Mis pequeñas modelos (parte 6): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)

Aquí la sexta parte! Pido disculpas por la demora. Para los nuevos, recuerden leer y comentar las partes anteriores. Gracias!.
Al sonar el timbre, Valeria se apresura a subir las escaleras del sótano para ir a recibir a las niñas.

 

Raúl: – ¿Qué te sucede?

 

Yo: – Uff… Es que sabes… Estoy muy nervioso, jaja.

 

Raúl: – Jeje, tranquilo, Enrique, lo importante es disfrutar… Y ganar un buen dinero, jeje.

 

Mientras afirmo con mi cabeza ante las palabras de Raúl, presto atención a los ruidos provenientes de arriba, logrando percibir el sonido de pasos infantiles en el living de la casa de Valeria, así como también el sonido de sus risitas tan tiernas. Se ve que habían llegado juntas.

Yo no sabía cómo reaccionarían las niñas. No sabía si ellas estaban al tanto de mi presencia en el día de hoy.

De repente, se oye el sonido de la puerta del sótano abriéndose…

 

Valeria: – Bajen, niñas. Recuerden hacerlo con cuidado, jaja.

 

Fiorela: – ¡No te preocupes, Valeria!

 

Matilde: – ¡Sí, iremos despacio!

 

Mientras hago de cuenta que preparo mi cámara, escucho esos piecitos bajando por los escalones.

Al levantar mi mirada, observo que justo ambas niñas se dan cuenta de mi presencia, ante lo cual a Fiorela se le dibuja una hermosa sonrisa de oreja a oreja en su rostro, mientras que Matilde esboza una sonrisa más leve y sus mejillas se ruborizan. Se ve que la invadió un poco la vergüenza de verme allí.

 

Fiorela: – ¡Enriiiqueeeee! ¿Qué haces aquí? Jijiji, ¡a poco ahora tú también trabajas con Valeria y Raúl! – me dijo la niña mientras corría a abrazarme.

Me generaba una sensación rara saber que hace unas horas vi una foto sexy de Fiorela, la que me había mostrado Valeria. Y ahora la estoy abrazando.

 

Yo: – Pues ya ves, Fiore, jeje. Acertaste. Verás, necesito algo de dinero y trabajar con Valeria y Raúl me puede servir.

 

Fiorela: – ¡Qué buenoooo! Ya verás lo bien que modelo aquí, mucho mejor que Camila, jaja.

 

Yo: – Ah, pues, eso lo veremos, princesa, jeje

 

Cuando se me acercó Matilde, le volví a hacer cosquillas en su barriguita, tratando de quitarle un poco su vergüenza, algo que pude lograr.

 

Matilde: ¡Jajajaja, ayyy, Enrique!

 

Yo: – ¿Tienes cosquillas? Jejeje, ¿y tú cómo modelos aquí?

 

Fiorela: – Ella es la mejor, ya la verás – interrumpió Fiorela

 

Matilde se ríe un poco y se va con Fiorela a preparse ante el llamado de Valeria.

 

Valeria: – Jaja, qué lindo que les guste que Enrique esté aquí. Ahora vengan a cambiarse.

 

Fiorela y Matilde: – ¡Siiii, Valeria!

 

En ese momento observo que las niñas van junto a Valeria a la habitación que hay en el sótano, dónde se guardan los materiales. Se ve que también se la usa como un vestidor. No llegué a observar qué ropa agarró Valeria, así que estaba bastante intrigado. También observo que Valeria estaba constantemente viendo su celular, como si estuviera leyendo y chequeando algo. Todavía había varias cosas que ella debía contarme sobre esta agencia como, por ejemplo, ¿a quién se les vende esas fotos?.

 

Al cabo de unos minutos, para el deleite de mis ojos las niñas salen de la habitación vestidas de colegialas. Ambas tenían un uniforme escolar japonés, con dos colegas en el cabello y cada una con una paleta en su mano. Además, estaban maquilladas, con los labios rojos y brillosos. Cabe resaltar que las faldas de ambas eran muy cortitas, haciendo que se vea gran parte de sus piernitas blancas, así como también sus calcetines y su calzado escolar.

 

Fiorela: – Jiji, ¿cómo nos vemos, Enrique?

 

Yo: – Glup… Muy… Muy lindas, Fiore, jaja – me costaba expresarme con claridad, ya que había quedado impresionado.

 

Valeria: – Coloquense en el fondo de lona, mirando hacia adelante. ¡Comenzaremos, niñas! – dijo Valeria mientras seguía leyendo algo en su celular y parecía hacerle consultas a Raúl.

 

Raúl (a Valeria): – ¿Era así como lo pidió?

 

Valeria (a Raúl): – Sí, creo que no falta nada más. Podemos empezar.

 

No llegué a escuchar todo lo que hablaban entre ellos, así que no pude determinar bien de qué se trataba.

