LA ESCUELITA DE FÚTBOL. (7).
La noche con Ivón fue sensacional, aunque una buena noticia “enfría” todo. Todo tiende a encarrilarse, pero estuvo bastante movido. Nueva Directora..
IVON – OPERATIVO EXITOSO – DIRECTORA. -7-.
Ivón llegó un poco después de las siete de la tarde, la vi por el portero visor y le avisé que subiera en el ascensor “A”, hasta el décimo piso, la estaba esperando apenas abrió el ascensor y las paredes espejadas del recibidor me devolvieron las imágenes multiplicadas de una trigueña despampanante que, luego de saludarme con un “hola Nacho”, un tanto sorprendida por el lugar que veía, me echaba los brazos al cuello y me besaba con pasión y deseos.
Ameritaba devolverle el saludo con el mismo ímpetu y se instaló por instantes un duelo de lenguas, labios y manos que más que acariciar, tocaban con ganas. Vestía una campera de cuero fino que, totalmente desabrochada, hacía resaltar su hermoso par de tetas “escondidas” detrás de una remera blanca ajustada que no disimulaba sus pezones endurecidos y erectos. La pollera era tableada, de color negro que no llegaba a ser minifalda pero que mostraba la mitad de muslos como columnas.
Quedaba casi a mi altura porque las sandalias de tacos altos, la hacía más alta y estilizaban sus piernas parando sus nalgas. Ni tiempo a que se me cayeran las babas porque enseguida nos besamos, pero, aunque no había sido pensado para eso, los espejos del lugar completaron todo el cuadro. Primero mis manos fueron a su espalda, pero no me pude contener y levantando su pollera me prendí con los diez dedos a sus nalgas descubiertas en las que sólo pude ver una tirita perdiéndose en la zanja celestial (o infernal, no importaba tanto) que formaban sus dos montes.
Gemía con ganas cuando apreté su pelvis contra el bulto acerado que ella trataba de tocar con una de sus manos. No podía, la posición y lo pegados que estábamos no le permitían incursionar en mi entrepierna, sólo lo logró cuando nos separamos del beso que nos dábamos…
- Luego te pregunto sobre la grabación, esto fue tal como lo pensé, tenía muchas ganas de que me recibieras así, con besos, con ganas, con fuego y haciéndome notar que estás caliente por tenerme a tu lado, tan caliente como lo estoy yo. Me encanta que tus manos se hagan dueñas de mi culo y que tu dureza se aplaste en mi pelvis.
- Con vos no puede ser de otra manera, sos todo lo que un hombre puede desear y mucho más.
- Algunos no piensan igual, no importa… ¡Nacho, este es un semipiso, si el recibidor es así, me imagino lo que debe ser todo el interior!… Que callado te lo tenías, para “matadero” es enorme.
- Jajaja, nada que ver, me suelo quedar acá un par de días de la semana, normalmente cuando no tengo Escuelita o no tengo ganas de manejar hasta mi otra casa.
Pasó al interior y me pidió que no me enojara, pero quería recorrer el lugar. El living, el mini bar, el comedor, la cocina, el balcón conectado a dos habitaciones, los vestidores de éstas, los baños en suite y las habitaciones propiamente dichas generaron variados comentarios que tuvieron como eje la admiración por el lugar. La dejé que lo hiciera sola y cuando regresó a mi lado llevaba la campera y la pollera en la mano, arrojó la ropa en el sofá y me aceptó la copa que le había preparado.
- Tu semipiso de soltero es maravilloso, te imagino entrando acá y sumergido en esta tranquilidad, olvidándote del Mundo. Es un lugar tranquilo, íntimo, seguro, no sé si será porque una sabe a lo que viene o se lo imagina, pero se convierte en un lugar con morbo, erótico y es como que te sentís liberada estando aquí adentro.
- Debe ser así, porque veo que ya estás torturándome con la “liberación” de alguna de tus ropas, si vestida estabas para el infarto, semidesnuda estás decididamente mortal.
- Por eso lo de la “liberación”, sentís que las ropas sobran y lo morboso está dado porque lo que resta te corresponde sacarlo a vos. Quiero que me lleves desnuda hasta tu cama y allí yo me ocuparé de vos. No sé qué me pasa, estoy totalmente erotizada, siento que en cuanto me toques estallo.
Dejando la copa sobre una mesa ratona, se acercó a mí para besarme abrazándose a mi cuello y para que me ocupara de su desnudez. Primero fue la remera y tal como imaginé, no había nada que sostuviera esas dos masas de turgente carne de areolas medianas y endurecidos pezones. Apenas fueron caricias con la punta de los dedos en esos pezones duros porque me apartó con las manos, “si me las acariciás otra vez, exploto”, me dijo mirándome con dulzura y pasión indisimulada mientras se mordía suavemente los labios y me trasladaba su “calentura”.
No se la iba a hacer tan fácil, me arrodillé ante su pubis y pasando las manos desde su cintura, localicé las tiritas y enganchándola entre los dedos, bajé las manos recorriendo sus nalgas prietas en cámara lenta. No quise mirarla, pero sentía que sus muslos temblaban y subía y bajaba con sus talones. La exigua tela que tapaba su vagina era un trapito mojado que me brindó su aroma femenino como el mejor de los afrodisíacos. La prenda llegó a la altura de sus rodillas y ya no aguanté más, mi boca y lengua se hicieron dueñas de su hendidura depilada a la vez que apretaba sus nalgas con mis dos manos. Fueron segundos, sus temblores se intensificaron, sus nalgas en mis manos se endurecieron, sus muslos apretados contra mi pecho se hicieron sentir en su temblor y al grito de: “¡Cristo santo Nacho, no me aguanto!”, literalmente explotó en un orgasmo que superó en intensidad sus propias expectativas.
