La nena quiere mi ectoplasma 2
Una parte de mi interior, no quería pensar mucho en lo ocurrido anoche. Si fue un sueño, pues habrá sido una extraña fantasía reprimida…
La primera parte, la leen acá: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/fantasias-parodias/la-nena-quiere-mi-ectoplasma/.
Una parte de mi interior, no quería pensar mucho en lo ocurrido anoche.
Si fue un sueño, pues habrá sido una extraña fantasía reprimida…
Ahora, si no fue un sueño, fue algo real, mierda, podría estar en problemas por haber abusado de una nena, la hija de alguno en el edificio.
Era como ese pensamiento que no quería en mi mente pero no podía quitarlo del todo, seguía ahí arriba en segundo plano, y con el pasar del día, me estaba haciendo mierda.
Hacia más a la tardecita, y tras abrir la ventana del living, escuche la voz de mi vecino, Darío, quien la escucho y me saludo:
– Eh! Vecino! Viene a tomar una cervecita?
– Oh! Hola vecino… Darío, no?
– Si, si… pero vos no me dijiste tu nombre… puede que sea Roberto?
No me gustaba la idea de dar mi nombre, pero seguro que lo leyó por ahí. Igual trate de variar.
– En realidad es Alberto, no Roberto. Alberto Mendoza.
– Igual te voy a llamar Beto, si no te importa…
– No, no hay problema…
– Birrita…?
– A decir verdad hoy no… pero te voy a acompañar con un tecito…
– Jajaja… resaca? O hoy hay plata? Si es por eso yo te invito una.
– No, no hace falta… es… no resaca pero si una migraña. Estrés del trabajo y de toda esta mierda…
– Te entiendo, te entiendo.
Así, me fui a preparar un té, y pase el resto de la tarde hablando con Darío sobre temas varios.
Quería preguntarle sobre la nena que me visito anoche pero como lo hacía sin levantar sospechas?
Comencé a preguntarle sobre su vida su trabajo… quizás a partir de allí podría desviar el tema a lo de la nena…
Me conto que era su mujer y sus dos hijos varones, de 7 y 12 años, que trabajaba en uno de los correos, pero que con todo esto hace parte de su trabajo desde su casa…
Di un montón de vueltas verbales, para poder preguntarle sobre la nena, pero aun así me pillo:
– Y… hay otros chicos en el edificio? O como hacen con los estudios?
– …aaaah, ya sé por dónde van tus tiros, amigo Beto… jajaja…
– Eh…?
– Vos queres preguntar por la nena, no?
Aquello me helo la sangre…acaso la nena era famosa en el edificio? Habrán asumido que me la cogí?
Mi corazón dio un vuelco según seguía hablando Darío:
– …no tenes que tener vergüenza, ese tipo de cosas le pasa a todos… bueno, no a todos… a mí me paso el año pasado… y mierda que no me dejo dormir… y…? contame… como te fue?
Todo aquello tenia descolocado… o sea que la nena si había sido real… y si por si eso no fuera poco, parece que varios se la cogían…eso explicaría por qué tenía el culito dilatado, aunque yo la desvirgue por la conchita… creo… capaz que todos se la cogían por el culo y lo de desvirgarla por adelante estaba prohibido? En que mierda me había metido?
Darío volvió a hablarme para sacarme de mis pensamientos.
– Dale, Betito, contame, como te fue anoche con la nena?
Antes de responderle, quise saber cómo se había enterado… aunque quizás escucho sus gemidos.
– Como… como te enteraste, como lo supiste?
-No soy boludo… y eso es obvio acá, pasa muy seguido. De hecho capaz estaba pasando antes sin que te dieras cuenta pero como ayer te conté toda la historia, pasaste a darte cuenta, a estar al tanto de su presencia. No hay que tener miedo… al menos de momento, ver a la nena fantasma más que un cagazo, no te va a dar. Claro, eso si no sufrís del corazón. Por lo demás, parece que es inofensiva. Así que no tengas vergüenza por tener miedo… como te dije, yo la primera vez que la vi, no pude dormir.
