SANDRITA, SU PADRE Y SU MAESTRA ISABEL.
La historia continua..
SANDRITA, SU PADRE Y SU MAESTRA ISABEL.
Daniel no se decidía a escoger a la mujer con la que su hija se iniciara en el sexo lésbico. Sus dos empleadas no le parecían seguras y creía que después podrían chantajearlo, por lo que en un momento pensó en contratar una profesional, pero no se decidía aun. Como a los 15 días de la petición de su hija la suerte le sonrió de la manera más increíble.
Daniel acostumbraba reunirse con sus proveedores, según la obra que tuviera contratada, ese sábado se citó con uno de ellos en un café, donde le daría las listas de materiales. Se dio cuenta que a su lado estaban dos hombres platicando sobre un negocio cerrado entre ellos sobre ganado. De pronto recibió una llamada del proveedor avisándole que no llegaría, pues le había surgido un problema. Daniel decidió acabarse el café y retirarse, cuando a lo lejos vio una mujer espectacular que caminaba por la acera con una niña de unos 9 años de la mano. Se fijó bien en ella y descubrió que era la maestra de su hija. De pronto oyó a su lado que uno de los dos ganaderos decía.
-¡¡Mira nada mas donde anda esa mosquita muerta!! Vieja cochina y degenerada.
-¿Pues qué pasó Laureano? Dijo su acompañante.
-esa pinche vieja depravada que va ahí con la niña. Allá en Monterrey trabajaba de maestra en una de las mejores escuelas y la sorprendieron abusando de una niña de 8 años.
-¿Pues qué hizo Laureano?
-Hizo que la niña le chupara el coño, después supieron que ella ya había pervertido a cinco niñas que se prestaban a sus juegos.
-¿Y porque no la encarcelaron?
-Por no hacer un escándalo, es más, ni a los padres de las niñas les dijeron. Yo lo sé porque mi prima es la subdirectora de la escuela y me lo conto. Pero me hizo jurar que nunca lo diría pues su trabajo está en juego.
-¡Noo!……pues esta cabrón……
Daniel no podía creer lo que escuchaba. De inmediato su cerebro trabajó haciendo un plan. Era la mujer ideal, además, según veía, tenía una hija. Se fue a su casa y le explicó a Sandrita lo que harían, en lo que su hija estuvo de acuerdo pues le gustaba mucho la maestra, así llegó el lunes en que la niña se presentó a la escuela con un nota de su padre para ella.
“Señorita Isabel. Por medio de la presente me gustaría citarla a tomarnos un café en la cafetería Hidalgo mañana a las 19:00 horas para tratar una situación sobre mi hija. Le agradezco de antemano y espero su respuesta por el mismo conducto”
Gracias.
Ing. Daniel González B.
Al terminar las clases Sandrita trajo la respuesta de la maestra aceptando la cita y así se llegó el martes. Sentado en el café Daniel vio venir a la maestra, venia arreglada como si la cita fuese de amor y se veía espectacular. Se sentó con él y platicaron de cosas intranscendentes por un rato, hasta que Daniel decidió poner las cartas sobre la mesa.
-En realidad Isabel, el motivo de esta reunión es proponerle una situación. Le aclaro que usted es totalmente libre de aceptarla o no y que si no le parece nos levantamos de la mesa y olvidamos lo hablado. (Aquí Isabel se preocupó)
-lo escucho Ingeniero.
-Déjeme decirle que la casualidad me hizo dueño de un secreto (Isabel se puso pálida) del cual no me aprovecharé pues me parece indigno. Se lo que sucedió con usted en Monterrey en la escuela en que trabajaba.
Isabel bajó los ojos totalmente nerviosa y a punto del llanto.
-ya le dije que no usare jamás ese secreto para chantajearla.
-¿Entonces que desea? Dijo ella.
-Bueno, primero una pregunta. ¿Me considera un hombre feo o repugnante con el cual no podría usted intimar?
Ella se quedó callada por un minuto y después dijo.
-Desde el primer día que lo vi me pareció un hombre muy guapo y todas las maestras, hasta las casadas, suspiran por usted. Sí, me gusta usted mucho. (Ella pensaba que quería obligarla a tener sexo con él y estaba dispuesta a complacerlo, si así se callaba, pero lo siguiente la sorprendió por completo)
-Bueno, dijo él. Yo diría que tengo un arma contra usted, pero le voy a proporcionar un arma tan mortífera como la que tengo que usted podría usar contra mí, si yo intentara abusar de usted.
Ella lo vio con ojos de incredulidad, no podía creer que alguien se pusiera a su merced si tiene todas las cartas ganadoras.
-Le voy a confesar, dijo el, que tengo tres años teniendo relaciones sexuales con mi hija, de común acuerdo.
Isabel no podía creer lo que oía a pesar de sospecharlo, pero que él lo confesara cambiaba todo y deseó entregarse a él. Dibujó una sonrisa en su cara que el captó y le preguntó.
-¿Le causo risa?
-No Ingeniero, lo que pasa es que lo sospechaba, por eso me rio.
