Bienvenido al mundo gay chico!!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cy50.
…Continuación de “Tan sólo dos semanas después.
¡Bueno! contesté la tarde del Martes y para mi sorpresa José estaba en la línea.
–Hola José, ¿cómo estas?… no, Rodolfo no llega aun, pero dime, cuando nos vemos? Desde luego estaba de lo más interesado en que no se enfriara la situación, así que aunque un poco tímido en principio poco a poco la situación mejoró y terminamos estableciendo que el siguiente Sábado su esposa saldría a Guadalajara a una boda con toda la familia y que él no podría ir, así que era buena oportunidad de vernos.
Cuando Rodolfo llegó a casa, le dije – Pues mañana tenemos que ir al Palacio, necesitamos medias y ya no tengo maquillaje, con una voz de jota que se notaba hasta el fin del mundo.
– ¿Cómooo..?… ¿qué te traes eh?… yo sólo sonreía y le contesté, pues eso guey! ya no tenemos maquillaje para mi y ninguno de los dos tenemos medias papá, así que nos urge porque José viene el Sábado toooooodo el día y quizá la noche… y lo miré con la mirada más pícara que pude… ya! cierra a boca pa’, te quedaste como piedra!!
–Pues claro que que sí, a ver cuéntame qué pedo. – Pues eso que llamó hace un rato y que el Sábado ya se deshizo de su esposa y le uuuuurge jugar sucio! – No pues ya estuvo, dijo Rodolfo, ¡somos todas palacio! y no cagamos de la risa.
Largos preparativos implica el transformarse en lady, cualquiera que lo haya echo sabrá que pasas mucho tiempo, pero valió la pena; quedamos como ángeles, súper femeninas y coquetas, animadas por la reunión que tendríamos en un rato.
Finalmente como a la 1 de la tarde José tocó la puerta. Rodolfo lo recibió ya con un vaso de whisky en las manos y un beso bien puesto y de jota lo que le sigue; yo hice lo propio unos pasos atrás y lo llevamos a la sala en donde las botanas ya estaban listas y nos sentamos una a cada lado de José.
Hasta ese momento no le habíamos dado tiempo ni de pensar, el tipo estaba azorado y boquiabierto, pero se le veía feliz, la música suave, la plática relajada y las bebidas y botanas hicieron que en pocos minutos la reunión fluyera justo como queríamos, éramos dos mujeres y un hombre, yo Sofía, Rodolfo-Lucy y José.
La comida fue opípara y vasta, vino blanco y rojo, peras al vino y café. Importante llenar el vientre, para la segunda parte del banquete y debo decir que ninguna de las dos cagamos en la mañana y eso esperábamos de José. Los cigarrillos y el vino terminaron de hacer su labor; la plática se puso muy cachonda en unos momentos y comenzamos a hablar del tema que nos interesaba, o sea de caca.
–ay, después de esta comilona y el cigarrillo seguro te van a dar ganas de descargarte papi, le dijo Lucy a José. – pues la verdad si, nos dijo y qué creen? esta mañana he decidido no ir al baño. Maravilloso!! dijimos al unísono, ya nos urge un postre distinto no crees?
De repente José nos dejó atónitas, sin más giró su cuerpo se acercó a Lucy y le plantó un beso enorme metiendo toda su lengua en la boca. Este puto ya cayó, pensé para mis adentros, encantada con la acción. El beso se convirtió en faje y seguía subiendo de tono; después se volteó hacia mi y besándome también, le dijo a Lucy, mámame la verga puta. Gustosa le abrió la bragueta, sacó el rico miembro y lo metió todo en su boca. José comenzó a gemir, gozaba del placer y sus besos se ponían más cachondos, por lo que le dije, escupe en mi boca papito, dama tu saliva; él un poco con sorpresa y cara de qué buena idea, juntó saliva y escupió una dulce baba dentro de mi boca, envinada, deliciosa. Se ve que le gustó pues se puso aun más cachondo y preguntó a Lucy, quieres también y al asentir esta, él le escupió también en la boca. El jueguito le entusiasmo pues siguió con esto un rato y le gustó más cuando le dije, no sólo en la boca macho, escupe en mi rostro, déjame sentir tu cálida saliva o si quieres puedes darme un buen escupitajo, le dije perversamente, pues empecé a desear que escupiera un buen gargajo sobre mi qué rico!! lo hizo, jalando en su garganta los mocos y la saliva, al fin me escupió un buen gargajo, viscoso, gelatinoso y lleno de mocos transparentes sobre mi rostro, que escurrió por mis mejillas hasta llegar a mi boca y lo saboreé comiendo con avidez. Esto último fue una especie de detonador, el punto sin regreso, a los tres se nos liberó totalmente la mente perversa y a partir de ahí los juegos fueron mucho, pero mucho más cabrones, sucios, perversos y desde luego deliciosos y adicionalmente conocimos a un José liberado, desatado y absolutamente perverso y divertido y ¡qué hombre!, tiene un aguante increíble.
