A mis pies
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por TepaloxD4.
Yo desde muy pequeño, sentía que tenía cierta atracción hacia una específica parte de mi cuerpo, mis pies, aún recuerdo cuando tenía 5 años, me iba a la habitación de mis padres donde había un gran espejo, y pasaba mucho tiempo observándolos, esas dos cosas rosaditas y suaves que resaltaban de entre todas las partes de mi cuerpo, de vez en cuando los besaba, no sabía porque solo lo hacía, era tan suaves y lisos, era el cielo para mí, era muy joven la verdad, y no sabía si eso era correcto, pero la verdad no me importaba, solo los admiraba, a esas edad no me ponían caliente ni nada, simplemente era mi parte de mi cuerpo favorita (aun la es).
A la edad de los 11, ya empezaba a sentir cierta curiosidad por el material pornográfico, para mí era un nuevo mundo, y pasaba solo todas las tardes, no había nadie en mi casa cuando llegaba del instituto, solo llegaba a ver lo que sea que podría encontrar en el basto internet, y una vez encontré una carpeta en mi ordenador, una carpeta que jamás había visto antes, ya que rara vez me ponía a revisar el contenido de mi ordenador, era una carpeta donde estaban las cosas de mi padre, y para mi sorpresa, era porno, era una colección increíble de imágenes, todas era de mujeres por supuesto , pero entre esas miles de carpeta, una vez encontré una imagen, era una chica tocándose sus atributos, pero era una imagen completa, se le miraban los pies, era la primera vez que admiraba los pies de una mujer, y mis recuerdos de mi infancia volvieron volando a mi mente, me masturbe solo viendo esos deditos rosaditos era algo extraño para mí en esa ocasión, ya me había masturbado muchas veces, pero nunca con pies, estaba a mil, hasta que me vine en la mano, luego, no sé si por instinto, empecé a besar mis pies, los veía otra vez como cuando era niño, solo que esta vez, de forma excitante ,tenía la gran suerte que ese día, había ido de deporte al colegio, y todavía tenía los calcetines puestos, me los quite, estaban húmedos… suaves… rosados… tenían un olor muy agradable, era como un aroma dulce y al mismo tiempo fuerte, agarre uno con mi mano, pase toda mi nariz por la plante del pie, solo oliéndolo, disfrutándolo, sintiendo ese aroma, luego, lentamente , casi en cámara lenta, saque mi lengua, y los lamí, pase mi lengua en cada rincón que pude, tratando de no dejar ningún espacio.
La sensación que producía mi lengua en mí, era de otro mundo, sentía un gran placer, hasta que me puse duro otra vez, y la verdad me daba miedo porque a esa edad, pensaba que eso podría afectar mi orientación sexual y provocar que me gustaran los hombres solo por sus pies (pero no fue así), pero no lo pensé mucho en ese momento, solo roce el glande en las plantas de mis pies de arriba hacia abajo, estaban mojados por toda la saliva, no podía cree lo bien que se sentía, cada vez iba más y más rápido, tenía 11 y mi pene estaba duro como una piedra, tanto en mis pies como en pene se sentía muy bien, hasta que me vine de nuevo en mis pies.
Esa fue la primera vez que disfrute de mis pues y desde ese día, he admirado mis pies, cada vez que me baño y se ponen suaves y rosados, cada vez que vengo de hacer deporte, cada vez que simplemente me quito los zapatos, o simplemente cuando lo veo.
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