Mis pequeñas modelos (parte 5): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)
Mi vida da un giro luego de enterarme lo que me contó Valeria, y nuevas oportunidades surgen para satisfacer mis deseos sexuales..
Ni bien noté que Valeria nos había estado observando, mi cuerpo comenzó a temblar desesperadamente, mi respiración empezó a entrecortarse y sentía que el corazón me latía tanto como si se me fuera salir del pecho. El rostro de Valeria reflejaba lo sorprendida que estaba y sus ojos estaban bien abiertos con las cejas levantadas. Con mucha dificultad para emitir alguna palabra, intenté decir algo. No sabía qué, pero algo, mientras me levantaba rápidamente los pantalones.
Yo: – Va… Va… Valeria.. – mi voz no paraba de temblar, lo cual me hacía tartamudear – Déjame ex… Explicarte…
Valeria: – Cami, ve a lavarte bien y ponte la ropa que pronto tu madre vendrá por ti.
Me sorprendió que no me haya dirigido la palabra y que en lugar de eso se dirigiera a Cami. En ese momento, al estar totalmente consternado por la situación, al observar a Cami noté que también estaba algo nerviosa, como intentando cubrirse el pechito con las manos. En eso observo que Cami camina hacia la puerta de la habitación.
Valeria: – Espera, Cami, por esa puerta no, sino todos te verán así. Hay un lavadero aquí dentro, acompáñame.
Cami: – O… Ok, senorita Valeria – dijo mi princesa mientras tomaba del suelo su bikini, el cual se había quitado antes.
Yo no sabía que hacer, si decir algo, si callarme, si seguirlas, si quedarme allí, si huir. Veo que Valeria lleva a Cami de la mano hacia otra puerta, de la cual yo nunca me había percatado de su existencia, ya que se encontraba en una esquinas de la habitación y no se la podia ver por todas las estanterías que la tapaban. Escucho el sonido del calzado de Valeria y de los piecitos descalzos de Cami caminando hacia allí, para luego oír el sonido de una canilla y el agua, mientras yo seguía parado en mi lugar y la puerta de ese baño se había cerrado. En ese momento tomé la decisión de que, una vez que salieran del baño, interceptar a Valeria e intentar hablar con ella sobre lo ocurrido, si bien no estaba seguro que de qué decirle. Luego de unos minutos, Cami salió nuevamente vestida con su bikini y detrás venía Valeria, sin dirigirme la mirada. Ambas estaban por salir de la habitación, hacia donde estaban todos los demas. Sin embargo, justo antes que de yo intentara detener a Valeria…
Valeria: – Cami, tú ve a cambiarte, yo hablaré de algo con Enrique y luego iré.
Camila asiente y se retira de la escena, quedando Valeria y yo solos. Mi compañera de trabajo se me acerca lentamente, con los brazos cruzados y mirandome fijamente.
Yo: – Veras, Va… Valeria. No es lo.. Lo que tú pien… Piensas. Me imagino lo enojada que debes… Estar… – mientras movía mis manos como intentando acompañar mi discurso.
Valeria: – ¿Yo enojada?… Más bien estoy sorprendida, Enrique…
Yo: – ¿So… Sorprendida?
Valeria caminaba lentamente alrededor mío, mirando al suelo y a mi rostro de forma intercalada.
Valeria: – Sí, Enrique. Sabía que te excitaban Cami, Fiore y Matilde, y en especial Cami. Pero estoy sorprendida porque nunca pensé que te atreverías a… Bueno, hacer lo que hiciste recién.
Yo no entendía muy bien las palabras de mi compañera. Efectivamente no se la notaba enojada y se había dado cuenta de mi atracción.
Yo: – ¿Yo… Yo excitado por las niñas?
Valeria: – ¿Y cómo explicas que recién eyaculaste toda tu leche sobre el pecho de Cami? – me preguntó con cara desafiante.
Yo: – Bu… Bueno, es que…
Valeria: – Vamos, Enrique, admítelo. Es muy obvio que te excitan. ¿Acaso piensas que yo me creí tu mentira de que cuando te sentías mal en las sesiones de fotos era porque algo del desayuno te había hecho mal al estómago? Estabas temblando, ¡y fue justo cuando las niñas salieron en bikini por primera vez!
No lo podía creer. Valeria lo venía sospechando todo desde un principio. Intenté gesticular, pero no me salían las palabras.
