APP XXX 17
Los negocios parecen funcionar, y es traído un perro entrenador para putitas, pero unas no parecen necesitar de sus servicios….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
17 ESPECIAL
Cas se quedaría sorprendido, muchas cosas sucedieron, al menos había pasado un mes desde que ocurrió el accidente de su padre, quien casi lo mato en una hermosa orgia, donde al menos gozó de Julianna y su linda Janet, un evento que recordaría por varias razones, pues realmente fue algo increíble, jugar con ambos cuerpos cadenciosos, disfrutando de sus formas, rodeado de sexo, se entregaban de manera completa, tan perdidas en sus deseos carnales que eran afines a los de su amante, quien las gozaba como todo un ganador, mientras otros actos de lujuria se sentían, un par de escorias violando a preciosas féminas, pero en especial un trió de niñas en un encuentro lésbico incestuoso que era difícil de ignorar. Por suerte todo acabó bien, su padre estaba acabado, las niñas fueron dejadas con el especialista, quien no tardó en hacerles una sugestión que con ello hacia que olvidaran lo sucedido, creyendo que sería alguna clase de mal sueño, o al menos eso se pretendía, y realmente había funcionado, pues Julianna y Janet parecían verse extrañadas, creyendo que se pusieron ebrias y acabaron teniendo un trió con él, Lana, pensó que se quedó dormida, igual que las gemelas y Noemi, solo que ellas juntas. Realmente muchas cosas estaban cambiando, Cas se mudó de vuelta a la casa donde había nacido, en que su madre real murió, pero su novia le dejaban vivir en un penthouse con su hermanita, todo para no lucir tan sospechosos, aunque pocas veces pisaba el lugar, prefería quedarse en la casa con su novio, siempre le recibía contento con la verga bien parada, además que su carrera como modelo mejoraba, y las gemelas, entraban a estudiar a un verdadero colegio, donde estarían cerca de su hermanita menor, realmente todo sería bueno, si no fuera por algo que sucedió en medio de esos cambios.
Corvin el perro entrenador, se trataba de un hombre de al menos 50 años, de gesto vicioso, sabia toda clase de secretos lujuriosos, le encantaba el sexo como a pocos, y tenía varias mañas que eran difíciles de aguantar, sus fetiches llegaban a un extremo insospechado, olía a placer sexual, aunque sabía controlarse a la perfección, por eso mismo tendría el gusto de entrenar a 8 nuevas reclutas, a quienes miraba con cierta soberbia, revisaba sus formas, sintiendo un placer oculto despertarse: tetas, culos, caras, coños; todo en ellas le desencadenaba cierto morbo, aunque una de estas se sentía tan engreída, maestra en las artes sexuales, como para que este le enseñara algo, por lo que el hombre, quien llegaba con un bastón que tenía la cabeza de un perro, le diría:
Acaso algo te divierte niña – decía corvin con severidad.
Mm, no se ve muy impresionante, pensé que sería un experto, o dígame, que tanto le cabe por el culo – decía Katy casi burlándose.
Mira niña, me hablas cuando hallas estado en medio de un ciempiés del sexo, y como se que ni sabes lo que es, junta al menos 5 hombres se unen entre sí, penetrándose al mismo ritmo, solo que nosotros tuvimos a 3 hombres, una tipa y un burro, y debo decir, fue la mejor experiencia de mi vida, mm – lo dijo mientras dejaba escapar un gesto vicioso que sorprendería a la muchacha, quien vería al hombre con una mezcla de miedo con sorpresa, igual que su golfa amiga rubia al lado, que no sabía qué hacer o decir, aunque se lucia con una blusa escotada.
Por su parte el entrenador asustaría un poco a la niña albina, quien se tocaría su coñito, lo cual impulsaría un poco el morbo del viejo, quien la vería con una mezcla de emociones, como si viera algo que deseaba profanar, y se dejaba ver en su cara que sonreía de manera maliciosa, moviendo sus dedos, aunque no tardaría en ver a las hermanitas, quienes sobresalían por sus gordas tetas, realmente eran un trió delicioso, más llamativo, aunque las peculiares eran las otras 3, quienes no se mantenían cerca, por el contrario, se notaban un tanto apagadas, carentes de interés, como si aquello fuera “aburrido”.