 

Valeria: – Ven aquí con tu cámara, Enrique. Comenzaremos.

 

Enrique: – ¡Sí, Valeria!

 

Valeria coloca algo de música en el parlante, eligiendo la canción «Pose» de Daddy Yankee, entre otras.

 

Fiorela y Matilde dieron inicio a sus poses ante las indicaciones que les iba dando Valeria.

 

Valeria: – Muy bien, eso, niñas… Ahora llaman las paletas, quédense quietas…

 

Nuestros flashes iban dirigidos a esos dos hermosos angelitos, mientras a mí me temblaban un poco las manos. Estaba viviendo algo muy morboso. Además, las niñas disfrutaban de la sesión de fotos, ya que se reían y sonreían.

 

Valeria: – ¡Excelente, niñas! Ahora levanten sus falditas.

 

En ese instante, ambas niñas hacen caso a la orden de Valeria, ¡dejando ver que debajo apenas tenían una tanguita de color roja! Logré sentir cómo mi verga comenzaba a despertarse, con unos suaves latidos.

 

Valeria: – Muy bien, ahora coloquense de espalda, arrodillense y mantengan sus falditas levantadas…

 

Las niñas se ríen y obedecen a Valeria. De repente teníamos a unos pocos centímetros dos culitos blancos que parecían querer tragarse esas tanguitas. ¡Era increíble la belleza de esas nalguitas! Se veían tan suaves, tan perfectas, tan redonditas.

 

Además, esas poses iban acompañadas de gestos sexuales por parte de las niñas, ya que Valeria también le iba indicando que se mordieran el labio inferior o que se coloquen un dedo en ese labio, mientras nuestras cámaras iban captando cada uno de esos momentos. Se notaba que no era la primera vez que lo hacían. Valeria les había estado enseñando a posar de esa manera y ha hacer esos gestos.

 

Valeria: – ¡Bravo, niñas! ¡Estuvieron excelente!

 

Raúl: – ¡Y muy lindas! Estas fotos serán bien recibidas, jeje.

Las niñas se sintieron admiradas. No era para menos. La verdad es que eran realmente hermosas y a eso se le suma que son muy coquetas y muy buenas modelando.
Luego de la sesión de fotos, pude sentir que mi verga pudo calmarse un poco, hasta que…

Valeria: – ¡Matildeeee! Ven aquí.

Matilde se acerca.

Valeria: – Escucha, hermosa – mientras mira nuevamente su celular.

Matilde: – ¿Qué cosa, Valeria? – preguntó la niña intrigada.

Valeria: – ¡El señor Gerardo volvió a pedir una sesión de fotos tuya!

Matilde: – ¿De veras? ¿Qué pidió esta vez? ¿En bikini de nuevo? – preguntó la niña haciendo muecas y riéndose.

Raúl: – Mmm… No, algo diferente.

Valeria: – Sí. ¿Recuerdas cuando te dije que próximamente haríamos fotos cada vez con menos ropa? Bueno, ese momento ha llegado?

Matilde: – ¿¿Con menos ropa que una bikini?? – preguntó con mayor intriga.

Fiorela: – ¡Ya sé! ¡Desnuda! – interrumpió Fiorela, gritando como si de un bingo se tratara

Valeria: – ¡Exacto! Gerardo es un muy buen fan, y nos pagará mucho dinero por esas fotos y ese video, Matilde, jaja. Ya sabes, está loco por ti.

Matilde: – Woww, ¿también un video? – preguntó la niña boquiabierta.

Raúl: – Siii, te verás mucho más hermosa de lo que eres y encima ganarás más dinero y tu fan número uno se pondrá muy contento.

Matilde se queda algo pensativa, se sonroja un poco, aún vestida de colegiala. Le echa una mirada Fiorela, quien le sonríe.

Matilde: – ¡De acuerdo, lo haré!

Valeria: – ¡Muy bien, Matilde! Eres una genia y una gran modelito.

Si bien Fiorela parecía entusiasmada conque su amiga comenzar a posar sin ropa alguna, de inmediato manifestó sus celos.

Fiorela: – Oigaaan, ¿¿por qué ella posará desnuda y yo no?? – mientras hace pucheros con su rostro angelical.

Valeria: – Bueno, Fiore, es que Gerardo pidió específicamente fotos de Matilde, pero tranquila, ¡ya seguro te tocará a ti pronto!

Me dio mucho morbo ver que Fiorela estaba celosa de que su amiga posará desnudita y ella no. ¡Pensar que parece que ella tampoco tenía problema en quitarse la ropita!

Raúl: – Ok, Matilde, comenzarás la sesión vestida de colegiala, ¿sí?

Matilde: – ¿No era desnuda? Jaja

Valeria: – Sí, pero a la largo de la sesión irás quitandote la ropa.

