Mini historias del morbo III. La familia del gran macho alfa
Las fantasías deben ser contadas, alguien coincidirá con sus desordenes sexuales y tú locura pervertida. .
Somos seres sexuados y el morbo es parte de nosostros, no hay que negarlo, a veces sale de las normas sociales, pero imaginar no hace daño a nadie.
¿Cómo sería tener tu propio harén?
¿Quién ha sonado con llegar a casa, ser despojado de sus prendas y recibir placer como el rey y todo poderoso de su hogar?
El hombre debe ser el rey de su casa, tener a sus habitantes debajo de él, viviendo para él, consintiendo y cumpliendo sus caprichos de macho dominante.
Un hombre debe llegar sudado y cansado, que sea recibido por alguna de sus crías femeninas, que lo conduzca su sofá y descalce sus pies, que bese y huela sus calcetines, que con la boca los retire y lave sus dedos con la lengua, mientras que en a cocina sus esposas se encuentren preparando la comida para su cena familiar en dónde todas las esposas, concubinas, amantes y decendencia cenen armoniosos.
Otra de las hijas debe llegar y masajear al padre en los hombros, mientras que las más pequeñas, mostrando sus cuerpos desnudos lleguen y se sienten en sus piernas mientras que papy les hace consquillas en sus labios.
La hija mayor ha avanzado a título de amante, entra a la habitación y procede satisfacer al padre con sexo oral, mientras las hermanas y hermanastras observan.
La esposa principal y sus dos socias, que todo el tiempo se encuentran embarazadas llaman para la comida y el padre con sus hijas se dirigen al comedor.
Todos cenas felices en casa, los hijos varones son los primeros en ser atendidos después del padre ejemplar, todos saben el rol que juegan en la casa, el padre enseña la sexualidad a sus hijos mayores con las hermanas pequeñas, ya que ellas no pueden quedar embarazadas, de esta manera los muchachos llegarán a ser grandes machos y podrán tener su propio reino.
Las hijas en edad reproductiva solo pueden ser tocadas por papá, él las enseñará a satisfacer hombres, y si son lo suficientemente dignas podrán ser sus amantes, o en todo caso, ser vendidas a otros machos para ser parte de su familia.
Lo varoncitos más pequeños aprenden viendo, deben ver cómo se el padre copula con las mujeres, y ellos pueden tocar y preguntar sus dudas.
El padre puede definir cuál de sus hijas puede ser penetrada, si alguna niña, por sus bondades de belleza, espera que guarde su virginidad, debe usar un calzón de castidad cerrado con candado y con pequeños orificios para realizar sus necesidades, si alguna hembra es cogida o violada sin permiso, es castigada, ya que ellas no deben dejarse tocar sin permiso, los hombres nunca pueden ser culpables, es su naturaleza.
Los recién paridos deben probar leche de papy para que sean fuertes y salgan adelante, los varoncitos hasta su mayoría de edad deber seguir probando la leche de papá, ya que les garantizará fertilidad,
El padre definirá que hembras serán para él, cuáles serán de uso didáctico sexual y cuáles serán para negocio nupcial, la que no sirvan para nada de ello o sean infértiles deberán rentar sus cuerpos para apoyar en la casa.
Los varones son formados, pueden asistir a la escuela y tener un futuro digno, desde pequeños se les muestra su rol en la vida, si los varón pintan altivos y dinámicos debe aprender las labores sexuales y más grandes se dedican a su formación laboral, para los de menor inteligencia o competencia deben ser peones de trabajo para mantener a su patriarca, solo podrán coger con las hembras que el macho alfa designe y su decendencia será evaluada por el padre para ver qué rol jugarán en el hogar. Para los afeminados deberán ser tratados como hembras, atenderán al padre y a los peones, y podrán ser vendidos a otros machos como amantes, o se dedicarán a la prostitución.
Así estas familias, tan humanas y animales como es posible,el sexo rige y manda y siempre nos marca el rol.
Grandioso, ojalá pudiera ser así un harem con un macho 2 perras y sus cachorritos.