Bien, ya lo deben saber, pero soy el entrenador Corvin, actualmente el mejor maestro que se puede encontrar para crear buenas putitas, no soy un viejo pervertido, eso se queda corto frente a mí, aprendí de grandes expertos, Jou el loco, Evangeline la pérfida y el Viejo Razo, algunos de ellos ya están muertos, otros se retiraron por la edad, así que no se crean la gran cosa, no saben nada de sexo si se comparan conmigo – advertía el señor quien las vería con morbo.
Corvin sacaría una lista, tenía sus nombres, medidas, datos personales, pero nada de eso le importaba, les daría una indicación, ordenándoles presentarse mientras se desnudaban, quería verlas en todo su esplendor, dejando a la vista cada centímetro de su cuerpo, las 3 más chicas se sintieron asustadas, pero las mayores no, aunque era comprensible, estaban en un lugar desconocido, un pequeño patio en medio de un orfanato viejo, a mitad de la nada, sin embargo, muy para su sorpresa llegaba alguien más “Tea”, quien se les unía para aprender algunas cosas de aquel viejo morboso, quien les apresuraba a tomar acción.
Bien, yo empiezo, Teodora, pero me dicen Tea, tengo recién cumplidos 21 años, estudiante de comercio, una estudiante como tantas, trabajé de mesera, pero me gustaba que los hombres me vieran, no tanto que me tocaran – decía, la joven, y con ello se empezó a desvestir, dejando ver un cuerpo bastante seductor, los pechos eran como toronjas, apenas cubiertos por una suave tela del sujetador, mientras que su vientre plano, o casi, una ligera capa de grasa que acentuaba sus formas, aparte de un culo grande y redondo, estaba usando camisa y jeans, con unas sandalias, que iba a quitar, pero el hombre le diría que se quedara con eso puesto para verla mejor, le gustaba la vista, luego la dejó seguir, tendría problemas, pero al final lograría sacársela quedando en lencería, una blanca muy sencilla, de aspecto inocente, lo cual le indicó el hombre que se sacara, para verle desnuda por completo, pero que lo hiciera de la forma más sensual posible.
No sabría bien cómo hacerlo Tea, pero lo intentaría, quería sobarse los pechos mientras se sacaba el sujetador, eso funciono, recordaba películas eróticas, la forma en que hacían esos desnudos, así que jugaría un poco alzando los elásticos, como si se encajara la prenda en el coño, antes de bajar la tanga, que dejaría mostrar una mata de vellos púbicos.
Muy bien, eso fue clase, jugar con la escena, y tu cuerpo es una locura, pero algo no funciona, se de ti niña, creo que te falla algo, diría el viejo, sacaría de su bolsillo una lata de crema para afeitar junto con una botella de loción, se acercaría, se hincaría, luego sobaría el coño de Tea con un gusto que en segundos le dejaría roja de la impresión, viendo al anciano, quien parecía tener una técnica de dedos bastante buena, no podría hablar, aunque intentaría decir algo, pero un gemido desde sus pulmones se dejaría escuchar, el entrenador en solo unos momentos estaba sacándole un fuerte orgasmo, el cual se iría alargando, mientras sus dedos iban sobando su entrepierna en un contacto delicado pero lleno de vicio que se dibujaba en la cara de este, quien sabía perfectamente que estaba haciendo, logrando que se viera como sacaba una navaja con la cual cortaría todo ese pelo de un solo tajo, dejándole ver una pubis bastante apetitosa, la cual sobaría con un poco de loción que tendría una esencia almizclada, que haría suspirar a la mujer.
Bien, buena reacción, se nota que no eres experimentada, eso le gustará, se de ti, buscas ser la asistente del magnate, podrías entrar como una perrita, se ve que eres bastante seductora, fiel, eso es lo mejor, ja, solo me bastó un toque para hacerte correr, bien ¿Quién sigue? Ah – decía huraño el viejo mirando a todas las chicas quienes se sintieron frente a un depredador sexual.
Sigo yo viejo, me llamo Tiffany, ya soy legal, me gusta sentir a un hombre fuerte, bien dotado que me llene la concha con su corrida, dime, que tienes para mí – decía en un tono desafiante, lo cual sorprendería mucho a todas, pues luego de lo visto parecía que nadie se metería con el anciano.