-¿Y porque lo sospechaba?
-Pues……….usted ya sabe que me gustan las niñas…….como a usted. Y siempre me ando fijando en ellas. Se me hacía sospechoso que Sandrita tuviera tan desarrolladas sus nalguitas, eso se debe o a herencia o a………la penetración constante de un pene en ellas. Me imagino que ustedes los hacen seguido.
-A diario, y a veces hasta dos o tres veces.
-Esto nos pone a la par, dijo ella.
-así es, por lo pronto mi proposición es……
-No lo diga Ingeniero, creo saber cuál es y créame que acepto con mucho gusto, me imagino que Ana, mi hija, va incluida en el trato y solo le pido un par de días para hacérselo ver, pues ella ya hace unos días me comentó que le gustaría probar con un hombre y yo le dije que le buscaría la mejor opción, creo que la encontré. Además es posible que podamos incluir a dos o tres niñas más a cuyas madres no les importan y las dejan hacer lo que quieran. Ya tengo el camino adelantado con ellas.
-Está bien Isabel, lógico que también Sandrita está incluida en el trato. ¿Cuándo quiere usted tener nuestra primer reunión?
-Hoy es martes. ¿Le parece bien el viernes?
-claro, con la condición de que se queden sábado y domingo hasta la tarde.
Ella sonrió pícaramente y 15 minutos después se separaron. Regresaron a sus casas y cada cual empezó a “preparar” a su hija. Daniel cambio la cama de Sandrita por una más grande pues la idea era que durmiera con Anita, mientras él dormía con Isabel, y así se llegó al viernes. Recogió a su hija en la escuela, comieron y a las 5 y media de la tarde pasó por Isabel y su hija en el mismo café donde platicaron.
Al verlas casi le da un infarto. Isabel se veía espectacular, cosa ya vista por él, pero la niña era extraordinaria. Traía una falda recta, cortita que le ajustaba a su tierno cuerpecito. Al sentarse en la parte de atrás del carro la faldita se le subió dejando ver sus pantaletas. Se daban a notar sus nalguitas aun vírgenes y sus piernas eran torneadas con unas calcetas hasta la rodilla, traía una blusa strapless que realzaba su núbil pecho sin protuberancias, plano como una tabla y unas tetillas de niño, justo lo que lo volvía loco.
Rubia, con trenzas y ojos verdes. Tenía una cara angelical que contrastaba con un gesto sensual de sus labios gordezuelos. Daniel no pudo evitar pensar cómo se verían con su verga entre ellos y como disfrutaría el culito de ella. Isabel se dio cuenta y al subirse al carro le dijo al oído.
-Tranquilo, ya pronto la vas a disfrutar. Se lo que te pasa pues a mí me pasa a seguido cuando una niña me gusta.
Así llegaron a la casa donde Sandrita los recibió en actitud muy simpática diciéndole a Anita.
-A partir de hoy seremos hermanitas.
Las niñas se retiraron al cuarto de Sandrita y Daniel e Isabel aprovecharon para empezar a acariciarse. Se besaron intensamente y se hicieron tocamientos. Isabel pudo calibrar el tamaño de la verga de su nuevo amante y se sintió satisfecha diciéndole.
-Creo que vamos a ser muy felices, tenemos los mismos gustos.
Siguieron un rato dándose lengua y tocándose hasta que ella dijo.
-creo que es el momento de prepararnos. Permíteme un lugar donde podamos cambiarnos y tener un baño para asearnos un poco.
Daniel la guío al cuarto de visitas, pero al pasar por el cuarto de Sandrita vieron que ella estaba sobre la cama con las pantaletas bajadas y Anita mamándole la rajita. Se escuchaban los quejidos de la niña. Isabel llamó a su hija que rompió el contacto con cara de quedarse con ganas y Daniel alcanzo a oír cuando le dijo a su hija.
-tienes un coño muy rico, te lo voy a mamar a diario.
Isabel y su hija fueron al cuarto de visitas mientras Daniel sacaba colchonetas y almohadones para “Decorar” la sala, pues pensaba que era el mejor lugar para lo que iba a ocurrir. Bajó los cojines de los sillones, puso lo que trajo y quedó una amplia superficie lista para la “acción” llamó a su hija y le pidió que se preparar y él fue a su recamara y se desvistió poniéndose una fina bata sin nada abajo. Así, 10 minutos después el y su hija, con un camisón transparente, esperaban a Isabel y Anita. Quedaron impresionados al verlas. Isabel traía puesto un negligé transparente que dejaba ver un hermoso cuerpo en su mejor momento. Sus 24 años lucían en su esplendor, pero Anita se veía espectacular. Su madre le había puesto un vestido de princesita algo corto que dejaba ver sus nalguitas, además la había maquillado y se veía preciosa con la boca, las cejas y los ojos pintados. Las dos se acercaron a ellos y se inició la sesión de besos y caricias. De pronto Isabel agarró la verga de Daniel y comenzó a mamarla ante la atónita mirada de su hija, al darse cuenta que la niña miraba extasiada lo que hacia la llamó y le dijo.
