Chaqueta con las Panties de mi tía
Mi tía se mudó a mi casa y dejaba sus calzoncitos a la vista .
Esto pasó cuando yo tenía 16 años, siempre me he sentido atraído y exitado por la ropa interior usada de mujer, alguna vez tuve éxito y consegui un brasier (lo contaré en otra historia) pero en esta ocasión fue como sacarse la lotería.
Cierto día llegue del colegio y vi a mi mamá sentada afuera de la casa jugando con una niña que yo jamás había visto, cuando le pregunté quien era ella me dijo – tú tío llegó a la casa y trajo a su nueva esposa y a su hija-
No le tome importancia la verdad pues supuse que se irían rápido, sin embargo en la tarde nos reunieron a todos y mi papá comentó que mi tío y su familia se quedarían un par de meses en lo que resolvían su situación financiera y que además mi nueva tía también se quedaría todo el día en la casa ayudando en las labores… fue entonces cuando todo cambio
Vi a mi tía por primera vez, era chaparrita de piel morena, cabello rizado y entre 40 años, era algo gordita pero por tal motivo tenía unas tetas riquísimas y unas nalgas bastante redondas y paraditas, como venían de Cuernavaca vestía una blusa de tirantes y el escote dejaba asomar esas deliciosas tetas, y los leggins negros que vestía enmarcaban su panochita gordita.
No podía quitarme de la mente lo buena que estaba mi tía, solo de pensar en tus tetas, en su culito y en su panochita tan rica que se le marcaba me ponía al 100, le dediqué varias chaquetas y cada que podía la morboseaba incluso le tallaba mi verga en su culo cada que pasaba detrás de ella.
Una noche no podía dormir pues tenía insomnio y baje a la Cocina para ver si encontraba algo de comer, me prepare algo y me disponía a regresar a mi habitación cuando noté que el cesto de la ropa sucia estaba lleno y justo hasta arriba estaba el pantalón que mi tía había usado ese día, no podía con la emoción de que quizás mi suerte aumentara así que deje el plato y me acerque al cesto tome el pantalón y justo debajo de él estaban la tanga que mi tía había usado.
Aun lo recuerdo bien era una tanga roja y tenía notorios rastros de haber sido usada, la levante y la dirigí directamente a mi nariz, jamás olvidaré ese aroma tan delicioso que me invadió y saber que la panochita de mi tía había estado ahí me puso al 100, imagine cómo se vería su rico culo con esa tanga, la olí, la saboree, yo tenía la verga ya muy dura, el olor a sudor vaginal me ponía muy, muy caliente, no aguante más y me la jale sobre la tanga, fue me las chaquetas más ricas que he tenido. Cuando termine la tanga quedó llena de mecos. No sabía si dejarla ahí o quedármela como tesoro.
Al final decidí dejarla ahí y “limpiar” los rastros de mi semen. Días después vi que mi tía traía puesta la misma tanga de aquella noche lo cual me puso la verga durísima y pensé que quizás se había dado cuenta y el hecho de ponérsela era como una invitación
hubo más experiencias con la ropa de mi tía y amigas pero se la contaré después.
Espero les haya gustado mi historia que es 100% real
Como limpiaste exactamente la tanga?
¿Y la has escuchado teniendo sexo con tu tío?