Aquello me alivio por un momento, y por el otro me asusto, por que casi le digo lo que paso de enserio.
– La vi… anoche no sé si escuchaste el quilombo del vecino de arriba, no? Al que se le cayó la heladera… bueno, subí a ver qué onda, y luego al ver que no era nada grave, solo un cagazo, volví a mi departamento. Y ahí la vi parada en medio de mi sala… mirándome fijo, vestida con… no sé con qué… y camisón blanco? Cuando le hable pensando que era la hija de alguien y se había metido a mi depto, no me respondió, y salió corriendo a mi habitación, se metió en el armario, y desapareció.
Me metí al armario a buscarla y solo encontré unas tablas sueltas, pero estaba difícil meterse. Me dejo con el culo cuadrado, que queres que te diga…? No pude dormir pensando si era la hija del vecino o si era algo más…
– Mmm… si, es raro. Algunos la hemos cruzado en los pasillos.
Hay veces que se muestra totalmente desnuda, o con solo una bombachita, otras con ropa de abrigo…. Hubo y hay muchas teorías. Tendrías que hablar con Ctristian, el del…
– …el flaco del 2C, si, lo sé…
– Bueno, él está más enterado de todo el tema paranormal. Tu encuentro fue raro, pero no estoy del todo seguro. Habla con Cristian.
Nos quedamos charlando de otras cosas sin interés… cosas banales… luego me entre a ver un poco de televisión.
La noche llego, y no podía dejar de pensar lo que había ocurrido… o sea… anoche me cogí a una fantasmita?
Tan bizarro como suena, esto me planteaba muchas preguntas… como… como me la pude coger? Como pude interactuar físicamente con ella? Volvería? Acaso me podía pasar algo malo? Definitivamente mañana hablaría con el flaco del 2C.
Otro día encerrado en la pandemia, otra cena fría viendo una película solo.
Era una con Denzel Washignton, pero no recuerdo mucho, ya que la abandone por la mitad en mis sueños.
Cuando desperté, estaban los créditos finales, mientras estampaban en pantalla el inicio de la siguiente película que no tenía muchas ganas de quedarme a ver.
Así es como me fui a la cama.
Ya me había acostado, cuando mi vejiga me recordó que debía ir a mear, y ya que estaba, me lave los dientes.
Al volver, me encuentro con la pequeña gran sorpresa de la nena de la noche anterior, metida en mi cama, acurrucada en un rincón.
Me frene en seco porque… que mierda era eso?
Era real o un espíritu?
Una cosa era anoche, cuando estaba medio en pedo y medio dormido… y otra ahora que a pesar de estar un poco cansado, si estaba completamente lucido.
Solo podía verla con la luz del baño, así que poco a poco me acerque a la lámpara junto a la cama y la prendí.
Ahí me apoye contra la pared y no le quite un ojo de encima.
La sabana subía y bajaba con lo que parecía ser su respiración…
Y los muertos no respiran, no? Así que estaba viva…debía estar viva.
Entonces… era o no era la nena desaparecida del departamento?
Pude ver su pelito pelirrojo… sus hombros desnudos con pecas… era bastante blanquita de piel también. Un blanco pálido.
Me acerque más y le toque su hombro.
No podría decir que estaba tibio pero tampoco que estaba frio.
Traía puesto un camisón rosadito, que comencé a deslizar hacia un costado, junto con las sabanas, para destaparla, y acariciar su piel desnuda.
– Nena… nenita… piba… me oís?
Le fui susurrando y hablando delicadamente para despertarla.
– Neeena…?- y le moví el hombro un poco. No reaccionaba.
Un poco perversión mía, con la idea de que se despertaría si o si, comencé a subirle el camino, descubriendo sus tetitas incipientes, y bajándole también su calzoncito, mientras le seguía hablando, tratando de despertarla.
