APP XXX 11
La historia de Cas continua en una locura de sexualidad, morbo y placeres prohibidos….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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En un penthouse en la cima de un elegante hotel, una jovencita estaba pasando el momento más intenso de su vida, después de unos cuantos días de una convivencia difícil, todo terminaba, pero no de la manera esperada, sus manos estaban atadas a su espalda, solo estaba vistiendo unos tacones con un liguero, además de unas joyas, su culo tenía puesto un buen consolador que emitía una ligera vibración que le hacía hervir la sangre, su vulva estaba siendo violada con una intensidad única, agitando el resto de su cuerpo, dándole una sensación de placer tan dura, una que jamás soñó sentir, lo que le causaba una fuerte confusión, pues no dejaba de sentir que eso era malo, pero su cuerpo se rendía ante aquel contacto tan vicioso, su vulva escurría de tal forma que no podía dejar de sentir una corriente eléctrica tan candente, quería mas, aunque chillara indicando lo contrario, era un desastre su cabeza, pues no quería que eso se detuviera, para ese momento su cuerpo se había vuelto adicto a ese juego tan pérfido, se entregaba a una clase de deseo lujurioso que era irresistible, sus piernas lo demostraban aferrándose a su violador, o eso le pasaba a Julianna quien en ese momento recibiría un beso apasionado de Cas, quien la tenía por completo sometida a sus juegos, todo mientras era filmado por su propio celular. Por su parte el joven estaba que no se podía contener, su hermanastra era la envidia de cualquiera, una adolecente preciosa que al caminar llamaba las miradas de todos, sentirla por dentro o fuera, terminaba siendo el mejor de los placeres, quería seguir jugando con su interior hasta acabar con todas sus malcriadas acciones, le encantaba sentirla correrse, pues aunque se negara, él se daba cuenta, era una putita que adoraba ser violada, solo que su orgullo no le dejaría reconocerlo, pero le resultaba tan obvio, pues sus tetas se restregaban contra su pecho, esas caderas se movían al ritmo que daba, sus piernas se aferraban a su cintura, esa vulva escurría hasta inundar el lugar con su fragancia, todo reaccionaba ante sus manos, en especial su verga, si solo le faltaba que esta quisiera tragarse su leche, lo cual podría ser más sencillo de lograr, realmente era un perrita sin remedio, o eso pensaba mientras la bombeaba con desespero, haciendo un esfuerzo magnifico, mientras sentía el aroma de ese cuerpo seductor.
Mm, que rico me aprietas Juli, seguro que quieres tragarte mi verga – decía casi como una burla Cas, mirando a su hermanastra gemir sin control.
Cállate, mm, eso jamás pasara, mm, eres un cerdo, ahh – se quejaba, pero en eso se estaba corriendo Juli.
Aquella reacción le parecía tan divertida, no tenía sentido, juego, gracia, era evidente que ya tenía dominada a esa chica, pero le daba risa verla como se estremecía por el impacto de su verga dentro de su vulva, que cada vez escurría mas mieles de pasión, las cuales llenaban el ambiente con una esencia tan adictiva, lo cual lo impulsaba a seguir adelante, queriendo sentir más de aquella mujercita, que se resistía a aceptarlo, aunque era evidente que se había perdido por el deseo carnal de su cuerpo seductor, virtualmente convirtiéndose en esclava del deseo. Aunque todo eso calentaba tanto a Cas que aumentaba su ritmo quería correrse dentro de ella, sabía que no sería problema, por lo que fue dándole más duro, sabiendo que esta se iba a estremecer, era obvio, le gustaba demasiado, a pesar que no pudiera admitirlo, pero no era necesario, su cuerpo lo hacía mejor que sus labios, pues estos eran sometidos en medio de un beso caliente, logrando con poco que este se acabara corriendo finalmente en un orgasmo compartido, el cual dejaría desfalleciendo a Julianna, quien tendría su vulva llena, escurriendo leche con mieles, mientras perdía el conocimiento, pero sería vista por su madre.