Ella usaba una playera ajustada, pero se le veían mucho las tetas por el escote, unos shorts de mezclilla, con unas zapatillas deportivas, y no tendría problemas en sacárselo todo, aunque se notaria que poco le importaba las apariencias, quedó con una lencería de color negro, que pronto se fue cayendo, mientras ella misma se iba sobando de tal manera que estrujaba sus tetas de forma brusca, haciendo que se marcaran sus pezones o coño, en la delgada tela, que fue arrancada con cierta prisa, para quedar desnuda, dejando ver que estaba afeitada, un coño lampiño, mientras la chica miraba con cara de loca sexual, lamiéndose los labios, como si incitara al sexo, logrando que algunos bobos se emocionaran, o eso aseguraba.
Mírame bien, me he cogido a varios idiotas, estas tetas se han bañado de tanto semen para poner un establo, me han llenado al menos en orgias varios chicos, todos grandes y fuertes, como los del equipo de soccer o baloncesto, soy una guarra, no me importa, y si puedes darme un lugar donde coger sin problemas te la chuparé como premio – se burlaba la muchacha siendo aplaudida por su amiga quien la veía como una jefa.
Jaja, solo eso, solo eres una golfa vulgar, lo siento niña, pero esta no nos servirán para lo que deseamos, pero no se quedaran fuera, eso te aseguro – dijo el viejo mientras se acercaba.
Lo que seguiría no sería nada común, la tal Tiffany creería que le tendría que mamarle la verga, pero contrario a todo eso, este le agarraría del mentón y le metería los dedos, algo sabía el viejo, aparte que estos tenían un olor penetrante, como si hubieran entrado en coños, culos y labios, un hedor potente como jamás había esperado sentir, dándole una sensación de placer único que jamás esperó vivir, manipulaba su mente, mientras jugaba con su boca, como si le obligara a chupar una verga, solo que eran 2 dedos, que iban hurgando dentro de tal forma que sintió como su coño se iba mojando con un lento despertar que se volvía más rápido, también sus pezones se fueron poniendo tiesos, empezaba a gemir, algo en esa carne le despertaba de tal forma una lujuria que no esperaron ver jamás, recordando las veces que se corrió por culpa de una buena cogida, hasta las piernas le temblaron, dejando ver como un hilillo de orina escurría, pero eso no sería todo, cuando menos lo esperara, un flujo de jugos saldría corriendo, hasta empapar el suelo, viéndose como si saliera a presión, dejándole sentir un fuerte orgasmo que dejaría su mente en blanco, del cual quedaría inconsciente.
Escúchenme bien, ser una golfa no las hace mas eróticas, eso se hace con un sentido seductor que despierte la lujuria, sino saben eso, no pueden ser unas buenas putas, solo son agujeros para que los cerdos les llenen con leche barata – sentenció severo mientras veía a la otra chica.
No esperó a que se presentara, sabía que esa era mucho peor a la rubia, una engreída de primera que se sentí tan fuerte, ahora quedaba en el suelo por un par de dedos, lo cual demostraba cuanta experiencia tenía el viejo que se acercaría a Katy, para tumbarla con su bastón, la dejaría en el suelo y le sacaría los pantalones a la fuerza, dejando ver un culo gordo al que le arrancó su calzón, el cual prácticamente se destrozaría con un solo toque, logrando que sobresalieran esas 2 masas de carne, luego le metió un dedo en el culo, el cual movería usando una destreza que antes de darse cuenta estaba gimiendo de tal forma que se notaba en su cara, la manipulaba con una maestría soberbia, hacia un gesto que jamás esperaron ver las otras, con solo este lograba hacer que se quejara, pero más por el torrente de emociones y sensaciones que estaba sintiendo en solo unos instantes, logrando que la muchacha dejara los ojos en blanco, tratando de gritar de placer, pero le faltaba el aire, se desmoronaba en ese instante sexual de placer absoluto.
Solo eres una pervertida que no sacia sus deseos con nada, como muchas que no saben vivir del erotismo, sintieron desde muy jóvenes los gustos sexuales, ya no saborean nada, solo crees saber, pero yo le eh dado tiempo a las cosas, me preguntas ¿Cuánto me cabe en el culo? Ja, yo eh sobrevivido a un caballo y un burro, que es más de lo que tú puedes aguantar, me dieron en una película, cuando apenas tenía 20 años, fue algo impresionante, me lleno las tripas de su leche, incluso llegué a vomitar un poco, porque lo repetimos, fueron las mejores 10 horas de trabajo, el cuerpo se me estremeció, la sensación de peligro, como me llenaban, incluso me corrí un par de veces, pero no fue como lo que ese animal me hizo, déjame mostrarte, aunque para ti será como si un cerdo te violara, lo cual también pude experimentar – advertía al final el maestro.
