COMPARTIENDO LA CAMA PARTE 2
Vacaciones de verano familiares, un hotel a capacidad a tope, compartir la habitación con un tío. Mientras Jorge alimenta su morbo mirando a su tío Enrique durante el día y se masturba en la madrugada, Enrique lo sorprende a media acción. .
Su mano era mucho más fuerte que la mía, pesaba mucho más. Empezó a frotar circularmente hasta que removió mi mano casi por completo – Perdón! Enrique….no pienses mal…no vayas a decirle a mis papas….yo – mi voz se quebraba con cada silaba hasta que se corto en seco cuando mi tío encendió la lámpara en la cabecera de la cama.
– Esta bien mano, es natural, ya eres un adulto – Y comenzó a bajar mis sabanas. Removió el pantalón de mi pijama y abrió la abertura para orinar. Ahí estaba mi miembro, sorpresivamente erecto, casi al punto de estallar y ya saliendo del prepucio. Sus anchos dedos lo rodearon y comenzaron el masaje de arriba abajo – ya estas bastante grande…como has crecido…-
Recosté la cabeza hacia atrás y respire hondo – Ufffff….tío, yo puedo…enserio –
– Si ya me di cuenta de eso, puedes y en todos mis trajes de baño – me sonrió con esa sonrisa brillante que tanto me encantaba y no supe que más contestarle. Su mano hacia un trabajo excelente aunque el anillo de bodas que traía jalaba alguno de mis pelos haciéndome saltar – Y tienes novia, mano?-
-Aaaaa….mmmm…no, no te…tengo –
-Eso explica porque estas así, a tu edad no es bueno no tenerla, hay que ejercitarlo – para mi sorpresa, mi tío se inclino, acerco su rostro y ya no vi mas, solo su barba bajando hacia mi pubis y mi miembro entrando a una húmeda y caliente caverna – No!! No! No! No! Espera…….mmmm – entre en pánico y arquee la espalda para levantarme pero su cuerpo estaba encima de estomago y pesaba mucho más que yo. Trate de patalear pero no había forma de soltarme. Sentí su nariz encima de mis pelotas, su respiración, y mi glande chocar con su paladar. Chupaba y absorbía y con cada chupada sentía que me arrancaba el alma.
Trate de cruzar las piernas, de cerrar todo conducto posible pero no creía aguantar más. Mire a mi lado y vi su cadera justo frente a mí. Esta vez no se había puesto una playera y shorts para dormir, sino que traía puesta una camisa de tirantes y el traje de baño de leopardo. Ese traje de baño tan ridículo ahora se veía glorioso formando un paquete delicioso que parecía inflado como un globo. Sus anchas piernas peludas no hacían más que enmarcar la escena. No hiso falta que me estirara mucho para alcanzarlo con mi rostro. Se sentía suave en la parte baja y duro en la parte alta, olí y saque mi lengua para lamerlo. El sabor de la tela no era muy agradable pero aun así lo rodee con mi boca entera.
La succión termino y el aire fresco rodeo mi verga –Puuaggghh… adelante Jorgito, es toda tuya – y mi miembro volvió dentro de su boca. Con algo de dificultad juguetee con el traje y por fin logre bajarlo por sus piernas. Un miembro enorme salto, con una cabeza rosada asomándose de un gordo pellejo de tono oscuro. Los huevos se veían suaves y tiernos y todo rodeado de una espesa mata de pelos negros. Abrí mi boca a más no poder y engullí esa carne mas no pude comérmela entera. Debido a la posición y el gran tamaño de la herramienta, solo pude comer hasta pasado cuatro centímetros del glande.
Mi verga estaba al límite, completamente rodeada por su lengua y estimulada por todas direcciones. Mi boca ocupada, saboreando la salada carne de mi tío. Su prepucio bajaba y subía con cada burdo movimiento de mi cuello y al mismo tiempo el glande se asomaba y parecía que crecía.
Obviamente, no aguante mas y me corrí con fuerza. Mi tío se levanto y empezó a toser y a ahogarse. Parte de mi semen se lo trago, otra parte quedo salpicada en su bigote y barba – Mano! Me hubieras avisado al menos!! –
-Perdon! L…lo siento…-
-No te preocupes. Pero se ve que quieres seguir, no?- Enrique se quito por fin el bañador y se coloco a cuatro encima mío, como si hiciéramos un 69. Su sexo quedo colgado encima de mi rostro, casi cubriéndolo por completo, como podría negarme?
