Solos tu y yo Parte 1
Una pandemia acabó con toda la vida, todos menos mi prima y yo. ¿Como viviremos estando solos?.
Todo empezó con un chino y una sopa de murciélago, después de eso las cosas se salieron de control. Poco a poco la gente estornudaba, terminaba en cama y caía muerta en muy poco tiempo.
Se dice que a todo hijo le toca enterrar a sus padres, pero jamás pensé que me tocaría hacerlo a los 19 años.
Ni siquiera pude hacerles un funeral como se debe, la funeraria estaba cerrada pues los dueños habían muerto. También los restaurantes y todos los negocios.
Escribo este diario… no se para que, tal vez para evitar volverme loco. Tal vez porque no soy el único en realidad, no lo se, tal vez algún día la humanidad vuelva a poblarse… aunque quien sabe como.
Afortunadamente, estudiaba Agronomía, por lo que, con las respectivas semillas y tierra, puedo sobrevivir a base de cultivos.
Hoy quedé solo, los que no se fueron murieron. Incluso algunos se fueron estando enfermos. Mi vecino acaba de morir hace dos horas y ahora mismo lo estoy enterrando en su jardín.
Los animales eran asintomáticos, pero también murieron con el tiempo, así que soy el único ser vivo en kilómetros a la redonda.
En cuanto a mi… no he presentado ningun síntoma hasta ahora. No se si soy inmune o solamente tengo suerte, pero me siento físicamente bien.
Mi despensa se acabó, no me quedaba nada, decidí ir al centro comercial más cercano a robar algo de comida. No habría nadie atendiendo así que nadie me detendría.
Me llamo Jose. Soy delgado, de 19 años, cabello negro y caido, sin barba.
Aquel día fui al centro comercial más cercano a buscar víveres.
Las calles estaban solas.
Yo vivía en una gran ciudad, aunque con lo sola que estaba, no había mucha diferencia entre esta ciudad y el campo.
Llegue al centro comercial.
La zona de electrónica estaba completamente saqueada, afortunadamente había suficientes alimentos no perecederos.
Tome varias latas de conservas, luego me dirigí a la sección de juguetes en búsqueda de un Lego. Unos juguetes de Lego me tendrían distraído para no tener que pensar en la situación.
Estando en la sección de juguetes escuché un ruido, busqué a mi alrededor para buscar la fuente de ese ruido
-¿Hay alguien ahí?- pregunté
Desde un pasillo salió una chica, pensé que era el último en la ciudad pero pronto vi que no era así.
-Hola- dijo la chica… la cual reconocí en poco tiempo
-Rita- dije
-Hola Jose- dijo ella
Rita era prima mía, hija del hermano de mi madre.
Delgada y bajita, con 18 años recién cumplidos, cabello largo y rubio, Rita se lanzó a mis brazos
-Llevo 3 dias sin ver a nadie, pensé que habías muerto Jose- dijo Rita con lágrimas en los ojos
-Tranquila, estoy bien- dije
-¿Qué estás haciendo?- me preguntó
-Buscaba algo de comer para llevarlo a mi casa, ¿y tu?
-Llegué aquí hace dos dias- me respondió, al inicio pensé también en recolectar víveres, pero al final pensé que sería menos desperdicio de energía si me quedo aquí
No lo había pensado, pero era cierto, además de que estar ahí 24/7 aumentaba las probabilidades de que alguien más llegara.
-Supongo que tienes razón- dije -espero que haya espacio para uno más
-Claro que lo hay- dijo ella -estoy cansada de estar sola, estoy feliz de que estés aquí.
El centro comercial tenía de todo para sobrevivir. Comida en conserva, suficientes distractores para perder el tiempo, camas en la sección de muebles, ropa, incluso una pequeña fuente en el centro con un tinaco conectado al río la cual era fácil de encender y apagar para poder darnos un baño o beber agua.
Fui a la sección de muebleria acompañado de Rita
Había varias camas, salas, sillones, mesas, etc.
-Puedes elegir la que quieras- dijo Rita
-Mmmm…- pensé -¿Dónde duermes tú?
-No tengo una fija- dijo ella -duermo en una diferente cada día
-Bueno, supongo que puedo hacer lo mismo- dije
. . .
Anocheció
La sección de muebles era bastante grande y yo me preparaba para dormir.
Normalmente suelo dormir desnudo, pero debido a que compartiría el dormitorio con Rita tuve que ponerme una pijama que robé de una tienda de ropa del centro comercial.
La sección de muebles era grande, pero aun así no había lugar que no estuviera a la vista
Elegí una cama matrimonial color azul oscuro con 2 almohadas, Rita estaba a 7 metros de mí en una cama matrimonial con cobijas temáticas de unicornios.
Rita se quedó dormida casi de inmediato.