Siguió el cabrón gustoso escupiendo a diestra y siniestra, ya saliva, ya uno que otro gargajo cargado y viscoso que al besarnos hacía hijito entre nuestras bocas, Lucy decidió hacer lo propio primero en mí y al poco rato José ya estaba pidiendo su ración de escupitajos mientras se arrancaba la ropa de un tirón. Quedó desnudo mostrando su enorme y apetitosa erección. Su vergota gruesa y grande se sacudía en el aire mostrando que el cabrón estaba al 100 de cachondo y para relamerse los labios la mielecita de verga salía en pequeñas y dulces gotitas que lamíamos ávidamente; el tipo estaba gozando ser el macho ya que nos tenía a las dos putas chupando su verga mientras al tipo decidió fumarse un cigarrillo viendo como le mamábamos su hermoso miembro y de cuando en cuando escupía en nuestro rostro. Al fin después del cigarrillo giró su cuerpo poniendo sus nalgas peludas y redondillas ante nosotras diciendo: ahora si putas cerdas estoy que reviento de mierda y quiero verlas comerse mi cagada que seguramente será un chingo ya que no he cagado desde ayer, abran la boca cerdas y soltó un asqueroso pedo sonoro y oloroso que no lo dejaba mentir, ahí venía una descarga de cagada grande y apestosa.
Nos preparamos abriendo bien la boca. Sí papi aquí estamos tus putas para comernos tu cagada le dijimos, y lo animábamos a dárnosla cuanto antes. Anda papi, cágate ya, tenemos hambre. Al fin su ano se empezó a hinchar mostrando un pequeño trozo café oscuro y claramente duro, sólo una puntita de caca que sin mucho esfuerzo salió y que dejamos caer al piso esperando lo mejor. Segundos después comenzó a salir despacio, bellamente la pasta marrón claro, suave y cremosa de mierda deliciosa, dulzona y poco olorosa. Lucy fue la primera afortunada que recibió la rica descarga llenando su boca con delicada masilla; la retuvo en su boca jugando con ella, gozando el sabor de la caca y descubriendo sus tibias texturas; se apartó un poco y de inmediato puse mi boca bien abierta ávida de recibir yo también mi cremoso premio. La dulce cagada llenó mi boca y como seguía saliendo hermosa y brillante la mierda refregué mi cara contra sus hermosas nalgas varoniles cubriendo deliciosamente mi cara con la suave cagada, Adoro batirme de mierda de macho la cara mientras como parte de esta.