Desde la distancia, gracias a la aplicación Constance volvía a calentarse lo suficiente, para intentar algo con su marido, este había cumplido lo suficiente, se había corrido en su interior, aunque no quedó satisfecha, el hombre apenas se descargó en su interior y se fue a dormir, dejándola sola, o casi, pues esta no se contuvo, buscó algo con su hijastro, viendo así como este se cogía a su linda hija, quien era convertida en puta vulgar, pero eso era lo que ella deseaba, su niña era demasiado caprichuda, necesitaba a un hombre que la domara, que la sacara de todos esas tonterías que ahora se decían. Con gusto vería que su hijastro le cumplía los caprichos mas cuestionables, como hacerle el amor a su hija, casi como una violación con tal de satisfacer a ambas, lo vio todo, desde el momento en que se la ensartó quitándole la virginidad, hasta el instante en que se corrió dentro hasta escurrir, disfrutando de cada momento, viendo como la penetraban, notando como la niña de sus ojos era convertida en puta esclava para el goce de los hombres, o al menos este, quien la reclamaba como suya, pues se perdía en todo ese gusto, aunque sabía que para Janet las cosas no eran tan agradables, pues a mitad de la corrida ella entraba para hacer un trió, dejando de lado a Julianna, quien vería a Cas coger con su competencia, entregándose de tal manera que le causaba envidia, pues la novata era más ardiente, se entregaba con una gracia deliciosa que se volvía tortuosa, ya que quería seguir sintiendo esa verga, pero ahora estaba entrando en otra vulva jugosa, dejándose perder en las embestidas, pues ese coño estaba empapado, y su solo calor hacia que ganara fuerza, todo para entrar dentro de Janet, quien aceptaba a su amante con un deseo irrefrenable, que Julianna deseaba seguir sintiendo dentro de ella.
Dejando eso aparte, Constance miró todo buscando un poco de placer, si incluso estuvo tocando su delicioso cuerpo, logrando con sus propias manos sacarse parte de sus frustraciones, en serio estaba insatisfecha, su marido apenas la tocaba, y siempre que le hacía el amor intentaba hacer alguna cosa violenta, incluso hace poco la abofeteo con fuerza, se dejó hacer eso porque pronto el hombre se daría cuenta del error, cuando lo tomaran como un tipo violento, pues los medios captaron aquel golpe en ella, haciendo que su imagen se manchara, por eso iría perdiendo negocios, enojándole más, pero dándole a entender que necesitaba tener un hijo para arreglar la situación, pues se estaba destruyendo su reputación. Dentro de esa casa todo estaba mal, realmente el tipo era un idiota, no quería aceptar que se volvía viejo, no le gustaba estar casado, y seguía esperando el momento para violar a Noemi, quien poco a poco se iba alejando de él, pues incluso se iba acercando más a su madrastra, lo cual le fastidiaba tanto, antes era una niña sumisa que le obedecía en todo, pero desde que Cas apareció, había dejado de estar a su lado como la muñequita que pretendía ver, lo cual le era un fastidio total, sentía que pronto este sería quien la iba a coger y hacerla su putita.
Este tipo no perdería mucho el tiempo, pues al ver que las cosas iban mal, intentaría acercarse a Julianna, quien volvería al cabo de unos días, la recordaba como una niña mimada, y porque no, una posible puta a futuro, realmente quería romperle el culo desde que la vio en una de sus primeras citas de negocios con su ahora esposa, de hecho, tenía aun guardados los consoladores con los que pretendía violar a las gemelas, sin embargo ellas ya no estaban, ignoraba quien se las quitó pero intuía que eran socios de su esposa, solo podía hacerse una paja viéndolas en los programas infantiles, los cuales llamaban la atención de la dulce Noemi, quien ni las recordaba, pero se sentía cómoda viendo aquello, lo cual de cierta forma le gustaba, pues en su desespero, pensaba que podría organizar algo para tenerlas a las 3 juntas, si hacia una fiesta infantil, lo cual estaba próximo, su pequeña iba a cumplir años, 9 en total, lo que la acercaba más a sus deseos carnales, solo debía esperar un poco más.