Yo no podía dormir, el calor era terrible pues no funcionaba el aire acondicionado de la tienda. Además, la ropa era muy incómoda, años de dormir desnudo hacían de la ropa algo muy incomodo.
Decidí quitarme la camisa y el pantalón de la pijama, al fin y al cabo Rita estaba dormida, así que no habría demasiado problema, y si despierta pues… si voy a vivir con ella hasta quien sabe cuando será mejor que pierda un poco de pudor.
Estando en calzoncillos tuve una erección terrible la cual me dificulta aún más el conciliar el sueño.
El baño más cercano estaba a 10 metros de mi cama y tenía que pasar frente a Rita arriesgándome a despertarla.
Decidí masturbarme ahí
Me bajé los calzoncillos y pude ver mi verga completamente parada en la oscuridad.
La idea de masturbarme frente a mi prima, incluso estando ella dormida, me excitaba mucho.
Imagine cómo sería coger con ella. Tomar sus no muy desarrolladas tetas y pasarlas por mi cara, o tal vez pegarle mi pito en sus labios e irlo metiendo lentamente.
Incluso una idea macabra se pasó por mi mente: ella estaba dormida a tan solo unas camas de mí, podía simplemente acercarme a su cama y cogermela ¿que haría ella? ¿acusarme con la policía? ya no había policía, ahora solo éramos ella y yo.
Aunque… otra idea aún más excitante llego a mi mente: No era necesario forzarla a nada, tarde o temprano ocurriría, después de todo, éramos las únicas personas en la ciudad y quizá en el mundo, tarde o temprano tendríamos que recurrir a eso para preservar la especie.
Por fin me vine… justo después de eso me quedé dormido.
Una risa tímida me despertó: era Rita quien reía al verme desnudo y lleno de semen seco en el área alrededor del pene.
-Veo que te divertiste hoy- dijo ella entre risas
Rápidamente me cubrí con la cobija de la cama, completamente rojo de vergüenza
-Lo siento- dije
-Jajaja, primito, es normal, pero la próxima vez ve al baño
-Me puse el pantalón y fui a una tienda de viveres dentro del centro comercial a buscar algo de comer.
Traté de no toparme con Rita, después de lo ocurrido no podía mirarla a los ojos, menos aún sabiendo que me masturbe justo pensando en ella.
Fui a una tienda de videojuegos en el centro comercial, esperaba que la electricidad del generador me permitiera jugar algo.
Jugé por varias horas y luego decidí ejercitarme.
Antes de esta situación, solía ir al Gimnasio a diario. Después de la muerte de mis padres, me fue imposible mantener la constancia.
Pero ahora lo retomaría. Rita y yo no podríamos quedarnos en el centro comercial para siempre. Tarde o temprano la comida se agotará y cuando eso pase, las cosas se volverían sumamente difíciles, lo mejor será que cuando eso ocurra, yo esté en forma.
El gym era grande y se veía tremendamente vacío.
Empezaría con ejercicios con algo de cardio, afortunadamente el generador era capaz de alimentar con normalidad todo el centro comercial.
Después de eso pasé a hacer pesas, me faltaba práctica por lo que no pude cargar el peso al que normalmente estaba acostumbrado.
Tras terminar mi rutina, decidí entrar a la cámara de vapor del gym para relajarme un rato. Sin embargo, cual fue mi sorpresa al llegar y ver que ésta ya estaba encendida, la curiosidad me hizo mirar dentro y la sorpresa me invadió cuando vi a Rita dentro de la habitación de vapor.
Rita estaba completamente desnuda, sin ninguna toalla ni nada que cubriera su hermoso cuerpo. Sus pezones eran color marrón, pequeños igual que su pecho. Debido a la posición en que estaba sentada me fue imposible ver su vagina, pero pude distinguir que tenía toda la zona del pelvis afeitada. Su piel estaba cubierta de un seductor sudor que la hacía ver terriblemente apetecible y su rostro estaba lleno de lágrimas de tristeza.
-Lo siento- dije inmediatamente pero antes de poder salir, ella se puso de pie y me abrazó. Pude sentir su pecho desnudo rozando contra el mío. En ese momento yo tenía puesta una toalla pero el resto de mi cuerpo estaba completamente desnudo.
-Jose- dijo ella -Los extraño, extraño a mamá, a papá, a mi hermanito. Los extraño, los quiero de regreso, los quiero de regreso.
Una erección llegó en el peor momento, pero no podía evitarlo, sentir su cuerpo desnudo con ese incitante aroma a sudor era simplemente demasiado para mi, aun así, parecía que ella no lo había notado.
Le devolví el abrazo, quise eliminar de mi pensamiento cualquier cosa sexual, pues entendía que ella necesitaba apoyo emocional, no un simple chico caliente.