Lucy y yo nos dimos en ese momento un enorme y sucio beso compartiendo el dulce excremento que pasaba de boca a boca. Gozosas lo disfrutábamos comiendo poco a poco aquella masilla marrón. Desde luego que ante la vista de este delicado placer el cabrón se incorporó al juego y empezó a besarnos también, recibiendo una dosis de su propia caca que sin reparo se tragó muy contento, esto nos dio la puntilla para que se iniciara también en el hermoso gusto de recibir la caca de otro, así que Lucy se colocó sobre nosotros dos que seguíamos besándonos con la caca de José y puso su bello culo sobre nosotros y comenzó a dejar salir despacio una pequeña serpiente marrón suave y cremosa sobre nuestro rostro y los dos felices abriendo la boca y capturando todo lo posible incorporando la miel a nuestro cerdo beso. El sabor de la caca de Lucy era más ácido pero delicioso y José ya bien metido en su papel la recibió y la comió con gusto, gimiendo de placer. Devoramos aquel primer regalo y él sin más le dijo a Lucy, más puta, quiero más cerda, danos tu sucia mierda. Lucy sólo pujó un poquito más y dejó salir otra descarga de suave cagada que igual que la anterior no tuvo desperdicio. Los besos se hicieron más intensos y el manjar desapareció en un minuto; en seguida Lucy dejó salir otra nueva descarga, ya que experta en estos menesteres la iba racionando para que nosotros la pudiésemos gozar despacio y sin desperdicio. Así que continuamos recibiendo la delicada mierda de Lucy y José y yo besándonos mientras comíamos aquel amasijo de asquerosa caca. Nuestras vergas saltaban de placer y yo con una mano le hacía una suave chaqueta que José disfrutaba como loco. De repente el buen amigo José simplemente ya no pudo contener tanta caca, sobre todo sabiendo que nunca había comido y menos en tales cantidades, y de su boca sin el menor de los controles salió un asqueroso chorro de vómito espeso de cagada, caliento delicioso y yo ¡suertuda! lo recibí todito directo en la boca y saboreando el sucio chorro lo retuve en mi boca jugando con el y me lo tragué todo. José me veía entre asqueado y fascinado y de nuevo soltó otro chorro de vomitada que de nuevo me trague y otro poco se escurría deliciosamente sobre mis tetas, manchando mi brasier que se veía hermoso escurriendo de vómito multicolor. Lucy se incorporó a los besos buscando su parte de aquella vomitada sucia y deliciosa, y le dio un beso enorme a José que aun tenía la boca llena de vómito. Yo me hinqué y me puse muy contenta a chupar su verga endurecida y toda salpicada de vomitada y desde luego de caca. Luego levanté sus piernas buscando su sucio culo y la visita de su fundillo aun sucio de su caca me fue de lo más placentero, así que comencé a lamer su agujero y le pedí que pujara para darme más de su rica caca y mientras él seguía instalado besando a Lucy todos vomitados pujó dejando salir de nuevo una sorprendente cantidad de rica cagada aun más suave y una parte casi aguada. La tibia mierda escurría por todo mi rostro, bajando poco a poco hasta llegar a mi brasier que cada vez se veía más asqueroso adornado con trozos de mierda, vómito y algunos residuos de los gargajos de José. Yo le abrí todo lo posible las nalgas para conectar mi boca directo en su peludo fundillo que todo batido de excrementos se veía deliciosamente erótico y apetitoso. Abrí mi boca y pegué mis labios al oloroso agujero y succionando con toda mi fuerza dejé que la siguiente descarga de suave cagada entrara directo a mi boca, reteniendo la mayor cantidad que pude para poco a poco masticar y luego besar al otro par de putos que seguían instalados en los besos con vomitada desde luego yo quería mezclar la rica mierda con el asqueroso vómito de José para sentir sus asquerosos fluidos en mi boca, su sabor y texturas, así como llegar al éxtasis del asco y dejar que mi cuerpo empezase a expulsar todo aquella inmundicia, lo cual en unos minutos logré. De repente cuando estaba besando a los dos putos, mi estomago reaccionó y sin poder contenerme ya del asco me salió un enorme, espeso y abundante chorro de asquerosa vomitada, bañando la cara de Lucy y de José que al sentir el chorro de la infame suciedad sólo gimieron e intensificaron sus besos, uniendo yo también al cerdeo maravilloso y excitante.
Los tres estábamos simplemente batidos en porquería y yo ni siquiera me había cagado.
Hubo una pausa y nos miramos los tres extasiados de ver tanta porquería, nos mirábamos con azoro y con evidente lujuria; José jadeaba y se acariciaba despacio su bello miembro que mostraba una erección enorme y apetitosa.
Yo les dije – ya se dieron cuenta de que estamos batidos hasta la madre y yo ni siquiera he podido cagarme y tu puta, le dije a Lucy, te falta mucho para darnos–
José entonces dijo – sí qué maravilla, lo estoy gozando como loco, son unas putas maravillosas. Claro papi, le dijo Lucy y ¡bien cerdas!