Matilde asiente y se coloca nuevamente en el fondo de lona, preparada para ser el blanco de nuestras cámaras.

Valeria: – Enrique, tú te encargaras de grabar un video y yo de tomar las fotos.

Me sorprendió la indicación de Valeria. Vamos a grabar y tomar fotografías en forma simultánea.

Se da inicio a la sesión fotográfica. Fiorela se queda a un lado sentada en el suelo observando a su amiga, algo celosa pero de todos modos la alentaba.

Valeria: – Matilde, cuando Enrique comience el video, vas a saludar a la cámara, dirás tú nombre, tu edad y algo como «para ti, Gerardo, ojalá te guste».

Matilde asiente y yo empiezo a filmar.

Matilde: – ¡Hola, Gerardo! Aquí estoy yo, Matilde. Tengo seis años y este video es para tí. ¡Espero que te guste! – dijo la niña sonriendo y mirando hacia mi cámara.

Mientras voy grabado, Valeria va tomando fotos y en ciertos momentos me solicita que pause el video para poder darle algunas indicaciones específicas a Matilde.

Raúl: – Espera, Valeria, ¿Gerardo no había pedido una canción de fondo?

Valeria: – Ahhhhh, sí, ¡tienes razón! – respondió mientras se puso a chequear mensajes en su celular.

Valeria: – Aquí está. Sí. Pidió que durante el video se escuchara la canción «Baby, one more time» de Britney Spears, como sonido ambiente. Así que pondremos la canción en el parlante.

Raúl se ocupa de buscar la canción mencionada y le da play. Comienza a escucharse la canción.

Valeria: – Ahora sí, continuemos.

Era realmente muy excitante ver a Matilde vestida de colegiala con una paleta en la mano posando con esa canción de fondo mientras los flashes de Valeria iban dirigidos a ella. Y eso era solo comienzo.

Valeria: – Bien, Matilde. Ahora ve quitandote la faldita.

La niña obedece y se va bajando lentamente su falda por sus piernas mientras baila y sonríe.

Valeria: – Eso, ¡muy bien! Ahora la parte de arriba…

Matilde se desabrocha la camisa escolar y, al abrirla, se pueden divisar sus dos hermosos puntitos rosados en su pechito. Unas tetitas que a la distancia se veían sabrosas. La niña arroja su ropa a un costado y sigue bailando y posando en tanguita roja. Las dos coletas recaían sobre sus hombros y a veces delante de sus tetitas, ante lo cual Valeria le indicaba que se corriera el pelo hacia atrás para que se le viera bien el pechito plano.

Valeria: Eso, bien. Échate el cabello hacia atrás. ¡¡Qué linda!!

Matilde sonreía ante los halagos de Valeria y continuaba con la sesión.

Valeria: – Ok, hermosa, ya es momento de… – mientras señala la tanguita de la niña.

Matilde se ríe y decide a bajarse la tanguita, dejando ver unos hermosos labios rosaditos y una colita divina.
Había quedado totalmente desnudita. Era la primera vez que posaba así. En algunos momentos la niña atinaba a taparse, pero conforme fue avanzado la sesión y los elogios de Valeria, Matilde fue teniendo cads vez mayor confianza y ya no se tapaba en absoluto.

Valeria: – ¡Excelente! Ahora siéntate en el suelo y abre bien las piernitas… Eso, muy bien… Ahora ponte en cuatro patas y mueve el culito… ¡Que genia eres! Eres muy buena en esto… Lame la paleta… Esoo… Pásate la lengüita por el labio superior… Asiii, muy bien… – mientras Valeria llenaba de flashes a Matilde con su cámara.

En cada instrucción de Valeria yo iba pausando el video y luego lo continuaba.
Si bien yo seguía temblando, el estabilizador de mi cámara hacía que el ésta se mantuviese estable.

Valeria: – Enrique, acércate a ella y graba bien su vaginita y sus tetitas…

No dudé en seguir esa indicación. Matilde, al ver que me acercaba a ella, sonreía al la cámara y hacia los gestos que ya conocía, como lamerse el dedo y colocarlo en su labio inferior.

Raúl (a Valeria): – Recuerda que Gerardo también pidió lo del aceite.

Valeria (a Raúl): – Si, si, lo sé.

Valeria va a buscar un envase de aceite y se lo acerca a Matilde.

Valeria: – Mira, hermosa esto es aceite. Ve colocandotelo en todo tu cuerpito. Procura no dejar ninguna parte sin aceite, jaja.

Matilde: Jaja ¿aceite? ¿Para qué?

Raúl: – ¡Pues para que la piel se te vea bien brillosa y estés aún más bonita!

Matilde empieza a llenarse el cuerpito de aceite.

Valeria: – Esooo, ¡qué linda te ves!

Matilde: – Woww, es resbaloso, jajaja.

