Corazones caprichosos 5: cuando una gota de lluvia te toca
Lorena le muestra a lavanni su parte más fetichista y viciosa comenzando con la lluvia dorada.
2 meses después de lo sucedido en la fiesta el ritmo de sexo entre lavanni y lorena no había bajado en lo más mínimo. Lavanni visitaba su casa seguido y daban rienda suelta a su pasión, disfrutando el uno del otro como si se hubieran convertido en adictos. Después de la escuela o los fines de semana en las tardes nani iba sediento por aquella hembra. Acababa de descubrir el sexo de manos del amor de su vida y siempre estaba impaciente por volver a estrechar entre sus brazos su cálido y suave cuerpo.
¡ Holaaaaa! – Saludó tiernamente el niño nada más entrar a la casa de su novia.
Lorena estaba de pie en medio de la sala. Ella también lo esperaba con ansia y esa tarde se había preparado de manera especial después de clase. Iba vestida con un conjunto de lencería negro compuesto de un sujetador, tanguita y unos ligueros que sujetaban unas medias de rejilla. Llevaba el pelo suelto con su melena cayendo en cascada sobre sus hombros También se había maquillado, haciendo resaltar en su rostro los ojos grandes y oscuros y los labios, pintados de un carmín rojo intenso. Nani se fijó en su sensual figura, acentuada por los zapatos de vertiginoso tacón que calzaba.
Que linda eres… – Fue lo único que nani pudo decir, embelesado por la belleza de esa diosa de 14 años de edad.
Ella sonrió, picara, acercándose a el. Sabía que con aquella lencería lo había encendido, aunque a decir verdad necesitaba poco para tenerlo rendido a sus pies. Lorena lo tomó por la nuca y lo atrajo hasta su boca para besarlo con pasión, metiéndole la lengua hasta la garganta. Su cuerpo se restregó en el suyo y sintio la turgencia de sus senos, la firmeza de su vientre plano, la suavidad de su piel, el aroma de su cabello,… Dentro de el pene de lavanni empezó a reaccionar. Sus manos también despertaron y la agarro del culo, apretándola más hacía el.
Oh… lorena… – nani jadeó al sentir que la palma de su mano le frotaba el sexo con violencia, endureciéndolo.
– hoy quiero me hagas lo que quieras. Quiero que me trates como a una zorra,… hoy no soy solo tu novia, soy tu puta.
Nani se quedó unos segundos asimilando lo que lorena le pedía y finalmente asintió, sonriendo. Si quería que la tratara como a una zorra lo haría, entrando en su juego. El pequeño Empezó a comerle la boca con brusquedad, lamiéndola, mordisqueando sus labios y metiéndole su lenguita hasta la campanilla. Estrujé sus pechos por encima del sujetador, también de manera brusca, amasando la carne y seguramente haciéndole algo de daño, pero, parecía completamente puesta en su papel y le dejó hacer. De su boca escaparon suaves gemidos y quejidos.
– Oh… si… trátame como la puta que soy… fóllame la boca…
Lavanni Empujó los hombros hacia abajo, haciendo que se arrodillara frente a su entrepierna. Lorena Empezó a frotar su cara en el pene de lavanni que ya estaba durito, como si fuera una perra en celo. Pronto le molestaron los pantalones, los desabrochó y se los bajó hasta los tobillos junto con la ropa interior. Ante su rostro apareció el empalmado pene del jovencito. Se relamió unos segundos antes de empezar a chuparlo, de arriba abajo, cubriéndolo completamente con su lengua y sus labios
– Fóllame la boca. – Repitió lorena con voz ronca y excitada cuando tuvo esa pijita brillante y recubierta de su saliva.
Lorena Abrió la boca para que el pene de lavanni desapareciera en su interior. La tomó de la cabeza y empezó a empujársela, adelante y atrás, cada vez más rápido. También movío las caderas, follándole la boca con brusquedad tal y como le había pedido. Los sonidos apagados del pene atravesándola y los testículos de lavanni estrellándose contra la barbilla de lorena inundaron el salón.
Lorena se abandonó al placer de sentirse usada por su novio. Era lo que quería,… y el nene no pudo soportarlo mucho rato. En apenas unos pocos minutos sentí mi orgasmo cerca y gruñó, avisándole. Ella movió la cabeza con más velocidad, pues quería siguiera follándole la boca hasta el clímax.
