Aventuras con mi sobrina de 9: Parte 2
Al fin dí el primer paso con mi diosa..
De nuevo en el baño, una mañana silenciosa y vacía, solo acompañada por el sonido de la lata de espuma para afeitar seguida por el inconfundible “feedback” de los pelos de la barba siendo cortados, estando en un estado total de relajación comencé a rememorar a mis antiguas novias. 5 a lo largo de mis 35 años de vida.
¿No las suficientes? La pregunta resonó en mi cabeza dándome cuenta del patrón en esas relaciones, “madres solteras” con hermosas hijas.
Anastasia: 20 años, piernas perfectas, culo enorme, sus tetas eran algo pequeñas, de cabello negro y la cereza del pastel.
Jennifer: 8 años, todo su cuerpo era realmente suave, heredó casi todo de su madre, sus piernas, culito y sobretodo su nariz pequeña, aunque tenía algo que su madre no tenía y que amaba en esa nena. Su vaginita de labios gorditos.
Fui sacado abruptamente de mis pensamientos por la vocecita angelical de Micaela, vestida totalmente de blanco, una camiseta sin mangas y un calzoncito que dejaba a la vista sus delicadas piernitas.
“buen día tío”
“hola bebé, como dormiste?”
“bien, puedes salir del baño? Quiero hacer pis”
“no te voy a mirar beba, tengo que terminar con esto”
“bueno”
Totalmente obediente ella bajó su calzoncito blanco y se sentó, todas las fuerzas de mi cuerpo se concentraban en no mirar, me puse el after shave mientras ella se lavaba sus manitos.
“mi papá tiene una casi igual a esa”
Dijo refiriéndose a mi máquina de afeitar, le quité la cuchilla y le enseñé sobre el mecanismo de tres piezas pero su atención se fue hacia el mango de marfil, yo sabía lo que estaba pensando así que me llevé todo con lo que se pudiera hacer daño mientras fingí haber olvidado el mango, salí del baño y planché su uniforme para el colegio mientras ella veía la tele.
Transcurrió de forma normal, desayunamos y mica se fue a la escuela, unos minutos después me alisté para ir a mi trabajo. El calor era infernal pero eso significaba que mi nena iba a darse una larga ducha cuando regresara del colegio, llegué al mismo tiempo que una compañera. Francisca, ella tenía cierto aprecio por mí que no sabía esconder pero algo en mi cambió esa tarde, la miré y noté sus hermosos ojos, ahí fue cuando me di cuenta de lo bella que era, cabello castaño de lentes, tetas normales, no lo pensé ni por un segundo y le di un beso, Fran le pidió a otra compañera que nos cubra y nos dirigimos al depósito.
Estando allí pude ver su figura, el gimnasio era evidente, sin mencionar su enorme culo. Nos besamos provocativamente mientras nos quitábamos la ropa, le quité con algo de rabia el sujetador para luego empezar a besar sus pezones, Fran se mordía el labio y acariciaba mi cabeza, agarré sus tetas con mis manos mientras movía mi cara en ellas, bajé dándole besos por todo su cuerpo cuando me topé con su abdomen marcado. No podía creerlo, esta chica era todo lo que buscaba en una mujer y no me había dado cuenta, me hizo un tweerk en la cara para luego darse vuelta, si ya estaba sorprendido ahora estaba sin aliento, al quitarle su tanga de color negro pude ver sus abundantes pelos, para este punto yo ya estaba a cien, mordí sus pelos y comencé a comerle su concha mientras ella le daba un masaje a su clítoris.
Mi lengua recorría sus labios teniendo contacto con su selva, casi por arte de magia las piernas comenzaron a temblarle y tuvo un squirt, posicionando sus manos en mi cabeza la acercó para que no me fuera a ningún lado, todo cayó en mi boca y lo saboree con gusto. Fran se sentó en mis piernas y colocó mi verga en la entrada de su empapada concha, estaba muy apretada pero poco a poco entró todo, nuestros pelos se habían juntado en una suerte de beso mientras que ella no paraba de acariciar su lengua con la mía. Mi compañera comenzó a mover sus caderas suavemente para después cabalgar como una autentica experta, se llevaba la mano a la boca o me besaba para evitar gemir, luego de estar unos minutos así estaba a punto de soltarlo, supo leerme y se acercó a mi oído para lamerlo.