Valeria: – Además, seguro que tú hiciste que Cami te ayudara a ordenar los materiales del set, para poder quedarte solo con ella. Raúl también lo notó. Ambos nos dimos cuenta que ustedes dos permanecían varios minutos solos aquí dentro. Por eso hoy decidí observarlos.
Por dentro pensé «vaya, así que por eso Raúl me miraba con esa cara rara estos días; y se ve que eso era lo que se susurraban él y Valeria.
Yo: – ¡Bueno, Valeria! Lo… Lo… Lo…
Valeria: – ¿Lo qué?
Yo: – ¡¡¡Lo admito!!! – dije con un tono de voz elevado y cerrando fuerte los ojos – Lo admito, sí, me atraen las niñas, me excitan…
Valeria: – Vaya, y por fin lo dices.
Yo: – Por favor, Valeria. No le digas a… ¡A nadie! ¡Juro que no lo haré más!
Valeria: – Ay, Enrique, ya te dije que no estoy enojada.
Yo: – Que bueno, pero… ¿Por qué?
Valeria toma su teléfono celular y empieza a tocarlo, como buscando algo.
Valeria: – ¿Ves esto? – dijo Valeria mostrándome la pantalla de su celular.
Observo que lo que me está mostrando es una foto de Fiorela posando de espalda en cuatro patas, usando una tanguita negra en su colita y un pequeño top rojo. En la foto Fiorela tenía su cabeza girada mirando hacia la cámara y sonriendo. ¡Me quedé totalmente sorprendido! Estaba realmente hermosa y ese culito blanco era un espectáculo. Decido dejar de mirar la foto y observar a Valeria, quien me sonreía.
Valeria: – ¿Y?
Yo: – ¡Pero si esa es Fiorela! ¿Es una foto de esta agencia? No recuerdo que ella haya posado así aquí. ¿O acaso es una foto de antes de que yo empezara a trabajar aquí?
Valeria: – Jajajajaja
Yo: – ¿Qué sucede?
Valeria: – No seas tonto, Enrique. No podemos tomar este tipo de fotos aquí en la agencia. Pero dime, ¿te gusta la foto? – dijo nuevamente sonriéndome.
Yo: – Bueno… Sí.
Valeria: – ¿Qué te gusta?
Yo: – Pues… Su culito – me animé a decir, ya que mi nerviosismo se había visto disminuido.
Valeria: – Jajaja, ya no te inhibes.
Yo: – Pero… ¿De dónde es esa foto? Si no es de aquí…
Valeria: – De la agencia de modelaje que tenemos con Raúl.
Yo: – ¿Otra agencia? ¿Con Raúl?
Valeria: – Sí, y pues allí les tomamos este tipo de fotos más…
Yo: – Más sexies.
Valeria: – ¡Exacto!
Yo: – Pero… ¿Los padres saben que las niñas van a esa otra agencia? ¿Por qué las mandarían a dos agencias?
Valeria: – Wow, cuántas preguntas, jaja. Verás, las únicas niñas que van a esa agencia son Fiorela y Matilde por ahora. Sus padres piensan que sus hijas están yendo a una escuela de danza conmigo.
Yo: – ¿Pero cómo empezó? ¿Las niñas saben que a sus padres les mentiste?
Valeria: – Por supuesto. Yo les ofrecí a Fiorela y Matilde que, como eran muy hermosas, comenzaran a participar en sesiones de fotos más sexies y que además ganarían dinero y que incluso tendrían fans. A ellas les encantó la idea. Por lo tanto, les dije que esas fotos no podían ser tomadas en esta agencia, sino en la nueva agencia que tengo con Raúl y que sus padres no podían saber de qué se trataba. Por eso, les dije a las niñas que les dijeran a sus padres que yo (y solo yo, no Raúl) tengo una escuela de danza y que ellas deseaban asistir a clases allí.
Yo: – O sea, les dijiste a las niñas que les mintieran a sus padres, y ellas saben que están mintiendo, para poder sacarse esas fotos y ganar dinero y fans.
Valeria: – ¡Sí! Y les dije que si sus padres se enteran, van a querer quedarse con gran parte del dinero de ellas, y que por eso no deben contarles la verdad. De esa manera, Raúl y yo logramos que Fiore y Matilde vengan semanalmente a nuestra agencia.