Temblaba, gemía, tenía contracciones esporádicas, sollozaba y se notaba que se aguantaba el grito que quería salir desde sus entrañas. Mi rostro se empapó de sus jugos y me dificultaba respirar porque hacía fuerza con las manos sobre mi cabeza como si quisiera meterla en su interior. Se arqueó sobre mi espalda permitiéndome respirar mejor y aguanté sus temblores y la flojedad de sus piernas.
“Mi amigo” estaba en su esplendor, atrapado entre mis ropas y encogido por la posición y no me importó, mi ego sustentaba todo, estaba por las nubes, pocas veces había logrado arrancar un orgasmo de esa naturaleza. Tenía claro que mucho tenía que ver su propia “película”, pero yo estaba ahí de protagonista y me llevaba las mieles de su placer. No moví más mis manos ni busqué ninguno de sus agujeritos, sólo me mantuve allí, apoyándola en sus glúteos, esperando a que se relajara y recompusiera. Siempre se tarda más en contarlo que en experimentarlo y comenzó a incorporar un poco su cuerpo permitiendo que yo pudiera levantarme para abrazarla y besarle los labios y la cara surcada por el maquillaje corrido de sus ojos.
- Nunca me pasó una cosa así Nacho, no podría definir el placer que sentí, me moría, flotaba, temblaba, fue… no, no puedo definirlo.
- Se te juntaron todas las ganas y todo lo que habrás pensado desde que te dije que vinieras y eso me pone bien.
- Jajajaja, si, tenés razón, maldito, si hasta me tuve que poner una toallita porque me mojaba toda de sólo pensar, me la saqué rápido en el taxi cuando el taxista buscaba para darme el vuelto, la tiré en un cesto, pero ya en el ascensor estaba chorreando de nuevo, estos diez pisos fueron una tortura, hasta me tuve que secar cuando me saqué la pollera en tu baño, jajaja, jamás me pasó algo así.
- Te aseguro que mi ego está más que agradecido, ¿qué hacemos ahora, seguimos o pedimos la comida?
- ¿Comida, qué es eso?, llevame a tu cama, por dos motivos, uno porque ahora más que nunca merecés que me ocupe de vos y dos porque mi culito me lo está pidiendo a gritos, desde el otro día te extraña como nunca pensó que lo haría.
Caminó delante de mí y se me cruzó por la cabeza que si la hubiera filmado en su andar seguro y altamente provocativo sin que buscara ese efecto y se lo notara como muy natural, la filmación serviría para miles de pajas incentivadas por la imaginación y el morbo. Ahora el que estaba a punto de explotar era yo pues imaginaba lo que ella querría hacerme y aunque fuera igual a lo de siempre o a lo que pudieron hacer otras, ella había logrado instalar un ambiente “especial” y altamente erótico. No sabría explicarlo, quizás era por su propia personalidad, pero no era “una mina que venía a coger o a echarse un polvo con un amante”, era “una mujer que venía a entregar y recibir placer con quien quería hacerlo” … Yo me entiendo…
Me desnudó besándome y acariciándome por todos lados, se tomó su tiempo y me encantó, luego se acostó encima de mí y me besó profundo para comenzar a bajar por mi cuerpo recorriendo con sus labios toda la piel que encontraba a su paso, mantenía a “mi amigo” apartado apretándolo con la mano, hasta que finalmente llegó a él y la lamida que dio desde los testículos al glande me erizó toda la piel.
- Estás muy lejos, no te puedo tocar, -le dije notando que aun sentándome sólo podría acariciar su espalda-.
- Mejor, si me llegás a tocar o a besar no podré terminar lo que quiero hacer, -contestó convencida-.
No me quedó más que acostarme y mirar el techo, apenas un rato porque el placer no me dejó mantener los ojos abiertos y traté de contener mis ganas de explotar. Podría contar en un montón de renglones lo que me hizo con su lengua y boca en mi ariete para darme placer y las sensaciones de sus dedos acariciándome los huevos hinchados, pero, me quedaría corto, fue todo lo que se pueden imaginar y un poco más. En determinado momento ya no pude más, ella se dio cuenta de mis palpitaciones, se tragó todo, pegó con fuerza su nariz en mi pubis y apretando y soltando con sus dedos mis caderas, tal como si fuera un gato, tragó todo lo que mis testículos dejaban salir.
Yo me dejaba ir y ella gimiendo y temblando seguía aspirando como para vaciarme, en realidad, ni excedente en gotitas dejó y lo que me dio vuelta es que se lo sacó la boca y con sus labios apoyados en mi pelvis no dejaba de temblar ni de gemir a la par que ya sus manos no acariciaban, apretaban con fuerza en los costados de mi cuerpo. Había tenido un orgasmo descomunal por la mamada magistral y por el líquido caliente ingerido. Ya más tranquila me contó: “Fue tal la calentura que iba acumulando cuando te la chupaba que cuando acabaste no pude contenerme, lo logré yo sola, vos ni te moviste, ni me apuraste, ni me obligaste, ni quisiste cogerme la boca, te di placer por las mías, nunca me había pasado”.