“acaba adentro, tengo hecha la ligadura”
No pensé en otra cosa y la llené totalmente, luego de 4 días sin acabar ya lo necesitaba, esta preciosa mujer se había robado la leche que guardaba para mi bebé aunque no me quejaba. Fran se separó y se puso automáticamente su tanga.
“voy a estar todo el día con tu leche dentro de la concha”
Nos fundimos en un apasionado beso donde comprendimos que esta no era la última vez, nos vestimos sin dejar de mirar al otro, el deseo era incontrolable y queríamos quedarnos todo el día sin importar que pero era una fantasía. El día transcurrió normal pero algo ocupaba mi cabeza, obvio era Fran, nos mirábamos con lujuria entre platillo y platillo.
Nuestro turno terminó y a las afueras del restaurante nos despedimos con un beso de película francesa, fui a la casa para esperar a mi Micaela. Llegué al mismo tiempo que el transporte y entramos de la mano. Fran me había dado cierta fuerza al parecer, estaba decidido a ejecutar mi plan esa misma noche, esperé a que mi nena se fuera al baño donde podía tener toda la intimidad del mundo la verdad nos parecíamos en ese sentido, nuestro lugar favorito de toda la casa era el baño. Tal y como venía sucediendo mi beba se abrió de piernas y sus manos recorrían todo su blanco cuerpecito hasta llegar a su chochito con el cual jugaba rítmicamente, sin perder tiempo usó su saliva para acariciar su anito con el dedo del medio mientras que sus ojos estaban en el estante donde se encontraba el mango de mi Edwin Jagger DE87.
Se levantó y sus manitas hacían juego con el marfil del mango, casi podía entrar en su mente para ver las cosas que podía imaginar, al igual que los días anteriores primero iniciaba con la boca, escupía y chupaba el mango, repitió el proceso y por fin abrió sus piernitas lista para darse placer. Las cosas abrían seguido normales pero yo decidí ejecutar mi plan quizá embrujado por la magia de Fran, el flechazo me había dado fuerza… pero no le di importancia, todo ocurrió lentamente, con mi mano sentí el metal del picaporte el cual giré, la puerta cedió y entré para ver en primera fila a mi bebé sentada en el piso con las piernas abiertas, disimular mi erección era totalmente imposible pero continué.
“Micaela, qué estás haciendo?”
“perdón!! Por favor no le digas a mi papá”
“haber, vamos a hablar”
Mi chiquita estaba muy preocupada, se notaba, cerré el agua y me senté en el piso, toqué su cuerpito para sentarla en mis piernas.
“Ana me mostró un video en su celular…”
“tiene tu edad y ya tiene celular?”
“si… en el video dos chicas se besan, se lamen las chochitas y se meten cosas en su culo, con Ana vamos al baño y miramos los videos, hasta hay uno en donde otra chica tiene un pito en la boca”
A todo esto mi verga simplemente quería explotar, quizá mica lo sentía pero no decía nada y lo único que decía eran suplicas para que no la acusara con mi hermano.
“tranquila bebé, no le voy a decir, yo te dije que podías contarme lo que sea… te gustaría hacer esas cosas conmigo?”
“si…”
Comencé a tocar sus piernitas mientras que con mis dedos levanté su mentón para darle un beso, nuestras lenguas se daban un húmedo masaje mutuo, me levanté para luego cargarla cual princesa, la llevé a su habitación acostándola en su cama. Me desnudé lentamente sin despegar mis ojos de los suyos, cuando terminé me abalancé hacia su cuerpito tan delicado y la besé de nuevo. Ella no se quedaba atrás ya que seguía besándome y a la vez utilizando sus suaves manitos para acariciar mi cuerpo.
