Goldar
Narra las aventuras de un joven romano que encuentra a una chica fauno.
GOLDAR
Capitulo 1
LA CHICA FAUNO
Año 70 dc. Roma está en su máximo apogeo, las grandes construcciones se hacen ver, la sociedad entera se sirve principalmente de los zoomorfos y otras bestias para crear su mundo, aunque muchas de estas criaturas no solo sirven como esclavos, sino también como diversión en el coliseo.
El invierno fue demasiado duro para todos y aún falta un mes para que llegue la primavera; un grupo de hombres a caballo, de regreso a roma, se encuentran en el camino con lo que parece ser una joven maltrecha, enterrada entre la nieve y desnuda, al verle más de cerca se llevan una gran sorpresa, una chica con piernas de cabra y unos pequeños cuernos en la frente, todos quedan sorprendidos al ver que es una chica fauno, Goldar al verle decide llevarla consigo a su hogar, baja del caballo y la toma en sus brazos, al levantarla nota en su mano izquierda el pequeño pecho de la chica, muy suave y no mayor al tamaño de una naranja.
Al llegar a su residencia, Goldar lleva en sus brazos a la fauno, todos los empleados le miran con asombro, pero al igual que los jinetes que le acompañaban, nadie dice una sola palabra; rápidamente la lleva hasta una de sus habitaciones y manda pedir calentar agua, además de pedir un par de frazadas. Al verle más detenidamente, descubre que la apariencia de la joven es de un aspecto delicado, sus rasgos faciales son exquisitos, su tez blanca como la nieve, al igual que el pelaje de sus piernas y su pelo, una cintura muy delineada, caderas anchas, bien formadas, sus pequeños pechos con un par de pezones rosados a juego con su piel, de poco más de 1.30 metros; pero su cuerpo estaba lleno de hematomas, al parecer había sido golpeada recientemente.
Un médico fue llevado hasta la joven para ser examinada, el diagnóstico fue favorable, algo de reposo, al igual que fomentos de agua para bajar la hinchazón de los golpes y en un par de días estaría mejor. Ya tarde, ese mismo día la chica comenzó a reaccionar, al abrir los ojos entro en pánico al ver el lugar y no reconocer nada, acurrucándose en un rincón, temerosa y trémula, viendo en todas direcciones, ve a un joven parado frente a ella, fija su mirada en él, a lo que él dice:
-No temas, mi nombre es Goldar, no te are daño; te encontré entre la nieve mal herida, te traje hasta mi hogar para ayudarte. No sé quién te hizo eso, pero ahora estarás bien, solo dime ¿cuál es tu nombre?…
-M… me… llamo… Anafa…
-Un placer conocerte Anafa, podrías decirme quién te ha golpeado tanto, casi mueres por los golpes.
-Mis… mis…
– No te fuerces, cuando estés lista para decirlo lo aras, ahora descansa un poco que falta te hace, mañana hablamos.
Al amanecer Goldar entra en la habitación de Anafa con una charola de comida, donde incluye diversos manjares.
-Buen día, espero hallas tenido una buena noche, no sé qué te guste comer, así que traje un poco de fruta y pescado, espero te guste.
-Dígame señor Goldar, ¿por qué me ayuda?, ¿qué gana con ayudarme?…
-Sabes, la verdad al verte ahí tan indefensa, sentí un poco de pena por ti…
-Ahora estoy bien, es mejor que me vaya de aquí… – al decir esto la joven camina hacia la puerta de la habitación con la intención de abandonarla.
-Espera Anafa, no hace falta que te marches, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, mi intención no es ofenderte… -le dice Goldar mientras la toma del brazo izquierdo y la hace girar sobre su propio eje…
-¿Y por qué debería quedarme?…
-Aún no estás del todo bien, y me encantaría saber un poco más de ti, pero si tu deseo es irte, puedes hacerlo, solo permíteme que alguien te acompañe hasta tu hogar, no me gustaría que te volvieran a golpear.
Algo pensativa, con los ojos fijos en el joven, Anafa camina por el cuarto sin perder de vista a la persona que está frente a ella; sin entender el por qué siente confianza en Goldar y decide contarle la verdad…
-Sabes, eres un humano muy amable, me sorprendes y te agradezco el querer ayudarme, yo simplemente tengo que irme, no es necesario que mandes a alguien a cuidar de mí, de todas formas ya estoy muerta…
– ¿Cómo dices?… ¿por qué estarías muerta?… ¿quién te quiere hacer daño?…
-No debería contarte, pero qué más da, pero primero dime, ¿Cuántos faunos hembras as visto en tu vida?