Los días pasarían, y para Julianna al final volvería a la casa donde su mamá la esperaba, no quería aceptarlo, pero extrañaría a Cas, la forma en que la hizo suya había marcado su piel de una forma que no esperaba, su cuerpo se sentía hirviendo ante el deseo, la sometió de una manera irresistible, no podía dejar de pensar en él, su coño palpitaba ante la idea de seguir fornicando con esa intensidad tan morbosa, hacer los juegos que le enseño, incluso su culo se sentía vacio al caminar, casi pensaba en volver a su lado, sino fuera porque quedaría como una tonta, pues a la fecha ya las revistas dejaban ver que este tenía a Janet de novia, el siendo un joven inversionista, o parecido, por lo que de momento debía regresar a casa derrotada, tratando de ignorar que se estaba enamorando, aunque su cuerpo herviría de placer en varias ocasiones durante las horas de sueño, haciéndole recordar el éxtasis sexual que llegó a sentir durante esa semana al lado de su amado hermanastro.
Sería una noche que llegaría tarde el viejo (padre de Cas), se hallaba muy embriagado, su esposa esperaba por él, pero esto no quería, la encontraba vieja y desagradable, aunque muchos la vieran sexy, pues él solo aceptó casarse por la deuda saldada, además tuvo nuevos recursos al principio, pero ahora se arrepentía, deseaba alejarse de ella, y por eso se ausentaba de casa, a fin de cuentas estaba su mayordomo para vigilarlo todo, sin embargo algo que no esperaba, era que al entrar su libido le fuera a traicionar, estaba cargado, necesitaba cogerse a alguien, más no a su mujer, por lo que fue a revisar, quizás ver un poco a Noemi y correrse en su boca, pensando que sería bueno que se acostumbrara al sabor de su leche, solo que no la encontraría, lo cual le alarmó, (culpa de él, estaba tan borracho que confundió el cuarto) y al moverse llegaría al de Julianna, ahí encontraría a la chica usando un camisón bastante liviano, estaba ligeramente despierta, hasta hace poco se había estado sobando su vulva deliciosa, tocándose sutilmente en un momento de placer, recordando como la habían hecho sentir las manos de Cas, así mismo deseaba recordar como esa verga había entrado en su interior, dándole un gusto especial que aun seguía vivo en su piel, despertando la lujuria, aunque en ese momento tenía algunos minutos de haber quedado dormida, dejando el olor del sexo vigente, el cual despertaría al deseo.
Antes que nadie pudiera reaccionar, el tipo se había sacado la ropa, quedando desnudo para montarse sobre la chica, arrancando la prenda, despertándola, lo cual poco ayudaría, pues el tipo cargado en lujuria le metería la verga en la boca obligándola a tragar semen, disfrutando de aquel contacto delicado y esa húmeda lengua, la estaba violando por la boca, haciendo que esta se asustara, no sabía que sucedía, solo sentía el sabor de esa carne en sus labios, que se esforzaba por sacar una fuerte cantidad de liquido, el cual saldría rápido por su ansia así como el olor de hembra en celo. Luego de ello, sin perder tiempo se acomodaría, con sus dedos mañosos pellizcaría esa parte intima, obligando al cuerpo a escurrir, un truco que sabía perfectamente, le daba tanto morbo hacerlo así, hacerle una especie de tortura sexual, mientras que la hijastra un tanto confundida, intentaba recuperarse, aunque antes que pudiera reaccionar, su cuerpo era estimulado de manera salvaje, haciéndola jadear a mitad de la noche, antes de ser penetrada con fiereza, logrando que llorara un poco.
No, espere, déjeme en paz, ayuda – decía Julianna mientras sentía como una verga entraba, pero no era un tacto fuerte pero sensible, sino una total violación.
El padre de Cas a diferencia de su hijo, enterraba su verga casi como si fuera una daga, metiendo todo eso dentro de aquella niña, haciéndole sentir en cada embestida como la deseaba partir en 2, le agarraba las tetas sometiéndola con su peso, aplastándola un poco, mientras iba disfrutando de ese gusto tan personal, y antes que se diera cuenta este decía.
Así te quería tener maldita puta, esto es lo que te mereces, no creas que no me doy cuenta, eres una maldita puta de mierda, solo te gusta calentar, pero lo que necesitas es un macho que te dé con una reata para que entiendas, y ese voy a ser yo – decía el hombre perdido en su lujuria.