Lo que salio del pene de lavanni esta vez no fue semen si no orina, si orina inundándole la garganta a lorena de un abundante líquido amarillo. Este Se estrelló contra su campanilla, contra su paladar,… llenándole la boca de orina. Ahíto de placer nani se derrumbó sobre el sofá mientras ella degustaba y se tragaba su orina.
Lorena Se levantó para ir a lavarse la boca y la cara y retocarse el maquillaje, que se había corrido después de la orinada . Regresó al cabo de unos minutos y se recostó al lado de nani en el sofá. Lavanni aún estaba con los pantalones y la ropa interior por los tobillos. Lorena Empezó a besarle el cuello, a chuparle la oreja,… despertando de nuevo el deseo en el joven.
Una de las ventajas de tener 12 años y acabar de descubrir el sexo es la asombrosa capacidad de recuperación y un deseo insaciable como un pozo sin fondo. La sangre empezó a bombearse a los cuerpos cavernosos del pene de lavanni y asomó una naciente erección cuando lorena agarró el sexo de lavanni. Pronto dejó de estar flácido, creciendo entre los dedos de la chica como efecto de sus caricias
Lavanni la besó, estrujando de nuevo sus tetas con fuerza. Ella se dejó hacer mientras el joven le lamía y le besaba los labios y el cuello.
-Si… mi niño… hoy soy tu putita… -Susurró. – … trátame como la zorra que soy… – repetía lorena entre jadeos.
La pija de nani estaba completamente dura de nuevo y lorena lo aprovechó para hundirse en su entrepierna, mamándosela de nuevo con ansiedad. Nani La dejó unos minutos chupando antes de tomarla y apartarla del caramelo que era su pene para ella. Nani La tumbó en el sofá y se sentó en una punta. Sin sacarle el sujetador apartó las copas de la pendra, bajándolas y liberando las dos esferas de carne de sus pechos. Lavanni se inclinó para comerse uno de ellos con ansia. chupó y mordisquéó el pezón, lo succionó… este se endureció rápidamente. El niño Pasó al segundo pecho, tratándolo de la misma manera. Su mano jugaba con el otro pezoncito, pellizcándolo, estirando su teta,… haciéndola gozar con la mezcla de placer y el dolor.
La otra mano de nani le bajó la tanga a lorena hasta la mitad del muslo. Jugó, enrollando sus dedos en su fina franja de vello púbico oscuro. Ella, , estaba excitadísima y con un ronco gemido le pidió al joven que la tocara de verdad, que dejara de juguetear con su sexo. El dedo de nani se deslizó con facilidad al interior de la lubricada rajita de lorena. Lavanni Lo movía, en círculos, presionando las paredes vaginales y haciendo que su novia se estremeciera. El niño La penetró con un segundo dedo y frotó su clítoris. Esta vez lorena se retorció encima del sofá, gimiendo ruidosamente. El pequeño Pensó que todos los vecinos la escucharían y tuvo una idea
Nani Terminó de quitarle la tanga a lorena y hecho un ovillo, se la pusó en la boca a modo de mordaza. Ella se dejó hacer, con la tanga sobresaliendo de sus labios mientras la colocaba a cuatro patas sobre el sofá. El joven se levantó, poniéndose detrás de ella. Viendo lo mojada que estaba apenas tuvo dificultad para penetrarla de un solo empujón.
Lorena al sentirse llena, gimió a través de la tanga y a punto estuvo de escupirla, pero la retuvo dentro de su boca. Lavanni Empezó a darle fuerte, a follarla con todo el vigor de su juventud. Como siempre el chochito de lorena acogió el pene de nani con una cálida humedad. Agarrándola de las caderas para dar más fuerza a la follada, la percutío, una y otra vez, mientras escuchaba sus apagados jadeos.
Lavanni levantó a lorena del sofá sin sacársela de dentro. La pusó contra la pared, con ambas manos apoyadas en ella y las piernas separadas. Las tetas le colgaban hacia abajo, apenas sujetas por las apartadas copas del sujetador. Nani Agarró uno de aquellos senos mientras seguía follándola, esta vez ambos de pie. Terminó de quitarle el sujetador para poder disfrutar sin trabas de aquellos perfectos pechos, estrujándolos, amasándolos, pellizcando los empitonados pezones rosados.
– Oh… qué chocha tienes Lorena … – Le dijo el niño con un ronco susurro.-… eres una zorra… mira lo mojada que estas….
Lavanni jaló del cabello a lorena, obligandola a incorporar la espalda y a separar las manos de la pared. Durante un segundo pensó que ambos caerían al suelo, pero nani la sujetó con fuerza. Afianzó sus piernas, sostenidas por aquellos zapatos de alto tacón, y disfrutó mientras seguía penetrándola.
