Amigo de 16 añitos.
De cómo terminamos teniendo sexo, el hijo de un matrimonio amigo y yo..
El relato que les hago es completamente cierto.
Mateo es un chico de 14 años. Algo retraído. Algo gordito. Culito respingado y tetitas de nena. Yo tengo 25 años y soy amigo de sus padres, que al día de hoy Ignoran toda relación nuestra. Mateo tiene una hermana, Silvina. Silvina es una chica de 17 años a la que le gusta calentar hombres mayores, pero ése es otro relato. Todo comienza cuando los padres de Mateo, después de una cena bién regada con vino y demás alcohol, me cuentan que están preocupados por la conducta de su hijo. Ya que éste no para de preguntarle a su madre cosas sexuales: Si hace el Amor muy seguido, a que edad debutó sexualmente, si su padre fue su primer hombre, y cosas por el estilo. Además, su hermana denuncia que le faltan Tanguitas que luego aparecen en el cuarto de él. Por ésto, me piden a mí, si podría hablar con el chico ya que me tiene tanto apego y admiración (Mateo gustaba de todo lo que yo hacía: Surf, Cuatriciclo, Varias novias, etc. ). Acepto la propuesta y aprovechando la velada, me dirijo a su cuarto. Se sorprende al verme entrar, y me dice que ya esta terminando de jugar, que lo espere. Me siento en su cama a mirar cómo mataba zombies, no sin darme cuenta de la cantidad de papel higiénico que había desparramado por el hueco que quedaba entrte la pared y su cama. Mateo pierde el juego, larga una puteada y comienza a apagar la computadora . Entonces le digo: Parece que te estas pajeando seguido, eh. Porqué? Me replica. Por la cantidad de papel higiénico usado que tirás atrás de la cama. Yo hacía lo mismo, pero lo levantaba para que mi vieja no lo viera. No, es que estoy resfriado, me dice mientras se sonroja. Resfriado? Moco amarillo tenés? Querés que hablemos? Sí, hablemos, me dijo. Se sentó en el otro extremo de la cama y comenzó nuestra charla. Te aclaro algo, le sentencié: Hablemos como amigos. Ninguna mentira. A Lo sumo, No respondés. OK? Ok, dijo. Estás saliendo con alguien? le pregunté (Sabiendo muy bién que no era precisamente un chico popular). No, me dijo. Me gusta una chica, pero voy despacio. Es lo mejor, le dije. No apurarse da sus frutos. Querrías tener sexo con alguna mujer? Sabés que éso no me sería difícil de conseguirte. Te puedo llevar de la mano. No, me dijo. No, no quiero sexo vacío. Quiero sexo con sentimiento. Ok, te felicito si es que puedes aguantar, pero…Y mientras tanto? Bueno, mientras tanto me masturbo un poco. Qué tan poco? Pregunté. Y, depende..a veces 1 a veces 2.. Bién..Por día? Sí, Por día. A veces 2 por mañana. Me gusta Masturbarme mientras me ducho antes de ir al colegio. y a veces sigo y me hago 2 seguidas. Y en que pensás? Le pregunté. Y..pienso en chicas, en tetas, en Culos. Ah, Pero..¿Y el Sentimiento? Pregunté. No, El sentimiento es cuando haga el Amor. Antes, me doy permisos. Sabés lo que es un Fetiche? Inquirí. Sí, me dijo. Es algo que te ayuda a excitarte. Bueno, más o menos estás orientado, le dije. Y decime..¿Qué fetiche tenés? No sé. Ver Videos. Porno. Éso no es un fetiche, le aclaré. Eso es una Necesidad. Y los dos reímos. En éso, escuchamos abrirse la puerta del living. El padre golpeó la puerta, y Mateo le dijo que pasara. Nos echó una mirada, y ya con los ojos entrecerrados por el alcohol, nos dió un beso a cada uno, y dijo que se iba a dormir. Que Susana ya se había acostado. Le dejó instrucciones a Mateo para que me acompañe hasta la puerta y cierre bién. Cuando supimos que se había ido, seguimos la charla. En serio. tenés algún fetiche? No sé. La verdad..Te puedo ayudar? Dije. Por ejemplo, te gusta escuchar cuando cogen? Te gusta Oler? Y levantó su mirada delatándose. No sé, me dijo. Te aclaré