La estaba penetrando con fuerza, disfrutando de cómo abría los pliegues de esa carne deliciosa, gozando de un calor embriagador, sacándole algunos quejidos que le hacían calentar más, por suerte estaba lo suficientemente húmeda, y para el viejo su cuerpo era delicioso, le encantaba la fragancia que tenía, le hacía desear mas, ella apenas intentaba decir algo, lo estaba pasando tan mal, pero no podía hacer nada, pues se imponía con su cuerpo para que no pudiera zafarse, sintiendo su vulva hervir, quemada ante un calor feo, pues recordaba cómo era más apasionado Cas, haciéndole sentir con caricias por todo el cuerpo una sensación tan agradable, mientras entraba con cierto ritmo vicioso que le hizo disfrutar, ahora era cogida por un animal que la usaba como a una puta, y como este no se contenía, pronto comenzó a ahorcarla, lo cual la asustó bastante a Julianna.
Por suerte solo sería el susto, un flash de luz le haría a ambos perder la concentración, en especial al inmundo sujeto, quien vería para todos lados desconcertado, reconociendo con espanto que su mujer le miraba con un gesto que no le conocía, dejándole en claro que ella no le perdonaría ese insulto, lo cual le asustaría hasta perder la erección. Constance no estaría nada contenta, hasta hace poco lo estaba pasando de maravilla, se había llevado a su cuarto a Noemi para hacer un juego, uno que sabía que a su hijastro encantaría, le compró un peluche de oso, el cual era de su tamaño, le encantaba ver a la nena feliz, le hacía ver bien, pero le encantaba la idea de verla moverse de manera precoz con ese juguete, y es que lo convertiría en un amante sustituto, acomodando el celular en un costado de la cama, empezaría a guiar a la niña para que fingiera que tuviera sexo, restregando su pelada conchita.
Empecemos por donde se debe, sácate la ropita princesa – serian sus palabras, las de Constance para su niña, que se sacaría juguetona el camisón, dejando ver todo su cuerpo delicioso.
No tenia técnica para desnudarse, pero si encanto, las prendas fueron cayendo para dejar a la vista cada parte de su preciosa figura, quedando a la vista un calzoncito, que sería tallado en su culito o vulva antes de dejarlo fuera, quedando totalmente desnudita, luego de eso se acomodaría sobre el peluche, dándole besitos, tallando su cuerpo para sentir algo parecido al placer sexual, aunque era pequeña, sin embargo se daba cuenta la madre sustituta, la pequeña era muy erótica, le calentaba verla así, entregándose al placer con un cuidado dado por su mano. Pronto la nena iba fingiendo una cogida con ese peluche sobando su vulva deliciosa sobre el afelpado cuerpo del juguete, logrando estimular su pequeño botoncito de placer, dejando una escena donde la niña se convertía en una verdadera amante, disfrutando de aquel gozo inesperado mientras una lente capturaba cada segundo sexual, aunque quien más lo gozaba era Constance, pues le sacaba su propio juguete para darse placer.
En serio mi cielo, si tu hermano no se enamora de ti al verte así, me enojaré con el – decía la mujer, acabando con la grabación.
Si mami – decía ilusionada la niña mientras sentía un hormigueo especial en su vulva.
Pronto la mujer tomaría a la niña para besarla un poco, en un juego donde le enseñaría a hacerlo como una amante adulta, sobando cada parte de su precioso cuerpo, dándole principal atención a las tetillas o al coñito que iba despertando un gusto inesperado, pues la chiquilla iba liberando el placer sexual de manera precoz, haciéndole sentir un deseo tan adictivo por aquellos toques prohibidos, hasta que tuviera un orgasmo en seco. Sin embargo, justo en ese momento, como lo calculó, el hombre llegaría en su carro con chofer, era el fin de la diversión, por lo cual acomodaría la niña a su lado, mientras la volvía a vestir, dejaban de lado el peluche que tenía el olor del placer, esa noche ella dormiría a su lado, lo cual agradó a la chiquilla, quien iba reconociendo a Constance como su mamita, y ella sentía que de esa manera se volvían más cercanas, aparte que la alejaba del funesto hombre, quien seguro llegaría borracho, y podría hacerle daño.