La entendí, le acaricié el rostro y no le dije nada, mi cara de satisfacción lo decía todo. La tenía abrazada porque el momento ameritaba un relax y le pregunté si ahora ya podíamos pedir la comida. “Ahora sí “jefecito” y de paso, si querés, contame bien lo que pasa con esa mina y que hiciste con la grabación” …
Le di para elegir la comida de un menú del restaurant con delívery, eligió, llamé mientras se metía en el baño para darse una ducha rápida y cuando salió me dijo que iba a preparar la mesa con los platos y cubiertos, yo me metí en el baño mirando cómo se movía desnuda, hermosa y desenvuelta por la habitación.
Me la encontré en la cocina con un delantal que cubría la parte delantera de su cuerpo, desde su cuello hasta casi las rodillas, el que se ataba en la cintura por medio de dos tiras, ni sabía que estaba y seguramente era el que usaba la señora que venía a limpiar, la miré sonriéndome por esa vestimenta y me dijo: “Me lo puse para que veas como destapo la botella de vino”.
Se buscó justo la excusa porque se giró para buscar el vino y tal como esperaba, su culo, su admirable culo junto a la esbeltez de sus piernas enfundadas en las sandalias altas conformaba un cuadro infartante, “más mala no podés ser, es precioso, pero ya me voy a vengar cuando lo tenga a mi alcance”, -le dije admirándola y su risa sonó clara y cristalina-.
Sirvió el vino en dos copas y cuando nos sentábamos para conversar, sonó el timbre, era el muchacho del delívery, lo hice pasar y me dijo que lo atendía ella porque estaba “vestida”, no sé la cara que habrá puesto el chico cuando lo atendió por la puerta de servicio, pero imagino que habrá rogado para que se girara. Entró con la comida se sonrió y me dijo, “pobre chico, se quedó con la intriga”, luego sirvió en los platos y cenamos.
Le conté lo que pasaba gracias a la grabación que me había mandado y algo de lo que había hablado con el dueño de la empresa, le dije que se había sentido traicionado por los más allegados, Isabel incluida que hasta solía comer en la casa con el marido y salía de compras con la mujer de él, “es una hija de puta”, -dijo por lo bajo-.
Le conté que yo había mandado a investigar todo lo que pasaba en la empresa y habían “saltado” muchas fallas, desfalcos, robos encubiertos y demás, sin contar con una larga lista de empleados privilegiados que eran parientes. Me preguntó sobre lo que iba a hacer desde ahora en más y le contesté que no podía hacer nada si ellos no daban el primer paso…
- Imaginá que, si no se da lo que dijeron en la grabación, quedo un poco en el aire, no se los puede despedir porque sí, generarían una ola de juicios en la empresa, en cambio, si quieren ir a asustarme se van a encontrar con la policía esperándolos y desde allí en más un Fiscal y un Juez para apurar la Causa y que salten todos los resortes con declaraciones encadenadas.
- ¿Cómo te puedo ayudar yo?, me da una bronca bárbara que hagan esas
- Vos te vas a quedar tranquila, si se da lo que pienso el lunes va a haber un movimiento tremendo en la empresa y habrá que nombrar a nuevos Directores, por lo que averigüé están todos en esa rapiña.
- ¿Con Isabel cómo vas a hacer?
- Si salta todo va a quedar “pegada” por el tema de la grabación, si no se da, le voy a dar el traslado a otro lugar, no la quiero a mi lado.
- Espero que salga todo bien, aunque vos estás seguro porque el Presidente te dio el nombramiento de plena voluntad, fue ante un Escribano Público y yo fui una de las testigos que firmé corroborando sus facultades y que surgía de su voluntad.
No daba para más y le pregunté si seguíamos hablando o nos poníamos “juguetones”. Una teta se le había deslizado del delantal y parecía que me estaba llamando, “de jugar nada, quiero que me cojas y yo trataré de hacer lo mismo hasta que alguno de los dos quede agotado, placenteramente agotado”, -contestó sin pensar, pero sabiendo bien lo que quería-. No terminó de decirlo y el delantal fue a parar… en realidad no vi adónde fue a parar porque me tomó el miembro erecto con una mano y me llevó hacía la habitación como si se agarrara a una palanca. Lo que podía ser brusco fue de lo más dulce acompañado de una mirada y una sonrisa en que la felicidad no se podía disimular.
Primero fue la penetración de su culito y esto “a pedido”, por sus ganas “atrasadas”, según decía. Para eso me tomé mi tiempo relajando, lubricando y estirando las paredes de su esfínter a base de lengua, saliva y dedos, lógicamente, sin escuchar sus gemidos, sus gritos de placer y sus contracciones y temblores que anunciaban la cadena de pequeños orgasmos que la asaltaban.
La primera vez en la oficina había sido a los apuros y de un par de empellones, ahora fue con calma e ingresando con toda lentitud para que sintiera el “pedazo” en su totalidad. Vaya que lo sintió, pedía por la madre para que me apurara y la clavara hasta el fondo, “metela más, reventame el culo, dejá que me mueva, no aguanto la desesperación”, -decía tratando de lograr con sus empujones que me hundiera rápido en ella-. Llegar al final y aplastar sus nalgas con mi cuerpo generó un gemido de satisfacción que enseguida cambió por pedidos de más y más al comenzar a moverme entrando y saliendo de ese culo que me transportaba.
