Servicio de niñero

Morbo para echar a volar la imaginación. Mili y su niñero Julio..
Ya era tarde, debía dejar a Mili con su nuevo niñero, un gentil hombre de 46 años que conocí en un chat, había logrado que cuidara a mi hermosa hija en lo que comenzaba mi periodo en el turno nocturno del trabajo, es difícil conseguir dónde dejar a mi linda hija de 6 años para que la cuiden en lo que trabajo…. Esto de ser papá soltero es pesado.

Este gentil hombre maduro, velludo y responsable se haría cargo de mi nena por las noches, en lo que trabajo, la dejaría a la hora de ir y la recogería al amanecer, saliendo de la jornada.

Corrí con mi nena y llegamos al edificio de departamentos, es un edificio de solteros, toco el timbre y suena una voz varonil.

Hombre – Creí que no vendrías, es más tarde de lo esperado.

Yo- Disculpa Julio, tuvimos un contratiempo.

H – Muy bien… Pasen…

Se abrió la puerta automática y entramos, subí con mi nena de la mano mientras le decía que debía ser buena niña y obeder a su niñero, que es su amigo y debe portarse bien.

Mi nena algo nerviosa, sería la primera vez que dormiría con alguien ajeno, caminaba rápido con su peluche en la mano.

Llegamos al tercer piso y encontramos el departamento 312, toqué y rápidamente Julio abrió la puerta, un hombre grande, velludo, moreno y de genio rígido.

Julio- Buenas noches, ya es tarde.

Yo- perdona Julio, no volverá a pasar, gracias por apoyarme.

 

Julio estaba vestido con una camisa sin mangas y en bermudas, se notaba un bulto sobre él y un cuerpo maduro lleno de músculo y bellos.

 

Yo- Mira, ella es Mili, te la encargo mucho.

Julio- Pasa Mili, estarás muy cómoda aquí. (Le dijo mientras la miraba de pues a cabeza)

 

Él le extendió su mano a mi hija y con algo de duda mi nena aceptó y la tomó.

Yo- nena obedece a Julio, sé buena niña.

Julio- ¿Alguna recomendación especial?

Yo- pues, solo que revises que cene bien, cepille sus dientes y la bañes bien antes de dormir… Por favor…

Julio-No hay problema, estará bien atendida…. Dile adiós a Papy Mili.

 

Mili entrecerró sus ojitos y dijo un adiós algo leve, y antes de yo poder despedirme Julio ya había cerrado la puerta en mi cara, sin embargo agradecí la acción pues llegaría tarde a trabajar.

Pasó la jornada y solo pensaba que Mili estuviera bien, confiaba en que ese buen hombre la cuidara y protegiera, terminó el turno nocturno y partí hacia casa de Julio.

Al llegar toqué el timbre y esperé respuesta, sin embargo no llegó, reintenté y nada… Así que le llamé a su celular… Timbró y pasado un momento contestó con voz de dormido, a lo que yo le contesté que estaba abajo, demoró unos minutos, pero abrió la puerta y subí a su departamento, y al llegar toqué la puerta.

Pasado un rato abrió la puerta, Julio estaba sin camisa y en boxer.

Julio- buenos días, tu princesa aún duerme.

Yo- oh muy bien, me da gusto que esté descansando.

Julio- Sí, anoche nos divertimos mucho (argumentó con una leve sonrisa).

Yo- ¡que gusto!, me alegra que la hayan pasado bien, me asusta el hecho de que esté incómoda, o que te haga incomodar a ti.

Julio- no para nada, al contrario, estuvimos muy cómodos y tranquilos, pasa a verla.

Entré a su recámara, la única del departamento, estaba regado con ropa tirada con un una cama king sice dónde mi reina dormía, hacía calor dentro, así que ví normal que Mili estuviera solo es sus calzoncitos de princesas; el cuarto olía a hombre, a sudor, pude notar algunas fotos mujeres desnudas, una botella vacía y diferentes en empaques dudosos.

Yo- veo que hace bochorno.