José entonces, tomó del piso residuos de caca y haciendo un amasijo entre sus manos fuertes y varoniles, acarició mi rostro y se dedicó a cubrir toda mi cara de la rica y cálida caca que cremosa se extendía suave y cachondamente sobre mi, y que yo al menos en parte recogía con mi lengua dándome el gusto de gozar de los pequeños caramelitos que podía recoger con la lengua. Después recogiendo más caca de aquí y allá, José muy delicadamente, más reposado, se dedicó a cubrirme el cuerpo de caca, poco a poco, mientras Lucy le pasaba la punta de sus dedos y de su lengua muy delicadamente por toda su endurecida vergota, que saltoneaba feliz. Fue un momento de erotismo cerdo, más no frenético, hermoso y delicado. Al terminar de cubrir mi cuerpo, comenzó con el de Lucy, pero la materia prima iba disminuyendo, así que le pidió a Lucy, –cágate más mi reina, anda, dame más casita. Ni tarda ni perezosa, Lucy abrió su culito y dejó salir otra serpiente marrón dulce, suave y calientita, que José recogió por entero entre sus varoniles manos y cuando iba a continuar cubriendo el cuerpo de Lucy, de repente miró con detenimiento la pasta en sus manos y sin más se la llevó a la boca dándole un buen bocado y ahora sí, con el resto terminó de adornar a Lucy, mientras despacio gozaba del bocadillo que tenía en la boca.
Lo veíamos con gusto y con azoro, en parte, lo veíamos cómo ya sin reparos de ningún tipo el hombre estaba al fin gozando en su totalidad el gusto perverso por el sexo bien cerdo, cachondo, asqueroso, delicioso, incluso romántico y bien puto.
Al terminar de acariciar a Lucy, José se recostó y nos dijo, –mientras me termino mi bocadillo, cúbranme ahora a mi el cuerpo, quiero verme totalmente batido de caca, no quiero que nada de mi cuerpo quede sin adorno y para esto, pongan las manos putas, pues aun tengo mierda en las entrañas.
Felices, Lucy y yo pusimos nuestras manos listas para recibir su rica pastita, que salió rápido y llena de nuevas texturas. Desde luego que antes de embarrársela toda, nos dimos un pequeño gustillo, ya que no podíamos dejar de probar tan apetitosa porquería! Luego lo cubrimos despacio y acariciando todo su cuerpo, erotizándolo aun más. Sus pecho hermoso y velludo, sus brazotes de macho, sus piernas fuertes y torneadas, sus huevos hinchados y desde luego se deliciosa verga dura como fierro. Lo giramos y cubrimos sus prominentes nalgas peludas, metiendo el dedo en su ano, estimulando delicadamente, para luego ocurrir su espalda y al final su rostro y ponerle en la boca uno que otro pequeño dulce de rica caca, que feliz recibió más que ávidamente. No contento con esto, nos dijo. – ¿tienen un espejo?, me paré al baño y traje el espejo largo que tenemos y de c cuerpo entero se miró extasiado, gozando la cerda imagen de su cuerpo cubierto de excrementos. –ahora cúbranme el pelo también. ¡Claro papi! le dijimos, sorprendidas ya que muy pocos cerdos desean cubrirse hasta el pelo con excremento, así que comenzamos la labor con él para seguir con nosotras mismas, hasta que terminamos como tres enormes cuerpos de cagada. Maravilloso, hermoso, perverso, depravado y súper erótico, los tres enormes trozos de cagada en donde sólo sobresalían las tres vergas erectas. Una imagen para recordar todos la vida. Llegó el momento de dedicarse a lamernos los cuerpos, a recoger con las lenguas los delicados trocitos de caca, el paté de excrementos que nos cubría, besándonos de vez en cuando, acariciándonos delicadamente, despacio. En ese momento José me puso de nalgas, me inclinó el cuerpo y dejó ir hasta el fondo de mi sucio culo toda su hermosa y dura verga. Yo feliz recibí su bello miembro gozando el ser al fin penetrada, uno de mis más deseados gustos, ser cogida y al mismo tiempo tener la boca llena de cagada. Qué puto gozo tan maravilloso. Me bombeó durante unos buenos minutos despacio y suave, para de repente darme una verguiza increíblemente fuerte, me golpeaba en el fondo de mi culo de puto con una fuerza frenética y sus torso chocaba con mis nalgas de una manera ser rica y al mismo tiempo dejó salir una sería de leperadas, intenso y delicioso. Puta de mierda, toma mi verga cabrón, trágate mi cagada pinche puto, ¿te gusta verdad puto?, ¿te gusta mi verga de macho maricón? ¿quieres más puta?