El coñito de lorena se tragaba el sexo de lavanni con glotonería, una y otra vez, deslizándose fuera y dentro. Sin dejar de tirarle del pelo la otra mano del joven se coló en su entrepierna y empezó a acariciarle el clítoris. Follada y masturbada, no pudo más y nani Sintio como las piernas a lorena le flaqueaban cuando un alcanzó un violento orgasmo. Escupió la tanga de la boca y dejó escapar un lento y agudo gemido.
-Oh… si…
Ella Se apartó un poco, sacando el pene de su interior. Este estaba brillante, cubierto de los flujos de su orgasmo. Se dejó caer sobre sus rodillas y sin asco ninguno empezó a lamerlo. Nani dejó que lo hiciera unos instantes antes de empujarla a un lado para poder sentarse el sofá. Ella lo siguió, de rodillas, para colocarse entre sis piernas y poder seguir chupandole el pene.
Lorena No tardó en substituir la boca por sus pechos. Rodeó el pene de nani con aquellas dos tetazas y empezó a pajearlo con ellas. Con su pene cubierto por aquella mórbida carne lavanni se hundió en el sofá, gozando, dejando que el placer inundara su cuerpo. Ella lo miraba a los ojos con lujuria, sin dejar de mover sus tetas arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo,… hasta que lavanni no pudo más y descargo una copiosa eyaculacion. El semen salió disparado, manchándole el cuello, el pecho, el canalillo, las tetas,… embadurnando su piel palida de aquel espeso néctar
– ea rayo eso fue increíble.-Dijo lavanni recuperando el aliento después de aquella viciosa sesión de sexo.
-Espero que no estés muy cansado. – Susurró lorena recogiendo parte del semen de sus pechos con un dedo y llevándoselo a la boca, saboreándolo. – Porque hoy quiero enseñarte otras cositas– Añadió, sonriendo con lujuria y picardía.
Almorzaron ligero para que pudieran recuperar fuerzas, lorena siquiera se vistió y mientras prepararon la mesa y comieron lorena andaba solo con una falda corta sin camisa ni sujetador, mientras que lavanni andaba con un chándal nada más
Luego de almorzar y de descansar un poco para recuperar energías nani volvió a sentir la punzada del deseo, no tan solo por la visión del cuerpo de lorena, también por la intriga de las cosas que lorena le iba a mostrar. Así pues no tardaron en irse hasta el dormitorio de lorena
Tal y como entraron al dormitorio de lorena empezaron a besarse, acariciándose. Ella lo despojó de su pantalon pronto su mano se deslizó al interior de los calzoncillos del pequeño, agarrándole la pijita para hacerla crecer. No le costó mucho y pronto el miembro de lavanni estaba duro nuevamente
Lorena Quedó bocarriba, con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas. Sin pensarlo dos veces lavanni se hundíó en su entrepierna y empezo a comerle la chocha con voraz apetito. La lenguita de nani resiguió el exterior de la rajita de lorena, recorriendo los labios y estimulándolos suavemente. Su chocha empezó a humedecerse y aprovecho para introducir su lengua más hondo en su interior. Ella lo tomo de la cabecita, apretándola contra su vagina.
– mi niño… mi hombrecito… – Jadeó lorena.
Nani Continuó comiéndose aquel dulce chochita, haciendo que la chica se retorciera de placer. El nene Lamío, besó y chupó de arriba abajo, no dejando ninguna porción de carne rosada sin las atenciones de su boca. Lavanni se entretuvo en su clítoris, sabiendo que el centro neurálgico de su sexo, la zona más sensible de su cuerpo. La encerró entre sus labios, lo rozó con la punta de la lengua,… y siguió y siguió hasta que lorena en lugar de soltar jugo vaginal soltó orina en toda la boquita de nani, el pequeño se sorprendió, aún así tragó la «sopita» que le brindó lorena
Nani se apartó de la entrepierna de lorena para darle la vuelta, colocándola a cuatro patas sobre la cama con la cabeza apoyada en la almohada, dejando su gruta completamente a su merced. Recogío, con los dedos, parte de la humedad de su sexo para empezar a masajear la entrada de su ano. Aquel agujerito se veía estrecho, terriblemente apretado por lo que el joven se aplicó para dilatarlo con paciencia.
