EL SABOR DEL DINERO. II

La aburrida vida de un millonario..
 

EL SABOR DEL DINERO. II

La aburrida vida de un millonario.

A partir de ese día Luis se hizo “cliente frecuente” del lugar. Todos los fines de semana los pasaba ahí y llego a llevarse tres niñas a su departamento que usaba cuando era soltero. Maggi era la que controlaba a las otras niñas. Después de tres semanas se le metió en la cabeza el deseo de conocer a sus hermanas, pues al ser hijas de su padre eran medio hermanas de él y se puso a investigar cómo hacerlo. Gracia le dio toda la información que requería.

-son cuatro niñas y una bebe. La mayor se llama Gloria y ahora tendrá casi 12 años, es la que tuvo la hija con su padre, la siguiente es Briseida  de 10 años que estaba con ellos en Montblanc, la tercera es Mari, de 9 años y la cuarta Isela de 8 años. Su padre las apartó de esta vida y su idea era disfrutar de todas. La madre solo tiene 25 años pues dio a luz por primera vez a los 13 años. Aquí le doy dirección y teléfono, ya no puedo hacer más por usted y lo hago porque nunca me pidieron lo contrario.

Tres días después Luis estaba frente a la casa, una mansión en una colonia cara. Tocó la puerta y fue una jovencita de unos 13 años a abrirle. Pidió hablar con la señora de la casa y la niña lo pasó a una gran sala con muebles caros, donde se  sentó a esperar, como a los 5 minutos llego una mujer muy joven, como de 20 o 22 años según Luis y se presentó.

-Buenos días señor Luis, sea bienvenido.

-¿Me conoce?

-Claro, si soy su hermana. Me llamo Josefa y soy hija de su padre y madre de sus medias hermanas y yo soy una más.

Luis estaba impresionado, no sabía que pensar y se sorprendió de lo lejos que había llegado su padre, pero al ver a la joven pensó “Con esa hija es normal que lo hiciera” la mujer no representaba su edad.

-Creo que debemos hablar.

-sí, pero antes déjeme decirle algo. Yo amé a su padre. Él siempre fue bueno conmigo y nuestras hijas y podrá pensar que fue un degenerado, pero todas lo queríamos y estábamos de acuerdo con lo que él hacía con nosotras. Pudimos tener más hijos pero él se  negó pues no quería otro hijo varón y ya teníamos cuatro niñas y consideró que era tentar a la suerte. A su manera lo amaba a usted más que a nadie.

-Gracias Josefa. Ahora dime. ¿Cuáles son tus planes?

-Lo que usted diga. Si sigue pasándonos una pensión seguiremos viviendo aquí, si no es así tengo lo suficiente para poner un negocio para mantenernos…………si usted quiere continuar con lo que hacíamos con su padre, pues también estamos dispuestas. Las niñas lo han visto en los periódicos y les gusta usted mucho.

-No sé si pueda vencer la idea de que son mis hermanas.

– Si no lo intenta no lo sabrá. ¿Por qué no nos lleva a algún lugar donde estemos cómodos y tratamos de entendernos?

-¿También usted?

-¿No le parezco apetecible?

-Claro que sí, muy apetecible.

Tres semanas después salía el avión de Luis con Briseida, Mari, Isela y Josefa rumbo al Caribe, a Montblanc. Al llegar había una persona esperándolos que recibió los pasaportes y saludó a Luis.

-Nos da mucho gusto que usted continúe las acciones de su padre. Cualquier cosa que necesite estamos para atenderle- acercándose a él para que las demás no oyeran le dijo al oído- tenemos unas niñas deliciosas de 6 y 7 añitos listas para ser pervertidas por alguien como usted, pensábamos que la primera vez que viniera vendría solo.

Un lujoso vehículo lo llevo a un búngalo que era suyo y era donde su padre pasaba temporadas. Era lujoso y muy amplio con dos piletas además de cuatro recamaras. Los vidrios eran oscuros y tenían cortinas negras. Se instaló en una recamara y Josefa que le dijo.

-escuché lo que te dijo el que nos recibió. Por nosotros no hay problemas y puede traer a las niñas.

-No sé si pueda, son demasiado pequeñas.

-La mejor edad- le dijo Josefa- para seducir o pervertir a una niña es entre los 5 y 6 años. Les puedes hacer creer que lo que pasa es normal y aprenden a disfrutar a tan pequeña edad. Aun no tienen adentro todo lo que la religión y moralistas les enseñan y si las tocas en sus partes las puedes hacer disfrutar, lo que las hará querer ir más lejos. Una niña que a esa edad aprende a mamar una verga, será una gran mamadora y disfrutara hacerlo, y más si el hombre es guapo como tú.

-ya veremos.

Descansaron un rato y después comieron algo dejando pasar la digestión, cuando Luis puso la tv se dio cuenta que había un circuito cerrado con solo cinco o seis canales satelitales normales, pero 7 canales de películas pornográficas de todo tipo y tres especiales donde se veían videos pedófilos. Estuvo viendo un rato lo que lo excitó bastante. Al oscurecer Josefa le dijo.

-voy a preparar a las niñas para esta noches, están deseosas de estar contigo.

-Ok, las espero en mi recamara.

La recamara era muy grande con una gran cama y además varios sillones, entre ellos un “orejón” y un sofá, tenía un servi bar, una mesa de centro con 3 sillas y tenía pegado un baño con tina y regadera. A Luis le llamó la atención unos sostenes en la pared pero Josefa le dijo.

-Son para las cámaras cuando quieres grabar algo.