-Entiendo, lo entiendo perfectamente- dije -yo también los extraño. Siempre me molestaba cuando mi papá me retaba por no lavar el coche… ahora cambiaria 10 años de mi vida por que me regañe de nuevo
Rita no respondió, continuó llorando en mi rostro. A pesar de tratar de distraerme, la erección continuó e incluso se hizo más fuerte, incluso dolía un poco.
De hecho, mi erección resultó problemática, pues en el abrazo, me fue imposible evitar que mi toalla cayera al suelo por la fuerza de mi pene.
Quedé completamente desnudo pero ella continuó llorando.
. . .
Después de llorar durante un rato, se calmó, luego volteó a verme a la cara y se puso completamente roja, dándose cuenta de que estábamos ambos desnudos, se separó de mí y me dió la espalda en un torpe intento de ocultar su cuerpo.
-Lo… lo siento- dijo Rita
-Descuida, yo tambien extraño a mi familia
-Cre… creo que me estoy abochornado por el vapor
-Si… eso creo, tal vez sea hora de salir
Tomé mi toalla y estaba por cubrirme pero caí en cuenta que ella no tenía ninguna toalla.
-¿No tienes toalla?- pregunté
-No- me contestó -Llevo varios días aquí, cuando me sentía estresada me relajaba en esta cámara de vapor, no había nadie y nunca entraba con toalla… creo que se me hizo costumbre
-¿Quieres que te preste la mía?- dije ofreciéndole mi toalla -es más fácil para mi cubrirme con mis manos. ¿Dónde está tu ropa?
-La deje en la sección de muebles, junto a la cama
¿Al lado de su cama en la zona de muebles? eso estaba en el 3er piso del centro comercial mientras que el gym estaba en el primero ¿eso significa que caminó completamente desnuda desde la zona de muebles hasta el gym?
-Mayor razón para darte la toalla- dije -yo deje un cambio de ropa justo fuera del Gym
Salí de la cámara de vapor, me di una ducha mientras Rita hacía lo mismo.
Salí completamente vestido mientras que Rita estaba completamente desnuda frente a mi cubierta solo por una toalla.
-Gracias por la toalla- dijo Rita
-¿Te apetece comer algo? creo que puedo preparar algo rico con la comida del restaurante italiano- dije
-Si, muchas gracias
El restaurante italiano quedaba justo al lado de la sección de muebles, así que caminamos juntos.
-Sabes- dijo Rita -me alegro que estés aquí, aunque ahora tenga que cambiar mis hábitos.
-Jejeje- reí -no tienes que cambiar nada, soy un chico tolerante, puedes seguir con tu rutina antes de que llegara.
Ella se detuvo un rato y yo voltee a verla
-¿Estás bien?- pregunté
Sin decir nada, se quitó la toalla y la arrojó al suelo dejando ver su cuerpo desnudo y hermoso.
-Bueno, uno de mis hábitos es caminar desnuda por ahí- dijo Rita
Yo me puse rojo y traté de mirar para otro lado, tartamudeando un poco dije:
-De… descuida… soy un chico tolerante, está bien, puedes ir desnuda por ahí.
Ella rió ligeramente
-Muy bien- dijo, me alegro que no te importe, deberías intentarlo, es muy cómodo.
Me puse rojo
-Yo… creo que me gusta mi ropa
Ella rió
-Antes de esto… en casa… solíamos andar desnudos.
-¿Enserio?- pregunté -Nunca te vi desnuda antes
-Cuando teníamos visitas siempre usábamos ropa, también cuando salíamos. Era más bien algo muy propio.
-Entiendo- dije aun rojo
-Aunque esto es algo vergonzoso- dijo Rita -es la primera vez que estoy desnuda con alguien que no fuese de mi familia.
-Somos familia- dije -eres mi prima
Ella rió de nuevo
-Supongo que tienes razón- dijo ella con voz apenada -de todos modos yo ya te vi desnudo esta mañana
-Bueno… soy hombre, puedo tener necesidades
-La próxima vez invitame
Después de escuchar eso, voltee a verla y me sonroje, ella estaba igualmente sonrojada, hermosa, sus pequeños y hermosos senos con esos lindos pezones marrones, por fin vi bien la zona de la vagina, hermosa, apretada, definitivamente era virgen. Su cara, aunque roja, estaba a punto de estallar en una carcajada.
-Es broma Jose, eres muy serio, relájate.
Me enrojeció aún más y voltee la mirada
-Oye, ¿acaso te da pena verme desnuda?
-yo… pues… iré a preparar la cena- dije en cuanto llegamos a la sección de muebles, el restaurante estaba a un lado y no fue difícil dar con la despensa.
Nunca fui muy diestro cocinando, aunque tampoco se me da mal. Aun así, pude encontrar algunos libros de cocina en el restaurante que me sirvieron de apoyo.