Primero, con tan solo la yema del dedo, nani masajeó los alrededores del ano de su novia, presionando suavemente. Este, ante la presión, se estremecía, abriéndose casi imperceptiblemente. El niño No pudo aguantar y acercó su rostro a las nalgas de lorena. Las besó y lamío, incluso le dió un par de suaves mordiscos, disfrutando de la firmeza de aquel culazo y la suavidad de la blanca piel. La boquita de nani fue acercándose cada vez más a la raja entre ambas nalgas. Las separó, empujándolas con las manos y le dió un lametón de arriba abajo. Saboreando el sudor salado del culo de lorena y como no tenía suficiente continuó lamiendo, goloso. Poco a poco lavanni fue centrándose en su ano.
Lo besó y chupó, escupiendo en él y humedeciéndolo con abundante saliva. Lo penetró con la lengua, explorando. Mientras su boca estaba ocupada en el culo de la chica sus dedos empezaron a jugar de nuevo con la chocha de lorena. Ella gimió, loca de placer tanto por el beso negro como por los traviesos deditos del niño estimulando su chochita rosada.
La penetró con un dedo mientras su lengua le hacía un beso negro cada vez más profundo. Podría decirse que estaba besando el ano como si fuera una boca, introduciendo su pequeña lengua en él lo más hondo que podía.
-Ogh… mi niño… si… – lorena no pudo evitar gemir cuando en lugar de su lengua fue uno de los dedos de la otra mano de lavanni la empezó a hurgar en la entrada de su puerta trasera.
Sin dejar de masturbarla lavanni le metío el dedo en el culo. Ella dio un respingo y soltó un leve quejidito. pero lavanni siguió presionando, empujando y explorando sus entrañas. No paró hasta que desapareció del todo en su interior. Una vez completamente dentro empezó a moverlo en lentos pero firmes círculos, dilatándola poco a poco y preparándola para acoger su pene.
Cuando le pareció que estaba más o menos preparada le metío un segundo dedo en el culo. Ahora lorena soltó un pequeño gritito, cosa que le hizo parar unos segundos pues tampoco quería hacerle daño. Ella inmediatamente disipó sus temores cuando con la voz cargada de lujuria le pidió, casi suplicando, que continuara.
con dos dedos dentro lavanni procedío de la misma manera, moviéndolos en círculos que iban abriéndola más y más. Con la otra mano siguió masturbándola, acariciando suavemente su clítoris y labios vaginales. Ella estaba loca de placer y según le confesó más tarde el dolor y la presión de su ano solo hacían que incrementar las sensaciones que emanaban de su sexo.
-¡Agh! – Gritó lorena cuando probando suerte, lavanni metío el tercer dedo.
La carne cálida de sus entrañas apretaba los pequeños dedos del niño, Los movío un poco más pero su paciencia se estaba acabando y una erección presionaba contra su ropa interior. Se deshizo de los calzoncillos, tirándolos al suelo y se afianzó con las rodillas en la cama, detrás de lorena.
– ya va siendo hora – Le advirtio nani, encarando su pene hacia su gruta.
-Métemela ya… dale por el culo a tu novia… – Suplicó excitadísima. Al sacarle los dedos del culo también había dejado de masturbarla y estaba ansiosa de más sexo.
Lavanni con la punta de su falo en la entrada del ano de lorena empujó su cuerpo hacia delante, penetrándola poco a poco. Lavanni la tomó por la cintura y se ayudó para hacer más fuerza
-Oh… si… mi niño… métemela… la quiero toda… fóllate mi culito… – dijo ella presa de un frenesí incontrolable.
A pesar de su impaciencia nani prefería tomárselo con más calma, gozando con cada centímetro de su pijita que iba desapareciendo en su interior. Aquella cueva envolvía su pene, rodeándolo y apretándolo de estrecha carne.
Nani Respiró hondo, intentando aguantar todo lo que pudiera para disfrutar al máximo de la excitante experiencia de sodomizar a su novia. Nani Empezó a moverse, primero poco a poco, sacando tan solo un poco de sus 14 cm para volvérselo a meter de un empujoncito. Nani fue tomando ritmo, aumentando la velocidad e intensidad de la follada anal. Su mano había vuelto a deslizarse entre las piernas de lorena y le acarició la vagina, masturbándola poco a poco.
-Más fuerte… más fuerte… más fuerte… – Repetía lorena como un mantra.
Como nani era un niño obediente le hizó caso, dándole embestidas a su ano más fuerte, más rápido y más profundo. Aquello lo llevó cerca del más puro extasis. Su pene, encajonado en el estuche de carne de su culo, apenas podía soportarlo.