Se quitó la ropa y se puso una fina bata sentándose a esperarlas, cuando de pronto entro Josefa dirigiéndose al serví bar sacando una botella y sirviéndole una copa.

-¿Qué es?

-Algo para relajarte, tómalo con esta pastilla que te hará aguantar más tiempo y producir más semen.

Él lo hizo y Josefa fue por las niñas.

Ufffff, estaban espectaculares.

Briseida a sus 10 años se veía hermosa vestida de niña de escuela con su falda plisada de dibujo escoces, sus calcetas blancas, sus camiseta tipo Polo y una boina en su cabeza.

Mari a sus 9 añitos venia vestida de putita. Con un pequeño ligero y un corsé que su madre había tejido, unas pequeñas zapatillas donde entraban sus lindos pies y piernas enfundadas en unas medias negras, además una especie de guantes hasta arriba del codo de tela transparente. Se veía preciosa y se realzaba su hermoso culito. E Isela. A sus ocho añitos venia vestida como princesita de Disney, con un vestido con holanes y crinolinas, peinado de chongo con una diadema. Parecía una niña de 5 años. Josefa le dijo al oído.

-Briseida ya conoce todo del sexo, A Mari le vas a estrenar el culito e Isela solo ha dado felaciones.

Y sin esperar más Briseida se acercó a besarlo y el aceptó la caricia, de pronto ante su sorpresa sintió que le mamaban la verga y vio a Isela prendida de su pene como si fuera una chupeta, unos minutos después Mari separó a Isela y se colocó sobre la verga deslizándose sobre ella aceptando unas 6 pulgadas adentro, Luis no soporto el deseo y llevo su dedo medio de la mano izquierda a las nalguitas de Briseida, le levantó la falda y lo metió entre su pantaleta buscando su orificio anal, al encontrarlo le metió un par de falanges dentro, ante la cara de placer de la niña. Ya estaba muy excitado y a  punto de venirse, pero Josefa le dijo a Mari que se detuviera, les hizo un gesto a las niñas y Mari se levantó dejando su lugar a Briseida que se colocó sobre la verga levantándose la falda para después ensartársela en su culito. A pesar que ya no era virgen del ano apretaba muy rico y muy fuerte, pues Luis tenía la verga más grande y más gruesa que su padre. Estaba a punto de estallar pero para su sorpresa Briseida se levantó y le puñeteó la verga haciendo que surgieran unos buenos chorros de semen que bañaron la cara de Mari e Isela. Descansó un buen rato y 15 minutos después tenía ya otra erección, Josefa, que se había erigido en directora de escena colocó a Isela boca arriba en la cama y le dijo.

-Tu hermano te va a meter su verga en tu coñito, te volverás una mujercita gracias a él y deberás quererlo mucho. Es el único hombre que te puede dar estos placeres y algún día deberás corresponderle teniendo hijas para él. Entonces llamó a Luis y le pidió que se colocara entre las piernas de la niña que ya tenía el vestido alzado y los calzones bajados dejando ver su núbil y lampiño coñito que estaba húmedo. La misma Josefa llevó la verga de su hermano hacia el coñito de su hija diciéndole al oído.

-Se tierno y no la lastimes.

Luis empujó un poco y sintió como se habría la vagina de su hermanita y aceptaba su glande, empujo un poco más y el himen salió volando dejando pasar su verga hasta unas 5 pulgadas, se detuvo ahí y esperó que la niña se acostumbrara y a pesar que le dolía el coñito ella aguantó estoicamente, el  se movió muy lento para no lastimarla y esperó hasta que la niña reaccionó moviendo su pelvis, poco a poco se contorsionó y tuvo algo parecido a un orgasmo. Luis sacó su verga y dejó que Isela se recuperara. Entonces Josefa se colocó en cuatro patas y le dijo.

-métemela por el culo, lo necesito.

Luis no lo pensó dos veces, se colocó detrás de su hermana y le empujo toda la verga en el culo. Era como una manera de desfogar sus fuerzas sin lastimar a nadie, con las niñas tenía mucho cuidado aunque lo disfrutaba mucho, con su hermana descargaba sus fuerzas en el ano de ella.

Se durmieron juntos esa noche y las siguientes, fueron casi dos semanas de locura y sexo desbordado donde Luis disfrutó de todas sus hermanas, ayudado por algunas medicinas que le hacían aguantar más y producir más semen. Al regresar al país quedaron de verse dos días a la semana ya fuera en casa de él o de ellas. Y un día Luis decidió que quería ser padre. Un amigo millonario del grupo  le recomendó a una sicóloga que podría orientarlo y fue a ver a la Licenciada Brenda Magaña.

-¿En qué puedo serle útil?

Luis no sabía cómo abordarla hasta que se decidió.

-Un conocido mío me dijo que usted es la persona indicada para recomendarme un médico para una fecundación en vitro.

-¿Quién es su amigo?

-Luis de la Peña y González.

-¿El dueño de las empresas Peñagon?

-Sí.

-Bueno. Hablemos claro. Usted quiere embarazar a alguien, me imagino menor de edad y tal vez su pariente. ¿Me equivoco?

-No, son mis hermanas y tienen 9 y 11 años.

.OK, tengo al médico indicado, pero deberá vencer sus escrúpulos. No tiene experiencia en embarazos infantiles pero si en fecundación en vitro, a mí me hizo un trabajo y me resultó muy bien.

-¿Cómo se llama?

-es el doctor Hugo Velázquez y le voy a dar sus dirección y teléfono, primero déjeme que yo hablé con él y concerté la cita.

-está bien, así quedamos……………continuara.