In Another World With My Smartphone – Parte 1 – Yumina Ernea Belfast
Despues de la boda viene el sexo.
Hola queridos lectores, he estado leyendo esta novela ligera y me gustó mucho, tanto así que quise escribir estas historias sobre como el protagonista se coge a su harem de esposas, y también a las chicas ginoides, así que disfrútenlo.
Nota adicional: en la novela original el personaje de Alma Strand solo aparece en unos cuantos volúmenes y no se le vuelve a mencionar, y ni siquiera aparece como invitada a la boda (o por lo menos no se le menciona), la verdad me hubiera gustado que se convirtiera en esposa del protagonista, pero bueno, se vale soñar y escribir historias alternas, por eso la incluí como décima esposa de Touya.
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Después de que se celebró la boda, aparentemente era hora de profundizar con mis recién nombradas esposas, y para ello mis prometidas habían estado reuniéndose en secreto y decidieron el orden para ello.
En pocas palabras, yo estaría… … viendo a mis esposas en el orden en que nos comprometimos. En otras palabras, sería Yumina, luego Linze, Elze, Yae, Lu, Sue, Hilde, Leen, Sakura y Alma.
En otras palabras… Tenía que visitar la habitación de Yumina esta noche, la de Linze la noche siguiente, y así sucesivamente.
Después de que logré escaparme del intento de violación de Cesca, quien se nombraba a si misma mi sirvienta personal, me dirigí a la habitación de mi esposa Yumina, quien al entrar estaba esperándome un poco ansiosa y con algo de timidez le hablé.
«[Prison]».
«Uhm… ¿Qué es esto?»
Activé la [Prison] alrededor de la habitación de Yumina, para su sorpresa. Con eso en su lugar, nadie podría espiarnos o entrar en la habitación.
Aunque no me sentía exactamente seguro con eso solo. La Dra. Babylon podría haber violado fácilmente nuestra privacidad con cámaras de seguridad u otras medidas similares. Así que rápidamente hice un hechizo de [Search] búsqueda para comprobar, pero no encontré nada. Tal vez estaba pensando demasiado… La doctora Babylon puede haber sido una criatura horrible, pero probablemente no era tan mala. Me sentí un poco mal por sospechar de ella, pero me había dado razones para sospechar de ella en primer lugar.
Dejé escapar un suspiro de alivio… y Yumina de repente aclaró su garganta desde la cama como respuesta.
«… ¿Touya? ¿No has estado descuidando a tu nueva esposa?»
«Oh… Lo siento… Me distraje.»
Mierda… No quiero agriar el ambiente aquí …
Rápidamente me compuse y me disculpé. Pareció aligerar un poco su estado de ánimo.
Yumina se sentó en la cama y apoyó su cuerpo hacia adelante. Antes de que me diera cuenta, se inclinaba con las manos delante de su cuerpo.
¿¡De quién aprendiste eso!? ¿¡de Yae!?
«No tengo experiencia… pero espero que crezcamos juntos el resto de nuestras vidas.»
«S-Sí… me siento exactamente igual…»
De repente me sentí obligado a reflejar las acciones de Yumina. Me arrastré hasta la cama e incliné mi cuerpo hacia el de ella. Luego, miré hacia arriba y vi que ella me miraba directamente a los ojos. Toda la tensión acumulada en mi cuerpo se fue volando al ver eso.
Supe en ese momento, con absoluta certeza, que pasaría el resto de mi vida con esas chicas. Ninguna duda más contaminó mi corazón.
Tomé la mano de Yumina en la mía, y cerramos nuestros labios. El coraje que me faltaba durante la ceremonia comenzó a surgir dentro de mí.
Comencé a besar sus labios con verdadera pasión, incluso más de la que se sintió en nuestro primer beso hace ya tiempo.
Yumina, al sentir mi lengua en su boca, me ofreció su lengua y estaban prácticamente enroscadas como dos lombrices bailando, a este paso no sé si me convierta en un semental o en un depravado sexual, aunque eso ya no me importaba.
Después de nuestro apasionado beso, nos separamos y después de que Yumina asentara con su cabeza supe que debía dar el siguiente paso.
Comencé a desabrochar la parte superior de su pijama rosada revelando un pequeño pero lindo sostén de encaje que se veía bien en ella, mi respiración estaba aumentando y la de ella también.
«Por favor, Toya, sigue adelante…»
«S.… si…»
Apenas asentí a la petición de Yumina y mis manos liberaron a los dos prisioneros de su celda, los senos de Yumina que por primera vez los veía al descubierto, no eran más grandes que dos naranjas maduras, cuando la conocí su pecho era algo más pequeño, pero en este tiempo que ha pasado, más de dos años de este mundo, se podía notar cuanto había crecido.
