AMIGAS DE PIRUCHA O LA JAULA DE LAS LOCAS. Historias de maracas trasvestidas y calientes que practican sodomía.
Soy Maura y esta es mi historia de mujer atrapada en el cuerpo de hombre con toda la lujuria que ello añade a la transformación que otorga la vestimenta..
Presentación.
Una de las amigas de Pirucha y su compañera de correrías en el bajo mundo del sexo es Maura. Ahora la conoceréis en toda su variada dimensión de hombre que lleva las ansias de ser mujer para practicar sin miedo ni cukpa la adicción más desenfrenada al sexo predominantemente anal.
LA JAULA DE LAS LOCAS
Soy Maura y esta es mi historia de mujer atrapada en el cuerpo de hombre con toda la lujuria que ello añade a la transformación que otorga la vestimenta.
VIVO en un condominio ubicado en una de las zonas exclusivas de la gran ciudad. Es una mansión con varias habitaciones cada una con baño privado y un amplio salón en que recibimos a los visitantes con los que iremos después a los privados en que cada cual, según su especialidad, mantiene adornado y provisto de los instrumentos que son de su preferencia y la de sus clientes.
Todas somos travestis. No hay mujeres sino nosotras que nos transformamos en las internas de la jaula en que vivimos nuestras fantasías y damos rienda suelta a nuestras adicciones. No consumimos ni experimentamos con drogas. El alcohol es permitido con moderación y solo para la necesaria socialización con los clientes.
Pirucha y yo somos las decanas de este club de maracas. Para ingresar a este selecto grupo, se debe acreditar salud compatuble con el servicio sexual y por ende la carencia de ninguna enfermedad. Los controles son estrictos y quien no los posea o los evada es inmediatamente excluida de la residencia.
Nuestros clientes deben obtener su membresía a través de un aporte periódico al fondo común y les está prohibido practicar sexo sin protección. Al igual que las internas deben mantener salud sexual compatible.
La convivencia es regulada por estrictos protocolos tanto para las residentes como para los socios. Un comité actúa en su aplicación sin apelación ante cualquier falta o contravención debidamente acreditada por evidencias.
MI HISTORIA. ¿Cómo llegué a ser lo que ahora soy? No fui abusada ni antes ni ahora. Provengo de una familia de recursos económicos sin ser adinerados, suficientes como para recibir una educación en colegio privado bilingüe. Obtuve excelentes calificaciones e ingresé a la universidad en que obtuve licenciatura en arte y posteriormente un magister.
Mi paso por la educación fue matizado por distintas fases de educación sexual que aprendí en la vida un tanto desenfrenada que he llevado y que mi familia ignora. No caeré en la cursilería de siempre que parte por contar la pérdida de la virginidad. En rigor jamás fui virgen ni nada que parezca a iniciación al sexo. Desde que sentí la comezón del sexo supe autosatisfacerme y cuando ya supe qué era el acto sexual lo busqué y lo conseguí. Si bien manipulo mi pene como cualquier persona, supe que mi verdadero placer se centra en torno al ano y a la penetración. Y no fue uno el primero ni el único, porque reuní a cuatro compañeros y los emborraché y lo hice cogerme por turnos una vez que los mamé a todos.
En esa oportunidad nació la idea de ser Maura. Había sentido lo que era ser hembra caliente y había sido cogida en sexo grupal. Sin más emoción que la cachondez del acto sexual casi animal. No hubo ni habrá otra razón que disfrutar de ello.
La primera vez que se me ocurrió usar prendas femeninas fue en una ocasión en que llegaron a la casa unas amigas de mi hermana. Eran dos de sus compañeras. Venían a disfrutar de la piscina. Se despojaron de sus ropas y se pusieron los trajes de baño. Entré a la habitación de mi hermana y vi sus medias, falditas y sus bragas. Me desnudé y me puse las bragas rosadas y una faldita corta de Carmen, una de las amigas. Me miré al espejo y sentí deseos de masturbarme, pues no podía soportar la erección que amenazaba con romper la tela de la braguita.
Dejé todo como estaba y me propuse conseguir mi propia ropa de mujer. Me imaginaba con medias de seda negra cubriendo mis piernas hasta los muslos. Un fino minicalzón metido en la cuevita. Todo cubierto con un vestido muy corto que dejara ver el inicio de mis nalgas…
(Continuará)
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Maura maraca y loca como yo. Que excitante lo que cuentas y como lo cuentas. Se nota tu nivel de educación solo superado por tu decisión de ser un animal sexual.
Buen relato además de bien escrito.