Se quedaron acurrucadas juntas, esperando que este llegara para verlas, sin embargo se tardaba mucho, más de lo deseado, ¿Qué esperaba? La pequeña Noemi ya dormía cuando se decidió a salir a revisar, saldría con una bata de tela fina que le daba un aire seductor, dejando su cuarto para revisar los enormes pasillos, donde esperaba encontrar tirado al hombre borracho, por lo cual pediría ayuda a alguien, seguro el mayordomo ese, lo encontraría justo en la puerta del cuarto de su niña, lo cual le molestó, corriéndolo en el acto, a lo que el hombre se iría asustado y así la señora de la casa estaría topándose con una escena que le desagradó, pues conocía bien a su hija, Julianna estaba sufriendo, no era como con Cas, que se quejaba pero su rostro dejaba ver placer por cada embestida, su padrastro la estaba violando con total salvajismo, le lastimaba, por eso encendería las luces, revelando su presencia.
El viejo se quedaría asustado, y Constance no perdería tiempo sacando a July, incluso notaba las marcas de su ahorcamiento en la delicada piel de su cuello, lo cual le fastidio bastante, el hombre no sabía que decir o hacer, pero su esposa, no le daría tiempo de nada, llevando a su hija al cuarto matrimonial, donde se encerrarían, y el viejo al sentirse preocupado, no se quedaría ahí dentro, correría fuera de su casa, pues se daba cuenta que cometió otro error. Por lo que no perdería tiempo marchándose a un lugar más seguro, con tal de dejar que la situación se relajara, aunque no sabía qué hacer, porque si así lo deseaba la mujer podría dejarlo en la ruina, y se daba cuenta de cierta forma que estaba en serios problemas, pues más que su hijo, ahora su esposa le iba a dejar en la calle, y todo porque no pudo controlarse.
Por su parte Constance llevaría a su hija al baño para que se limpiara, la pobre sollozaba, le había hecho daño, y estaba mal, tan asustada, se dio cuenta, su sucio padrastro le termino violando, y comparado con Cas, este había sido un amante bastante especial, si cada parte de su cuerpo vibró de placer, el juego fue malicioso, pero vio porque ella lo gozara, haciéndole sentir un calor inigualable como una descarga por cada poro de su piel, mientras que con el viejo ese, creyó que iba a morir, dejándola asustada, recibiendo las caricias de su madre para calmarla.
Mami, vámonos de esta casa – dijo Julianna asustada.
No mi vida, este es nuestro hogar ahora – respondió la mujer seria.
Pero ya viste lo que me hizo, ese viejo es un desgraciado, iba a matarme – aseguró July abrazándola, pegando su cuerpo desnudo a su progenitora.
Lo sé, pero por eso mismo tenemos que quedarnos – señaló muy seria Constance.
No te entiendo, ese tipo está loco – dijo la muchacha algo asustada.
Vas a dejar sola a la pequeña Noemi, no lo creo, has hablado con ella, te gusta esa niña, te encanta sentirte la hermana mayor, sus ojitos de admiración, que trate de imitarse, o que se ponga celosas porque te acostaste con su hermano mayor – decía un poco astuta la mujer.
Mamá, puedo tolerar eso – decía Julianna tratando de mantener la calma.
Yo le dije que te hiciera el amor así, te portaste muy mal con él, y debías aprender una lección, en verdad, aparte que lo disfrutaste, el es buen amante, yo lo he probado, por eso le dije que te hiciera suya, y lo he visto todo – reveló la mujer sin pena.
Todos son negocios, incluso yo – dijo Julianna molesta.
No, eres mi niña, te adoro, pero te mime demasiado, por eso te puse a un hombre que pudiera domarte, eras como un potro sin riendas, y él era perfecto para el trabajo, en este momento no puede hacer mucho, sin embargo tengo planes con él, y tu estas en ellos, así que prepárate, no nos iremos de esta casa – sentencio Constance con malicia mientras arreglaba algunas cosas.
