Arrimon y curiosidad
Me atrevo a todo cuanto sea digno de un hombre, quien a menos se atreve no lo es, una pequeña modificación de una frase famosa, ahora medio olvidada, pero podría decirse que es lo que me describe, la curiosidad y la tentación es algo que van de la mano y en esta anécdota tendrán aquello.
Diria que soy descrito por la imagen anteriormente mencionada, «Me atrevo a todo cuanto sea digno de un hombre, quien a menos se atreve no lo es», la curiosidad es una fuerza poderosa y en esta anecdota/relato se expresa de manera bastante curiosa, su buen amigo el observador les contara el inicio de la curiosidad y su cumplimiento.
Para los que estan apunto de jalarsela con esto, hoy habra premio doble, es decir dos anécdotas en una, asi que podrás jalartela con una parte, descansar y jalártela con la otra, ¿Inteligente no?.
Ya deben estar acostumbrados a los Titulos fuertes, pero como es de costumbre me explicare y pasare el contexto basico, existe una ruta a la universidad a la que voy, que comente en mis anteriores relatos, una ruta en donde hay una muy bonita cultura, en donde ciertas mujeres prácticamente se arriman a los hombres o se ponen en posiciones para que eso pase y los hombres como yo buscan a mujeres asi, (ya he visto otros casos por si se lo preguntan), algo que no ocurre en el resto de la ciudad, mi primera experiencia fue con una chica que se puso apropósito frente a mi y desde ahi se me abrio este mundo tan peculiar.
Lo que no sabia su servidor es que no solo las mujeres buscaban ser arrimadas en esta ruta.
Soy un hombre joven, ligeramente alto para el promedio mi ciudad y de ojos claros, de ahi en mas soy alguien normal, generalmente voy muy a menudo por esa ruta, tanto por asuntos de mis estudios como por aficion cazando los arrimones, señoras maduras y culonas en horas pico, o gorditas jovenes bastante cooperativas, aunque en esta ocasión como nunca no iba buscando nada en especial.
De hecho hoy iba algo distraído subiendo en la parte de atras de la metro, en lugar de las puertas de adelante, algo que bajo mi experiencia es bastante jodido si buscas arrimones, los cuales se dan en la mayoria en la parte de adelante por la disposición de los barrotes y demas, y aparte el hecho de que se llena mas la parte de atras del vehiculo.
La hora no era pico, no era el lugar habitual de arrimones y iba distraido, basicamente las posibilidades de encontrar algo rondaban el cero.
Pero al mundo le gusta darme sorpresas, me aferre a una zona de los barrotes que es medio similar a las de las partes de adelante, es decir que dejan espacio delante de ti para que alguien mas pase y se agarre, en mi caso fue un chico moreno, delgado y de cabello un poco largo, su cuerpo en si era afeminado, era un poco mas pequeño que yo y llevaba unos shorts de tela algo holgados, cargaba una maleta en su mano izquierda.
El chico no llamo mucho mi atencion, hasta que la metro empezo a moverse y sus nalgas se inclinaron contra mi verga de manera descarada, yo pense que era un accidente y al principio me incomodo un poco, asi que me aleje un poco, habia espacio en el lugar, como dije no era hora pico asi que no estaba abarrotado como habitualmente,
Intente ignorarlo, hasta que el chico se inclino otra vez hacia atras, ya dos veces no podria ser casualidad y mas conmigo alejandome, no soy mucho de chicos, pero la curiosidad y un buen par de nalgas siempre lo llaman a uno, y mi verga ya se estaba despertando, esta vez voltee para mirar mejor a mi desconocido ofrecido, notando que esos shorts traian un buen par de nalgas, las cuales cada cierto tiempo de manera curiosa se inclinaban hacia a mi.
No era alguien particularmente discreto, asi que ofrecí discreción arrimando mas mi verga para que se quedara quieto y nadie nos viera, clavando un poco mi verga en ese short de tela fina, sintiendo un buen par de nalgas, el chico sabia moverse, era bastante proactivo, pero eso no le quitaba lo chico.
Asi que no avance mas, me baje de la parada de la metro, tranquilo como siempre, pero… una parte de mi se calento mucho por lo que paso y no pude evitar estar caliente pensando en eso el resto de la semana, comence a frencuentar contenido gay y pues, di con una pagina para contactar a alguien.
Mi ciudad es algo peligrosa asi que… medio me lo pense mucho antes de hacerlo, pero contacte con alguien por curiosidad.
Aqui es donde viene esa otra parte del relato que tal vez muchos vinieron a buscar, me encontre con alguien en esa pagina, era mayor que yo, gordito y no tan agraciado, pero la verdad no estaba ahi para enamorarme de alguien de mi mismo sexo o algo asi, solo queria un amigo, un buen par de nalgas y un desahogo, podria decirse que soy un bisexual o mas bien un hetero curioso con muchas ganas de meterla.
Hablamos por un tiempo, le mande una foto de mi verga el quedo contento y el una foto de su buen par de nalgas y yo quede contento, asi que para hacerlo mas interesante nuestro encuentro no se dio de una forma tipica, el crusing es algo que vi mucho en mi tiempo de curiosidad y mas el tipo de crusing que queria probar.
Nos encontramos en una zona publica del norte de la ciudad, y ahi nos fuimos a unos baños, baños para hombre, esperamos un rato y nos metimos a un cubiculo, sobra decir que no es el mejor lugar para coger, pero la adrenalina de que alguien te baje los pantalones en un lugar asi… me recordo mucho a esa sensacion que obtuve con la testigo cachonda o con la madre de familia, no hubo mucha charla.
Me la comenzó a chupar muy rico, mientras paso y voces se escuchaban a fuera, y luego de eso se concreto lo principal, despues de la mamadas mi verga entro suave entres sus nalgas y me lo empece a coger en el baño haciendolo mi putita por un rato largo, tampando su boca y tratando de controlar mi respiracion y los movimientos para no llamar mucho la atencion.
Aunque en los últimos segundos no pude controlar nada, comence a darle fuerte, causando ese peculiar sonido de aplausos en el baño antes de tomarlo fuerte por las caderas, metiendolo hasta el fondo llenando el culo moreno el regordete de mi querido amigo lo mas que pude y notando como este tambien se venia.
Nos vestimos y salimos del baño y de ahi en adelante todo acabo, mi curiosidad fue saciada junto con mi libido, al menos por el momento jajaja, espero que les halla gustado esta pequeña anecdota combinada, espero leer sus comentarios por si a alguien le ha dado curiosidad sobre hacer esto, aunque es algo mas que obvio que si o si a alguien se le da el gusto por los arrimones sea heresexual o homosexual, aunque sinceramente tengo algo de ganas de volver a encontrame con un putito para meterselo esta vez en la metro, seria genial, bueno, nos vemos pronto con el siguiente relato
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