La posición de ella estando en cuatro me venía de perlas para lo que yo quería y volvió a estremecerse toda cuando, sin decir agua va, salí de su culo y penetré en su vagina anegada, ni despacio ni nada, se la clavé hasta chocar con su interior y allí el grito fue de dolor, mi glande también sintió el choque, pero se calmó enseguida con el ritmo que le impuse a las entradas y salidas. No pudo aguantar y volvió a repetir su seguidilla de orgasmos, hasta llegar a uno que la desmadejó y se dejó caer llevándome con ella, un par de empellones más aplastándola con mi cuerpo y conjuntamente con sus temblores que continuaban, la llené de leche en lo más profundo y allí quedamos los dos, placenteramente agotados.
Se movió para aliviar la presión de mi cuerpo y la ayudé moviéndome con ella, quedamos en cucharita, besé su cuello aferrando con una de mis manos sus tetas y la escuché decir en voz baja: “Nacho, quedate así, no te muevas, esto es lo mejor que me pasó” … Quedamos los dos para el arrastre y nos dormimos casi desmayándonos. Eran casi las cinco de la mañana cuando sonó mi celular, me desperté de un salto y me despabilé enseguida cuando vi que el que llamaba era el Subcomisario, Ivón también se despertó y se quedó escuchando…
- Señor Ignacio, lo llamaba para decirle que esto está bastante movido, el Fiscal está trabajando con nosotros junto a un grupo en los distintos allanamientos.
- ¿Qué pasó hombre, cuénteme que pasó?, ¿ustedes están todos bien?…
- Sí, gracias por preguntar y discúlpeme, estamos un poco acelerados, le cuento: A eso de las dos de la mañana quisieron entrar en la casa, cuatro tipos armados, los detuvimos a todos, hubo un par de disparos en la puerta y unos vidrios rotos, pero nadie salió herido. Uno solo sabía quién los había mandado, los otros lo acompañaban por un pago y la idea era moler a palos al morador de la casa y robarle algunas cosas.
- ¿Quién dijo que lo mandó?, ¿Ya lo detuvieron a ese también?…
- Nos dio el nombre de un fulano que resultó ser el cuñado del dueño de la empresa de transporte que trabaja para la empresa que usted representa. Éste fue detenido en la casa junto con la mujer y los dos hijos adolescentes, lo “apretamos” amenazándolo con la detención de toda su familia acusándolos de “Asociación Ilícita” y para que ellos zafaran “cantó” quien le había pedido y pagado a la gente para hacer el trabajo.
- ¿Qué seguramente resultó ser el dueño de la empresa de camiones?…
- Efectivamente y éste también fue detenido por las declaraciones del cuñado. El Fiscal lo interrogó y aduciendo una posible rebaja de condena, terminó haciéndolo firmar una declaración acusando al cabecilla de todo que, tal como usted creía resultó ser el Director en cuestión. Se trasladó un grupo a la casa del fulano y se lo detuvo conjuntamente con la mujer, la hija y el yerno porque viven todos juntos, el tema es interrogar a todos.
- ¿Ahora qué sigue?…
- Bueno, el Juez ordenó también la detención de la amante de este Director, acorde a la grabación que yo le hice llegar, la acusa de “cómplice” y “partícipe necesario”, se la detuvo junto con el esposo, pero creo que el tipo es un “perejil” que no tiene nada que ver, de todas maneras, se caratula todo como “Asociación Ilícita” por aquello que más de tres juntados para delinquir conforman una banda, además le dio intervención a la División de Defraudaciones y Estafas y ordenó la cautela sobre los fondos de todos los participantes.
- Bien, seguro caerán algunos más…
- Yo creo que sí, según lo que me dijo el Fiscal, están “hasta las manos” porque se le secuestró documentación que los delata, más las que yo les hice llegar por el trabajo de nuestro grupo, es difícil que puedan zafar así porque sí. Los muchachos de la divisional están contentos porque fue un trabajo limpio y eficiente y el Fiscal ni le cuento, baila en una pata porque se anota un “poroto” enorme desbaratando una banda de proporciones.
- Una Asociación Ilícita o banda, pero de “guantes blancos”, ¿no?…
- Eso está por verse porque comenzaron a acusarse entre ellos y salieron algunos asuntos un tanto más violentos, hay un par de incendios de camiones de otra empresa que quería ganar una licitación que nunca se efectivizó y algunas otras “cositas” más, ahora es trabajo de investigación y de interrogatorios.
- ¿Usted necesita que yo vaya para mi casa?…
- No, quédese tranquilo, acá ya está todo “limpio”, quedan dos muchachos de custodia. Lo que me interesaría es que usted esté en la empresa hoy al mediodía porque se tiene que hacer presente una delegación de Defraudaciones y Estafas, el Oficial a cargo va a ir con orden del Juez a preguntar por usted, revisarán documentación y computadoras. Van con órdenes de allanamiento, pero estando usted no habrá necesidad de romper nada que esté cerrado.
- Pierda cuidado, estaré allí al mediodía y les solucionaré cualquier dificultad.
- Bueno, lo dejo que descanse y también tengo que agradecerle porque yo también me apunté un lindo “poroto”.
- El agradecido soy yo y ya nos sentaremos a conversar más tranquilos.
No daba para seguir durmiendo, no había intervenido en nada, pero tenía la adrenalina a mil, pensé enseguida que iba a ser un sábado más que movido y bastante alterado.
- ¿Qué pasó Nacho?, ¿se dio como vos pensabas?, -preguntó Ivón, ya totalmente despabilada-.
