Como empezó mi obsesión por sentirme deseada.
Soy madre soltera, tengo 33 años y si pasaron por mi biografía me gusta vestirme elegante, sexi, y provocativa. Pero no siempre fui así y aquí contaré el comienzo de todo..
Antes de empezar me describiré, mido 1,69cm, pelo castaño oscuro largo, tengo un culo redondo paradito al igual que mis pechos, toda yo soy natural.
Todo empezó un día de otoño a principios de mayo. Yo ya me había divorsiado hace 1 año de mi ex esposo que nos abandonó dejándonos a mi y a mi hijo solos, por ende tuve que salir a buscar trabajo para poder comer y cubrir las necesidades básicas. Por suerte yo ya tenía ahorrado bastante dinero de reserva así que no me hacía mucho problema.
Mi vida sexual era nula, no tenía amigos hombres, no recibía ningún piropo, ni siquiera un mínimo roce con alguien del sexo opuesto. Esto era porque no me vestía de forma coqueta, mi armario estaba compuesto de ropas holgadas, anchas que no dejaban ver mi perfecto cuerpo.
Un día eso cambió ya que el trabajo que conseguí era de secretaria administrativa y contable , la zona no era muy linda ya que la fábrica que era bastante chica se ubicaba en retiro cerca de una de las villas más grandes de Argentina, la villa 31. Esta fábrica era muy sucia y había en su mayoría hombres pero eso lo hablaré en otro tema.
El señor que me entrevistó, un hombre algo gordo y bastante bajo que me dijo que si bien no tenía que utilizar un uniforme en si debía vestirme un poco más elegante como toda una secretaria.
Dicho esto, el fin de semana mientras dejaba a mi hijo en la casa de un amigo, me fui al centro a comprar ropa acorde. Entre ellas me compré, botas de tacón, tacones, medias de seda de varios colores, ligueros, leggins, calza pantalón, remeras un poco más ajustadas, de diferentes colores y talles.
Cuando llegue a casa me fui probando la ropa y no me di cuenta que en todo lo que había comprado me iba muy ajustado o me marcarba mucho mi cuerpo, cuando me miraba en el espejo no podía creer que estaba ocultando a semejante mujer.
Esa noche de domingo me fui a acostar muy temprano ya que en la fábrica debía estar a las 7 a.m. y por ende tenia que levantarme a las 4 y 30 a.m. para salir a las 5 y 30 a.m.
Cuando sonó el despertador, me hice el desayuno, me higienize, me peine, me perfume, me maquille y me cambié.
Decidí vestirme con unos tacones negros, unas medias de color natural hasta los muslos ya que era otoño y hacia frio, acompañado por los ligueros del mismo color, una falda un poco más corta de las que utilizaba, esta era de color roja por arriba de las rodillas, una camisa escote en v color negra y una chaqueta de cuero roja.
Cuando me vi nuevamente en el espejo me quedé impactada parecía una ejecutiva súper sexi, hace años que no me veía así.
En fin, se hicieron las 5 y 30 a.m. antes de irme salude a mi hijo que estaba durmiendo profundamente y salí de casa, no había ni un Alma en la calle de esa fría madrugada, solo se escuchaba el resonar de mis tacones caminado esas 3 cuadras hasta la estación de trenes.
Una vez allí el túnel que conecta al otro lado para tomar el tren que va a retiro estaba cerrado por limpieza así que debía cruzar por las vías, no me gusta pasar por ahí porque tenía que pasar por un callejón abandonado donde estaba lleno de basura y había muchos vagos que dormían allí o se drogaba, además había mucho olor a orina ya que se ve que lo utilizan como baño público.
Cuando estaba por salir el callejón abandonado había un vago durmiendo en un colchón destruido y sucio, me dio mucha pena porque hacía frío, cuando iba pasando se ve que se despertó por el ruido de mis tacones y el rico aroma a mi perfume que dejaba al andar, este vago no paro de mirarme de forma descarada mirando mis piernas, mi culo, mis pechos, me recorría de arriba a abajo y acelere mi paso por las dudas a que algo malo me pasara. Al llegar al andén justo venía el tren así que me ubique en los últimos vagones para salir más rápido y poder llegar a la fábrica lo antes posible.