-A parte de ti, ningún otro.
-Soy la primer mujer fauno, la única, también una deshonra para los de mi especie…
-Desconozco mucho de tu especie, pero si me cuentas un poco más de sus tradiciones y como nacen para entenderte mejor el motivo por el cual dices ser una vergüenza entre los tuyos, te lo agradecería…
-Qué más da, bien te contare, primero que nada debes saber un poco de la vida de los faunos, son criaturas depravadas y hedonistas, viven en las profundidades más primitivas de los bosques. Adoran el vino, la música y los placeres carnales, son famosos por su libertinaje y zalamería, cortejando a incautas doncellas y algunas veces muchachos.
-Me sorprende tu forma tan fluida y correcta de hablar.
-Mi padre me enseño… -ella se sienta en la orilla de la cama, toma con su mano la colcha de seda fina, acariciándola con delicadeza y continua diciendo… -Los faunos son siempre hombres atractivos y bien formados, gran parte de su talento radica en su habilidad para la música. Con la ayuda de sus famosas flautas, son capas de tejer una gran variedad de conjuros melódicos diseñados para encantar a otros y ponerles en sintonía con sus deseos caprichosos.
-Vaya, no sabía que tan peligroso pueden ser los de tu especie… interrumpe Goldar.
-Aun así, a pesar de que los faunos tienden a valorar su propio entretenimiento por encima de los derechos de los demás, no actúan con mala fe hacia aquellos a los que seducen y los niños nacidos de estos encuentros siempre son faunos de sangre pura, generalmente estos se los llevan en secreto poco después de nacer.
-Y en tu caso naciste mujer.
-Así es, y por ese simple hecho los de mi especie no me quieren y los tuyos nos temen o incluso nos odian.
-Yo no te odio, quizás temería que me encantes con tu música, pero no te odio.
-No te preocupes, yo no puedo usar ese don, me fue negado al nacer…
-¿Cómo puede ser eso?…
-Entre los mío existe mucha magia, ellos sellaron mi habilidad para la música…
-¡Y tu padre no te defendió!…
-Mi padre me defendió tanto como pudo, lo más que consiguió hacer es que no me mataran, pero el acaba de morir y ahora estoy sola, fueron los mismos faunos quienes intentaron acabar con mi existencia.
-Sabes, no tienes necesidad de estar sola, puedes quedarte a mi lado.
-¿Y qué dirían los tuyos?
-En esta casa se hace lo que yo dicte.
-Eres muy joven para mandar… no te creo.
-¡Hay Anafa!, al igual que tu estoy solo, mis padres murieron cuando yo tenía diez años, gracias a mi maestro y tutor he logrado sobrevivir estos últimos cinco años, he aprendido también a llevar los negocios de mis padres y por esa razón estoy a cargo.
Con una riza picara ella le dice:
-Eres muy viejo entre los de mi especie, prácticamente un anciano…
-¿Cómo dices?…
-Bien, en los de mi especie solo vivimos un promedio de quince años de tu especie, mírame a mí, yo apenas tengo dos años, más sin embargo si fuera de tu especie sería un bebe, ustedes son tan longevos que les envidio.
-En verdad que desconozco mucho de ustedes. Me gustaría proponerte un trato, puedes quedarte a vivir aquí, ayudarías con los quehaceres de la casa y a cambio tendrías techo y comida, ¿qué te parece la idea?
-Quieres que sea tu esclava, no lo creo…
-No serías mi esclava, solo te harías cargo de limpiar mi habitación y lavar mi ropaje, no harás más que eso. No tendrás que vagar más sola por el mundo.
Anafa, cabizbaja, pensativa, toma su tiempo antes de responder…
-Está bien, lo are, solo prométeme una cosa, el día que yo decida partir no te opondrás.