– jalame Del pelo… – Gimió.
Nani Lo hizo, obligándola a levantar la espalda, pegándola contra su pecho. Le mordisqueó el cuello, agarró una de sus tetas, volvíó a masturbarla,… Y sintió el orgasmo peligrosamente cerca. Se la sacó, evitando la corrida para poder gozar un poco más.
Lorena se tumbó bocarriba y levantó las piernas y la cintura para ayudarle a seguir penetrándola analmente. Su culo se veía bien abierto y la carne rosada era perfectamente visible. Ella misma se sujetó los muslos, tirándolos hacia arriba para mantener la posición. Nani Lo aprovechó para volver a encararla en el ano.
Esta segunda vez su pene entró con mucha más facilidad y no le costó enterrarlo por completo en el interior del culo. Lavanni apoyó las piernas de lorena en sus hombros y dejó caer todo su peso, penetrándola más hondo en sus entrañas. Su rostro quedaba ahora a apenas un par de palmos de la cara de nani. Estaba completamente deformado por el éxtasis y el vicio.
El nene Continuó sodomizándola. Ella, aprovechando que eran los hombros del joven sobre los que apoyaba sus piernas, llevó la mano hasta su vagina para seguir masturbándose.
-Eres una zorra asquerosa Lorena. – Le dijo. Ella misma le había pedido que fuera brusco y la tratara así.
-Si… tu zorra…
-¿Te gusta que tu novio te dé por el culo?
-Me… encanta…
-¿Vas a correrte y orinarte con el bicho de tu novio metido en el culo?
-Si… si… si…
Espoleada por las palabras de nani lorena frotó su clítoris con más vigor y en unos segundos llegó a fortísimo orgasmo. Nani Sintio como todo su cuerpo temblaba, convulsionando por cada una de las oleadas de placer que su cuerpo apenas era capaz de soportar. La besó inclinándose más sobre ella y poniendo a prueba la flexibilidad de sus piernas esto hizo que lorena volviera a empapar el falo de su novio, ahora de orina, la cual salio como una cascada mojando toda la intimidad del joven.
Un par de embestidas después nani también se corríó, llenándola de esperma . Cuando le sacó el pene ambos quedaron tumbados, exhaustos, sudando y con la respiración entrecortada. Lorena fue la primera en poder tener el suficiente resuello para hablar.
-¿Te ha gustado?
-Ha sido genial. Donde aprendiste eso de la orina? Espero no te haya molestado
– para nada, me encantó probar, hace poco vi a mi prima y a su novio hacerlo, el le orino toda la cara mientras tenían sexo, sentí mucha curiosidad por intentarlo, pero no sabía cómo proponertelo
– en verdad me sorprendió mucho, pero tu orina no sabe mal, no sabía que eso se podía hacer
– hay muchas otras cosas que te quiero enseñar amor- Añadió lorena con una sonrisa de felicidad.
Dias mas tarde, En el gimnasio de la escuela, Nazareno y Lavanni se encuentran en las gradas, charlando mientras observan a otros estudiantes jugar baloncesto.
– ¡Wepa, Nani! ¿Qué hay de nuevo?
– Nada, Naz. La misma rutina, ya sabes.- dijo el niño mirando hacia abajo
– Pero cuéntame, ¿cómo va todo con Belén?
– ¿Otra vez con eso, Naz? Lo tuyo por ella es más complicado que una receta de mofongo.- dijo nani suspirando
– Tranquilo, tranquilo! Pero es que no puedo evitarlo, Nani. Es que cuando la vi en la fiesta, ¡boom! Fue como si los coquíes cantaran solo para mí.
– Entiendo, pero, ya sabes, ella tiene novio. Y eso de meterse en relaciones ajenas es como meterse en un reguero de hormigas bravas.
– Sí, lo sé, lo sé. Pero es que no puedo dejar de pensar en ella. ¿Tú qué harías en mi lugar?
– Pues mira, Naz, la cosa es que tienes que respetar a los demás. Si Belén tiene novio, está fuera de límites, ¿me entiendes? – dijo nani frunciendo el seño, – pero uno nunca sabe que pueda pasar más adelante, la vida da muchas vueltas, quizás sin que te des cuenta termines con ella.
– gracias, de verdad. Sabía que podía contar contigo.
– Por supuesto, hermano! Tú siempre has sido mi guía, pero ahora me toca aconsejarte
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