Pero mamá, estos tipos son, bueno el viejo ese me violó, yo no quería, puedo aguantar a Noemi, es una buena niña, yo – decía Julianna nerviosa siendo interrumpida por la mujer, quien comenzaba a sobar la parte intima de su hija con un ungüento.
Ese viejo no te volverá a poner un dedo encima, de eso yo me encargo, con respecto a Cas, voy a ver que incluso te cases con él, es perfecto para el trabajo, y sé que aunque me lo niegues te gusta, veré que se ponga más en forma, se que tienes ese fetiche por los músculos, con respecto a Noemi, te encariñaste, estoy de acuerdo en que vayan juntas a hacer cosas de hermanas, de hecho les llevaré a un salón de belleza para la próxima semana para mimarlas – señaló Constance mientras sobaba la intimidad relajando a su niña lastimada.
Con ese sutil tacto lograría que su hija se calmara, dejando que el dolor se fuera y luego se regresarían ambas a dormir, donde la pequeña seguía durmiendo, no la iban a dejar sola, de hecho recordaba July que pronto sería el cumpleaños de la niña, lo que ella tanto esperaba, finalmente ella podría tener una celebración adecuada, no solo un pastel y regalos, pues muy a su pesar, Noemi le habría dicho: quiero presumir que ahora tengo una hermana tan bonita; palabras que le habían hecho tomarle cariño, si la pequeña en más de una ocasión se trataba de arreglar para parecerse a ella, lo cual causaba cierto gusto a la adolecente, quien ahora no se sentía tan sola en casa. La mujer tallaría con cierto placer a su hija, mirando cómo se perdía en ese contacto tan intimo, se notaba que lo disfrutaba, igual ella, de hecho recordaba cómo es que su hueco había sido desvirgado por su hijastro, siendo lo suficientemente bueno para que se corriera, en verdad Cas era un buen amante, por ello pensaba que su hija se volviera la esposa, pues era mejor opción que muchos imbéciles que conocía, algunos solo estaban ahí a su lado por codicia, otros por suerte, pero su hijastro era distinto, tenía una ambición, además no le terminaba de convencer Janet, sería una buena amante, pero en los negocios el matrimonio era una buena forma de pactar, y esta alianza se podría dar perfectamente al unir a ambos hijos, pues el viejo no servía, ella no podría mantener los privilegios de esa manera, pero de tener a Cas y Julianna juntos, era optimo, así mismo ayudar a Noemi sería imposible, no podía quedarse como mujer de su hermano enfrente de todos, tendría que ser una relación clandestina, al menos eso entendía Constance, quien organizaba todo.
Luego de ello pasarían unos cuantos días, Cas para su mala suerte lo obligaron a ir al gimnasio lo que le estaría matando, pero era consciente de los planes de su madrastra, no le molestaban en lo absoluto, de hecho le parecían muy buenos, aunque a Janet no le gustaban tanto, puesto que sentía que podrían hacerla a un lado, aunque las palabras de su novio le harían calmarse: así es este ambiente, lleno de engaños, pero no te preocupes, no pienso hacerte a un lado, ella quiere cosas, yo también, tú me sirves, ella tendrá sus planes, yo los míos, no pienso dejarte libre, preciosa, tú me perteneces; las palabras tan maliciosas, cargadas de lujuria y seguidas de una buena cogida, penetrando su concha mientras le agarraba por detrás, se aferraba a cada centímetro de su cuerpo, le resultaba por completo delicioso, no se cansaba de esas tetas, aparte que tener a tan sexy modelo, como suya, era un deleite, aunque sabía que por tenerlo de pareja, es que no terminaba de progresar, a la gente no le gusta que las mujeres como ella tuvieran novios, pues rompía las ilusiones de poder estar con ella, cuestión que poco le importaba a ambos. Estaban cogiendo con desespero, entregados a la lujuria, cuando recibirían una visita, como de costumbre Lana se encargaba de todo ello, saliendo a revisar, aunque pensó que solo una persona iría a verles, cosa que no fue el caso, pues frente a la niña había otras 2 con una especie de cuidador que al dejarlas en la suite, se marcharía, creyendo que sus planes estaban hechos.