– Primero lámelo, despacio…explóralo – y así hice, pase mi lengua suavemente alrededor de ese venoso tronco y trate de rodearlo con mis labios. Era bastante gordo y me costaba. Volví a engullirlo pero ni de broma podría tragármelo todo. Apenas entraba la mitad y sentía que me ahogaba y le empujaba. Mi miembro se levanto de nuevo y mi tío se recargo en mis rodillas, bajaría a chupármelo de nuevo pero se detuvo y comenzó a apoyar sus caderas en mi poco a poco.
– Aaaaa… cabroncito… la chupas rico sigue así, despacio… – el sabor salado cada vez se hacía más fuerte dentro de mi boca y cada vez me daba más ansias de morderlo. Cada vez que sentía mis dientes, mi tío me apretaba las rodillas dolorosamente. Ese enorme cuerpo se movía encima de mí y me dominaba casi como si fuera un cojín. El miembro poco a poco fue saliendo y quedaron sus bolas encima mío, suaves como la seda, me eran tan apetitosas como la verga.
-Unnnffff…. Ay Jorge, que gusto, desde en la tarde en la piscina note como se te antojaba…uuufff – después mi rostro quedo enterrado por un par de enormes glúteos, cubiertos de pelo. No tenía muy en claro que hacer pero seguí lamiendo los alrededores de su cuerpo mientras mis manos se saciaban recorriendo sus piernas. Por fin su miembro estallo, mucho más controlado que mis espasmos, los lechazos salieron disparados por mi barbilla y pecho.
Esto no lo detuvo. Su cuerpo se mecía mientras levantaba mis piernas y removía mis pantalones y mi lengua paseaba entre sus testículos y culo – Jorge. Nada de esto a nadie, he? Te voy a hacer machin pero tu callado, quedamos? –Enrique se levanto, se dio la vuelta y me beso en los labios. Su bigote me picaba y sus labios chocaron con los míos, abriéndose levemente, así fue mi primer beso.
Acto seguido se sentó en mi cadera y con su mano derecha manipulo mi miembro. Sus glúteos rodearon mi verga y poco a poco sentí como su carne se abría. Un aro oponía resistencia pero más allá de este, mi miembro quedo rodeado de un intenso calor. Todo mi cuerpo se tensó y me arqueé hacia atrás – A la verga!!!! Mmmm – mi tío cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Bajo poco a poco hasta sentarse por completo en mí y dejarme sin aliento con su peso.
-Enrique!!! Uufff…te lastimo? –
– No…no mano….mmmm déjame a mi moverme – movía su cadera, se ajustaba entre mis piernas y con cada movimiento yo estaba un paso más a correrme – espera….ahi….uufff – Enrique sonrió y entre cerró los ojos mientras yo me daba gusto pasando mis manos por sus frondosas piernas y su abdomen, encima y debajo de la camiseta de algodón sentía su tibia piel estremecerse con mi miembro.
Mis manos cubrían sus pectorales y los sujetaban a manos llenas cuando sentí mi glande chocar con su tibio interior. Enrique empezó a bajar y subir lentamente, hasta casi sacar mi verga de su culo, y después bajaba hasta clavársela de nuevo entera. Luche por quitarme la playera y quedar desnudo por fin mientras ese enorme peso caía encima de mí cada 10 segundos.
Como si yo fuese un dildo o un juguete sexual, mi tío hacia que mi cuerpo entero rebotara en el colchón y ambos empezamos a gemir sin darnos cuenta. Con cada rebote, el miembro suave y dormido de mi tío (aun chorreando hilillos de semen) se levantaba como si le inyectaran nuevas energías.
Con un largo quejido y quedando sin aliento, me corrí por segunda vez y esta vez dentro de Enrique – Ufff…uuffff…uffff….ya? – mi tío continuaba dejándose caer encima mío a pesar de tener mi miembro ya flácido dentro suyo. Se levanto y me dejo ver como mi pene caía rendido a mi costado, bañado en semen al igual que su culo, dejando caer hilillos de mi semilla.
Sin embargo esa espada suya aun seguía parada, dura, venosa, orgullosamente deliciosa y a la expectativa. Enrique me miraba pensativo – Ugghh… ughhh…la quieres? –
Y sin aliento ni titubear le respondí – follame tío, termina – y aunque no se lo hubiera dicho, tengo la seguridad de que lo hubiera hecho con ese nivel de calentura animal que traía encima. Me dio la vuelta con toda facilidad como si fuera yo un muñeco de tela y sus dedos exploraron mi ano.