Yo: – Vaya, lo tenían todo planeado. ¿Y desde cuándo empezaron con eso?
Valeria: – Desde hace solo dos meses.
Yo: – Y las fotos que toman, ¿como son?
Valeria: – Hasta ahora hemos realizado muy pocos sets de fotos, pero en su mayoría la niñas posan en vestidos, lencería, bikinis, haciendo poses muy sexuales.
Yo: – Y des… ¿Desnudas?
Valeria se ríe.
Valeria: Jajaja. Aún no, pero la idea es seguir subiendo de nivel…
Yo: – ¿Y Cami? Por qué ella no participa?
Valeria: – Porque a Fiore y a Matilde las conocemos desde hace tiempo aquí. En cambio, Cami ingresó después a esta agencia, la de la señora Olga. Y pues queremos ir de a poco, para ir ganándonos su confianza y proponerle participar. La idea es que sean las mismas Fiore y Matilde las que se lo propongan, jaja
Yo: – Wow, pues Cami sería una excelente modelo en tu agencia. Es mi favorita.
Valeria: – Si, lo noté, jajaja.
Yo: ¿Y dónde es tu agencia?
Valeria: – Es en mi casa, específicamente en mi sótano. Los padres llevan a las niñas toda las semanas a mi casa, pensando que les enseño danza y que estoy sola, sin Raúl, jaja.
Yo: – Wow, entiendo. Y deben estar ganando dinero, ¿no?
Valeria: – Si, estamos ganando bien.
Yo: – ¿Pero dinero de quiénes? ¿Qué hacen ustedes con las fotos? ¿Las venden?
Valeria: ¿Por qué mejor no vienes hoy a mi casa y te sigo contando bien? Además, así puedes presenciar la sesión de fotos y participar como fotógrafo, si tu lo deseas…
La propuesta laboral de Valeria hizo que comenzara a sentir pequeños latidos en mi verga.
Yo: – ¡Por supuesto! Me encantaría, jaja.
Valeria: – Ok, aquí tienes mi dirección. Ven a las 17:30
horas, poco después de estar trabajando aquí. Las niñas llegan a las 18 horas. Que ni te ocurra llegar a las 18, porque puedes cruzarte con los padre y les parecerá muy extraño. Ellos piensan que solo estoy yo en mi casa. Raúl también viene a más 17:30 horas.
Yo: – Entiendo, tienes razón. ¡Hoy estaré allí! Y bueno, con respecto a lo que viste entre Cami y yo…
Valeria: Jajaja, haz lo que quieras con ella, disfrútala. Solo procura que no te descubran. Y, por favor, si vuelves a acabarle en su cuerpo, procura limpiarla bien. Hoy en el baño tuve que lavarla bien, ya que las tetitas le quedaban algo pegajosas, jajaja.
Yo: – ¡Lo haré!
Valeria se retira de la habitación y yo me quedo solo por un rato, intentando procesar todo lo sucedido y lo hablado. De estar excitado con Cami, pasé al miedo extremo, para luego pasar nuevamente a la excitación, por lo que hablaba con Valeria. Salí de la habitación, ya con mucha mayor tranquilidad. Observo que Valeria está susurrando con Raúl. Ya me imagino de qué, jeje. Voy al baño de la agencia, copio las fotos de mi cámara a mi notebook y luego le llevo mi cámara a Raúl para pasarle las fotos de la sesión de fotos de hoy, el cual me hace una pequeña sonrisa, mientras Valeria me guiña el ojo. Al acercarme a despedir a Cami, ella me mira como queriéndome preguntar algo, ante lo cual yo le susurro al oído «tranquila, Cami, está todo bien, seguiremos jugando». Cami me devuelve una hermosa sonrisa.
Al retirarme de la agencia, me dirijo a mi apartamento, casi sin poder aguantar las ganas de que pasen los minutos y llegue el momento de ir a la casa de Valeria. Decido bañarme, y cambiarme de ropa. No podía quitar de mi mente esa foto de Fiorela. ¡Esa colita blanca y redondita me estaba haciendo parar la verga! Pero no quería masturbarme aún. Quería tranquilizarme, así que tomé una merienda, busqué en mi celular la dirección de Valeria, quien me había dicho que estaba a unas pocas cuadras de la agencia de la señora Olga.