- Mejor que lo que yo pensaba hermosa, hasta Isabel está detenida junto con el marido, se pudrió todo, báñate tranquila, yo voy a preparar el desayuno y te cuento bien porque tenemos que ir a la empresa al mediodía, -le contesté y se agarró la cabeza imaginando el despelote que se armaría-.
Ya los dos bañados y cambiados, sin clima erótico de por medio, tomamos el desayuno, que más que tomar devoramos, un regio café con leche con las medialunas infaltables calentadas en el horno de microondas. En el interín le conté todo lo acontecido y no dejé de recalcarle que todo había sido gracias a los ovarios que puso de manifiesto al grabar la conversación.
Se alegró mucho por esto y me repitió que podría contar con ella para lo que estimara conveniente, “para la cama también y cuando quieras, lo de hoy no lo voy a olvidar jamás, gocé como nunca, me duele por donde me toques, pero fue más que placentero”, -me dijo con una alegría indisimulada-.
Seguimos un rato más conversando sobre el trabajo y ya se habían hecho las ocho y media de la mañana, entonces me dijo que se iba a ir a la casa a cambiarse y que estaría en la empresa antes de las doce del mediodía, la despedí con un hermoso beso y me quedaba el “trabajito” de llamarlo por teléfono al dueño de la empresa para ponerlo al tanto de todo lo pasado. Esperé hasta las diez de la mañana y hasta ese momento anoté cuidadosamente todo lo que le tenía que informar y previendo la posibilidad de que se quisiera apersonar en la empresa en el momento de la llegada de la Policía. Atendió enseguida su celular…
- Buen día Ignacio, que raro usted en un sábado a la mañana, ¿tiene alguna novedad?
- Buen día señor, disculpe la hora…
- Jajaja, ¿de qué hora habla?, que yo me haya retirado del trabajo activo no implica que no les rompa las pelotas a todos con eso de levantarme temprano, cuénteme que pasa.
- Pasa que “estalló la bomba” y tengo un “paquete” de novedades. -Le conté todo lo pasado desde la grabación hasta lo que sucedería esa mañana-.
- No se imagina la tristeza que me da escucharlo, pero, en defensa de los intereses de la empresa y los nuestros, lógicamente, esto tenía que suceder y me alegro que lo haya resuelto tan rápido.
- Aparte de informarle, lo llamaba para decirle que hoy estará la Policía en la empresa y posiblemente querría usted estar ahí.
- No, para nada, yo ya no “corto ni pincho” en ese lugar, ¿no leyó el acta de traspaso que está firmada ante Escribano?, evidentemente que no, allí está bien explicitado que yo no pierdo la titularidad de los bienes de la empresa, pero las decisiones concernientes a ésta quedan bajo su exclusiva responsabilidad, lo único que usted no puede hacer es vender, enajenar o donar ninguno de esos bienes, aunque puede disponer de ellos como dueño. Usted es el Presidente y representante de la empresa, yo ya no tengo que ver allí, salvo por el cobro de las ganancias porcentuales que retiraré cada seis meses. Además, este es su triunfo, vaya y disponga.
No quedó nada más por decir, de paso recordé llamarlo al Director de Recursos Humanos, yo lo había puesto en el cargo hacía menos de una semana y ahora le tocaba “bailar con la fea” por el tema de los telegramas de despidos que tendría que cursar y las renuncias que tendría que aceptar. No pensaba “andarme con chiquitas”, entendía que la única manera de comenzar con el pie derecho era, como se dice en un juego de cartas, “barajar y dar de nuevo”.
La idea era pedirles la renuncia a todos los Directores dejándoles una pequeña posibilidad de zafar del tema judicial. Procedería con una intervención en todas las Direcciones, si alguno de ellos tenía algo que ocultar le dejaba la alternativa de renunciar antes de que se averiguara alguna cosa “sucia” por medio de la intervención. Si no renunciaba y se encontraba algún desmanejo quedaban expuestos a la acción de la Justicia porque serían denunciados.
Al llegar a la empresa ya me esperaba Ivón, junto al Director de Recursos Humanos y la delegación policial, me presenté con el Oficial a cargo y le dije que procediera a voluntad acorde a la orden judicial. En un aparte el Oficial me dijo que tenía orden directa del Juez para que me pusiera de acuerdo con el Presidente de la empresa, a fin de no secuestrar las computadoras y dejar a la empresa sin movimientos hasta reintegrarlas…
- Bien, eso me vendría muy bien porque en ellas figura todo el movimiento de venta y distribución y la empresa no pararía, ¿usted qué propone?
- Trajimos a dos Técnicos de Informática y ellos van a proceder a copiar toda la información de los discos duros, sin necesidad de extraerlos de las máquinas, tampoco vamos a cargar con cajas de papelería, estamos convencidos que toda la documentación se encuentra en las computadoras, además eso nos ahorra un trabajo enorme, eso sí, los muebles, escritorios y puertas que haya que abrir, se abrirán, esa “fanfarria” es necesaria.
- Estoy de acuerdo, procedan como crean conveniente e independientemente de eso, yo voy a pedir una investigación por medio de una comisión y si de ella surgen algunas distorsiones, me comprometo a hacérsela llegar a la brevedad para sumarlas a la Causa.
Nos pusimos de acuerdo con eso y di por bien gastado el dinero “extra” que tuve que gastar para que se activara todo en favor de la empresa. Tomaron de testigos a dos miembros del personal de Seguridad y a dos Encargados de turno para comenzar con las inspecciones y requisas. Se forzaron cerraduras de dos Direcciones y varios muebles con escritorios incluidos y, por si fuera poco, se filmó todo lo que hacían para que no hubiera lugar a ningún tipo de dudas.