Julio- sí, se encierra el calor, espero no te moleste que durmamos así.

Yo- no no, en lo absoluto, es normal.

 

Tomé un pans y una chamarra para mí nena y la vestí mientras despertaba.

 

Yo- Buenos días nena, tranquila, ya vamos a casa.

 

Ella medio dormida reaccionó y se dejó vestir sin decir nada. La cargué no sin antes quedar con Julio con que llevaría a mi reina en la noche de nuevo, ya que regrese a trabajar, la cargué al coche y la acosté en el asiento tracero.

Llegamos a casa y Mili ya había despertado.

Yo- ¿como te fue reina? ¿Qué hiciste?

Mili- jugamos y comimos.

Yo- ¿Cómo es julio? ¿Es bueno?

Mili- si Papy, me cuida me hace cosquillas.

Yo- que bueno amor y ¿Te gusta?

Mili- si me gusta. (Me alegra que se sienta contenta con él).

Yo- ¿Qué cenaron?

Mili- Pizza!!!! Y leche

Yo- oh comieron pizza, y ¿Que tal?

Mili- Rico, pero la leche era rara, pero sabía bien.

Yo- recuerda que debes comer todo lo que te dé. (Me gusta fomentar los buenos valores en ella).

Yo- ¿Y te bañaste bien?

Mili- me bañó Julio Papy.

Yo- ¿y no hiciste berrinche? (Ella suele renegar a la hora del baño).

Mili- no Papy, Julio se bañó conmigo.

Yo- ¿Se bañó contigo?

Mili- Sí, y jugamos con el agua, es muy peludo.

Yo- bueno, deben cuidar el agua, y ¿Te bañó bien?

Mili- sí, me limpió toda (me da gusto que sea comprometido con el trabajo)

Yo- Que bueno nena y ¿Como durmieron?

Mili- me abrazó y me hizo mas cosquillas…. Y me dio muchos besos. (Me da gusto que Julio sea tan caballeroso)

Yo- ¿Te gustó dormir con Julio nena?

Mili- Sí Papy, ¿Volveré a ir?

Yo- Sí nena, en la noche.

Ella se alegró y yo también al saber que mi pequeña estaba en muy buenas manos

 

 

Volvió la hora de irnos, esta vez no demoramos, no quería hacer incomodar a Julio, llegamos a tiempo y Julio nos recibió con una conjunto de fútbol, se veía que regresó de entrenar y olía a sudor muy fuerte, en su mano portaba una cerveza a la que daba tragos frecuentes, al abrir la puerta saludó a Mili y se agachó para abrazarla, casi me ignora, solo por el hecho que de Mili me dijo adiós y le di su abrazo de despedida, al hacerlo logré oler que un poco de la esencia masculina de Julio quedó impregnada en la inocencia de mí hija.

Rápido le di sus instrucciones y Julio cerró la puerta.

 

Regresando por ella, al otro día, volví a llamar a su celular, ya que no abría rápido, subí y me volvió a recibir Julio en boxers azul marino, noté su cuerpo bien formado.

Yo- Buenos días Julio.

Julio- Pasa, ya sabes dónde está tu hija.

 

Entré a la recámara con olor a hombre y Vi a mi nena de nuevo dormida con sus piernas abiertas solo portando un calzoncito de ponys, noté que estaba algo húmedo.

 

Yo- Oh, creo que sucedió un accidente.

Julio- No pasa nada, le apliqué una crema, me dijo que le dolía, pero ya está bien (agradecí que Julio fuera muy atento)

Yo- ¡Gracias Julio!

 

Comencé a vestirla y repetí la acción de día de ayer, ya en casa pregunté a mi nena como le fue.

 

Yo- Mili, ¿qué hicieron anoche?

Mili- vimos una película papá.

Yo- ¿Cuál vieron?

Mili- no sé pero era de una niña con su novio, que se daban besos y jugaban en la cama.

Yo- ¿Y te gustó nena?

Mili- sí, yo también quiero un novio.