Antes que se diera cuenta empezaba a hacer algo, parecía extraño pero movía con un curioso ritmo irregular el culo, para darle un tratamiento especial a ese recto, de cierta forma lo estaba manipulando con un cuidado que era difícil de entender, sino fuera porque en breve pudo meter 2 dedos, luego 3, logrando que ahí se quejara, aunque no podía moverse, era como si su cuerpo se hubiera paralizado, más no era todo, antes que se diera cuenta, los dedos del viejo estaban entrando libremente, logrando que Katy se quejara hasta que su gesto se rompió. Justo en ese momento, el viejo metía toda su mano, causándole una sorpresa que nublaba su mente, entraba por esa carne de tal manera que se daba el gusto, abría sus carnes con tranquilidad, pero en un ritmo constante, que no dejaba de causar un verdadero desorden cerebral en ella, llegando a tal grado, que empezaría a chillar parecido a una cerda, en especial cuando la mano se metiera hasta el fondo, llegan a parte del antebrazo, pues iba abriendo su carne, pero con tal técnica que no sentía más que placer, aunque en ese momento el mismo viejo sacaría algo de su culo, un montón de excremento, para embarrarlo en la cara de la chica, antes de sacar un pañuelo con su otra mano, y empezaría a limpiarse.
Mira mocosa, te faltan años para estar a mi nivel, no creas que solo por ser una degenerada puedes excitar a un hombre, bueno, de los que vas a conocer, aunque viéndote bien, necesitas muchos arreglos, así que me tomaré ciertas libertades contigo – se burlaba, mientras le tocaba la boca, igual que su amiga, y le hacía correrse igual, dejando ver que ambas no le habían agradado, lo cual dejó asustada a la mayor.
Tranquila señorita, ellas tendrán que tener un entrenamiento especial, en condiciones normales acaban siendo de las mamás luchonas que tienen como 7 niños de diferentes padres, y no saben cómo hacer las cosas hasta que acaban mal, pero con mi guía, al menos acabaran de trabajadoras en un bueno lugar, no los 5 estrellas que manejamos, como la isla del placer, el crucero de la perfidia, y van a abrir uno que se llama las Montañas de la Lujuria, pero al menos creo que podrían trabajar de actrices en alguno de nuestros centros especializados, esos con fetiches duros – señaló el viejo con cierto desdén, aunque era amable con la joven.
Gracias, es que no sabía que mas hacer, si un tipo me estaba rondando, y estas 2 babosas querían darle entrada – señaló Tea viendo a ambas.
Descuida, mira, voy a hablar con uno de los trabajadores en los estudios, seguro que se pueden acomodar, les pagaran bien, y podrán hacer lo que les gusta – aseguró el viejo entrenador muy tranquilo, mientras marcaba un numero.
Luego de ello se vería como tomaba unas fotos de todas las chicas, lo cual sorprendió un poco, por lo cual Tea se quejaría, pero este le decía que perdiera cuidado, solo era para tener un registro, pues bien podrían acabar de actrices, de medios normales, sabía que ella estaba acudiendo con un futuro líder de los medios, así que eso le calmó, aunque en un error mandaría las fotos en un solo paquete, y luego de ello indiciaría que las mayores eran las que deberían quedar en algún estudio. Una vez aclarado eso quedaría de ver qué sucede con las otras 6, pero notaria que 3 de ellas se alejaban, siendo las más lindas, le llamaban la atención, algo en las 3 le hacía verles con cierta lujuria, sin embargo pensó que estaría bien dejarlas aparte, justo al final, cuando vio a la de 15, que tenía una cara de nervios que le gustó, obligándola a presentarse.
Soy Luisa, estoy con mi hermana menor, somos huérfanas, mis padres murieron en un accidente, como ve tenemos una especie de desorden hormonal, nos hizo que las tetas nos crecieran mucho, las odiamos, no dejan de llamarnos de cosas, pero queremos entrar, supongo que estas nos servirán de algo con ustedes – dijo la mayorcita un poco inquieta.
