ABIERTA DE PIERNAS Y LA RAJA DISPUESTA PARA QUE ME HAGAN LO QUE QUIERAN. Relato de alto voltaje con acciones y confesiones guarras. Por JuanaLoca
Hoy, como dicen algunos letrados, se puede desdoblar uno en varios personajes para mostrar la amplia gama de adicciones sexuales, o mejor dicho, homosexuales, porque se sabe que los maricones somos los más atrevidos a la hora de culiar y de entregar el poto o chupar una verga hasta recibir la abunda.
Enseñando a Nita a ser putita y lecciones prácticas de lujuria
-Hola, querida, qué quieres decirme, Nita.
-Quiero estar con un macho que me haga sentir lo que realmente quiero ser…
-Puta. ¿eso quieres decir?
-Sí… Eso deseo con mucha ansiedad, Juana..
-…Loca… Dilo con confianza, Nita. Ya sabes que me viene tan bien ese apodo desde que Mikel me lo puso. Bueno y también me lo puso literalmente. ¡Jajaja!
– Es que me parecía falta de respeto.
– Respeto es lo que le debes al poto cuando quieres darlo. Y no a cualquiera.
-Tienes razón, Juana…Loca…
-A ver, acá tengo el celu de Guz. (Marca)…No contesta este weón. Debe andar culiando o prestando el poto.
-¿Ah, sí?
-Claro si es de vuelta y vuelta. Le gustan los tríos que lo dejan al medio. Mientras se lo mete a alguien, otro se lo calza por detrás.
-¡Wau! Eso es raro.
-No tan raro si vieras cómo se mueve el weón empujando y moviendo el culo para que lo claven más y más. El que goza también es el pasivo que siente como se le engruesa la pichula cada vez que el culiao empieza a calentarse con la verga metida en el culo.
– Guz, ese que te dio lengua por el poto, ¿no es cierto? ¡También es pasivo!
-Ah sí, ese cabrón que casi me sacó las tripas cuando me metió el puño hasta hacerme casi cagar de dolor, bueno y también de gusto. Me hizo sentir muy puta…
-Eso quería decirte, amiga. Quiero que me haga algo parecido…
-Tienes que prepararte, Nita putita, porque es bastante fuerte lo que te hará.
-Cuéntame como fue tu cogida con él.
-Bueno, aquí va.
Te contaré lo que pasó.
Pues bien esa semana se inició con la visita de Guz -la verga 47- que había quedado al debe con la penetración, porque después de hacerme ver ángeles negros con chutos enormes con su lengua maravillosa y su barba de tres dìas que me raspaba el hoyo y me producía estertores y oleadas de placer, en vez de meterme su verga gruesa y larga que había chupado con muchas ganas de sentir el gusto al chuto con mi habilidad de poner el condón con la boca, siento algo raro porque una suave caricia como la lengua en un gato que me puntea en la boca de ano. Entonces me di cuenta que el cabrón se bajó a mi poto palpitante y a pesar de mi reticencia y súplicas:
-¡No, por favor, Guz, que eso me pone a mil y me pongo a hacer locuras! Capaz que salga a la calle desnuda a buscar picos y que me den hasta quedar botada como pucho de cigarro, porque de hierba se fuma hasta las uñas…
Siguió con su rutina y ya entregada mi raja a lo que quisiera hacerme, siento la punzante intromisión de un dedos, no dos dedos… ¿qué? Tres dedos, y poco a poco mi culo se va abriendo dejando pasar sin chistar el puño hasta casi tragárselo por completo.
Para qué decir la sensación de ser cogida por una verga enorme, caballuna, me hizo explotar en un orgasmo estridente, grado 9 en la escala Richter, con espasmos violentos y sucesivos.
¡Ay, cabrón! ¿qué haces, mierda? ¡Me vas a partir el hoyo! Ay, duele, weón. Me voy a cagar… No, no lo saques. Despacio, pero sigue…
Pues bien, ahora vendría a concluir la tarea de meterme su penca larga y gruesa de punta a cabo. Esta vez me había lavado la raja concienzudamente, a pesar de que ya había hecho deposiciones con sucesivas lavativas y mi intestino desocupado para darse al placer de ser perforado, ensanchado y penetrado mordiendo esa gruesa y rica pichula.
Cuando llegó me apresuré a vestir su chuto con la capa de silicona puesta con mi boca que lo tragó hasta la garganta haciendo que adquiriera la consistencia del acero.
Una vez rígida la callampa me subí encima y me clavé su miembro de una sola sentada. Inicié ese baile del caño que tanto gusta a las maracas calientes para seducir activos, pero en vez de la vara metálica ese duro mástil de carne que nos arremete sin misericordia ni miramientos.
Hicimos un cambio de pose y me pongo patas al hombro. Cierro los ojos para sentir todo el placer que esa postura me genera, cuando siento la rasposa barba y la húmeda lengua que empiezan de nuevo a producir un indescriptible placer. Solo pronuncio la sílaba negativa un par de veces y después ya no quiero que termine sino que siga con ese ritual que me suelta las amarras y desata a la puta yegua que en realidad soy…
-Así fue, Nita. Y si quieres sentir eso debo prepararte para que no te tome por sorpresa y puedas mantener el control…
-¿Y cómo me enseñarás todo eso?
-Bueno, iremos haciendo todo por parte. Primero, lo más exquisito y difícil de soportar si no estás suficientemente lista para sentir placer sin desbocarte como una yegua cualquiera. Ponte en cuatro.
-¿Así?
-Sí. Ábrete las nalgas. Empuja el ano hacia afuera como si quisieras cargar.
-Bien. ¿Así está bien?
-Sip. Ahora relájate sin soltar el culo.
Juana empezó a trabajar el ano abierto con lamidas de arriba abajo con el ápice de la lengua apenas punteando el ano salido, rosado y húmedo de la saliva que iba quedando en él.
-Auuu, esto es demasiado rico. MMMMM .
Mientras Nita se retorcía gimiendo y suspirando, Juana continuaba ahora introduciendo la lengua apoyada en los labios lamiendo y sorbiendo. Chupaba con los labios mientras la lengua punzaba y giraba entrando y saliendo del culo dilatado de Nita.
Una vez que estuvo lo suficientemente dilatado…
-¡Ay! ¿Qué hace, Juanaloca?
-Tranquila relaja la raja, porque ahora viene el fisting.
-¡Ay, me duele! ¡Sácala , por favor! ¡Me cago!
Juana prosiguió en su tarea metiendo los dedos unidos y tratando de introducir el puño y llegar a la muñeca después de dilatar el ano de Nita.
Nita no dejaba de gemir y Juana empeñada en su tarea hasta logar pasar la barrera del estrecho agujero anal que se iba abriendo un poco más hasta dejar pasar centímetro a centímetro el puño que, si fuera una verga, solo podía compararse con la de un potro.
Concluida la faena, Nita exhausta y adolorida, esbozó una leve sonrisa cuando Juana le preguntó si estaba preparada ya para la cogida con Guz.
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Soy su anfitriona JuanaLoca que siempre tiene algo morboso que contar a los aficionados al relato descarnado y lujurioso de sus andanzas de puta salida y cabrona inmoral.
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