Mientras eso pasaba yo me reuní con Ivón y el Director de Recursos Humanos al que le di una lista de personas que tendría que dejar cesante o pedirles renuncias, todos ellos parientes directos o indirectos de los Directores involucrados, amén de los que estaban involucrados en el tema judicial. Como a las dos horas de comenzado todo, llegaron dos Abogados del Estudio Jurídico que representaba a la empresa y pidieron hablar con el Presidente, incluso elevaron la voz con el Oficial de Policía alegando que estaban haciendo un procedimiento sin que estuviera el Presidente de la empresa presente.
El Oficial los mandó a hablar conmigo y la prepotencia se les fue enseguida, Ivón tenía a mano una copia del acta notarial que me habilitaba como tal, con todas las prerrogativas y eso es lo que les mostré, además les dije que a partir de la fecha la empresa prescindía de los servicios del Estudio de marras, por lo que no tenían nada que hacer allí…
- No tengo nada más que hablar con ustedes, se retiran ya o los hago echar por la Seguridad, tengo suficientes pruebas del mal proceder del asesoramiento jurídico con la autorización de Contratos espurios que solventó la empresa y contratos de trabajo confeccionados en beneficio de quienes no podrían trabajar aquí. Si se van, quedamos a “fojas cero”, si insisten en buscar problemas se investigará todo judicialmente, ustedes deciden…
Como siempre dije, “aquel que sabe que tiene el culo sucio prefiere dar un paso al costado antes de que le vean el calzoncillo manchado”. Seguramente tratarían de hacer o buscar algún problema a futuro, pero en el momento dieron media vuelta y se marcharon del lugar.
Del mismo modo en que había procedido con mi reemplazo en Recursos Humanos quería proceder con los que ocuparían los cargos de más responsabilidad, quería que fueran elegidos entre el personal que hacía tiempo que trabajaba en la empresa, pero eso lo vería a partir de la semana siguiente. Cuando la delegación policial me informó que ya habían terminado con todo, copia del disco duro, escritorio y mueble de Isabel incluido, eran como las cinco de la tarde y yo quería escaparme de allí, además tenía que hablar sí o sí con Leticia pues alguien se tendría que encargar del Asesoramiento Legal de la empresa.
Despedí al personal policial, les agradecí a todos por la colaboración prestada. Quedaba informar al dueño de la empresa y es lo que hice mientras merendábamos con el Director e Ivón, “gracias Ignacio ahora podré hablar tranquilo con mi mujer y contarle las buenas piezas que nos rodeaban”, -me dijo aliviado-. Era evidente que nos esperaba un lunes “movidito” y sabiendo esto los mandé a cada uno a su casa pidiéndole al de Recursos Humanos que me hiciera llegar a primera hora del lunes un listado con el personal que podría cubrir los puestos acéfalos.
Regresé al departamento dispuesto a darme un baño de lo más relajante y dormiría un par de horas, estaba molido, las piernas me pesaban, la cabeza me daba miles de vueltas, pero me sentía más que satisfecho, en principio, había salido todo bien, ya veríamos lo que pasaba en los días venideros. Me sonreí para mí mismo porque en el bar en que merendamos había notado una muy significativa mirada de Ivón, pero yo no estaba para nada más que descansar.
Luego del baño caí a plomo sobre la cama y eran las diez de la noche cuando lo llamé a uno de los custodios para que me viniera a buscar, el domingo lo pasaría en la casa tratando de distenderme y relajarme. Mientras esperaba la llamé a Leticia, apenas sonó una vez el teléfono y me atendió…
- Hola Nacho, ¿cómo estás?, ¿cómo andan las cosas?…
- Más o menos, ahora te explico, contame antes como anda tu madre.
- Bien, tiene que cuidarse, pero posiblemente mañana le den de alta, fue más que nada un aviso, no llegó a ser un infarto total y no llegó a producirse ninguna herida en las paredes del corazón.
- Me alegro muchísimo, me dejás más tranquilo. Necesito hablar con vos porque, si te considerás en condiciones de afrontarlo, voy a tener que pedirte que te hagas cargo del Asesoramiento Legal de la empresa.
- ¡Nacho, eso es fantástico!, claro que me animo, igual tenemos que hablarlo bien porque me contaba mamá que no es una “empresita”, es algo enorme que aglutina la producción, venta y distribución de productos alimenticios en todo el país y países aledaños, yo sola no podría con eso.
- Tengo claro que es así, habría que armar un grupo de Abogados con una Dirección de Legales a tu cargo, alguien en lo Laboral, otro en lo Administrativo, más que nada en lo Civil y Comercial y vos a cargo de ellos.
- Tendría que poner a gente idónea que cumpla las expectativas y tenga dedicación exclusiva.
- Estoy de acuerdo, andá pensando en quienes te podrían acompañar, yo no conozco ni a uno, pero creo que, contándote a vos, con cuatro Abogados se podrían cubrir todos los campos legales. Si venís mañana por casa te explico bien, de hecho, hoy fue un día tremendo porque anoche detuvieron a varios de los Directores y bueno, tengo que ver bien los pasos a seguir.
- ¿Cómo fue eso, qué pasó?
- Mañana, mañana te cuento, besos.
