaba por la cámara, algo más molesto le dije que no jugara conmigo, que ya me había dado cuenta que me la había robado, y sabía lo que grabo, esto lo cayó completamente, pero antes de decirle algo más le propuse un trato, el me contaría lo que supiera de la escuela y yo le cubriría el cuello de un severo problema, ante eso no le quedó de otra, pero eso si le advertí que no se volviera a meter con mis cosas, y para aseverar esta amenaza luego le llamé a mi tía para avisarle que su hijo se había metido a mi cuarto para tomar una de las cámaras que pensaba presentar después para la vigilancia, pero le mentí diciéndole que no tenía nada, como me hubiera gustado ver la cara de Pit cuando se diera cuenta de lo que había hecho pues escuche desde el teléfono como lo llamaba y se oía de muy mal humor, pero eso le serviría de lección, sin embargo con mi tía era el menor de sus problemas, con la directora sería el infierno el día siguiente.
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