Al estar sentada relajada mirando por la ventana mi di cuenta que sentía que mi vagina me latía y que estaba algo pegajosa, eso era algo que no me pasaba hace mucho tiempo, me decía a mi misma que como me he podido excitar con las miradas descaradas de ese vago que dormían en la calle. Trate de quitarme esas imágenes de mi cabeza ya que me aproximaba a la estación de retiro y debía ir a la fábrica.
El día transcurrió normal hasta la hora de la salida. Cuando el reloj tocaban las 3 p.m. la estación estaba que explotaba ya que en ese horario también salía mucho gente de trabajar.
Me subi al primer tren, este iba súper lleno,tanto que íbamos todos apretados. A medida que me aproximaba a la estación en la que debía bajarme sentía las manos fuertes de alguien que me tomaba de las caderas, ya que tengo una perfecta cintura de avispa sin ser exagerada, sentía que se me pegaba a la raya de mi cola.
Quería ver de quién se trataba, era un joven de 27 años más o menos, con una nariz puntiaguda, le faltaban cejas, estaba lleno de granos por toda la cara, este vestía de manera muy elegante y me estaba encantando su perfume tan rico que usaba, aún así trate se sacárselo de encima porque por más que sea feo o lindo no quería que se me apoyara. Faltaba 1 estación para que bajara y en eso siento que en el medio de mis nalgas por sobre mi falda de tela fina siento algo duro que se estaba apretando contra mi, yo estaba toda colorada, no sabía que me pasaba, me temblaban las piernas, sentía otra vez mi vagina que me mojaba, mi corazón estaba latiendo a mil por hora, por suerte llegue a mi destino y baje rápidamente, camine de vuelta a casa mientras persivia más miradas masculinas sobre mi cuerpo.
Cuando llegue a casa me fui a bañar ya que estaba muy acalorada a pesar del frío que hacía. Me desnude toda quedándome solamente en mis medias hasta los muslos, me vi en el espejo que tenía los pechos aún más duros y parados que antes. En fin me saque las medias y me fui a la ducha que mientras me caía el agua caliente por mi cuerpo y me lo enjabonaba sentía la necesidad de apretarme los pechos más de lo usual y al mismo tiempo que me limpiaba mi zona vaginal me empezaba a pasar las imágenes de aquel vago, en ese hombre que era feo pero se veía fuerte, y sentí que debía tocarme un poco más, en ese momento perdí el control y me abrí de piernas acostándome en la bañera.
No pasó ni 3 minutos que me tocaba agresivamente y explote en un terrible orgasmo lanzando dos chorrazos casi me desmayaba, estaba súper débil así que decidí quedarme en esa posición unos minutos más. Una vez calmada, relajada, me seque el pelo, me puse el pijama y me fui a la cama a dormir temprano ya que mañana tenía que volver a otro día de trabajo. Antes de dormirme profundamente me preguntaba ¿cómo me vestire mañana?.
En el próximo relato seguiré con mis aventuras. Basado en hechos reales.
Excelente y excitante. Me encantó. Un relato en el que en muchos aspectos me siento reflejada.
Gracias por compartir.
De nada ♥
me encanto tu relato
y si es hermoso facinante y adictivo cuando descubres este gusto or ser admirada
lo comparto contigo
saludos y besitos😘💕
Que rica historia 😍 q tan mrbosa eres? Besitos beba
Te describes super sexy me encantaría contactarte
Muchas gracias por sus hermosos comentarios.
Hola, buenas tardes, saludos desde México, he leído casi todos tu relatos, y te agradezco por el tiempo para contarnos esta parte de tu vida, en lo personal he aprendido mucho del comportamiento ninfómana. Seguiré al pendiente de tus relatos. Aún que llama la atención algunas cosas… Quizás me gustaría preguntarte en alguna ocasión. Solo no descuides a tu hijo. Saludos. Muy buenos relatos los tuyos.
Gracias espero que te gusten lo siento por abandonar a mi hijo pero no puedo parar
Leí tu relato con el vago de la parada del autobús y me asombra tu gusto por lo nauseabundo. Me haré tu lector adicto para intentar seguir tu narrativa de morbo sucio.