Vino a buscarme Roberto y en el viaje de regreso hablé con él porque a partir del lunes me iba a mover, sí o sí, con uno de ellos a mi lado, “eso es algo que conversamos con los muchachos y, después de lo acontecido el viernes a la noche, se lo íbamos a proponer”, -me dijo poniéndose serio-.
Le comenté que veríamos de reunirnos para determinar si querían algún tipo de relación de dependencia con la empresa o seguíamos de la misma manera con sus ingresos, aunque, dejaría claro que tendrían que aprender a mantener la boca cerrada y saber “desaparecer” en determinados momentos, “no tenga dudas de ello, nuestra filosofía de trabajo está inspirada en los tres monos”, -me contestó sonriendo-.
Al llegar a casa me di cuenta que una de las puertas corredizas de vidrios que daba paso a la zona de la pileta de natación, no tenía vidrios, lo mismo pasaba con una de las ventanas laterales de la casa. Algo similar pasaba en la puerta principal de ingreso, la misma, de madera, presentaba tres impactos de bala y uno más en la pared de costado. Esto dejaba evidenciado que no había sido tan fácil el reducir a los malvivientes.
Roberto le restó importancia a esto, me dijo que uno de ellos se asustó y disparo varias veces hacia ellos, que fueron los que dieron sobre los ventanales, pero la respuesta de los disparos en la puerta los había hecho rendirse. Me pidió que no me hiciera problemas, que ya habían conseguido a un carpintero para restaurar la puerta y a un vidriero para colocar los vidrios, vendrían el domingo a dejar todo en condiciones. “Lo importante es que uno de ellos habló hasta por los codos, en un momento pensamos en pegarle para que dejara de hablar, esos son todos “matones” cuando el que está enfrente se los permite”, -afirmó-. Lógicamente, no quise averiguar ni preguntar nada más.
Me dormí todo y me levanté cerca de las nueve de la mañana cuando escuché que hacían ruido con el tema de la puerta y la colocación de los vidrios. De short y remera bajé a desayunar y saludé a los que trabajaban. Roberto ya se había ido y se presentó ante mí Javier, era el custodio que me faltaba conocer y no hubo que darle explicaciones de nada, todos ellos sabían cómo debían proceder y a mí me aliviaba bastante esto porque seguía con mi modo de pensar para con ellos, “yo debía saber que estaban, ellos debían tratar de ocultarse o hacer de cuenta que no estaban”.
Me sentaba a tomar unos mates debajo de unos árboles cercanos a la zona de la pileta y llegó Leticia, le hice señas a Javier para que la dejara pasar, entró con el auto, estacionó detrás de la casa y vino caminando hacia donde yo estaba. Peter corrió a abrazarme y a contarme que habían jugado el día anterior y habían ganado, lo felicité por eso y le dije que estaba seguro que lo había pasado bien y se había divertido. Se desentendió de mí cuando la madre se acercó a saludarme y se fue a buscar una pelota para jugar en el fondo del parque. La cara fresca, sin maquillaje, de remera ajustada donde sus tetas resaltaban, shorcitos de jeans y zapatillas convertían a la Abogada en un festín de dioses.
- Hola Nacho, buen día, ¿qué te pasó con los vidrios y la puerta de entrada?, -preguntó cuándo vio a los hombres trabajando-.
- Buen día preciosa, vení, sentate que te cuento.
Abrió los ojos con asombro cuando le conté todo lo que había pasado desde que ella salió de casa para ir a ver a la madre en la clínica, luego le conté lo de la delegación policial en la empresa y los movimientos que esperaba llevar a cabo al día siguiente. Le mostré también el acta notarial que me nombraba Presidente de la empresa y me permitía moverme prácticamente como el dueño de la misma…
- No hay ninguna duda de que te dejó las manos completamente libres como para reorganizar la empresa de pe a pa.
- Estoy seguro que él estaba al tanto de los desaguisados que se cometían en la empresa, quizás no de todos porque algunas cosas, como por ejemplo lo de la Secretaria con el Director no lo conocía y le “pegó” mal, creo que llegó a la conclusión que debía proceder con todo esto y no está bien de ánimo ni de salud para hacerle frente a todo.
- ¿Qué enfermedad tiene?
- No tengo idea y tampoco quise preguntarle, entiendo que eso hace a su intimidad y estará en él decírmelo o no, en caso es que ayer fue un día de mucha tensión y me aceleré un par de veces, terminé “fusilado” y eso que yo estoy bastante sano.
- ¿Necesitás que te haga unos masajes?
- No me tientes, mala, ¿qué pensaste respecto a lo que te dije de la nueva Dirección de Legales?
- Yo creo que se puede armar con tres o cuatro Abogados nuevos, chicas o chicos recién recibidos, dependerían lógicamente de mí y de la Presidencia de la empresa, digo de recién recibidos porque me evitaría un problema de egos ante Abogados con experiencia en el tema, la empresa en sí, el renombre de la misma es muy significativo en el ambiente empresarial, al margen que no podrían dedicarle un trabajo full-time a la empresa.
- Comprendo, a mí tampoco me interesa lidiar con eso, quiero pulsar un intercomunicador y evacuar cualquier duda al instante y no tener que andar llamando por teléfono a un Abogado que pueda estar disponible o no en ese momento. Se entiende, ¿no?
- Clarísimo, además un trabajo fijo bajo dependencia de una empresa les evita a los chicos el andar de gira por Tribunales o esperar a que aparezca la posibilidad de algún litigio o juicio que le genere ingresos y van a poner lo mejor de sí para rendir.
