Mini historias del morbo III. Papy quiero hacer pipí.

Entramos al baño de hombres, olía a meados masculinos y a hombría. Todos los cubículos estaban ocupados, se escuchaban los gases de los machos, había un largo mingitorio de acero, lleno de machos con sus vergas expuestas tirando chorros de orina….
Hoy fue un día muy atareado, estábamos por viajar a la playa y mi esposa estaba terminando los pendientes del hogar, tomé a mi hija Amely y fuimos a la plaza comercial a comprar lo que faltaba, ropa, mochilas, etc había mucha gente y mucho calor.

La recogí de la escuela, entonces llevaba su pequeño uniforme escolar, ella tiene 5 añitos, traía su hermosa faldita del kinder y su lonchera, yo llevaba varias cosas y maletas, por su tamaño no me podía ayudar bien.

Mi nena es hermosa, tiene un ojos que enamoran y un cabello largo y castaño, se le antojó una malteada y luego un helado.

Fuimos a la tienda de ropa para escoger su traje de baño, había varios de diferentes formas y colores, decidí escoger uno de calzoncito y top de color celeste, hacía brillar sus ojos, Amy lo vio y le gustó, el problema es que soy muy malo para las tallas, así que tomé el que pensé le podría quedar, entramos a lo vestidores y había otro padre con su hija probando el traje de baño, la nena tendría unos 7 años y su dulce padre acomodaba la zona del coño de su nena, al parecer le quedaba pequeña la trucita y le apretaba sus labios.

Yo- buenas tardes.

Él- buenas tardes amigo… ¿También de compras?

Yo- Si, por lo mismo, busco bañador para mí reina.

Él- Igual yo… Pero soy pésimo para las tallas, este parece que no nena se lo está comiendo.

Reí al ver el bañador metido en la rajita de la nena.

Yo- Oh sí, se le está escondiendo, jejeje

Él- ni modo princesa, quítatelo, le pediré al muchacho una talla mayor.

La nena se quitó el calzoncito mostrando una hermosa vagina lampiña, su padre llamó a muchacho de atención que vio a la hermosa nena sentada con sus labios expuestos y luego buscó otro a su talla.

Yo hice lo mío, andaba de prisa, por las cosas que llevaba decidí no entrar a un cubículo, imité a mi nuevo amigo con su hija y comencé a desnudar a mi reina frente a sus ojos en la área común frente a los espejos, dejé a Amy desnuda con las miradas de aquel desconocido, éramos dos papás adultos, colegas, disfrutando de ver a nuestras nenas libres y prendas que las confínen, ambos notábamos protuberantes bultos en nuestros pantalones y sonreímos, la nenas corrieron al espejo a jugar y verse, nosotros como buenos padres, quisimos retratar el momento con unas fotos para plasmar el día que conocieron una buena amiga, les tomamos fotos paradas junto al espejo, abrazadas, sentadas, en la última se tumbaron al suelo y abrieron sus piernas, así pudimos apreciar sus intimidades, fue en esa todo cuando llegó el chico con el traje de baño nuevo, se quedó inmobil al ver esos cuerpos bellos, lo sacamos de su trance para nos ayudara a vestirlas, ahora éramos tres machos tocando esos cuerpos vírgenes, el muchacho muy profesional las vistió, modeló, acomodó la tela sobre sus coños y claro, fotografió, al final las nenas quedaron contentas con su nuevo amigo, que insistimos que se despidiera de ellas con un rico beso en los labios.

Las volvimos a cambiar y debíamos seguir, me despedí de mis amigos, no sin antes intercambiar números para seguir en contacto y salí con todas mis maletas y mi hija en una mano a seguir el recorrido.

Nos detuvimos a comprar una soda, y al terminar pasó lo natural, Amy había tomado muchos líquidos y necesitaba hacer pipí.

A- Papy, quiero hacer pipí.

Y- Muy bien reina, vamos.

La tomé de la mano y la llevé al baño más cercano, estábamos al fondo de la plaza, yo también necesitaba hacer, el problema eran tanta maletas que llevaba.

Entramos al baño de hombres, olía a meados masculinos y a hombría. Todos los cubículos estaban ocupados, se escuchaban los gases de los machos, había un largo mingitorio de acero, lleno de machos con sus vergas expuestas tirando chorros de orina amarilla, había otros más esperando a mear o a mamar.

Deje las cajas en un rincón y Vi a mi nena apretando su entrepierna, estaba a punto de hacerse, al ver que no había cubículo, decidí hacer lo más lógico, despojarla de su falda y calzon frente a todos esos machos calientes y exponer su tierna y dulce vagina, los hombres que meaban la veían y comenzaban a crecer sus penes, la levanté, abrí sus piernas y la senté al borde del mingitorio metálico.

A- Papy, está frío y mojado.

Y- Espera reina, ahora te seco.

A- Papy, ¿Qué es eso que tienen los señores ahí?

Y- Es su manguera para orinar mi amor, así orinamos los hombres.

A- ¿Tú también tienes?

Y- Si reina, ahorita la voy a sacar, pero has pipí mi vida.

Mi nena comenzó a orinar mientras lo hombres la veían, sus meados de nena se mezclaban con ellos orines de varón, cuando terminó intenté buscar papel para secarla pero era muy difícil, así que el buen hombre que sostenía su verga peluda y dura que de encontraba junto a mi, me ayudó con la acción, sacó papel de baño de su bolsa y secó las partes íntimas de mi nena, pasó su mano por su coño varias veces haciéndole cosquillas, ella se rió y aproveché su ayuda para decirle.

Y- Muchas gracias, amigo, ¿puedes sostener a mi nena un segundo en lo que meo?

Él- Claro, con mucho gusto.

Y- Amy, quédate con este buen hombre en lo que Papy mea, haces caso a lo que diga.

Me giré a mear tranquilo, sabiendo que mi nena estaba con un hombre adulto con el pene duro de fuera apuntando a la cara de mi nena que se encontraba con el coño expuesto.

Terminé de mear y me giré, y claro, mi reina había hecho amigos, estaban jugando con  varios adultos, el señor de junto untaba su pene con precum y meados en su carita de angel, otro hombre se masturbaba en su nunca, un jovencito exploraba su entrepierna y otros mamás meneaban sus penes cerca de ella.

La nena jugaba con esos penes que acababa de conocer, claro, cómo buen padre tomé fotos y videos de sus nuevos amigos, el hombre que rosaba su puente lo metió en su boca, el muchacho comenzó a besar su vagina, otro señor empezó a frotar su verga entre sus nalgas, mi nena era la sensación.

Los masturbádores se acercaron y empezaron con señas de eyacular, terminé de desnudar a mi nena para que no manche el uniforme, y con toda confianza depositaron sus espermas sobre mi nena, el macho que tenía su pene en su boca también terminó y mi reina tomó leche de hombre el muchachito que la besaba también eyaculó en su boca y el señor de atrás dejó sus nalgas húmedas.

Todos los hombres quedaron satisfechos y sudados y mi nena oliendo a semen y sudor de varón.

Claro tomé foto de mi nena juntos a sus amigos con los penes de fuera, agradecí la atención y la vestí, no podía quedarme más porque había más que hacer, claro compartimos contactos, se acerca su cumpleaños número 6 y Amely debe celebrar con sus nuevos amigos.

Siempre encuentras personas maravillosas cuando menos te los esperas.