Casi no tenia pelo y era mucho más delgado que el pero le pareció gustar lo que tocaba y antes de que nos asaltara alguna duda al respecto, sentí algo suave y esponjoso entre mis glúteos. Después fue subiendo, casi rompiéndome en dos como si fuera un tren eterno que seguía por mi recto. Cerré los ojos y boca con fuerza y no pude evitar que naciera en mí un quejido ahogado.
-Uuuu…ssssiii…ay que rico…ay que ricoooo!!! – señalaba mi tío a viva voz, como un poseído. Se despojo de su camisa y siguió su viaje en mis entrañas. Parecía que no terminaba, hasta que sentí su cadera pegada a mis glúteos, sus huevos pegados a los míos y su punta muy, muy dentro de mi ser – Ayyyyy Jorgito…..que rico me la comes…ufffff!!! –
Inclino su cuerpo y empezó el mete y saca, pero esta vez ese saca parecía eterno. El largo miembro salía casi todo de mí y me jalaba con él para luego reiniciar su dolorosa travesía dentro. Con cada embestida, algo ocurría dentro de mí, algo nacía en mi cadera que me dejaba aturdido y casi apagaba por completo mis gritos.
La cama empezó a crujir, no sé cómo no nos escucho nadie (aunque el cuarto de mis tías estaba en otro piso) y quede inmovilizado bajo su peso. Sus manos recorrían mi espalda y pasaban a mi abdomen, recorrían mi entre pierna y jalaban mi miembro. Esas enormes manos con el anillo de compromiso me dominaban como un juguete y supe que debía olvidarme del dolor. Este cedió poco a poco y el orgasmo permaneció cada vez más fuerte en mi sexo. Enrique profería fuertes gemidos guturales, como su fuese un toro, perdido en las entrañas de su sobrino hasta que por fin se corrió.
Al sentir pegajoso en mi interior, mi cuerpo reacciono y mi propio orgasmo llego sin aviso alguno. Por tercera vez seguida pero sin mucha leche esta vez.
Enrique se dejo caer en la cama, jadeante y sudado y se cubrió la cara con las manos – Perdón… Jorge, perdóname. No le digas nada de esto a nadie por favor. Tu tía y yo tenemos broncas y no sé cómo llegue a esto. Al verte como me mirabas con antojo…-
-Está bien Enrique – le dije acercándome y abrazándole – me encanto –
No podemos volver a hacer esto…está mal, me escuchas? Muy mal!! –
Yo lo sabía. Me había fascinado, pero sabía que estaba mal. No podía contradecirlo en lo absoluto y no se me ocurrió que decir. Lo abrace más fuerte y me acerque a darle un beso. Sus labios se abrieron junto con los míos y se acoplaron, nuestras leguas se rozaron como llamas y sentí el calor encenderse de nuevo en mi entre pierna pero estaba rendido. Tras ese beso me quede dormido abrazándolo.
A la mañana siguiente me despertó y me hiso tomar un baño y empacar. Ni dentro ni fuera del cuarto mencionamos lo que había ocurrido y la vida siguió su curso normal llegando a la ciudad. Por supuesto, ninguno de los dos olvido aquello pero no lo retomaríamos hasta varios años después.
Al terminar su relato, Jorge estaba ya demasiado excitado. Todos los hombres presentes de distintas edades y tamaños estaban uno sobre el otro en los sillones, mamando la verga el uno del otro, montándose los unos a los otros, gimiendo. Habían empezado desde la mitad del relato lo que había dificultado a Jorge concentrarse.
El hombre sentado junto a el, Carlos, se masturbaba frenéticamente y su miembro se veía duro como el cemento, con cada vena marcadas, con el glande escurriendo liquido preseminal constantemente. Esa gloriosa erección era resultado del sucio incesto entre sobrino y tío.
Jorge se monto en Carlos y esa gloriosa erección desapareció entre sus glúteos.
Como sigue? Necesito mas…
Excelente relato… Espero con ansias la próxima parte.
Como sigue?
Excelente relato… como sigue?
Uff… Menudo calentó me provocaste y que rica paja me he hecho mientras leía el relato… Ojala subas mas.
Cada paja es inspiración para mi
Muy buen relato… Necesito mas de el.
Uff.. que delicia de relato… No sabes como he disfrutado leyéndolo mientras me masturbaba.
Excelente, gracias por usar mi prosa para tu orgasmo
Como sigue…?
Que delicia de historia… Me excita mucho tu forma de escribir… Ojala continúes contándonos mas de ella, para así poder disfrutarla 😋
Muchas gracias, subiré más en breve
Como sigue? Me encanta esta historia.
Que rico!!! menudo calentón me provoco el relato… Así da gusto hacerse una paja.
Gran relato… como continua…?