Yo- eres pequeña aún nena.

Mili- dice Julio que estoy muy bonita y que le gusto.

Yo – ah ¿Sí?… ¿Y a tí te gusta Julio?

Mili- Sí, es muy guapo.

Yo- Pero no sabes si quiere una novia.

Mili- ¡Sí quiere! Porque jugamos a los novios y me dió besos como el señor del vídeo le daba a la niña.

Yo- Amor no quiero que incomdes a Julio.

Mili- No Papy… Oye Papy, ¿Tú tienes pico?

Yo- ¿Pico?

Mili- Sí Papy, pico para hacer pipí.

Yo- Sí reina, todos los hombres tenemos pico, ¿Por qué?

Mili- Es que cuando nos bañamos veo el pico de Julio, y hoy no se aguantó y por ahí hizo pipí y me mojó.

Yo- Ay reina debiste estar mal parada, debes darle espacio, recuerda que es su casa. (Me da pena que mi nena incomode o moleste a Julio por la buena acción que él está haciendo con nosotros).

 

Pasó el día y en la noche regresamos con Julio, el abrió la puerta ahora solo en shorts, se escuchaban algunos ruidos de tele, una niña haciendo sonidos junto con un adulto, debe ser el vídeo que comentaba mi nena, cuando Julio recibe a Mili se agacha la abraza y le da un dulce beso de pico en sus labios, me da ternura esa acción, veo que ambos se quieren.

 

Entrego a Mili y parto al trabajo.

 

Al otro día llego, y esperé más de lo normal, al abrir Julio lo noto algo sudado y agitado, de nuevo tenía unos boxers ahora de color rojo, pasé a la recámara y Mili estaba despierta, ahora tenía una faldita roja y una tanguita a juego.

Mili- ¡mira Papy! Julio me regaló esta faldita.

Yo- ¡Qué hermosa nena! ¿Ya le agradeciste?

Mili- Sí Papy.

Julio- Se le ve muy bien, ¿Verdad?

Yo- Sí, resalta su piel, muchas gracias Julio, muchas gracias por tomarte tantas molestias con Mili.

 

Julio entra a la cama junto a Mili y le planta un dulce beso en su boquita infantil. Qué hombre tan bueno y amoroso.

 

Julio- Ya reina, debes ir con papá.

 

Le coloco un suéter y partimos… En el camino le hice la entrevista diaria.

Yo- ¿Cómo te fue hoy?

Mili- bien Papy, primero nos bañamos, me gusta enjabonar el pico de Julio y por dónde hace popo, también.

Yo- debes hacerlo bien reina, así como él te lava a ti.

Mili- si Papy, me lava muy bien mi rajita, siempre se tarda para que quede limpia.

Yo- ¿Qué más pasó?

Mili-jugamos a las modas, Julio llevo muchos vestidos y me tomó fotos, el que más me gustó fue éste.

Yo- que bueno nena, debes darle gracias. Princesa ¿Por qué hoy despertaste antes?

Mili- Es que Julio quería jugar y me despertó, y me presentó a un amigo por videollamada para que le mostrara mis vestidos.

Yo- Y le gustaron a su amigo.

Mili- Sí Papy, me dijo que me veía muy bonita.

Yo- es que eres hermosa nena.

 

Esa noche regresamos a la casa de Julio ahora Julio abrió la puerta en boxer verde, se volvió a agachar y saludó a mi hija de beso en la boca, esta vez no dejó que le entregara la ropa me dijo que le había comprado él mismo, agradecí complacido y partí a trabajar.

 

A la mañana siguiente llegué y me recibió Julio en boxer blanco sin embargo noté que había unas pequeñas manchas rojas en él, no quise preguntar para no incomodarlo. Entré a la recámara, se sentía el olor a hombre y el calor, ví a mi hija bien dormida con sus piernas abiertas, pero esta vez estaba desnudita, de seguro el calor la agotó, julio cubrió con una almohada una mancha roja de la sábana, no le di importancia, noté que la rajita de mi nena estaba algo rosada, de seguro la ropa Interior la irritó.