Me daba un poco de cosa que no podía despertarla, pero al mismo tiempo mi verga empezaba a ponerse dura con las caricias y perversiones que comenzaba y planeaba hacerle a su cuerpo infantil.
Le quite sus calzones por completo y se los olí: tenían el dulce aroma de su vagina infantil, pidiéndome pija.
Iba a probarlos, pero para que lamer un calzón húmedo cuando podría lamer lo real?
Viendo que la nena no reaccionaba, la fui acomodando gentilmente boca arriba, para luego flexionar y abrir sus piernitas.
Como seguía sin reaccionar, me arriesgue a quitarle su camisón, dejándola completamente desnudita.
Viendo ese hermoso angelito… mío para aliviar mis perversiones, también procedí a despojarme de mis calzoncillos.
A propósito, como queriendo que nuestra ropa interior también coja, puse juntos, con sus partes interiores tocándose, mi slip y su bombachita, acomodados en un rincón.
Probé una última vez:
– Nena…? Si no te despertas ya, te voy a comer la conchita…
Nada…
Así que me acomode, abrí sus piernitas un poco más e incluso acomode la lámpara para que iluminara mejor ese tierno manjar, y luego procedí a darle una hermosa chupada de concha a mi nena.
Ese sabor entre dulzón y saladito de sus jugos y sudor…
Primero lamia su vulva a lo largo de sus labios, con mi lengua queriéndose meter dentro con cada pasada.
Luego, le daba unos cuponcitos a su clítoris, luego lamia sus nacientes películas púbicos, tan pocos y finos… era lindo que alguno se pegara en mi lengua y mis labios
Luego volvía a darle otra lamida a lo largo, para separarlos con mi boca y mis pulgares.
Ya con su vulva abierta, se la baria delicadamente para buscar su agujerito vaginal, en donde procedía a meter mi lengua y cogérmela un poco.
Comenzó a moverse y quejarse un poco, pero no mucho…seguía dormida.
– Nena… si no te despertas, te la voy a meter duro…
De nuevo, nada…
– Parece que mi nena quiere que me la coja…
Le di una nueva lamida, esta vez más abajo, rozando su anito. Ahí, ella se movió un poco más.
– Parece que a alguien le gusta que le laman el culito…
Así es como ataque su orto con mi lengua…
Ahí comenzó a moverse más… a quejarse y gemir por lo bajo.
Arremetí nuevamente, e incluso amague con meterle un dedo.
Es cuando hizo un quejido mas fuerte, y se giro un poco.
Ahí aproveche y la detuve, la acomode de nuevo boca arriba y le hable para que se despertara de una buena vez.
– Nena… despertate… que estas en mi cama de nuevo… queres que te coja? Si no te despertas del todo te voy a coger… estas advertida…
Ahí, creo que se hizo la dormida a propósito, ya que hizo una mueca en la cara y luego intento girarse de nuevo hacia un costado.
La detuve, la abrí de piernas, le volví a dar un buen chupón, fuerte en su conchita, tanto que lanzo otro quejido y gemido.
Me escupí la chota, le escupí la conchita, y comencé a tratar de metérsela.
Costaba que entrara, se resbalaba con mi saliva… en un momento dio un respingón por que se resbalo hacia abajo y le di un puntazo en el culito.
– MMmmmnnooo…mmmmm…
Yo seguí tratando de metérsela, hasta que entro la cabeza y dio un buen gemido.
– Mmmmaaaaaahhhhaaayyya…mmmm…
Comencé a penetrarla un poco mas, y me tope con algo mas que me frenaba.
– Que raro, pero si anoche te desvirgue… o no te desvirgue?
Empuje mas fuerte, hasta que algo cedió, y al estar empujando con el peso de mi cuerpo, la pija le fue toda hasta los huevos adentro de la nena, lo que al fin la despertó.
– AAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH.