- Bueno, de la elección te tendrás que ocupar vos, ¿qué más necesitarías?
- Un par de chicas que oficien de secretarias para el tema administrativo y aquí también se puede tomar a estudiantes de último año de Derecho, un lugar físico desde donde actuar y bueno, escritorios, computadoras, privados…
- El lugar está, hay un piso anterior al pent-house de Presidencia que no tenía ningún uso específico, habrá que hacer divisiones con mamparas. Eso estaría solucionado, tendrías que hacer un presupuesto de gastos en que se incluyan los sueldos, honorarios, viáticos, gastos de funcionamiento, tengo que ver bien eso porque no sé cómo se facturan estos gastos.
- De acuerdo a lo que me dijiste anoche, te anoté cual sería mi ingreso, cuales los ingresos de los restantes profesionales y de dos empleadas, más otros gastos de organización.
Me dio un papel con los detalles de los gastos y lo que parecía ser un ingreso más que acomodado y jugoso para el Director y los restantes profesionales resultaba ser un importe que no llegaba a un 40% de lo que se gastaba por el Asesoramiento Legal que se mantenía con el Estudio Jurídico anterior, era evidente que en muchos lugares de la empresa se producía una sangría constante con la que no podía o no quería lidiar el Presidente saliente.
- Bueno, visto esto te puedo decir que sos la nueva Directora de Legales de la empresa, ocupate de redactar los contratos y ya comenzás mañana a las siete de la mañana, por ahora te instalarás junto a mi secretaria y las entrevistas, armado de la Dirección y contrataciones te corresponden a vos, vas a estar más que entretenida. No hace falta aclararlo porque creo que me conocés, pero acá y en la Escuelita soy Ignacio o Nacho, en la empresa soy el Presidente y necesito eficiencia y lealtad.
- Ni hace falta que lo aclares, ya me di perfecta cuenta de cómo sos y actúas, estoy segura de que no te vas a arrepentir de la elección.
- Ese tema lo doy por zanjado, contame ahora como está tu madre.
Me contó y me alegré de que Elena hubiera sufrido nada más que un susto grande y como ya se había hecho el mediodía le dije que se quedara a almorzar conmigo, aceptó con agrado y me preguntó que quería que preparara, “de preparar nada, salvo poner la mesa, tengo ganas de comer asado, mollejas y algún que otro chinchulín trenzado, vamos a pedirlo a la parrilla”. Hay pequeñas ventajas que te otorga una posición acomodada y yo trataba de aprovecharlas.
Los operarios que dejaron todo en condiciones ya se retiraban cuando llegó el delívery, comimos todos juntos, con Javier incluido que no se privó de contar, a mi pedido, lo acontecido el viernes en la noche, más algo de lo que pasó el sábado a la mañana en la empresa. En la tarde con Peter en la pileta y Leticia tirada al sol como lagarta recibí al Subcomisario que me traía las últimas novedades.
Según él, habían “saltado” facturaciones dobles, fletes con importes excesivos, sobrefacturaciones en los pagos al personal de Seguridad que cumplía funciones en la empresa, las cuales no “embarraban” el desenvolvimiento de esa empresa, ellos cobraban acorde a lo estipulado, pero se asentaba un importe que era el doble de lo que se debía pagar. Habían surgido conversaciones telefónicas donde ponían de manifiesto el “modus operandi” de las defraudaciones. Era todo un “paquete” de estafas reiteradas y comprobables, en el que mucho tenían que ver los familiares contratados al efecto.
- En mayor o menor medida, no hay Director que se salve, todos en algún momento hicieron la “vista gorda” ante esto, recibieron algún dinero mensual por esto y la lista para las posibles detenciones se agranda con cada interrogatorio.
- Yo había pensado en zafarlos de las acusaciones legales si renunciaban a la empresa pues me evitaba un problema de posibles juicios a futuro.
- Con las declaraciones que tenemos eso no va a ser posible, el Juez considera que existen pruebas suficientes para proceder contra todos ellos, no van a poder zafar de los cargos y me parece que usted va a tener que utilizar una figura de “despidos justificados”.
- Si no hay dudas es preferible que se actúe con todo el peso de la Ley, no dejan de ser delincuentes y yo no pienso exponer ninguna defensa en su favor, ¿cuándo cree que se efectivizarán esas detenciones?
- Está todo programado a partir de mañana y hay trabajo como para todo el día porque además de las detenciones se cursaron órdenes de inhibición para fondos y bienes muebles e inmuebles, van a tener que demostrar que los compraron con dinero legítimo y eso será difícil de probar. Otra cosa más, el Juez determinó que quedara en libertad el marido de la Secretaria del ex Presidente, ella está “hasta las manos” y difícil que zafe de alguna condena, pero el tipo estaba en bolas de todo, aunque quedó destruido.
- El dueño de la empresa y la esposa también quedaron mal porque tenían mucha confianza en ella.
Luego de que se fuera y, enterado de varios pormenores, me sentí muy aliviado, tanto así que me puse a mirar a Leticia que se levantaba de la reposera y caminaba hacia la pileta, la vista de sus piernas y su culo espectacular enfundado en una tanga que más que tapar servía para alboroto de todos los ratones que me comenzaron a caminar por mi mente, me hizo pensar en “conversaciones” mucho más íntimas con la futura Directora de Legales de la empresa.
Continuará… Por favor, valoren y comenten. GUILLEOS1 se los agradece.
Excelente muy excitante y la historia muy interesante.