“eres peludito tío…”
Ella pasaba sus manos por mi pecho bajando por mi abdomen hasta llegar a mi verga, la miró y con su otra mano acunó mis bolas, le besé el cuello recorriendo todo su cuerpo con mis labios hasta llegar a su pancita donde propiné besos húmedos, abrí sus piernitas para empezar a comerme su vaginita, tan delicada y sabrosa, mi lengua acariciaba sus labios para luego subir a su botoncito, al hacer esto la espalda de mi nena se arqueaba dejando salir un excitante gemido.
Abrí con mis dedos sus labios para meter de lleno mi lengua y saborear hasta el último rincón de mi bebé, metí una falange en su conchita mientras que mis labios se encargaban de succionar su botoncito o como ella le decía “su frijolito” al ejecutar esta técnica ella simplemente no se contuvo y se orinó directo en mi cara, abrí mi boca para saborear mientras escuchaba los gemiditos de Mica.
“ahhhh… perdón tío, eso siempre me pasa”
“no importa chiquita, te gustó lo que hicimos?”
“me encantó, hasta me dio un poco de sueño”
“vas a dormir conmigo esta noche porque mojaste tu cama”
“pero no vamos a dormir…”
“mucho mejor”
Diciendo esto volví a cargarla como princesa y la llevé a mi cama donde abrí sus nalguitas, con mi nariz acaricié su anito, mi chiquita solo reía hasta que, en vez de mi nariz, puse mi lengua en su culito. Dio un profundo gemido mientras mi lengua se contorsionaba humedeciendo su ortito, mordí sus nalguitas y le hice una pregunta.
“bebé, me quieres chupar el pito?”
Su sonrisa hizo palpitar aún más mi verga.
“me encantaría tío”
Me puse boca arriba mientras que Mica se posicionaba, comenzó dando besitos a cada costado de la base subió llenando de besos el tronco hasta que llegó a la puntita donde besó varias veces asiendo que me estremeciera, bajó hasta las bolas y repitió el proceso dando la misma cantidad de besos a cada una, subió el nivel escupiéndolo un poco mientras acariciaba el tronco con sus labios, llegó a la cabeza, la atrapó con sus labios mientras movía su lengua en círculos, puse mi mano en su cabello dorado donde la bajé para que intentara ponerla toda en su boca, llegó hasta donde pudo para luego hacer un sube y baja con su boquita. Rodeo con sus manos el tronco y bajó hasta mis bolas, las lamio e incluso se las metió juntas en la boca para luego solo dejarlas ir.
“te está gustando tío?”
“me encanta bebé, ya voy a soltar la leche”
“la cosa blanca? la puedes tirar en mi cara como en los videos?!”
Decía emocionada, me incorporé para soltar lo que Fran me había dejado en la cara de Mica, ella se reía, le tomé una foto y se la mostré. Ella con un dedito limpió su cara para llevárselo a la boca.
“sabe raro, pero me encantó tio, mañana le voy a contar todo lo que hicimos a Ana”
“pero solo a ella sí?”
“si tío, hasta la puedo invitar”
“me parece perfecto corazoncito”
Diciendo esto fuimos a la cocina y mientras charlábamos le cociné, cenamos y dormimos totalmente desnudos en mi cama, preparados para la llegada de nuestra nueva compañera de juegos.
(Muchas gracias por leer y votar, me gustaría hacer presente un error en el nombre de la nena XD en el primer relato hay veces donde la llamo “Cami” ¿qué puedo decir? La emoción del primer relato me ganó y no lo revisé, muchas gracias por su atención, cualquier comentario es bien recibido no sin antes aclarar que todo lo aquí presentado es ficción y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)
Me parece perfecto.
Quisiera saber más que paso
Hermosisimo pero que enorme lastima que no seguiste. Me mojé de locos con la historia pedo y anhelé ver más entregas.
Sólo decepciona en eso, la falta de continuidad tras tanto nivel.