Yo soy Julia, tengo 10 años, lo mismo – agregó un poco asustada.
Bien, así me gusta, ustedes no terminaran en los set de filmaciones baratos para coger duro, pero deben saber, que para triunfar en este medio no solo pueden tener ese par de tetas enormes, al mismo tiempo deben saber algunas cosas, ahora como se han portado mejor, mm, creo que será bueno esto, primera orden, entre ustedes se van a desvestir, quiero que solo queden con sus zapatillas y medias – ordenaba el viejo con un gesto vicioso, logrando asustar un poco a ambas niñas, pero estar harían caso si tantos problemas.
Sería una delicia verlas, parecían sacadas de una escuela antes de llegar, la mayor un uniforme fino, falda tableada, camisa, una corbata, calcetines blancos, zapatillas de tacón corto, la pequeña una playera de manga corta de cuellos, una falda normal, medias azules que cubrían todo desde sus piernas hasta culito, el mismo tipo de calzado de su hermana mayor. Con algo de pena la más grande se iría bajando los botones para dejar ver su tersa piel, se notaban fácilmente los enormes pechos, apenas cubiertos por la suave tela, que se iría mostrando apretada con aquella prenda interna, se veía deliciosa, fácilmente se notaba que pronto no podría contener tan preciosas masas, en especial cual al sacársela, casi rebotarían y se vieran aún más grandes, lo cual resultaba tan delicioso, le llamaba tanto la atención, que no podría contenerse el viejo, se lamería la boca como si contuviera el morbo, luego por una especie de acierto se iría a abrirle la falda la pequeña, dejando que la tela cayera dejando un calzoncito azul que resaltaba en su nívea piel.
Mm, muy bien pequeñas, así se hace, lo hacen de maravilla, Julia, preciosa, sácale su calzoncito a tu hermana, ayúdala, no seas mala – decía el anciano más contento, no tan molesto, la actitud de ambas chiquillas era la indicada para otros trabajos, no tan vulgares, incluso podrían ser algunas labores más especializadas.
La niña asentiría, pero antes vería a Luisa, y ella le dejaría hacerlo, dejando que fuera sacándose la prenda con cierta delicadeza, aunque casi choca con sus tetas de manera tan deliciosa que gustó al entrenador, que miraba con cuidado, pues en segundos la chiquilla permitiría que pudiera ver todas esas formas delicadas de la mayor, unos labios sonrosados, que apenas eran cubiertos por una pelusilla negruzca, lo cual aprovecharía.
El maestro no lo pensaría mucho, querría acercarse y sacando sus herramientas, también le depilaría su coño, dejándole a la vista todo de manera lampiña, seria rápido, pero no desaprovecharía para tentar aquella parte, haciendo un juego de dedos que se volvía muy cuidadoso, y desde el primer rozón le provocaría una sensación bastante fuerte, un sonrojo acompañado de algunos suspiros, que por la intensidad, serían como una corriente eléctrica, la cual acabaría en un potente orgasmo, uno que acabaría llenándole el coño a la niña y de igual forma los dedos a Corvin, quien los lamería de manera viciosa, metiendo la lengua, moviendo con un ritmo delirante saboreando los pliegues internos, dejando su marca dentro, consiguiendo en pocos segundos un poco de su miel, luego vería a la mayor.
Bien Luisa, no te caigas, tienes que desvestir a tu querida hermanita, ella también debe pasarlo bien, no seas egoísta – advertía el perro entrenador mientras la apresuraba.
Igual que antes la playera saldría, pero dejaría ver 2 pequeñas manzanas de carne que causarían una grata sorpresa, igual la falda caería, dejando ver que las medias cubrían todo, no eran hasta los muslos, detalle que agradó al instructor, quien lamiéndose los labios se acercaría, y dando indicaciones, pondría los labios bajos de la mayor, en la boquita de la pequeña, para que le entretuviera, sacando su navaja de afeitar, metería sus manos debajo de las mayas, sintiendo aquella tersa piel, una tan suave, le causaba un morbo absoluto, le encantaba tentar todo, pero prestaría atención al calzoncito, el cual cortaría con la navaja, dejando sus partes intimas, a la vista, o casi, apenas cubiertas por las medias, que rasgaría para dejar su coñito a la vista, dándose un gusto especial, aunque no perdería tiempo, haciendo una serie de toqueteos, que eran cuidadosos, el viejo era experto, sabia como tratarla sin que la asustara.