que no me mientas. Sé que te gusta oler. Bueno, sí. Un Poco, dijo.Y cómo empezaste? Un compañero de colegio tiene una hermana 3 años mayor. Y cuando voy a la casa, busco en el canasto de ropa sucia. Ya sé diferenciar las de ella, a las de la Madre. Y qué hacés? Pregunté «Inocente». Y, las Huelo, y acabo enseguida. Las llenás de leche? Nooooo!! Respondió enfático. Sólo las huelo. Y tu amigo sabe? Pregunté. Si te cuento algo queda acá? Suplicó. Obvio. Ésto es sellado. Bueno, a veces si están muy sucias, me las traigo y se las cambio por las de mi hermana. Que las ensucia más! Sobre todo en la cola. A mí, ya me estaba calentando la charla. Imaginarme las Tangas empapadas de la hermana después de masturbarse, me puso a mil. Y decime: Vos olés las de tu hermana?. Noooo!! Sós loco? Dale, le dije. No me mientas. Bueno, si. Las huelo, pero con los ojos cerrados. O Apago la luz y no sé de cuál de las dos es. Bueno, le dije con aire de superado y complaciente. Yo te voy a confesar algo: Yo Olía las de mi Mamá. Y se las llenaba de leche. En serio?? dijo con los ojos fuera de sí. En serio? Repitió. Sí. Me calentaban Muchísimo. Bueno, yo a veces, con las de mi Mamá me he Pajeado. pero pocas veces. Y decime: Te gustan Más las de tu mamá? Pregunté. La verdad decime. Y bueno, sí. Me gustan más, pero me dan cosa, culpa. Es un Olor más de mujer. Las de mi hermana huelen un poco a pis. Las de mi Mamá no. Te gustaría que te consiga alguna de mi novia?Eso sí. Te las cambio por alguna de tu hermana. Las de tu mamá, las puedo sacar de la ropa sucia del baño. Tu hermana ya no las deja ahi. No? No, me dijo. Las guarda en el placard. Pero ya le encontré el escondite. Ok, me dijo. Cambiamos. Y decime, Mateo, ¿No tenés alguna acá, para saber tu gusto y poder traerte la adecuada? Si. Esperá. Y fue a su placard, hurgó y trajo 2. Dejame adivinar, le dije. Y comencé a olerlas de a una y profundamente. Me embriagaron ambas. Debo reconocer que tenían un hermoso perfume a concha, con restos de flujo y a culo en la parte de atrás. Por fin, le dije: Ésta es de la hermana de tu compañero. Y ésta de tu hermana. No. me dijo. La Primera es de mi Mamá. Y la otra de mi hermana. Casi muero de placer. Éste pibe tenía una fuente inagotable de placer sin tener que moverse de su casa. Y de éstas dos, decime la verdad, Cuál te gusta más a vos? La de mi mamá, dijo Mateo. Coincidíamos!Estaba con restos blancos cremosos de flujo y apenas rozadas en la cola. Te molesta si las huelo? Pregunté. No, Me dijo. Dame la otra. Le pasé la de la Hermana. Tenía puesto un Short con el que dormía. Comenzó a oler y noté que se empezaba a excitar. En serio me vas a traer de tu novia? Preguntó ansioso. Sí. Obvio. palabra! Yo olía bién profundo y Comencé a tocarme por sobre el pantalón. Empezaba a excitarme. Él me miraba por sobre la tela que estaba oliendo. Disimuladamente se empezó a frotar por sobre el short. ¿Nos hacemos una Paja? Le dije. Me miró entre sorprendido y aterrado. No sé, me da vergüenza que me mires. No la tengo tan grande. Y que tiene que ver? acoté. Dale, sacala, dejame verla. Sacó Tímidamente la cabeza por arriba del short y pude imaginar una pija de 7 centímetros. Está bién, le dije presuroso. Es igual a la mía a tu edad. ¿A ver La Tuya? Dijo. me bajé el pantalón y dejé ver mis 18 centímetros casi duros. Ahhhh… Pero la tenés mucho más grande, exclamó. No, le dije. Ya te va a crecer. Y la tenes dura. No, aún no. Escuchame, le dije: Querés que nos masturbemos cruzado? Cómo es éso?, Me dijo. Fácil. Yo te la hago a vos, y vos a mí. Kerés? Él no dejaba de mirarme la pija. Bueno, exclamó. Y se acercó hacia mí. Yo me adelanté y le tome el tronco. Él se sobresaltó y su pija dió un brinco. Se reclinó hacia atrás, y suspiró