Tendrían que esperar afuera, escuchando como Janet y Cas cogían de manera salvaje, tan entregados al placer, casi podrían adivinar lo que hacían pues eran conocedoras de esos gustos, cuando se callaban un poco los gemidos posiblemente Janet estuviera ahogándolos contra la cama, pues le daba de a cuatro, también si había gemidos, pero entre cortados por momentos, ella podría estar cabalgándole, quizás atrapados en un abrazo intenso que los unía en una penetración, ella restregando los pechos mientras se besaban apasionadamente, pero cuando llegaban a escucharla con más fuerza lo más probable era que la colocara contra la pared y le estuviera embistiendo con todo, abriéndole el coño de tal forma que sus mieles se fueran escurriendo por sus muslos, por lo cual acabarían pronto.
Luego de ello sería posible entrar, pues no había cosa que no conocieran de Cas, para esa fecha habían hecho de todo con él, lo sabían su dueño, le habían chupado la verga, las había penetrado en su momento, cada uno de sus orificios, en varios lugares de esa suite, desde la sala, el cuarto o en el baño, también en algunos lugares fuera como el balcón, quedando en alguna clase de convenio sexual, lo que les resultaba muy sencillo al tratarlo, además que estaban contentas con él, cuando las cogía lo hacía con mucha pasión y no intentaba cosas dolorosas. Por ello estaban a su lado, de hecho ambas preciosuras creían, que de ser distinto todo, que ese viejo asqueroso jamás se hubiera metido con su familia, dejándolas fuera de toda esa locura, ellas habrían buscado en su momento ser las putas de este cuando fueran más grandes, satisfaciendo la fantasía del jefe y las sirvientas, o demás fetiches.
Finalmente escucharían como se descargaba Cas, daba un bufido para dar señal, se estaba corriendo en el coño de Janet, inundándole la vulva con su leche, ella igual gemía al entrar en un potente orgasmo que le hacía perderse, quedando cómodos en la cama mientras se acariciaban, realmente entregados el uno al otro, ella acurrucándose a su lado diciéndole: eres el mejor novio que pude haber conseguido, no me dejes por nada, yo te daré lo que quieras…
Esas palabras le harían ver a Janet con cariño, realmente algo le pasaba a esa chica, le gustaba, no solo por sus formas sensuales, algo en ella le hacía perderse en el deseo, para llegar a tomarle una especie de afecto, aunque era obvio, pues era un chico sin amor, su única familia era su padre a quien odiaba por asesinar a su madre como si no valiera nada, además su hermanita sería su amante, su madrastra también lo era, su hermanastra, quizás se convertiría en su mujer en unos años para mantener las apariencias, y si pensaba en algo previo, su abuelo paterno, estaba muerto desde hace años por culpa de su vicioso padre, todo era un fiasco. En esos momentos, mientras disfrutaba de la figura de tan sensual hembra, acariciándola un poco, pensaba en investigar un poco de su verdadera madre, sabía que debía tener un abuelo materno, que debía ser algo importante, su mama le dijo que estaba muerto, pero intuía que era solo un comentario hecho por su mala voluntad contra este, y quizás si lo hallara se podría sentir no tan solitario.
Estaba en esa reflexión Cas cuando entrarían Ines e Ivonne, quienes al verlo se sintió caliente, usaban faldas de mezclilla cortas, con calcetas, y playeras de manga larga a juego que dejaban ver sus formas en desarrollo, se veían preciosas, con el cabello suelto, pero con unas coletas a los lados, entrando hasta la cama, interrumpiendo el momento, su Janet se aferraría a este, molesta por verlas ahí mismo, pues sabía de ambas a la perfección, siendo igual con las gemelas, conscientes que su amante ya tenía una pareja formal, por lo mismo estaban ahí para “presentarse” aunque había algo más.
Y bien ¿Qué las trae por aquí? Porque no se supone que estén, deberían estar en su, ya saben – decía inquieto Cas al verles ahí.
Pues, tenemos noticias de la jefa – dijo una de las chicas, Ines.
Si, quiere que nos quedemos aquí unas noches – añadió Ivonne.
