Contrate una sexo servidora para mi marido

Esta es una historia real que viví en mi matrimonio .

Muy buen día a todas las personas que pasan por esta página a ser lectores de muchas historias que son relatadas por este medio, es para mí un placer enorme el venir el día de hoy a dejar plasmada mi vivencia que tuve el privilegio de vivir hace poco tiempo, esta es una historia que les puedo asegurar que es basada en echos reales y para afirmar eso tengo pruebas que respaldan mi relato las cuales les puedo mostrar ya que más adelante les comentaré cómo me las pueden solicitar, sin más que decir quiero entrar de lleno a mi relato.

Nuevamente muy buen día a cada uno de ustedes mi nombre es Victoria tengo 45 años y soy una mujer casada, vivo con mi esposo él se llama Elías y tiene 46 años llevamos ya aproximadamente 14 años de casados ambos llevamos una vida muy normal trabajamos y vivimos en nuestra propia casa pero hoy día vengo a dejar plasmado este relato de nuestra vivencia que no puedo sacar de mi cabeza y cada vez que me recuerdo de lo sucedido me pongo muy caliente y morbosa lo cual me hizo animarme a llevarlo a un nivel más alto de dejarlo plasmado ante todos.

Nuestra vida sexual en nuestro matrimonio ha sido muy activa con mi esposo, puedo presumir y asegurarles que la vida fue muy buena con él, ya que aunque es un hombre ya maduro, con 46 años tiene un porte físico delgado pero bastante firme y bien cuidado ya que le gusta hacer ejercicio, pero lo que más resalta en él es su aparato reproductor ufff! Tremendo y delicioso pene que se carga mi marido, a sus 46 años es todo un experto en la cama, es una máquina de sexo, es un hombre que no se sacia fácilmente, un hombre que le gusta penetrar y explotar sus ganas en la cama, hemos convivido ya 14 años de matrimonio y de vida sexual juntos y tenemos mucha confianza el uno al otro, mas sin embargo él también tiene su lado morboso, sucio y con aires de infidelidad las cuales las hemos tomado a modo de broma, para hacerlos entrar más en contexto les cuento que yo soy una mujer bastante regular físicamente, ya soy madura también y pues mi cuerpo no es llamativo, me considero muy normal tengo pechos pequeños y nalgas también muy normales, no ha sido algún inconveniente para mí ni para mi marido a lo largo de nuestra vida juntos pero acá es donde ya a lo largo de estos 14 años juntos he ido notando mediante las bromas de mi marido que él necesitaba o su fantasía en algún momento era el tener intimidad con alguna mujer voluptuosa, ya que cuando vamos en la calle he notado que se le queda viendo descaradamente a las mujeres que se les nota un busto grande o tienen unas nalgas así muy marcadas, pero yo lo he tomado normal y tranquila hasta el punto que últimamente cuando teníamos sexo yo le bromeaba diciéndole que se imaginara que se estaba cogiendo a tal mujer que vio por la calle, él con todo gusto me seguía el juego y me decía cosas sucias y descaradas las cuales me ponían muy cachonda, así tomamos esa costumbre de molestarnos hasta el punto donde yo veía que en su celular tenía fotos de mujeres así muy voluptuosas, mujeres desnudas enseñando sus nalgas enormes pero yo lo tomé muy normal ya que sentía que eso es casi de todos los hombres.

Poco a poco esas bromas se fueron fortaleciendo dentro de mí y fueron creando un deseo o una fantasía loca, por las noches antes de tener sexo con mi marido veíamos algunos videos porno y él me ponía mujeres que tenían pechos tremendos, al mismo tiempo que me decía que su fantasía algún día era cogerse a una de ellas, eso solamente hacía que dentro de mí aumentara un morbo terrible y descontrolado, al tener relaciones con mi marido lo notaba muy urgido al mismo tiempo que podía sentir que yo ya no era suficiente para saciar sus ganas masculinas, me pegaba unas cogidas las cuales ya no podía soportar y lo dejaba a medias y sin poder dejarlo satisfecho.

Pasaban los días y habían veces que me quedaba yo sola en casa mientras él se iba a trabajar, dentro de mí ya había una tremenda fantasía que me pedía a gritos que se cumpliera, yo a solas en casa me comenzaba a masturbar hasta que dije no más! Yo necesito ver a mi esposo cogiendo a otra mujer, necesito ver cómo explota sus ganas dentro de otra vagina, esa era mi fantasía la cual necesitaba que se cumpliera, así que una noche mientras estábamos en casa le mencioné que estaba preparándole una sorpresa y que estuviera listo, él sin imaginarse de qué sorpresa se trataba me dijo que estaba muy bien, jamás se imaginaría que le esperaba.