Me quedé anonadado contemplado la majestuosidad que tenía frente a mis ojos que no noté que Yumina se estaba sonrojando.
«Touya…. no te quedes mirando, me da vergüenza…»
«Lo siento»
Yumina claramente estaba avergonzada, y no era para menos pues era nuestra primera noche de pasión y por fin pude ver los senos de una mujer por primera vez. Aunque si consideramos el hecho de que Flora era más una construcción artificial que una chica humana entonces mi argumento si era válido.
«Touya, no estabas pensando en los senos de otra mujer, ¿verdad?»
«No.… no, claro que no»
Yumina y mis demás esposas se volvieron cada vez más perspicaces, quizás se debió al hecho de que recibían mi influencia divina, y también Yumina poseía los ojos místicos de la intuición, eso daba algo de miedo, así que sin perder más el tiempo puse mi mano derecha sobre el seno izquierdo de Yumina y comencé a apretarlas suave y delicadamente haciendo que Yumina soltara pequeños gemidos de excitación, y mi otra mano hizo lo mismo con su otro pecho, estaba masajeando las tetas de Yumina mientras ella estaba gimiendo suavemente con los ojos cerrados.
«Por favor Touya, hazlo»
«Cuando dices hazlo, ¿te refieres a chu… chupártelos?»
«Por dios Touya, no hagas esperar a una mujer de esa manera»
Con el permiso de mi recién consolidada esposa, acerque mi boca a su pecho e instintivamente comencé a succionarlo como si fuera un becerrito a la vaquita. Yumina soltaba ligeros gemidos mientas le mamaba las tetas que no pensé fuera a chupar aun después de casados, luego de un rato mi esposa puso sus manos sobre mi cabeza y me pidió que siguiera chupando sus senos un buen rato más.
Después de que chupé sus tetas estaba a punto de bajarle el pantalón de su pijama cuando sus palabras me detuvieron en seco.
«Espera Touya, tú también tienes que desvestirte»
“Ah… si… lo haré”
Rápidamente me quite mi ropa y quede completamente desnudo y cuando me di la vuelta Yumina ya estaba igualmente desnuda, me tomó mi mano y me guio hacia la cama donde ella quedo boca arriba y yo encima de ella besándola nuevamente con pasión.
Nuestro besó duró un poco más que el anterior, ya que mientras la besaba masajeaba ese par de tetas que aún estaban en desarrollo, no sé si la lujuria se iba apoderando de mi mente, pero no creo que ese haya sido el caso, más bien era algo que esperábamos hacer hace tiempo y lo estábamos haciendo con toda la pasión que había en nuestros corazones.
Después de nuestro beso extendido me aparte de ella cerrando un poco mis ojos y cuando los abrí contemple el cuerpo desnudo de Yumina, mi libido iba en aumento por lo que mi miembro estaba poniéndose muy erecto, era la primera vez en mi vida que me sucedía esto, de hecho, en mi vida anterior en la Tierra jamás me había sucedido, tuve suerte de casarme con chicas hermosas y decididas a ser mis esposas.
Me estaba perdiendo en mis pensamientos que Yumina me trajo a la realidad, con sus manos sujeto mi pene erecto y lo comenzó a frotar con suavidad y delicadeza, sus manos eran cálidas y muy suaves, lo sé porque en más de una ocasión le había tomado de la mano, pero sentir sus manos en mi pene hizo que mi corazón se acelerara por lo que me estaba haciendo.
“Es el deber de una esposa atender a su marido de esta manera”
“E… Espera, ¿de dónde sacaste esa idea?
“De un libro de la Doctora Babylon que estaba en la biblioteca”
Ahora recuerdo que cuando Sue me preguntó cómo se hacían los bebés, la doctora se había ofrecido a explicarle adecuadamente, yo tenía mis dudas sobre si confiar en ella para esa tarea ya que ninguna de mis prometidas se atrevía a hablar con Sue sobre la concepción, pero aparentemente todas ellas fueron instruidas de antemano sobre el arte del sexo, ya que tarde o temprano terminaríamos haciéndolo, solo que no esperaba que Yumina me masajeara mi pene para darme placer.
Yumina me frotaba cada vez más rápido por lo que se puso mi miembro en la boca para acelerar el proceso de eyaculación y cuando lo hice, la primera corrida en mi vida, llené la cara de Yumina de mi semilla, parecía que ella estaba comiendo un helado que termino por derretirse en sus mejillas, la escena era sacada de algún hentai de mi mundo original.