Valeria: – Siiii, puedes deslizarte por la lona si quieres.

La niña sonríe y empieza a deslizarse, mientras se ríe a carcajadas.

Matilde: – Jajajajaja, ¡qué divertidoooo!

Mi cámara no paraba de capturar cada segundo de ese momento. Ver a Matilde totalmente desnudita con el cuerpito aceitado y con la canción «Baby, one more time» de fondo era algo indescriptible. Era un privilegiado al poder ser testigo de ese momento.
Pensar que hasta hace poco mi pensamiento sobre Matilde era que se trataba de una niña muy tímida y algo reservada, y ahora la estaba viendo como dios la trajo al mundo sin ningún pudor, revestida de aceite ante nuestras cámaras que registraban todo su cuerpito.

Al cabo de unos minutos de hacer poses similares, Valeria le indica a Matilde que se despida ante la cámara.

Matilde se acerca a mi cámara…

Matilde: ¡Bueno, Gerardo, hasta aquí el video, ojalá que lo hayas disfrutado, te quiero! – y se despide dando un beso en la palma de la mano y soplando el beso hacia la cámara. Luego hace el gesto con la mano despidiéndose.

Al terminar el video, creo que no fui el único que dio un gran suspiro. Lo que habíamos presenciado no parecía real. Fue algo mágico.

Valeria: – ¿Y, Matilde? ¿Qué te pareció?

Matilde: – Estuvo muy divertido, jajaja.

Valeria: – ¡Qué bueno! Ahora ve a lavarte bien en el baño, sube las escaleras con cuidado. Luego ven a cambiarte.

Matilde: ¡Sí, Valeria!

La niña, completamente desnudita y aceitada, subió las escaleras para salir del baño e ir en dirección al baño.

Yo: – Woww, eso estuvo…

Raúl: …¡Eso estuvo genial! Jeje

Valeria: – ¿Verdad? Estuvo muy lindo.

Fiorela: – ¡¡¡La próxima me toca a mí!!!!

Valeria: – Jaja, muy pronto, Fiore. Tú tranquila.

Mientras las niñas se van cambiando solas, me acerco a Valeria.

Yo: – Oye, Valeria, ¿quién es Gerardo?

Valeria: Ahh, si, es un cliente. Y es fanatico de Matilde. Observa esto – me acerca su celular

Yo: – ¿Qué es?

Valeria: – Es un grupo de Telegram de nuestra agencia. Está conformado por mí y por cinco clientes, quienes van haciendo sus pedidos personalizados de fotos y videos de las niñas. Ellos piden y nosotros les pasamos un precio. Una vez que nos pagan, grabamos el video, tomamos las fotos y les enviamos el material por mensaje privado. Lo de hoy era un pedido de Gerardo. Observa los mensajes

Era verdad. En el chat se veían mensajes de Gerardo diciendo «que Matilde me salude en el video», «que se se coloque aceite en su cuerpecito», etc.

Yo: – Woww, con razón, jeje. A ese tal Gerardo le va a encantar el material que hicimos hoy.

Valeria: – ¿Verdad que si? Jaja. Ahora Raúl se encargará de editar el video, ordenar bien las fotos y enviará todo el material a Gerardo.

Yo: – ¡Qué bien! A todo esto, Valeria, cambiando de tema, te quería comentar que… Bueno, como yo tengo un buen vínculo de confianza con Camila…

Valeria: – Lo sé, jaja. ¿Que harás?

Yo: – Creo que puedo ser yo el que intente convencerla de entrar a esta agencia. Es preciosa y tengo el presentimiento de que le gustará.

Valeria: – Si, de hecho, estaba pensando en pedirte que nos ayudaras con Camila, jeje.

Yo: – Siii, mañana cuando esté a solas con ella y hagamos «lo nuestro», se lo diré, jaja

Valeria: Ok, jajajaja, recuerda lavarla bien.

Yo: Siii. Oye, una cosa más. ¿Podría copiar y llevarme las fotos y video de Matilde que hicimos hoy? Ya sabes, para satisfacción personal, jejeje.

Valeria: Mmm… Siempre y cuando no lo vendas a otras personas por tu propia cuenta…

Yo: – ¡Quédate tranquila! Eso no pasará.

Valeria: – Bueno, okiii. Nos vemos mañana en lo de la señora Olga, entonces.

Me despedí de las niñas. Las dos se veían muy contentas con mi presencia. Se retiraron a eso de las 19:15 hs., cuando fueron retiradas por su padres.

Al llegar a mi apartamento, no pude aguantar, miré partes del video que le tomé a Matilde y, mientras reproducía la parte en que ella hacia gestos en la cámara, eyaculé grandes chorros de leche.

Bueno, hasta aquí está sexta parte. Perdón nuevamente por la demora. Recuerden dejar sus comentarios para saber qué opinan! Gracias!