Tape su boca con mi mano para que no siga gritando, aunque tenía la suerte de que mi habitación estaba insonorizada de ruidos exteriores e interiores.
Se la retire un poco sin sacarla, para que respire, y luego se la volví a meter. Dio otro gritito…
Luego se la retire, y volví a meter.
Repetí el proceso varias veces, en forma lenta y suave, para que se acostumbre a mi pedazo de carne… hasta que sus gritos de dolor, se conviertan en gritos de placer.
Podía sentir lo mucho que me apretaba.
Esto no era nada comparado con la noche anterior, ahora sentía todo de ella…
Cuando comenzó con sus quejidos y gemidos, sus “ah”, en lugar de sus “ay”, así que me le acerque a la cara y comencé a besarla.
No sabía besar, pero no importaba, estaba aprendiendo, y recibía bien mi lengua en su boca.
Por la diferencia de tamaños, quería chuparle sus pezones pero no podía en esa posición.
No paso mucho en que la pequeña ninfómana estaba delirando de placer con mis estocadas, mis embates.
Sus ojos estaban casi blancos…
– Cómo te llamas, nena…?- le pregunte mientras me la ensartaba a gusto.
– Nena, que cual es tu nombre… respóndeme o no te cojo mas.
– Aaaaanie…la….aahhh…
-Como …?
Daaaaa…nieeeeelaaaaaa…. mas… mas… quero maaaaasss…
– Bueno, Daniela, Danielita…ahora sos mi amante… vasa venir a cada noche a coger conmigo? Si?
– Siiii…aaaaaaaah….
– No le vas a decir a tus papis, no? Esto queda solo entre vos y yo, mi amor…
– No… no hablo…aaaahh… con… papis…aaaahh…aaay….aaaayyaaaa… me hago piiiis…
– Si, meate lo que quieras… pero no es tu pis, es tu acabada, tus jugos… tu lechita femenina…
– Mii…leeee…chi..taaaaaaaaah….
Pude sentir como me mojo todo abajo, como me baño la pija con su leche…
Yo seguí varios minutos más, luego la cambie de posición, sentándola arriba de mi pija.
Ahí tuve acceso a sus tetitas, las cuales comencé a chupar desenfrenado, mientras ella solita saltaba y se ensartaba gustosa toda mi carne, al ritmo de sus gritos.
Mientras se las chupaba, me pareció que sus tetitas largaron algo de jugos…o quizás era solo su sudor, aunque era dulzón… no hubo mucho tiempo de pensarlo, ya que empezó a gemir mas fuerte y a perder su mirada, señal de que estaba a punto de acabar de nuevo, lo cual aproveche de girarla, y tomar yo el control, para acelerar mi ritmo y llenarla de mi semen…
Pude sentir como mi semen luchaba por salir dentro de su conchita, debido a lo apretada que era…
Se la seguí metiendo un poco más, hasta que pude soltar toda mi leche dentro de la pequeña Danielita.
– Toma… toma… toda mi leche… que tu vaginita se la tome toda…eso… aaah…
La nena había quedado desplomada, con la boca abierta y babeando un poco.
Luego, me salí de dentro de ella con lo cual se escuchó el típico sonido de cuando se destapa algo.
Ahora podía ver su conchita en todo su esplendor, abierta de par en par y cerrándose, volviendo lentamente s u tamaño original, de lo que era el tamaño de mi pija.
Y de adentro de ese agujerito vaginal infantil comenzó a brotar mi leche mezclada con su sangre, señal de que la había desvirgado.
Eso me pareció raro, pero se lo atribuí a que la noche anterior, no la desvirgue, solo se estiro su himen o algo así.
Eso explicaba por qué no había sangre en la sabana.
– Bueno, ahora si te convertí en mujercita, en mi hembrita.
Como pudo, se acurruco junto a mí, y me quede dormido.
Continuara.
Yo también quiero una fantasmita decile que venga junto a mi le doy leche todos los días