-Trato hecho señorita Anafa…
El tiempo trascurre, los días comienzan a ser más largos, la primavera esta próxima, Goldar y Anafa se han vuelto cada vez más cercanos, un día como cualquier otro, ya entrada la primavera, Anafa se encontraba de rodillas limpiando, Goldar entra repentinamente y para su sorpresa le ve ahí con el trasero levantado exponiendo su vagina al aire, fue la primera vez que el veía esa parte de ella, noto como ella estaba mojada, prácticamente ella se encontraba en un grado de excitación tan alto que a él le pareció oler los fluidos vaginales de Anafa, ella al sentir su presencia voltea un poco el rostro y le ve de reojo, sonríe tierna mente y continua limpiando. Repentinamente ella comienza a acariciar su vulva consiguiendo con sus dedos un alivio temporal; el corazón de Goldar se comienza a agitar al pensar en los placeres que le esperaba en los brazos de su chica fauno. Pero la dulce emoción anticipada se convirtió rápidamente en una excitación incontrolable. Él se agacho y comenzó a lamer primero lentamente la vagina de ella, rápidamente comenzó a cambiar el ritmo haciéndolo más eufórica mente.
-No tan aprisa amo –dijo metiendo su mano entre la boca de él y su parte intima- se más delicado con migo, es mi primera vez…
-No te preocupes querida Anafa, seré delicado contigo, no te sientas cohibida y si algo no te gusta házmelo saber; quiero compartir mi dicha contigo. ¡Te ruborizas!, ¡no debes hacerlo!
-Si enrojezco es de ansiedad –exclamo ella sonriendo.
“Ella comenzó a desabrocharme ágil mente la camisa, la hermosa fauno aproximó sus labios a los míos y me beso con dulzura. Entonces, una vez que la ropa hubo caído al suelo, me abrazó, y sus besos tomaron un carácter más ferviente, suspiró, tocando con su lengua mi cuello, y quitándome al mismo tiempo la ropa interior.”
“La encantadora y delicada criatura examinó cada parte de mi cuerpo con sus manos y su lengua; entonces se metió entre mis muslos y con ambas manos tomo mi falo para depositar lo en su boca, metiendo y sacando a un ritmo lento mi miembro; repentinamente se detuvo, se me acercó, poniéndome boca arriba sobre la cama, se montó encima de mí de tal modo que su vulva estaba al alcance de mi boca, al tenerla tan cerca fue una tentación para mis labios, comencé a lamer la , luego, separando con ambas manos sus labios vaginales introduje mí lengua.”
“Ella comenzó a frotarse enloquecida mente contra mí, entonces, metiendo su cara en la carne suave de mi vientre, comenzó a formar círculos calientes y húmedos con su lengua, en un arrebato de pasión literalmente se tragó todo mi pene, haciendo que mis fluidos salieran a borbotones, trago tanto como pudo, pero comenzó a atragantarse y solo lo dejo ir.”
“Anafa se separó de mí, se dio media vuelta, se inclinó hacia adelante y levanto su trasero, al tiempo que dijo”
–¡Mira qué estas esperando!, lo único que tienes que hacer es tomarlo.
“Con asombro noté que la forma abierta y vulgar en que se ofrecía contribuía mucho a aumentar el atractivo que para mí presentaba. Le tome de sus caderas bien formadas para girarla y tirarla sobre la cama. Sus ojos eran chispeantes, y su sonrisa radiante; sus piernas en forma de cordero no me importaban y sus pequeños pechos con sus pezones a punto de reventar me excitaban demasiado, comencé a acariciarlos con mi lengua caliente y húmeda, a chuparlos con delicia; ella soltó un gemido suave y claro, comencé a bajar con mi lengua, recorriendo su tersa piel hasta llegar a su entrepierna, le seguí lamiendo su vagina, jugando con mis dientes sobre su clítoris hasta que le produje un placer tan alto que tuvo un orgasmo que casi me atraganta.”
“Poniéndome de rodillas separe sus piernas y coloque mi miembro erecto, la penetre con delicadeza, pero la excitación era tal que comencé a acelerar el movimiento, locamente entraba en su orificio, provocando espasmos de amor en todo mi cuerpo, ella suspiraba de placer; vertí todos mis jugos en su coño abierto, mientras ella explotaba de placer teniendo multiorgasmos.”
“Durante dos horas locamente deliciosas nos esforzamos el uno con la otra, extrayendo los dulces jugos del amor de nuestros cuerpos, hasta que por fin me encontré entre sus brazos y mi miembro en su interior, extasiados y rendidos.”
“Las palabras son demasiado poca cosa para describir los goces que sentí aquel día en mi cuerpo. Mi querida Anafa me dijo, acariciando tierna mente mi pecho:”
-Has probado hoy el vino del amor, pero lo que hoy as degustado es solamente la espuma que flota en la parte superior del barril, hay mucho más a tu alcance, mucho, muchísimo más…
“Y con aquella promesa, caímos profundamente en los brazos de Morfeo…”
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!