Yo- Veo que está algo irritada.

Julio- Sí, por eso la dejé dormir así, le he estado poniendo crema.

Tomó un frasco y con dos dedos agarró algo de crema y la comenzó a untar sobre la vagina lampiña de mi hija, abrís sus labios, tocaba su clítoris y acariciaba la entraba de tu cuevita.

Yo- gracias Julio, no sé qué haría sin tus cuidados.

Julio- estoy para cuidar a tu hija, por cierto, no sé si sea bueno que te la lleves así, necesita descansar.

Yo- No quiero incomodarte, además ya me toca mi descanso, esta noche no será necesario que se quede aquí.

Julio- mira ve a casa, descansa y más tarde yo te la llevo a tu casa.

 

De manera apresurada Julio me llevó a la puerta y confiando en que mi reina estaría mejor partí.

 

Llegué a mi casa y dormí, más tarde escuché el timbre sonar, era Julio de la mano de Mili, abrí y los hice pasar entraron y mi nena ya estaba bien, lo primero que hizo fue llevar de la mano a Mili a su cuarto, los seguí y miré contento como Mili le mostraba todas sus cosas, peluches, juguetes y ropita.

 

Yo- Julio, ¿Gustas quedarte a cenar?

Mili- ¡Siiiiii!

Julio- Está bien, me quedo.

Mili-quédate a dormir.

Yo- Mili, no sabemos si Julio tiene otros pendientes

Mili- ¡Por favor!

Julio- Está bien, me puedo quedar, para seguirla cuidando mientras descansas.

Yo- Gracias Julio, eres muy considerado.

Mili- ¡siiii! Uy… Quiero hacer pipí.

Julio- ¿te llevo a hacer pipí?

Mili- Sí.

 

Que hermosa relación hab formado ellos dos, Mili y Julio se toman de la mano y entran al baño, se escucha que se cierra el seguro de la puerta y yo parto a hacer la cena.

Pasaron algunos minutos y salen los dos del baño.

Yo- ¿Todo salió bien?

Julio- Más que bien, (sonríe y le da un dulce beso en los labios a mi nena).

 

Me da gusto ese cariño y sirvo los platos en la mesa.

Los tres cenamos y me dispongo a lavar los platos.

 

Yo- Julio, ¿Puedes meter a bañar a Mili?

Julio- Claro, con gusto.

 

Al momento llama a Mili y se van hacia la recámara y entran al baño, pasados unos minutos regresa Julio completamente desnudo mostrando un pene grueso, oscuro, peludo y a media erección.

 

Julio- Oye, ¿dónde hay toallas?

Yo- En la recámara principal, bajo en el armario.

 

Veo como ese macho maduro camina con su pene contoneando por mi casa, busca las toallas y entra al baño con mi hija.

Después de 40 minutos salen los dos en toallas y entran a la recámara de Mili, me asomo curioso y veo alegra como ambos desnudos secan sus cuerpos, el cuerpo peludos de Julio es más difícil de secar, y él pasa las manos por todo el cuerpo de mi nena, ella intenta lo mismo con él, pero es un hombre grande. Después de secarse tiran las toallas y se abrazan desnudos y se besan mientas entro a la habitación.

Julio- Oye… Recordé las toallas, ya no las usaremos.

Yo- Sí Julio… ¿Les busca ropa Interior?

Julio- No, así vamos a dormir hoy, ¿Verdad Mili?

Mili- Si!!!!

Yo- Muy bien, Julio.

 

Recojo las toallas y veo como ambos desnudos se acuestan en la cama.

 

Julio- Oye, cierra la puerta y ya no entres, no queremos que nos interrumpas.

Yo- No te preocupes Julio, descansen.

 

Espero de duerman bien y tranquilos, por lo mientras descansaré un poco, ha sido una semana pesada, solo me tranquiliza el hecho de que Mili está en buenas manos…

 

-Morbo para echar a volar la imaginación-

 

Danny J