Me daba celos mi hermana
la rivalidad entre las dos hermanas mas grandes de la familia se pone picante al llegar a la adolescencia. Este es el primer episodio de las batallas sexuales entre las hermanas Solis mayores. mi esposa todavía era inocente, y su hermana mayor ya era putisima, además de tener el mejor culo del barrio.
La Solis mayor se embriaga en Vivianus de flores para subirse al escenario donde cuatro strippers le arrancan la remera y el corpiño dejando a la vista dos minimas tetitas, con sus pezones erectos y un boliche entero viendo su cara de puta. La misma cara de puta que vemos yo y Paula, su hermana, mi novia, cada vez que la visito las tardes y tímidamente esperamos que se duerman los Solisl padres para cogernos torpemente.
«Cara de puta» en realidad dice ella, yo estaba tan concentrado en besarla y masturbarla con mis dedos que no la veía. La cara de puta de Paula era suficiente para mi.
Mis dieciséis años eyaculaban satisfechos en la segunda Solis, Paula, todavía virgen, mia, mia.
Ella, Paula, la hermana, mi novia, mi putita personal que no entregaba el culo pero si todo lo demás, torpemente se sometía a mis calenturas urgentes, temerosa de ensuciar el sofá,, Silenciosa y empapada, siempre celosa de su hermana mayor, la que tiene el mejor culo del barrio, siempre apretado en un jean celeste, siempre flequillo y «cara de puta», con su solamente, «hola Martin», sin mirarme, sin faltar una sola tarde, sin necesidad real de irrumpir en nuestro living de hermana menor y su novio primerizo alcanzaba para desatar un tsunami de celos de la otra, la mía, la Solis que amaba y para la única que tenia ojos, sus celos y el esfuerzo que ponía cada vez que que pasaba el temblor de los celos, como me dolían sus lagrimas sin sentido, pero era entre ellas la disputa, o era solo un juguete que las hermanas se disputaban. Dios sabe que hubiese sido feliz con la segunda, no necesitaba mi amor adolescente los detalles de Solís Grande, no los necesitaba, pero Paula me contaba todo, se fue con un desconocido del boliche, «cara de puta» se enfiesto cinco contra tres. Paula era mas linda, suavecita, casi virgen, mia. Pero ella, su flequillo, sus tetitas audaces, si, su cara de puta me invadieron el inconsciente tan de repente que no tuve defensa. Empecé a desearla. Guardaba en mi memoria la visión de su cola perfecta siempre apretada en su jean, su flequillo, su «hola martin» me ponía eufórico y me desquitaba con la hermana, en silencio y sin culpa la cogía a Paula día tras día pensando en su hermana.
Una vez entro justo en el momento en que su hermanita recibía en las tetas mi acabada. Yo la vi mirándome la pija. Paula supo que algo que como varón e hijo único nunca sabre.
Como si supiera que ella sufre de celos y yo sufro de morbo, me miró con la cara de Puta, de puta Solis, en la sangre tienen esa mirada, norteña, salvaje, sin códigos.
Desde esa noche, no hay noche o tarde o mañana que mientras su hermana menor me la chupa, que no se confunda la boca Solis entre las dos hermanas mayores, ¿Cuál de las dos recibe el semen real? la que succiona trabajosamente mi pija, o la que habita en mi mente, desencadenando el orgasmo que va a desembocar en la piel de la segunda Solis. Sin duda, me estoy cogiendo a la mayor. Paula solo pone la boca, la piel, el apellido. Los celos. Su hermana ocupa ya toda mi sexualidad. . fue la primera vez que cerré los ojos y pensé en su hermana, justo antes de acabar, en silencio mientras Paula era embestida machirulamente por mi pija y mi pasión, yo pensaba en su hermana, la de la «cara de puta», la di vuelta a Paula delos pelos y le acabe en la nariz, en la boca ,llegó hasta sus tetitas, parecidas a las que los stripers me dejaron ver de la otra , no se como llamarla, la Solis grande me consume, me la cojo a traves de Paula, ella, Solis Grande lo sabe, se pasea con su jean apretando el culo que no es mejor que el de Paula, es mas puto, unas nalgas que cuando Paula duerme acaricio con la mirada.
Paula siempre celosa, mi deseo siempre audaz, su cara de puta.
y en la suave piel de mi primera novia, la mas hermosa de las Solis, Paula, la segunda, la hermana de la puta, la que sufre cuando una cola redonda y apretada y celeste, se pasea con religiosa constancia para asomarse a la puerta que da afuera, agachándose lo justo para abrir la ventanita y mirar, y las dos saben que le miro el culo, y saben que adentro del pantalón de gimnasia marrón de franciscano una pija se endurece, un poco por los besos de Paula, su cuerpo temblando cuando pasa una lengua por su cuello, sus tetas que este novato aprendió a besarlas juntas y si, su sumisión a mis tiempos, a pedirme la leche sin acabar, a someterse a mis locuras, la mas linda de las Solis, la que a los once en tucuman conoció el amargo sabor de la leche de un tío. La mia, la que va a recibir el enérgico final de la secuencia, cada gota de semen que le baña siempre afuera, mayormente en la espalda, porque cuando viene su hermana mayor, por mas que ella (ella es Paula, la mas linda, la que me invita a su casa cada tarde a verle el jean a Solis Grande, la que llena de lagrimas celosas mi sistema reproductivo, la que con cada cartita de amor me regala una nueva visión de SU Hermana la puta, la que en vivianus se subió al escenario y se dejó sacar la remera y el corpiño adelante de todos, con su flequillo desprolijo y las piernas abiertas, su jean elástico terminando en dos toppers blancas, su cola protegida por esa frágil muralla de denin, la misma que me impidió siempre penetrar mas alla de la vista, mas alla de las pajas solitarias acompañadas del cuerpo pulcro de su hermanita, la que tres stripers se encargaron de bajar para cogerla frente a todos, a nosotros, para cogerla frente a mi, abrazando a Paula, excitados como todos viendo por ultima vez la cara deputa Solis, mirándome, borracha, mientras la espalda de un stripper cualquiera le ponia su enorme verga en la boca. Yo me fui a coger a Paula al baño, pensando en tu mirada, llena de pijas y humillación, yrPaula pensando en todas las pijas que no se anima a recibir-
Los dos te deseamos SolisGrande, lo vi esa noche, yo sin escrúpulos, deseo besarte y cogerte y arrancarte la remera,y tu hermana falsamente indignada, quiere vernos coger en publico. abrazándolas, a las dos, falsamente distraido, mil personas con sus porongas deseosas de las dos Solis, y sus ojos de puta, de puta incestuosa y no tan borracha, esos ojos que perfeccionan el culo y el jean y el rumor de lo putas que son, las dos, peleandose por cual de las dos se queda a dormir conmigo, mientras sueñan con racimos de pijas.
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