Tranquila pequeña, es solo para ver que tan caliente es tu sangre, con eso veremos si quedas con tu hermana, solo relájate y déjate querer – decía el perro entrenador con gracia.
La niña comprendería, así que se dejaría tocar con toda calma disfrutando de aquel contacto tan suave, cerrando sus ojitos, mientras que el hombre iría despertando una serie de sensaciones desconocidas hasta ahora, un calor intenso como el fuego que revolvería sus entrañas de una oleada de pasión que en breve lograría darle el gusto de su vida a la pequeña, la cual estaría gimiendo quedamente, recibiendo el abrazo de la mayor, que causaría una sensación bastante intensa, su gesto era una poesía de lujuria, que no se podría resistir, invitaba a un beso, pero solo sería el principio de algo más intenso, tanto así que acabaría logrando un verdadero desastre en su vulva, la cual se acabaría por escurrir, sintiendo de esa manera su primer orgasmo.
Perfecto, creo que ustedes podrían quedar como las putitas de alguien, no solo unas guarras, con niñas tan calientes, sensuales, será mejor ubicarlas en un buen sitio, no son normales – decía con una fascinación el viejo perro mirando a ambas.
Luego de ello vería a las otras 3, pero no se veían ansiosas, de hecho se marchaban, aunque dirían que irían al baño, lo cual era aceptable, de todas maneras el lugar estaba a media hora de la ciudad, un convento, que se volvió burdel, donde antes estuvieron las gemelas Ivone e Ines, ahí no podrían escapar, mas no parecían que eso desearan, por el contrario, tramaban algo, como fuera el caso, aun faltaba la pequeña Anne, y ella era algo sumamente peculiar, no se veían muchos casos de albinismo, menos uno tan bonito, pues la niña tenían unas facciones muy finas, tan bien formadas, aparte de unos peculiares ojos morados, que llamaban demasiado la atención, era una belleza, aunque era algo delicada en el sol.
Mi nombre es Anne, solo tengo 8 años, estoy huérfana, mis papas me tiraron cuando era bebe, y los servicios me dejaron en la casa de Tea, para que me cuidaran – dijo asustada la nena.
Ya veo, mm, creo que tu deberías quedarte a vivir aquí, pero no lo lograras a menos que alguien te apadrine, así que tenemos un problema, aunque bien podrías quedar en algunas producciones de cine para adultos, obras especiales – decía el viejo empezando a hacer algunos arreglos, marcando y haciendo que resonaran algunos nombres como Eddy, Alan, Enriqueta, y demás.
Pese a escuchar eso, la niña asustada se iría sacando la ropa, apenas usaba un vestido de una pieza con tirantes, quizás solo por lo escuchado hasta hace poco, dejado ver unas prendas de color rosado, se había arreglado para verse bonita, con sandalias blancas, pero siendo cuidadosa, trataría de imitar las actitudes de sus amigas más grandes, intentando que la ropa cayera de manera sensual, aunque no sabía cómo hacerlo, por lo que fallaba, y luego dejaría caer su calzoncito, el cual era algo grande para ella, mostrando un coñito bastante abultado, el cual llamaba mucho la atención, incluso abriría sus piernas igual que su rauda carne, dejando ver un interior rosado que llamo la atención del viejo mañoso, quien lamiéndose los labios comenzaría a sobarla, aunque no haría mucho tocar las tetillas casi planas, acariciar el ombligo hasta llegar a la vulva, y la niña solo se le quedaría viendo asustada.
Mm, yo te doy miedo, eso pasa, estas dispuesta a todo, eres una niña valiente, jejeje – se reiría el viejo un poco más calmado, recibiendo un mensaje de Cas que cambiaria todo.
Señor, tenemos un contacto, un magnate, así que estamos bien – añadió Tea abrazando a la niña.