sobre la tela de la hermana. Cerró los ojos. Comencé a mover la manos lenta. hacia arriba y abajo. Su pija se perdía en mi mano. Me la escupí y el calor de la saliva lo estremeció. ¿Te gusta? Sí, seguí, me dijo. Me gusta mucho. Es raro. Comenzó a jadear y cada vez olía más rápido. Sabía que si seguía iba a acabar. Esperá, le dije. Y Mi pija? No la vas a agarrar? Ah. Sí, perdón. Y la tomó presuroso. Yo estaba seguro que él esperaba ansioso mi orden para comenzar a pajearme. Torpemente me pajeaba a un ritmo frenético, mirándome a los ojos y bajando la cabeza entreabría la boca para respirar agitado. Despacio. Esperá. Despacio. Arriba, abajo despacio. El agarrar mi pija lo enloqueció. Yo lo pajeaba lento. Te propongo algo, le dije. Ahora, uno le moja la pija al otro.para que deslice mejor. Bueno, me dijo. Yo hablaba de ponerle saliva a la mano. Él se arrodilló al lado de la cama, y me miró desde abajo como pidiéndo que se la meta en la boca. En un segundo entendí todo. Lo tomé de la nuca y lo acerque a mi pija ya dura. Abrió la boca y sacó la lengua. Me la pasó por la cabeza. Iba y venía. Se metió toda la cabeza, chupó. Jadeaba. Se la comía toda. Esperá, le dije: Vos ya hiciste ésto. Decime la verdad. Asintió con la cabeza mientras seguía chupando. Puso su mano por debajo de la remera, y se acariciaba los pechos. Sacate la remera, le pedí. Se la sacó presuroso. Me tiré sobre él, y comencé a chuparle las tetitas. Empezó a Jadear. Por delante y entre las piernas, llevó su mano hacia el culo. Pude ver cómo quería meter el dedo medio. Seguí chupándole las tetitas. Giraba su cabeza de lado a lado. Date vuelta, le ordené. Con pesadez, se dió vuelta dejando su espalda y su culo al descubierto. Se abrió los cantos, ofreciéndomelo. Me agaché y comencé a pasarle la lengua. Sabía a culo, pero es el olor que me encanta. Lo perforé con mi lengua. Después un dedo. Costó que entrase. Me duele un poco la uña, me dijo. Shhhh. Tranquilo, le dije. Comencé a pasarle la pija por toda la raya. Ida y vuelta. Estaba enloquecido. Me va a doler, dijo. No. No te va a doler, le dije. Porque ésto ya te lo hicieron. No, Nunca, exclamó. Mi amigo quiso, pero no pudo. no lo dejé. Yo a él sí lo pude penetrar. Bueno, quedate tranquilo, levantá un poco la cola. Levantó la cola, y le puse dos almohadas que tenía ahí. Me unté saliva y comencé la tarea. Él colaboraba. Me paraba la cola y se abría los cachetes. Lo unté en saliva, y arrimé la cabeza. Mi pija ya tenía precum. Le estaba mojando todo el culo. Eso ayudó. Por fin, la cabeza pudo entrar, el se aferró a la cama, y contuvo un grito. Dale, metela más, dijo. Yo quise pajearlo y noté que estaba mojado. La pija entraba y salía, ése culo había dejado de ser virgen. Era mío. Seguía entrando y saliendo, cada vez más adentro. Hasta que por fin, entro toda. Cuando entró toda, la dejé adentro y me detuve. Voy a acabar, me dijo. Que lindo es ésto!! le agarré la pija y me lleno de leche. Se la puse en la boca, la tomaba de mis dedos desesperado, como con sed. Seguí bombeando. Noté que ya entraba bién. Sentí que iba a acabar. ¿Dónde querés la leche? pregunté. Damela donde quieras. Sentí ése hermoso cosquilleo, ésa pequeña muerte abrazarme, y caí sobre él latiendo litros de leche. Ahora me la tenes que lavar, le mandé. Y sacándola del culo, con restos de todo, se la puse en la boca. La chupaba con fruición. Se la devoraba. Seguía poseído. Bueno. Andá a lavarte, le dije. Se paró y de su cola salía leche que goteaba el piso. Salió de la habitación mientras yo guardaba en mi bolsillo ambas bombachas. Volvió y me dijo que la próxima quería que yo se la chupase. Ok, Veremos cómo te portas, le dije. Y me fui a lavar..
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