A las 17 salí de mi apartamento rumbo a la casa de Valeria. Al llegar observo que se trata de una linda casa de dos pisos, con un pequeño jardín delantero. Al tocar el timbre, automáticamente se abre la puerta y me recibe Valeria.
Valeria: – Wow, hola, ¡llegaste temprano! Jaja
Yo: – Obvio, jeje – Eran las 17:15 horas.
Al entrar, Valeria me lleva a la cocina, atravesando el living y me ofrece algo de tomar.
Yo: – No, gracias, Valeria, recién merendé.
Valeria: – Ok, yo justo había terminado de merendar. ¿Quieres ver el sótano?
Respondo afirmativamente y me lleva nuevamente living, donde hay un escaleras que conducen al piso de arriba.
Valeria: – Por aquí, Enrique.
Resulta que debajo de esas escaleras hay una puerta que, al abrirla, conduce a otra escaleras que llegan hasta el sótano. Antes de bajar, Valeria toca una llave de luz, haciendo que la luz del sótano se encienda y que se vean todos los escalones.
Valeria: – Ten cuidado, no te vayas a caer, jaja
Yo: – Tranquila, voy despacio, jeje.
Al llegar abajo, observo que el sótano es realmente amplio, con un fondo de lona blanco sostenido con dos soportes a ambos lados, cerca de una de las. paredes. Delante de ese fondo de lona había un trípode para apoyar las cámaras que usaríamos. En un rincón había una especie de vestuario. Al observarlo con detenimiento me generó mucho morbo ver tanguitas, y cosas de lencería. En otro rincón había una puerta que daba a una pequeña habitación.
Valeria: – Detrás de esa puerta está el salón de materiales.
Yo: – Vaya, ya veo. Tienes el sótano bien equipado.
Valeria: Sí, y esto es para que las niñas a veces escuchen música mientras posan – dijo señalando un pequeño parlante.
En ese momento suena el timbre, anteo cual Valeri se retira por unos segundos y baja nuevamente, pero esta vez acompañada de Raúl.
Raúl: – Enrique…
Yo: – Raúl…
Raúl: Valeria me ha contado todo. Sí que te pasaste con Camila, jejeje.
Yo: – Jaja, bueno, es que no podía aguantar más las ganas.
Raúl: – Ya me parecía que te gustaban las niñas de la agencia. Las mirabas de pies a cabeza, sinvergüenza, jaja.
Yo: – Es que ustedes ya deben estar acostumbrados a verlas asi, para era la primera vez que las veía en bikini, jajaja. Y no solo eso, sino también cuando Valeria les indicaba a las niñas que posaran de espaldas y lamiendo los helados.
Raúl: – Jaja, esa Valeria se pasa. Lo hace apropósito. Yo ya le dije que no les diera ese tipo de indicaciones a las niñas en la agencia de la señora Olga. Patricia y Lucia podrían notar algo raro.
Valeria: – Ay, vamos, solo me divertía, jaja.
Durante los próximos minutos preparamos nuestras cámaras, mientras que Raúl hacia lo mismo con su computadora. Yo quería que Valeria me siguiera contando todo sobre la agencia, pero vi que estábamos muy ocupados.
Valeria: – Ya deben estar por llegar Fiore y Matilde, así que estén preparados. Les abriré yo, ustedes esperen aquí abajo
Yo estaba realmente muy nervioso. Estaba a punto de ser testigo y partícipe de une sesión de fotos especial. Me preguntaba a mí mismo cómo serán las fotos de hoy, y si Fiorela y Matilde sabían o no que yo iba a estar presente, cuando de repente suena el timbre…
Bueno, hasta aquí esta quinta parte. Espero que les esté gustando. No olviden dejar sus comentarios debajo para saber qué opinan! Gracias.
Siguiente parte, no dejes en suspenso
Me pregunto a cuánto las venden esas fotos deben ser caras jajaja
Que buena historia ya quiero leer la parte 6
cuando la siguiente parte?
para cuando la próxima?
Vas a tener que ponerte las pilas con tanto sabroso relato al parecer será una saga de 20 capitulos
Sería muy agradable de tu parte que a lo menos publicaras un relato semanal, o es mucho pedir ?
Y que paso mi amigo, se quedo sin tiempo para continuar esta secuela
Que paso Bro??
Dejas a uno con la intriga de que paso después