El viejo asintió, entendiendo que debía ver cómo aprovecharlas, pero más que nada, como usarlas por su nuevo jefe, quien querría un reporte, lo cual le causaría una cierta satisfacción, pues estaba más acostumbrado a llamar a otros perros para ubicar chicas, o niños en diferentes negocios, según hiciera falta, pero aquello aseguraba un pago pronto, así que suspiró, y buscó antes a las otras 3, quienes no regresaban del baño, de hecho las notó demasiado apáticas, desinteresadas en este asunto, lo cual era un fastidio, pues de las 8, esas 3 parecían hechas para el sexo, podría pensar en verlas disfrutando del placer de maneras diversas, seguramente sus gemidos serían bastante deliciosos, lo sabía perfectamente, sus movimientos estaban llenos de una coquetería singular, sus arreglos eran adecuados, dejando ver que eran decentes pero al mismo tiempo tan eróticos, algo distinto había con ellas, quería averiguarlo. Dayna era morenita clara, usaba una falda de mezclilla con calcetas por encima de las rodillas que resaltaban sus piernas, estaba presumiendo sus tetas con una playera delgada que dejaba ver bien sus curvas, su cuerpo era más esbelto, pero sabia como presumirlo, era de esas niñas que uno querría verla con sus piernas o tobillos cerca de la cara, un top ajustado mostraba sus pechos florecientes, pero además usaba una camisa anudada abajo para dar cierto toque coqueto ocultando sus formas de manera sugestiva, por su parte Luna, era voluptuosa a pesar de su edad, sus formas eran más carnosas, podría llamar la atención de cualquiera, su culo era muy apetecible, un poquito de grasa en el vientre, pero eso remarcaba en especial sus tetas, todo usando unos jeans y un top escotado que formaba unas curvas tan envidiables, daban deseos de metérsela hasta el fondo mientras le sostiene de las nalgas, morderle los pechos, dejando que el cabello largo con algunos risos se moviera libremente, remarcando y ocultando partes, que eran apetecibles, finalmente Mar, usaba unos pantaloncillos cortos, una playera ajustada blanca, un estilo muy sencillo, pero en su cuerpo, con su cara, le daban un aire inocente, aunque en sus curvas se volvían terriblemente eróticas, porque la sensualidad de sus formas eran para infartar a cualquiera, dándole deseos de someterla y poseerla en un desenfreno sexual donde se pudiera sentir cada parte de su bella figura, porque su figura parecía una tentación demasiado fuerte como para ignorarla por los que le rodearan.
Por desgracias no aparecerían, el entrenador se estaba impacientando, por lo que Tea se iría a revisar a los baños, apenas vestida por las prisas, mirando en los retretes más cercanos, todos vacios, aunque según unas internas que halló cerca, si las habían visto, pero de eso había pasado un rato, y curiosamente acudiría con los encargados del lugar, quienes se vieron sorprendidos, mirándose de un lado a otro como si no entendieran, algo había pasado sin que se diera cuenta, se estaba asustando, cuando una encargada de recepción le dejaría un link en una nota a la señorita, para usar la APP.
(Todo es por diálogos T para Tea y M para Mar)
T: Mar, Luna Dayna, ¿Dónde están? ¿Qué hacen? Me dicen que llegaron por ustedes.
M: vaya Tea, no te tardaste nada en volver, lastima, pero ya no estamos en ese orfanato, no intentes encontrarnos.
T: si, ya me di cuenta, dejen eso ¿Dónde están?
M: mira Tea, solo te diré esto porque me caes bien, no vamos a seguir con este tonto juego de la casita feliz, no somos lo que tú crees, no te dijimos mentiras, pero no te contamos toda la verdad, esa golfa de tu madre era un problema, por suerte sus estupideces fueron demasiadas, se metió con gente mala.
T: esperen ¿Qué están diciendo?
M: hemos tratado de huir de esa casa por años, tenemos la propia.
T: no les entiendo, ustedes perdieron todo en el incendio, eso me contaron.
M: no, una jueza nos ayudó a ocultarnos para que pudiéramos quedar fuera de gente mala, pero eso se está acabando, pregúntale a Cas, te pedíamos el celular no para ver cosas, sino para buscar a nuestra familia, las 3 ya somos parte del gremio de perros, aunque tú te pusiste muy necia con la APP, hasta que te mostramos a tu novio imposible, eso nos ayudó a contactar con los nuestros, sorry, este es el adiós…
Tea no podría creerlo, pues supuestamente encontraron esa APP por accidente, no la tenía en el celular, decían que era para buscar nuevos amigos, no les creyó, hasta que tuvo la suerte de toparse con su amor de colegio Cas, quien luego saldría en noticias, también se dio cuenta que esa WEB era extraña, parecía ocultar toda clase de perversiones, y debido a su situación crítica, se decidió a contactarlo, sabiendo que este (Cas) debía estar metido en muchos asuntos duros, pues la APP era un canal de perversiones, pero no tenia opciones, y ser la esclava sexual de un magnate, de cierta forma le pareció una idea excitante, sin embargo no esperó que aquel trió de chicas, salvadas de un incendio, acabaran siendo parte de alguna situación desconocida.