Aparentemente ella tenía ganas de seguir haciéndolo por lo que me acosté en la cama y ella sobre mí para adoptar la posición de 69, y comenzamos a lamer nuestras partes, ella se llevó a la boca mi pene nuevamente pero esta vez chupaba con más ahínco que la vez anterior, y yo por mi parte lamia por primera vez una vagina y debo decir que su sabor era increíblemente bueno, creo que nunca antes había probado algo tan rico como esto, pero ya nada de eso me importaba ahora, solo nos concentramos en hacer lo nuestro hasta que cada quien se vino en la boca del otro.
“Ah Touya, voy a.…”
“Yo también, Yumina, voy a….
“Ah…”
Los dos dimos un grito al unísono que casi podría jurar que alguien afuera podría haber escuchado, pero me aseguré de aislar el ruido para que nadie escuchara.
Después de habernos hecho un 69 el uno al otro aún faltaba la parte más importante del sexo, así es, iba a perder la virginidad junto con Yumina, y al parecer ella me había leído el pensamiento puesto que ya estaba lista para ser penetrada.
«Ya estoy lista Touya»
Yumina abrió sus piernas y lentamente fui introduciendo mi miembro viril dentro de ella cuidando de no lastimarla, y entro sin ninguna dificultad, lo cual me sorprendió, aunque si salió un poco de sangre debido a que le había quitado su virginidad, me encargue de limpiar la sangre, aunque Yumina decidió dejarlo así ya que era el recuerdo de nuestra primera vez.
Comencé a moverme lentamente para que se acostumbrara y después de unos minutos me pidió que lo hiciera más rápido. La escena era propia de una serie hentai de mi país de origen, un chico cogiéndose a una chica que además es su esposa y tienen confianza mutua, y además tenia a otras nueve esposas esperando por esta ocasión única de ser su primera vez.
Aumenté la velocidad de la penetración hasta que ambos empezamos a gemir del éxtasis, mi pene se hacía cada vez más grueso dentro de su vagina, pero ella lo disfruta con mucho gozo, y después de unos minutos cambiamos la posición.
«Yumina, colócate encima de mi»
«De acuerdo, Touya»
Ahora Yumina estaba encima de mí en posición de vaquera y yo estaba acostado boca arriba contemplando el cuerpo de mi esposa, que pasó de ser el de una niña de sexto de primaria a una hermosa adolescente de secundaria, su cabello dorado brillaba con la poca luz que había en la habitación y sus tetas habían crecido desde la primera vez que la conocí, no crecieron demasiado, pero si se le notaban algo más grandes desde la vez que estuvimos en el mar de Eashen.
«Ah, Touya, sigue, me gusta…»
Con el permiso de mi esposa, empecé a moverme cada vez más y más fuerte, me aseguré de silenciar el espacio privado para que nadie pudiera escuchar afuera de la habitación, aunque ya lo había hecho cuanto active el hechizo lo hice nuevamente solo para asegurarme.
“Touya, Touya…”
“Ah, Yumina… eres…”
“¿Si?”
“Eres muy importante para mí”
“¿y las demás chicas?”
“También lo son, no podría vivir sin ustedes”
“Me alegra escucharte decir eso, anda sigue cogiéndome como lo estás haciendo”
“A la orden”
No esperaba que Yumina me pidiera que la siguiera cogiendo, no sé de donde sacaría tanta energía para aguantar una noche traviesa, no, espera, no será que leyeron ese libro que encontré en la biblioteca. Se llamaba si mal no recuerdo “Consejos para una noche traviesa; manual para principiantes” ahora creo saber bien que Yumina y las chicas habían leído ese libro para esta ocasión, cuando lo leí me había sonrojado mucho que deje de leerlo, la verdad prefería confiar en mi instinto masculino en lugar de un libro sobre sexo, pero ahora sé que debí haberme preparado bien.
“Ah…, Touya, ya casi…
“Yo también…”
Los dos terminamos con una corrida que nos dejó exhaustos, y como ya no teníamos energía para seguir haciéndolo solo nos limitamos a besarnos desnudos en la cama y dormir de esa manera hasta el amanecer.
Ahora sí, había dejado de ser virgen para convertirme en todo un hombre que vivirá feliz para siempre con sus esposas.
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Palabras de Neon: Hola queridos lectores, estoy de regreso con más historias eróticas para ustedes, como mencioné al principio me gusto mucho la novela ligera del mismo titulo, y aunque su adaptación al manga y anime quedó mucho a deber, me alegra saber que habrá segunda temporada, voy a seguir terminando las sagas que tengo pendientes, por motivos de trabajo no he podido pero tengan la certeza que que las subiré pues son mucho los que me han pedido las continuaciones, el de Celular extraviado esta cerca del final y ademas les espera una sorpresa a los alumnos varones de dicha saga, la del maestro de rondas y el velador todavía falta pero estoy trabajando en ello, dejen sus likes y comentarios, y si quieren que suba las demás partes de Touya con sus demás esposas. (menudo bastardo suertudo 😉
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