Terminé preparando un Espagueti al Alfredo, una de mis pastas favoritas
Me acerque a la sección de muebles esperando que Rita aún estuviera ahí y le grité:
Rita, ya está lista la cena
-ya voy- dijo Rita con un grito, no vi de donde venía pero al menos ya sabia que habia recibido mi mensaje.
Puse la mesa y serví ambos platos, Rita no tardó en llegar y… seguía desnuda
-Yo… eeh…- balbuceé
-Vamos Jose, cualquiera diría que jamas habias visto una chica desnuda
No lo había hecho, al menos no en persona. Yo era algo popular entre las chicas pues estaba en forma y era apuesto, pero siempre me dió miedo hablarles directamente. Me congelaba (tal como estaba en ese momento) cada vez que alguna chica que no fuera familiar mía me hablaba, me ponía muy nervioso, al punto en que una vez le vomité a una chica encima en una fiesta. Nunca me perdonó haber arruinado su vestido favorito.
Rita se sentó a la mesa, aún desnuda.
Una erección nació debajo de mi pantalón. Rita la vió antes de que pudiera hacer nada, sonrió algo sonrojada y dijo:
-Parece que tienes algo atorado en el pantalón, deberías quitarlo para desatorarlo, te sentirás más cómodo.
Yo no contesté, seguía rojo y apenado
Ella, al no ver respuesta de mi parte, se levantó de su asiento y rápidamente comenzó a desabrocharme el pantalón.
-Vamos- dijo -hace mucho que no veo un pene erecto y jamas he tocado uno.
Claramente ella no notó la erección que tube en la cámara de vapor.
Trate de resistirme, pero no con mucho éxito, pues francamente quería que lo hiciera. Me excitaba mucho y estaba ya muy caliente como para pensar de manera coherente.
Rita bajó mi pantalón y rápidamente mi erección salió de mi pantalón, en el proceso, el elástico de mi boxer provocó que mi pene rebotara dándole un ligero golpe en la nariz.
-Jejeje- rió mientras se sobaba la nariz -es bastante grande.
Yo me sonrojé y solo pude preguntar
-¿Alguna vez lo has hecho Rita?
-No, nunca. Llegué a ver a mamá y papá haciéndolo varias veces pero nunca lo hice yo.
Rita tomó mi pene y comenzó a masturbarme lentamente
-aah- no pude evitar gemir, nunca nadie había tocado mi pene excepto yo, se sentía fantástico.
-Tengo una duda- dijo Rita
-Que… ¿qué cosa?- pregunté
-Quiero conocer su sabor
En ese momento Rita le dió un pequeño lenguetazo a la punta de mi pene. Un escalofrío de placer recorrió todo mi cuerpo, desde mi pene, pasando por toda mi columna hasta mis pies y mi cabeza.
-Mmm…- dijo ella después de lamerlo -no se distingue bien el sabor, tendré que probarlo un poco más
Se metió mi pene completo a su boca y comenzó a lamerlo lentamente. Sentía su lengua recorriendo todo mi tronco dentro de su boca mientras que, al mismo tiempo, sentía la calidez de su aliento rozando la punta.
Se sacó mi pene de la boca y dijo:
-Jeje, creo que tengo algo de hambre, el sabor es delicioso.
Yo estaba sin palabras. Sentía que en cualquier momento iba a eyacular. Aun sentía la saliva de Rita chorreando de mi verga y ella, aún no había soltado mi pene.
-El liquido preseminal es especialmente rico- dijo ella con una cara de puta que solo lograba ponerme a mil -tengo una idea.
Tomó su plato de pasta que había preparado para ella y lo puso frente a mi pene.
-El queso de la pasta está hecho de leche, así que el sabor no tiene que arruinarse si le pongo más leche.- dijo ella
Comenzó a masturbarme suavemente pero con una velocidad bastante considerable. De vez en cuando me lamia el tronco.
Eyaculé en ese momento justo encima de su pasta.
Ella tomó un tenedor y comió de la pasta cubierta de semen
-Delicioso- dijo y siguió comiendo con cara de lujuria y placer -me encanta
Verla comer mi semen hizo que se me parara de nuevo, ella lo notó, me volteo a ver y me dió una sonrisa pícara diciendo
-Por hoy es suficiente semental, mañana veremos que procede.
Comimos el resto de la cena desnudos los dos. Era incomodo comer con una erección. Ella parecía disfrutar mucho el semen en su comida.
Aun extraño a mi familia pero apenas llevamos 2 dias juntos y ya sucedió esto, no puedo esperar a ver que sucede después.
Me gustó mucho tu relato. Me gusta tu estilo. Lo único es que lo escribes como si fuera un largo poema por la separación de los párrafos y los renglones. Solo es una opinión.