… y yo más que feliz, recibiendo sus vergazos y sus palabras que cada vez me erotizaban más, así siguió unos minutos, mientras Lucy le puso en la boca un trozo de caca para que gozara también del cerdo manjar y le dijo, anda cabrón, come tu también de la caca, trágate la mierda, eres un cerdo papi, eres un enorme trozo de cagada y él ahora gritaba, ¡sí! dama más, quiero más cagada, y Lucy le ponía más caca en la boca. En eso Lucy se pone atrás de él y comienza a acariciarlo y sin más, despacio pero firme lo penetró, insertando su vergón endurecido en su culito virgen de macho. El puto pegó un grito de placer. ¡Aaaaaaah! qué ricura gritó, quito más y se movía aun más rápido si se puede, mejor dicho convulsionaba de gozo, mientras metía su vergota en mi culo y recibía en nada pequeño miembro de Lucy, estrenándose en los placeres de los putos. Más azorados nos quedamos cuando me sacó la verga, se hincó y le dijo a Lucy, dame de nuevo puto, y tu cerdo, déjame chuparte, y le ofrecí lo que deseaba, mi vega totalmente cubierta de caca y comenzó a mamar rico, y pedir más verga. –métela duro, más puta, más, quiero más verga, qué maravilla, qué ricura carajo!!!!!!
Al poco le quité mi verga de la boca y le dijo, –ahora es tu turno puto ya que yo no he cagado ni un gramo, abre bien la boca puntito, ábrela cabrón, le ordené y sin reparo obedeció y sólo dijo –sí dame tu caca papi, quiero comerte mientras me cogen, soy un pinche puto también!!.
Así que coloqué mi culo en su boca y dejé salir sólo un poco e caca que además ya no aguantaba pues tenía las entrañas llenas de mierda. Mientras yo me cagaba en su hocico, Lucy le daba una chinga por el ano, como pocas veces he visto. El cabrón gozaba, como loco y se retorcía de placer; después de darle un poquitín de mierda de comer, me hinqué ante él y lo besé apasionadamente, mientras seguía recibiendo duros vergazos por el culo, para después hincare sobre su rico miembro y darle una mamada fuerte, succionando su pene endurecido, embravecido. lamiendo la cagada que lo recubría y sintiendo como su verga se hincaba en mi boca al ritmo de los vergazos que Lucy le daba por el culo, sacándole aun más caca y gritos de placer y yo con la mano le daba más cagada en la boca, que no pudo contener y de nuevo vomitó ricamente y ya sin poder contenerse más, entre gritos y convulsiones, eyaculó un tremendo chorro de semen espeso. blanco brillante y delicioso que de inmediato me apresté a recoger ávida con mi boca, lamiendo toda esa delicia de macho que me encanta.
Tirado en el piso, jadeando como cerdo, totalmente cubierto de mierda, con vómitos que escurrían de su cuerpo y su fundillo abierto del que escurrían fluidos no solo de caca, terminó por unos minutos el buen José extasiado de placer homosexual, y cerdo. Lucy cayó junto a él, aunque ella no había eyaculado, estaba extasiada.
Yo me paré a la cocina por otros whiskys con hielo que disfrutamos lenta y acompasadamente, totalmente batidos en excremento, vómitos, un poco de semen, mmhh!! y alguno que otro argayo. La visión era extasiaste, por demás. Habían pasado ya más de dos horade cerdeo intenso y delicioso!!
CAPITULO II
Pasados unos minutos de necesario reposo, José dijo, –tengo hambre cabrones, ustedes no?
No es mala idea, dije levantándome al teléfono para pedir una pizza.
Mientras esperábamos la llegada, de repente nos empezamos a cagar de la risa, pues Lucy dijo –¿ya vieron cómo estamos? y así vamos a comer, qué pedo con la cerdees? jaja!!
– a huevo, dijo José, está rico no?,claro dijimos, esta poca madre.