-Ven, te voy a enseñar como mamar esta verga.
Y así fue, le enseñó como chuparla, metérsela en la boca, a tener cuidado con los dientes para no “rayar” el cilindro de carne y a acariciarle los huevos. En 15 minutos llevó un curso intensivo de como mamar. Luego, Isabel ante su atónitos ojos se subió sobre la verga y se ensartó sola toda la longitud en su culo. Las dos niñas veían la situación mientras se acariciaban entre ellas. Daniel estaba a punto de venirse pero supo aguantar. Quería regar el culito de la niña con una buena descarga. Después de unos 10 minutos Isabel se bajó de la verga y le dijo a su hija.
-Llegó el momento de que recibas una verga en tu culito. Yo estoy aquí y además Daniel va a ser muy cuidadoso. Si te duele dinos, para que se detenga y si lo soportas disfrútalo, es tu primera vez. Daniel será como un padre para ti a partir de ahora, ya que tu no tuviste la suerte de tener un padre que te enseñara todo esto, piensa en él como tal.
De pronto apareció un frasco de crema e Isabel embarro el culito de su hija con ella. La tomó debajo de las axilas y la colocó sobre la verga de él, que apuntaba a la entrada de su pequeño ano. Daniel la soportó tomándola de las nalguitas y de común acuerdo con Isabel la fueron dejando caer sobre la verga. El sintió como cedió el esfínter de Anita permitiendo que entrara la cabeza, se detuvieron un momento y después dejaron que entraran unas cinco pulgadas, cabeza incluida. La niña de quejaba suavemente pero no pedía que se detuviera y cuando la penetración se detuvo por un par de minutos, poco a poco se fue acostumbrado y empezó a sentir algo de placer y más cuando Sandrita decidió empezar a mamarle el coñito. Daniel no podía créelo. Apretaba delicioso y recordó cuando penetro el culito de su hija antes de que cumpliera 7 años. Era la locura. Nunca soñó que algún día tendría tanto placer gracias a unas niñas y que una de ellas fuera su propia hija. Había hallado la situación perfecta para vivir feliz. De pronto Anita empezó a contraer su culito provocando que Daniel soltara un torrente de semen dentro de él, lo que a la vez provocó una especie de orgasmo a la niña. Cuando salió de su culito Isabel tomó a Sandrita y empezó a mamarle el coñito, la niña disfrutaba mucho a pesar de estar acostumbrada, pero el hecho que fuera una mujer quien se lo hacía le daba un placer extra, y así también llegó a un orgasmo. Daniel tuvo otra erección de inmediato, pues había tomado su “medicina” que usaba cuando Sandrita estaba muy excitada y estaba listo para otra sesión. Ahora fue Sandrita la que se ensartó la verga de su padre en su culito. Se veía que estaban acostumbrados e Isabel de inmediato descubrió sus “códigos” sexuales. Cuando acelerar, cuando detenerse, cuando contorsionar el cuerpo para besar en la boca a su padre, cuando menear las nalguitas, etc. Él no se vino en el culito de su hija y le pidió que desmontara. Así lo hizo Sandrita pero se hinco ante las piernas de él y se la mamó un buen rato. Cuando sintió que su padre se venía llamó a Anita y la hizo que se metiera la verga en la boca y recibió toda la descarga de semen. Isabel le mantuvo la cabeza pegada a la verga diciéndole.
-Trágate todo lo que puedas mi vida, aunque no te guste. Después te va a gustar mucho.
Luego de una hora de descanso y un par de copas a Daniel se le volvió a parar. Decidieron el e Isabel desvirgar el coñito de Anita que se prestó gustosa. Isabel la colocó sobre un sillón con las piernas abiertas. Daniel le mamó la conchita por casi 15 minutos y después apuntó su verga hacia su vagina. Empujó suavemente mientras Isabel calmaba a su hija que en realidad no lo necesitaba. Desde el comienzo empezó a disfrutar la penetración y empezó a sentir amor por el hombre que le daba tanto placer.
Todavía en la madrugada Daniel disfrutó del culo de Isabel y amarecieron hechos un revoltijo de olores, sabores y hasta heces fecales que salieron de sus culos. No les molestaba el olor y disfrutaban de todo lo que pasaba y esa misma tarde reanudaron sus juegos.
Así iniciaron una nueva vida. Un mes después anunciaron su unión como pareja y en los siguientes cinco años Isabel tuvo dos hijas y un hijo varón. Lógico, al llegar las niñas a edad reproductiva empezaron a tener hijos e hijas de su padre que alargaron sus placeres por mucho tiempo.
Verdolaga.
yo soy igual que ustedes me gustan las niñas aunque solo he tenido tocamientos mas nunca relaciones sexuales con una
Ok.
Si es.maravilloso eso
Que buena historia, quiero saber como y quien de las dos fue la primera en quedar embarazada y si eso le afecto para seguir divirtiéndose
Si que rico embarazadas y tomar su leche
Esperamos continuidad
siiii, mas por favor