Sucede algo – cuestionaba Janet un tanto inquieta.
Cierto, casi lo olvido, va a ser el cumpleaños de Noemi en unos días, así que debemos ir, quiere una fiesta en familia, no podemos quedar fuera, casi lo olvido porque el viejo no me llamaba por nada, pensaba en mandarle el regalo por paquetería – reveló Cas cansado de esa situación.
Exacto, pero ahora algo pasó, que será diferente, pretende lucirse con la pequeña Noemi – aseguró Ines mientras veía como Cas se levantaba, dejando ver su cuerpo al desnudo.
Si, la jefa quiere que vayamos, todos en familia, incluso nosotras, parece que le agradábamos como invitadas especiales del show – agregó Ivonne un poco inquieta al ver como se vestían.
Entonces, puedo ir contigo, Cas, como pareja formal – decía ansiosa Janet.
Claro que si, te necesito para estas cosas, porque podría llegar con las gemelas, pero sería raro, estoy muy viejo para hacerlo con ellas, ahora vamos a cenar algo para mantener apariencias, si me preguntan por ustedes, diré que podrían adoptarlas – decía Cas al dueto, un poco en plan de broma, aunque podría ser más cierto de lo que suponía.
Además estaba pensando Cas que podría disfrutar de algo con Janet y las gemelas, pues porque negarlo, estaría disfrutando unas noches de tenerlas a las 4, era demasiado tentador, pero debía darse a querer, por lo que irían al restaurante del hotel para quedar un tiempo juntos, y quizás ser vistos en público, pues aparte, su novia estaba ganando mucha popularidad, se volvía famosa, lo cual no le sorprendía, con lo sexy que era, lo estaba disfrutando mucho, aunque en esa noche recibiría comunicaciones de 2 personas en la APP.
El primero sería un mensaje diciéndole: voy a encontrarte para asesinarte maldito mocoso, voy a sacarte las tripas miserable ladrón…
Iba a investigar quien fue, cuando recibiría un nuevo mensaje por los chats, lo cual le sorprendió, pues se trataba de un usuario distinto que se hacía llamar XG-53xy, quien no supo reconocer, así que tomaría las medidas pertinentes, antes de responder, pues llegaba con un “hola”.
(La narración sigue por diálogos “C” para Cas y X para la chica)
C: perdón, pero no te tengo registrada, nos conocemos.
X: es pregunta o sugerencia.
C: en estos momentos tengo mis dudas, parecer más lista de lo que pensé.
X: qué bueno que lo dices, porque tengo ganas de verte.
C: entonces nos conocemos, eso es curioso ¿Quién eres?
X: no te preocupes, prontos nos veremos, si tu quieres.
C: mm, podría querer, pero ¿Qué ofreces?
X: para empezar, me gustaría tenerte follandome la concha en estos momentos, estoy muy caliente, no te había visto en un tiempo, pero tengo ganas de coger contigo como no tienes idea.
C: sorry, pero tengo novia y muy sexy.
X: lo se, no soy celosa, incluso si quieres compartirme, podría aceptar un trió, no sabes que ganas tengo de pasar una tarde cogiendo contigo, que me la metas hasta el fondo, que me hagas gemir como perra, siempre me gustaste, pero yo no a ti, aunque eso pretendo cambiar…
Justo en ese momento le pasaría una foto, captura de pantalla, donde se veían un buen par de tetas, grandes redondas, blancas con pezones rosados, eran demasiado sugestivos para ese cuerpo, lo cual le daban unas ganas enormes de cogérsela.
C: me interesa, pero que tengo que hacer, preciosa.
X: eso pensé, quiero verte pronto, se que vendrás a la ciudad donde vive tu papá por un evento especial, si me mandas una invitación iré, y hablaremos de negocios, se que te interesaran.
Luego de eso le mandaría una foto muy interesante, de al menos 5 chicas, todas de diferentes edades, algunas sus coños lucían con bellitos, otros con tetas más desarrolladas, mientras que unas se veían algo infantiles, pero en general se notaba un espectáculo bastante deseable, difícil de resistir, por lo que se lo pensaría un poco antes de decidir…
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