– la verdad es que jamás imaginé el terminar penetrado… nunca ni en mismas locas fantasías. La verdad es que no se me antojaba pare nada, pero no mames! tengo que admitir que si me hubieses preguntado antes de metérmela te hubiera dicho que ni madres, pero en la calentura fui sintiendo como me la metiste y puta!! me cae que con razón hay tanto puto, jaja! fue riquísimo guey! no mames qué pinche orgasmo tuve.
_oh si carbon, un orgasmo cuando uno la tiene bien metida, es como de locos, no?. Sí, no chinguen, fue como explosión nuclear
Y agrégale la caca, dijo Lucy, puta… qué maravilla, dijo José, me cae que no me arrepiento, al contrario, cómo no supe esto hace años putos, qué pérdida de tiempo…
–Ahora hay todo el tiempo que desees papi, para desquitarte, además recuerda que ninguna de nosotras dos nos hemos venido, así que tú relájate y reponte un ratito, para que podamos seguir jugando, o no?, –claro que si, quiero más, estoy emocionado!! así que para amenizar este punto, me acerqué su verga que aun tenía gotitas de rica leche de macho y la metí en mi boca y él se recostó a gozar. Lucy por su parte comenzó a lamer sus pechos llenos de caca, recogiendo pequeños trozos de mierda y después besando a José que se dejaba cachondear de lo más rico y las vergas comenzaron a crecer de nuevo poniéndonos a tono para lo que seguiría.
En eso llegaron las pizzas y nosotros ya estábamos de nuevo con la calentura instaladas, mi cabeza cada vez tenía más ideas cerdas y perversas que deseaba poner en práctica.
Abrí tres cervezas y puse las pizzas en el piso y José se abalanzó sobre un cacho, diciendo, muero de hambre güeyes comiéndose un trozo y unos buenos tragos de cerveza. Pero yo que si bien tenía hambre, también estaba súper cachonda, así que le pedí a José, –papi, porqué no pones un cacho de tu rica caca en mi pizza para que me la coma. Sus ojos me miraron traviesos y perversos y dijo, que tal que mejor directo de mi culo?
– ¿Tienes? qué maravilla, mejor aun, dame cabrón, le dije y puso sus nalgas sobre la pizza y dejó salir un poco de suave mierda sobre unas rebanadas. Me hinqué sobre el manjar y primero olí profundamente la mierda fresca y gimiendo dije, qué ricura, ahora llena mi cerveza con tus orines, no pudo, así que Lucy puso su verga en mi tarro, me dijo, yo te doy puta.
Me senté y comencé morder mi pizza con mierda y a beber cerveza con orines y como magia las vergas del otro par de cabrones, se levantaron. Se vio bellísimo las dos imponentes vergas bien paradotas sólo de verme comer tal asquerosidad y bueno debo decir que mi verga no se quedó dormida, para nada!!
Al terminar mi primer pedazo de pizza cagada, José se paro sobre la pizza y dejando caer más caca sobre ésta, me dijo, come más puto, me estás poniendo al 100 de nuevo, no mames, eres un cerdo y tomando un trozo le dijo a Lucy, no quieres puto, y ella le dijo, sí claro, pero tu también cabrón, come, pero no de tu caca, así que me miró y pa’ pronto que suelto un poco de mierda fresca sobre otro pedazo de pizza y se la dimos en la boca y empezamos a cerdear cabrón, comíamos trozos de pizza ya con la mierda de Lucy, ya con la mía o la de José, masticando en parte sin tragar y después escupiendo el amasijo en las bocas de los demás y sólo así la tragábamos, en pocos instantes estábamos llenos de comida a medio masticar y escupida en la cara y en el cuerpo, lamiéndonos como cerdas en brama, bien calientes, con las erecciones al 100 y divirtiéndonos como nenas, de lo más rico.
