Aventuras En Pañales
Algunas vivencias que viví usando pañales.
Bueno, escribo este relato, porque me anime a hacerlo gracias a los foros de este grupo. Veo que a algunos les llama la atención este tipo de temas. Yo tenía un primo menor, que a los nueve años se hacía pipí en la cama. Durante verano siempre me mandaban con él y mis tíos a pasar las vacaciones. Aquel verano de la década ante pasada, llegué y mis tíos hablaron conmigo a solas sobre el problema de Roge. Él tenía mucha pena de que yo supiera de su problema nocturno. Y como soy un año y meses mayor que él, querían que lo tomará de forma madura. No iba a burlarme para nada de mi primito, sabía que era algo difícil lidiar con eso. Mi tía me sugirió para que no se sienta mal, si podía apoyar usando también pañal para dormir. Lo pensé mucho, pero accedí. Así que en la noche cuándo nos metimos a bañar, al salir no me vestí y fuimos a su habitación, en donde estaban mis tíos esperando por ambos. Cuando Roge vio a sus papás con pañales en mano, se puso muy nervioso y mi tío le comento que yo igual iba a usar pañal para que no estuviera solo. Fue así como no me quedo otra opción, me acosté en la cama, mientras mi tía me ponía un pañal y antes de cerrarlo, me puso talco, para luego cerrarlo. Mi primo y mi tío vieron todo ese proceso. Sentía un poco de pena, más por el pañal que por mi desnudez, que poco me importaba. Pero debo afirmar que era una comodidad tan confortable. Sentía frescura en mis nalgas y mi pilin. Luego el turno de Roge, su mamá hizo lo mismo. Nos pusieron nuestra ropa de dormir, hablaron un poco con nosotros y se fueron. Al dejarnos solos, él y yo hablamos de los pañales. Me contó que no sabe porque se hace pipí, pero le daba gusto que no estuviera únicamente él vistiendo pañal. Nos dormimos y dormí muy rico aquella noche. Ya en la mañana, mi tío entro a revisarnos. Yo estaba seco, pero Roge no, mi tío le quito el pañal, lo limpio con unas toallitas, nos vistió y fuimos a comer. Cada noche se repetía el ritual. Y cada noche sentía agradable la idea del pañal. Mi tío desde que recuerdo, se dedica a ser transportista. Carga con producto que traslada a ciudades fuera de la suya. Muchas veces íbamos en familia a acompañarlo. Ese verano le salió un trabajo a otra ciudad, en un viaje de casi diez horas. A mi me gustaba mucho ir, y le pedí que nos lleve. Mi tía dijo que por el trayecto del viaje, nos podíamos quedar dormidos, así que nos iba a poner pañales durante todo el recorrido, y así no tendríamos que parar para hacer del baño. Porque mi primo y yo, molestábamos mucho con ir al baño durante los viajes. Nos pusieron pañal y fue que solo Roge y yo fuimos con su papá. Mi tía se quedo a cuidar de mi abue. Mi tío nos compraba muchas chucherias para el camino, comíamos y bebíamos mucho mientras íbamos por carretera. De tanto beber, me dieron ganas de hacer pipí. Le pregunte a mi tío si podía hacerme en el pañal, me recordó que para eso son. Deje salir la orina y se sentía calientito. De una manera agradable. Sentí como se empezaba a llenar el pañal de pipí. Y entre mis piernas se calentaba todo. Era un placer haberme hecho pipí encima. Ya orinado seguí disfrutando del viaje. Hasta que me dormí. Más tarde mi tío había estacionado el camión en una parada de comida. Nos despierta, para quitarnos el pañal. Tanto mi primo como yo, estábamos muy mojados. Nos limpio, luego nos vistió y bajamos a comer. Ahí se encontró con unos compañeros del trabajo y nosotros jugamos un rato con los hijos de algunos de ellos que también acompañaban a sus papás. Antes de volver al camino, mi tío nos tenía que volver a poner otro pañal. Pero teníamos pena que algunos niños aun quedaban en ese lugar y podrían vernos. Ya fuimos al baño, puso seguro y ahí nos coloco los pañales. Salimos del baño casi disparados hasta el camión, sin hacer mucho contacto con los niños para que no sepan que andábamos en pañales. Logramos subir sin ser descubiertos. Al llegar a nuestro destino, lo mismo. En el hotel nos cambiaron y dormimos cómodos. Ya me habían gustado los pañales. Ese verano tuvimos otro viaje con mi tío y los pañales no faltaron. Luego termino el verano, volví a casa y extrañe esa sensación de estar cubierto por algún accidente. Les había tomado cariño a los pañales. Roge dejo de mojar la cama, creí que ya había terminado esa aventura. Pero el verano siguiente, nos tocó ir en carretera y mi tía fue la que comentó que habían sobrado varios pañales, sería buena idea ponérnoslo para el viaje. Para nada proteste, al contrario, apoye la idea. Después de un largo tiempo, volvía a sentir esa gran sensación entre mis piernas. Cuándo pude me orine y era tan placentero. Quería probar más, así que comente que tenía ganas de hacer popo. Mi tía quien nos acompaño aquella vez, dijo que para evitar detenernos, son los pañales. Algo apenado me concentré a pesar de estar con mi familia al lado y expulse sobre mi pañal. Sentí las nalgas sucias y pegajosas, demasiado calientes. Mi primo me volteo a ver con asombro de que si lo había hecho, para confirmar toco mi pañal, alegando que estaba calientito. Me había arrepentido, porque me gano la verguenza y quería llorar, no sé porque. Mi tío lo noto y me animo, diciendo que estaba bien. Prefería eso a detenerse. Me quede cagadito unos minutos hasta que nos estacionamos a comprar comida. Mi tío fue por las cosas, mientras mi tía me recostó para limpiarme. Al abrir mi pañal, olía demasiado. Ella solo se río y decía comentarios dulces, pero mi primo no dejaba de mirar sorprendido mis nalgas llenas de popo. Me levanto con una mano mis piernas, mientras que con la otra pasaba las toallitas humedas por mis partes sucias. Era una mezcla de verguenza con placer. Sentía bastante rico el ser limpiado. De ahí me pusieron otro pañal, igual a Roge y seguimos. Ya solos mi primo me pregunto que se sentía hacerse popo encima. Le platique mi versión, y él tenía curiosidad de hacer lo mismo. Ya de regreso lo intento y también se había hecho encima. Ahora me toco a mi ser espectador, ver como las toallas limpian todo ese rastro de popo era algo interesante. Me daba ternura ver a mi primito en esa posición. Luego seguí yo con un cambio de pañal. Como ya estábamos cerca de volver a casa, mis tíos no nos pusieron ni pantalón, ni short, ni siquiera ropa interior. Nos dejaron con nuestros pañales y una camisa solamente. Afirmando que nadie más nos podría ver. Se sentía muy bien estar así en carretera, el aire en mis piernas me daba una satisfacción inexplicable. Nos veían con ternura por mis tíos. No me molestaba ser visto como un chiquillo. Amaba esas vacaciones, he de admitir. Dejaré hasta aquí, porque es mucho lo que viví, en la siguiente parte cuento los demás años. Gracias por leerme.
uyyyy que rico ´por favor continua
Me encanto tu relato, rememore cuando usaba pañales