Aprendiendo a ser un macho a los 4 años con papá y su amigo.
Continúa la aventura de este niño….
Continuación
Así había pasado el camino restante, tomando orina de mi papá y de su amigo Pablo. Me estaba convirtiendo en adicto a esa sensación de tener en mi boca la orina de mis machos en la boca y en el resto del cuerpo.
Ya habían pasado 2 días y ninguno de los 3 había tomado una ducha, el olor de Pablo era fuerte, se había estado bañando en su orina y el sudor por el calor ayudaba a qué ese aroma se combinara muy bien haciéndolo sentir penetrante.
Cuando llegamos a la casa papá se tiró a la cama y Pablo se tiró a su lado, yo me quede recostado en un sofá frente a la cama que mi padre usaba para descansar, no sé en qué momento ni cuánto tiempo pasó pero quedé dormido y cuando desperté yo estaba sobre la cama pero papá y Pablo no. Me levanté y bajé a buscarlos, fui a la sala y no los encontré pase a la cocina y tampoco hasta que salí al patio tracero y ahí estaban, sentados en unas sillas platicando y tomando cerveza. Estaban sin camisa, y usaban unas calzonetas de esas que utilizan para jugar al fútbol. Papá me llamó y me sentó en sus piernas.
Julio- ¿Cómo dormiste, campeón?
Julito- bien, papi. Pero tengo sed.
Pablo- ven perrito.
Me acerque al tío Pablo y levantó una botella de cervezas que pensé estaba llena y me daría pero para mí sorpresa estaba vacía y el tío sacó su pene y orinó en la botella; cuando acabó le pasó la botella a mi papá quien le dió un trago y procedió a orinar en la botella. Yo estaba con los ojos bien abiertos y atento a lo que ellos hacían.
Cuando papá terminó pasó la botella al tío Pablo y me dió a beber. Yo me tomé todo ese líquido mientras Pablo se reía y mi papá me animaba.
Julio- eso campeón, demuestra que eres mi hijo!
Pablo- así perrito, tragatela toda. Así, uff que perrito más obediente.
Mientras yo hacía esto, Pablo se estrujaba su pene y papá solo nos miraba sonriente y orgulloso de lo que su hijo hacía.
Papá se levantó y quedó completamente desnudo, se paró frente a mi y me dijo.
Julio- ahora bebé sabrás cómo sacar la leche de los hombres y te la vas a tomar también.
Yo: papá, cómo es la leche de los hombres?
Julio- es uno de los manjares más deliciosos que tenemos los hombres.
Papá se agachó y le bajó la calzoneta a Pablo y empezó a tocarle el pene que fue creciendo a medida que su mano lo estrujaba. Descubrió su cabeza y se sintió un olor fuerte y se miraba blanco como queso, papá lo olió y me dijo que lo oliera yo también.
Cuando puse mi cara cerca del pene de Pablo me dió asco y quite la cara, papá se rió y me dijo.
Julio- mira y aprende como se hace.
Papá sacó su lengua y empezó a raspar todo aquella costra blanca luego me halo del brazo y me dió un beso, era un beso mojado, me lleno mi boca con su lengua llena de aquello blanco pero ahí ya no me dió asco, al contrario yo buscaba la lengua de mi papá y urgaba en su boca queriendo encontrar más.
Pablo se levantó con la verga bien parada y mi papá empezó a succionarla cómo queriendo sacar agua, papá tragaba esa verga hasta el fondo de su garganta y a veces daba arcadas cómo si fuera a vomitar y cuando sacaba la verga de la boca la dejaba llena de saliva algo que me dió mucha curiosidad y quise tocar. Papá me vio y dijo.
Julio- quieres ayudar a papá?
Yo solo asentí con la cabeza.
Pablo- dale perrito comete la verga del hombre de esta casa
Papá había dejado esa verga llena de baba chorreante y a Pablo le palpitaba hacia arriba y abajo.
Julio- saca la lengua- me dijo, yo la saqué y papá me hizo lamer bajo la cabeza y quedé con la nariz mojada de saliva, me empujó y me dijo -piensa que es un bombón y chupalo- yo inicié a chuparlo torpemente y sentí como Pablo se retorcía. Papá tocaba sus huevos y en eso veo que pierde su mano y Pablo abre sus piernas.
Papá había metido su mano bajo los huevos de Pablo mientras con la otra me hacía subir y bajar de Pablo. Entonces se separó y papá me hizo subir y me dió un beso, un beso tan mojado que sentí que era agua la que salía pero era su saliva. Papá hurgaba dentro de mi boca con su lengua, succionaba mi lengua dejando caer su saliva entre los dos. Pablo se acercó mientras papá me besaba y dejó caer un hilo de saliva entre papá y yo. Ahora la saliva de papá y la mía estaban combinadas con las de Pablo.
Me sentía extraño pero me gustaba la sensación de estar mojado por tantos fluidos.
Que ricura
Que delicia!!! Cuándo sigue?
Vaya relato tan rico…, ese jotito promete