Luego el juego aumentó, ya que José no solo escupió sobre la pizza sino de plano que vomita sobre ella y que me lo da en la boca, que desde luego me comí ya que soy bien cerda y puta, y tan caliente que estaba que yo quería cualquier porquería, entre más cerdo y asqueroso mejor, así que me trague masticando el trozo de pizza lleno de caca y vómitos de este puto y al estar tragando que le planto un beso en el hocico y que se vomita más, así que me hinco y le digo, méteme la verga ya puto, ya no aguanto, así hincada comiendo del piso todos la comida con mierda y vomitada, quiero que me cojas, que me des por el culo bien duro, y luego luego den un solo golpe, metió hasta el fondo de mi asqueroso culos su enorme y embravecida verga, gruesa y venosa y me dio como buen puto mientras de nuevo se vomitaba y para mi fortuna Lucy también vomitó sobre mi comida y yo lamía y sorbía todos aquella masa de asquerosa pizza, mierda y vomitada, al que José agregó para mi gusto dos enormes gargajos espesos, gelatinosos, viscosos, llenos de mocos verdaderamente asquerosos, que lamí con gusto y me tragué todo gozando y debí hacer un real esfuerzo por no venirme ya que mi verga estaba apunto de explotar.
Pero quería más porquerías, así que le dije a Lucy, –mi amor tráete los embudos del baño y ya con éstos me metí uno en el ano y les pedí que vomitaran dentro de mi culo para poder sentir la cálida y viscosa sustancia entrando en mi cuerpo y que se mezclase con mis excrementos que aun tenía y muchos. José al ver esto y después de vomitar dentro de mi culo, dijo, –qué puta cerdees, qué buena idea, yo también quiero porque quiero ver que te tragues de nuevo lo que te voy a cagar cerda asquerosa, eres asquerosamente cachonda, ¡no mames! así que se hincó y Lucy le metió otro embudo por el ano y los dos orinamos dentro de él y desde luego vomitamos una buena cantidad de asquerosa mezcla, verdaderamente inmunda, que entró poco a poco en su fundillo y el putete lo gozaba como una buena cerda, así que lo conservó dentro de sí por un raro y desde luego le pedimos a Lucy, tu también puta, anda agachare que te toca, así que le dimos el mismo tratamiento. Nuestros culos llenos de mierda de los tres, de saliva, de orines, y de espeso vómito después de un rato empezamos a sentir la presión de tan asqueroso enema, así que la primera en línea fui yo. Me tiré boca arriba y les pedí que me escupieran primero en la boca pizza masticada por ellos, así que me llenaron de escupitajos y luego José puso su cerdo ano sobre mi boca bien abierta y no tuvo que pujar mucho, el cabrón se desfondó. Dejó salir un chorro inmundo, apestoso, infame, verdaderamente asqueroso lleno de colores por la pizza, cafesoso por la mierda y todo viscoso por el vómito. Mi verga saltaba de locura, estaba encantada, feliz, más caliente que nunca en mi vida, y tragaba todo aquel amasijo asqueroso y al terminarme todo no pude evitarlo y me vomité de regreso y el puto de José que me hinca y me mete la verga de nuevo y me ordena, lámelo puto, anda, cómelo cerda y desde luego lo hice.
Luego me paré y viendo a José, le dije, ahora es tu turno papi, vas ver qué maravilla de gozo. Aunque sentí que dudaba un poco, no le quedó más que hincarse y de inmediato empezó a comer de la pizza que estaba en el suelo y Lucy y yo que le dejamos caer el chorrazo de mierda con vómitos sobre su cabeza y llenando la pizza el puto la lamía y se vomitaba, y que le meto la verga por su culito y le ordeno, cómetelo puta, lame mis vómitos putito, mientras le daba una buena verguiza y el cabrón lo lamía y vomitaba casi al mismo tiempo y gemía de placer y pedía más verga y más porquería y sin poder más empecé a eyacular bien al fondo del cabrón macho, quién al sentir la leche en su ano, le dijo a Lucy, pon tu boca pendeja, que me vengo y soltó también la leche en la boca del otro puto, quién se la jalaba usando toda aquella cerdees para lubricarse. Recibió toda la lechita de José y más ya que al terminar de venirme puse mi culo sobre ella y dejé salir lo último que tenía en el ano de aquella maravillosa mezcla de porquería sobre su rostro y dentro de su boca, y lo mismo hizo el cabrón de José, por lo que al fin la puta de Lucy eyaculó un chorro enorme y espeso de lechita que me tragué también y caímos en el piso batidos de inmundicia, salpicados de semen los tres putos, bien cogidos, llenos de cagada, de gargajos, de orines y de espeso vómitos y exhaustos, pero sobre todo felices y satisfechos.
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