Así que yo comencé a buscar en algunas páginas a mujeres que prestaran servicios sexuales ya que era la única opción más fácil de lograr mi deseo, contacté a varias chicas que me llamaron la atención y les contaba mi deseo por el cual las quería contratar pero al escucharme no querían, esperé un par de días hasta que de nuevo me puse a buscar y encontré un anuncio de una mujer que se hacía llamar Johana, cuando entré a ver su anuncio publicitario me quedé helada, al ver sus fotos era una mezcla de morbo, de nerviosismo y mucha ansiedad porque era una mujer también ya un poco madura pero que tenía un cuerpo tremendo, ala gran ustedes esa mujer tenía unos pechos enormes, de verdad que lo que ella tenía era unos par de melones porque eran sumamente grandísimos, yo imagino que eran operados pero eran enormes y tenía unas nalgas demasiado grandes, era toda una perra, yo no dude en llamarle directamente y de inmediato me respondió una voz de mujer ofreciéndome sus servicios así que le comencé a hablar por el motivo que la estaba llamando, a lo cual le expliqué que quería adquirir sus servicios y ella pensó que era para mí ya que me dijo que ofrecía servicios para hombres, mujeres y parejas, acá fue donde dije que me gané la lotería con ella, entonces le expliqué que yo tenía una fantasía la cual quería cumplir y ora eso necesitaba sus servicios, la cual era contratarla para que le diera un servicio sexual a mi marido pero con la condición que yo estuviera ahí presente al momento que ellos dos estuvieran en pleno acto sexual, ella se sorprendió de inmediato, primero me preguntó si lo que yo quería era un trío donde yo participara, pero le dije que no, yo lo que quería era ser solo espectadora, ella dijo que con todo gusto estaba muy bien, me comentó su precio por una hora, lo cual les soy muy sincera fue un precio muy elevado por tal servicio ya que le pregunte si durante el acto podía fotografiar ciertas partes y ella me dijo que si con todo gusto, así que quedamos de acuerdo y le di mi dirección domiciliar y el día que necesitaba que llegara, la contrate para el siguiente día sábado por la tarde.

Ese mismo día que la contrate le dije a mi marido que se preparara para el ansiado sábado, él no sabía absolutamente nada, al llegar ese día le dije que se bañara bien y que estuviera esperando en la sala de nuestra casa ya que pues lo único que no permití es que esa mujer se revolcara en nuestra cama con mi marido sino que mejor lo hicieran en el sofá, dieron empunto las 5 de la tarde y sonó el timbre de la casa y le dije a mi marido que su sorpresa había llegado, antes de ir a abrir la puerta le baje el pantalón a mi marido y le acaricie el pene para que comenzara a tener una erección, él me preguntaba de qué se trataba todo eso a lo cual le dije que solo disfrutara el momento, ya tenía el pené bastante parado cuando fui a abrir la puerta y entra a nuestra casa Johana ufffff mi marido se quedó sorprendido al verla, ella sin tanta cosa le dijo hola mi amor, lo beso  y le dijo que iba a pasar el mejor momento de su vida, yo me senté en el sofá de enfrente, mi marido desconcertado me veía y Johana la sexo servidora se quita de pronto el brasier y deja al aire libre ese par de enormes pechos, que morbo, mi marido sin dudarlo se deja ir a por ellos comenzándolos a lamer y a besar como loco tremendos melones que mi marido se estaba devorando, con ambas manos los cargaba, los acariciaba, los lamía, ambos ya estaban excitados, el pene de mi marido estaba a más no poder, bien erecto como una antena sin dudarlo Johana se lo lleva a la boca y lo empieza a lamer, a llenar de su salida y a darle succiones tremendas, a mi me temblaban las piernas, me sentía nerviosa y llena de morbo, mi marido le mete el pene en medio de ese par de tremendas tetas y las comienza a follar, él no se la creía, que escena tan sucia y morbosa estaba viendo, hasta que de pronto no aguantaron más y esa perra tetona se monta encima de mi marido y comienzan a coger como locos urgidos de sexo, eran tremendas cabalgadas que esa mujer le daba a mi marido mientras él se concentraba en agarrarle los pechos que se movían de un lado a otro el hacía una cara de satisfacción total, estaba disfrutando como esa mujer le saltaba encima de su aparato reproductor  y se ponía más cachondo de ver como yo estaba frente a ellos viéndolos que suciedades hacían, yo me comenzaba a mojar pero permanecía quieta y fotografiando ciertas partes del acto casi todo el rato se la pasaron en esa posición, la puta esa encima de mi marido cabalgándole y rebotándole los pechos en la cara a mi hombre, no digamos sus tremendas nalgas chocando bruscamente en los testículos de mi esposo, el pene de mi marido entrando y saliendo rápidamente de la vagina de esa mujer era un espectáculo formidable, escuchaba como bombeaba mi marido a esa mujer, se escuchaba delicioso, él no soportaba más, le lamía y le besaba los pechos, se enamoró de ese par de tetas enormes, cogieron duro, se disfrutaron, la puta esa se gozaba el pene de mi marido, se podía notar como estaba excitada por el aguante que él le mostraba, le hacía pajas rusas, le ponía las nalgas en la cara, le chupaba el pene, hacían el 69, mi marido le lamia las nalgas, ambos cogian sin descanso durante esa hora que para mí fue eterna pero para ellos no les alcanzó, yo expectante y nerviosa, tenía miedo que el en cualquier momento eyaculara dentro de ella pero llegó el momento y ella se vino a chorros para luego mi marido penetrar la muy duro y rápido para luego echar todo su semen encima de los tremendos pechos de esa mujer, quedaron saciados, sudados, se comieron completos, le pagué su servicio, mi marido se fue a bañar no sin antes pegarle la última mamada de pechos yo moría de celos pero dentro de mí estaba ese morbo tan delicioso de ver como mi marido se había cogido a una puta delante de mi fue lo más cachondo que viví y lo que me deja recuerdos llenos de morbo y deseo sexual, si quieren ver algunas fotos del acto pueden escribirme a este correo para compartirles las fotos que tengo

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