Lejos de ahí, las 3 chicas estaban moviéndose en un carro negro a alta velocidad, se perdía por caminos poco transitados, estaban contentas, mirando a una persona que deseaban ver desde hace años, incluso se mordían los labios de manera coqueta, esperando que se dijeran cosas.
Dime, ya todo acabó, podremos estar a salvo – diría Dayna mientras miraba el camino.
La pesadilla acabó ¿cierto? Dime, fuimos las únicas que quedaron fuera – cuestionó Luna inquieta.
Ya corté con Tea, vamos a casa, verdad – decía Mar mirando al joven al lado.
Tranquila, una vez que lleguemos a nuestro destino, se dirá todo, pero las cosas todavía no terminan, la purga sigue adelante, por desgracia no fueron las únicas que quedaron fuera, de hecho Melody, fue sacrificada para salir adelante, la encontraron en las llamas, por eso me creyeron muerto, ahora ella es como una prueba de que algunos “magnates” son peligrosos, aunque todo acabará, como tenemos acceso a la APP, no hay secretos, en cuanto lleguemos, vamos a pasarla bien todos – señaló el joven misterioso.
Sin embargo, esa idea se quedaría perdida en el viento, una sonrisas, algunos mimos, besos o demás, de parte de tan seductor trió, le harían pensar mejor las cosas, querían atenciones especiales, y necesitaban tenerlas ahora, así que sin poder resistirse, el conductor buscaría donde ocultarse en medio del camino hallando un pequeño espacio entre los arbustos, era una ventaja que fuera una zona boscosa, y que el sitio resultara tan poco visitado, así se acomodaría fuera de las vistas y se pasaría al asiento trasero, donde las 3 le esperaban, casi sacándose los pantalones, también los tops, solo quedando con zapatillas y tangas, revelando que no traían sujetadores, luciendo sus tetillas al aire de manera sensual, tan terriblemente excitante igual que sus coños lampiños, el joven solo se desacomodaría la ropa para dejar a la vista su erección, además que quería sentir tanto como pudiera aquella carne tan delicada, era su privilegio, para sorpresa de este Dayna sería la primera, se acomodaría para ser penetrada de golpe, de hecho sentiría su delicado cuerpo recibir aquella verga gruesa sin problemas, estaba tan húmeda que pareció como si ya estuviera corriéndose, un beso seguiría, mientras las otras 2 se acomodaban, ella tuvo rapidez por usar falda, y en medio de los movimientos de cadera, se dejó chupara los pechos, sería difícil adivinar cuanto tiempo estuvieron haciendo eso, se perdían en el placer, pero mientras estuvo así la niña se corrió al menos 2 veces, antes de ser relevada, dejando que Mar, siguiera. Era una locura, pero la erección de este seguía vigente, ella primero dejaría que lamiera sus grandes tetas, logrando que diera un precioso gemido, mientras se dejaba penetrar, moviendo sus caderas con un gusto y ritmo que iban a la par entre los amantes, quienes gozaban de aquel contacto tan placentero, mientras decía: esto solo es el comienzo verdad, cariño; palabras que aumentaban el morbo del momento, mientras se reconocían mutuamente, logrando que se despertara más la lujuria, creando un instante de perversión, que no acabarían hasta que pasaran 2 orgasmos mas donde la adolecente acabaría rendida. Finalmente quedaría Luna, quien quería ser penetrada, pero el tiempo o apremiaba, aunque haría algo curiosamente peligroso y excitante, dejándola desnuda, se acomodaría en el asiento del conductor de nuevo, empezaría a manejar, aunque no tan rápido como antes, pero lo que no esperaría la chica es que la dejaría sentarse sobre él para metérsela hasta el fondo, mientras acomodaba un impresionante consolador en su culo, que vibraba duro para hacerla sacar unos gemidos mientras iban a casa, cogiéndola mientras seguían su camino en un juego de perversión lleno de adrenalina.
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