Corazones caprichosos 6: en el cerro
Una tarde en el cerro entre lorena y lavanni esta vez descubriendo el fetiche de axilas.
La situación entre lavanni y lorena era cada vez mejor. Lorena era una adolescente, atractiva y con experiencia mientras que nani era un niño vigoroso, lleno de energía y deseo por su novia. Ella le enseñaba los misterios del sexo y el le correspondía con el irrefrenable deseo y fogosidad de un jovencito de 12 años. La combinación entre ellos era explosiva y la pasión no había disminuido ni un ápice.
Lorena había ampliado su colección de lencería, sabedora de que pocas cosas le excitaban a nani más que verla enfundada en sensuales y provocativos conjuntos.
Un dia de semana después de la escuela, lorena invito a lavanni al cerro, ya que quería probar cosas nuevas, el pequeño Sin chistar aceptó, lorena pasó a su casa a buscar una manta para llevar al cerro. Nada más al llegar se besaron y se tocaron por encima de la ropa
El voluptuoso cuerpo de lorena ataviado con aquella vestimenta escolar era suficiente para que el pene de nani reaccionara, creciendo casi al instante. Lorena Llevaba la melena oscura suelta nuevamente, largos pendientes de plata adornaban sus orejas y una pequeña cadena le hacia juego. Los labios los llevaba pintados de un intenso rojo, parecido al de su ropa interior.
-Que hermosa eres lorena. –Dijo nani abrazándola, estrechándola contra su cuerpo y besándola.
Sus bocas y lenguas se fundieron mientras sus manos exploraban los cuerpos. Lavanni La agarró del culo, apretándola contra el, masajeando la nalga. Ella deslizó una de sus manos por debajo del pantalón de uniforme de lavanni y ya le acariciaba y agarraba el pene.
Se sentaron en la manta que habian puesto. Lavanni Separo los labios de los de lorena para descender por la suave piel de su cuello. Lo lamío, dejando un rastro de humedad. Llego hasta el pecho, para acceder al rosadito pezón. Se amorró a él, sediento, y empezó a chuparlo y succionarlo con ávido deseo. Nani Lo notó endurecerse entre sus labios, empitonándose de tal manera que parecía capaz de rallar el cristal. Siguió chupando y succionando el pezoncito hasta que decidío que el otro también se merecía sus atenciones.
La brisa del viento los acariciaba a ambos, Mientras lavanni hundía la cabecita en la teta de lorena su otra mano seguía jugando con el pezón restante, frotándolo con dos dedos, pellizcándolo suavemente, retorciéndolo con cariño, con cuidado para no hacerle daño. Nani Percibío como sus actos la calentaban, la hacían respirar entrecortadamente, cada vez más excitada.
Cuando el pezón le pareció lo suficientemente excitado, lamido y succionado, lo abandonó. La boca de nani ahora se centró en el plano vientre de lorena, bajando con besos y lametones hasta su ombligo. Allí se entretuvo un rato, asegurándose de no dejar una sola porción de piel de la barriguita de lorena sin que sus labios la cubrieran. Lavanni se tomo su tiempo, sabiendo que la delicadeza y lentitud de aquellos preliminares acumulaban una terrible excitación en el bajo vientre de mi lorena. Su respiración era pesada y de vez en cuando dejaba escapar pequeños gemiditos.
Ambos se tumbaron en la manta y El rostro de nani volvió a bajar por el cuerpo de lorena. Hizo que separara las piernas, con las rodillas flexionadas, para poder acomodarse entre ellas. Le subio la falda y Besó la tersa piel de la cara interna de los muslos de lorena y su sexo por encima de las braguitas. Las manos, tendidas por encima de su cuerpo, seguían ocupándose de sus pechos, concentrados sobre todo en los durísimos pezoncitos.
-Oh mi niño… mi hombrecito… no puedo más… – Gemía lorena.
Solo entonces, cuando parecía ya desesperada, lavanni separó la apertura de las braguitas rojas. Ante lavanni estaba el sexo de lorena, excitado, brillante e inflamado por el deseo. Aquella hamburguesita de carne rosa rezumaba jugos que desprendían un embriagador aroma de mujer. La lengua del niño no pudo resistir la tentación de probarlos. Solo con la punta recorrío los labios vaginales de lorena, de abajo a arriba. El nene Besó su recortadito vello púbico antes de volver a mandar a lengua a una nueva exploración. Ahora, pero, penetró un poco con ella en la abierta herida de su sexo.
-Qué bueno… que bien… le comes… la chocha… a tu novia … – La escuchó jadear.
Lorena lo agarró de la cabecita revolviéndole el pelo y crispando los dedos cuando los lengüetazos del niño se fueron haciendo más intensos y concentrándose en los labios vaginales y el clítoris. Aunque siguió jugando con uno de sus pechos su otra mano bajó a ayudarle en la entrepierna. Acarició con la yema del dedo los labios de su vagina mientras que su boca se había apoderado del clítoris, succionándolo, besándolo y chupándolo.
-Oh… mi hombrecito… mi hombrecito…
Lavanni Leyó las señales del cuerpo de la joven. Le decían que el orgasmo estaba cerca, pero no quiso que lorena que se corriera. La quería caliente, excitada y ansiosa por el clímax. Sus labios se retiraron de la rajita de lorena para volver a besarla por encima de las braguitas. Hizo lo mismo con la cara interna de sus muslos llegando hasta la costura de las medias. Mordió el borde y ayudándose con la mano la bajó poco a poco, quitándosela. Cuando la prenda estuvo por las rodillas la soltó para seguir besando y chupando su muslo, adorando su piel con sus labios. Terminó de quitar la media de la misma manera, con la boca y las manos. Está vez mordío por el pie mientras su mano bajaba la prenda a la par que acariciaba su pierna, su pantorrilla y su tobillo.
Lorena no tuvo paciencia para que le quitara la segunda media de la misma manera. Lorena lo tomó por los hombros y le quitó la camisa del uniforme. Lorena lo tumbó en la manta, arrodillándose sobre ella y apoyando su pie en el pechito de lavanni. Quiso que mordiera la media, también por el pie, pero fue ella la que la deslizó por su pierna hasta llegar al tobillo. Allí terminó de arrancársela con un tirón de cuello, quedándose entre sus dientes.
Lorena la quitó de allí para tirarla al suelo y poder besar a lavanni. Su boca describió un recorrido paralelo al que lavanni había hecho antes. Bajó por el cuello, se demoró en los pechos, mordisqueando suavemente los pezones de nani y lamió el vientre hasta encontrarse con el pantalón. Era un obstáculo para el objetivo de lorena, el erecto pene de lavanni, por lo que no tardó en quitárselo. Ya desnudo, lorena le echó un largo vistazo, como si fuera el un caramelo, antes de inclinarse sobre la entrepierna de nani para comérsela.
Lorena Empezó besando el glande, lamiendo el tronco y chupando los testículos. Tomó la base, retirando la piel del glande, antes de rechupetearlo, escupiendo y usando la lengua, moviéndola en círculos sobre él. Finalmente se lo tragó. Lorena Continuó lamiendo, chupando, mamando,… hasta que la aparté. Aunque la mamada era soberbia quería estar dentro de ella.
Lorena se volvio a tumbar sobre la manta, lavanni le separó las piernas y se recostó sobre ella. El nene Encaró su falo, apuntando por la doble raja, la de las braguitas y la de su vagina. Nani Sintió en la punta de su pene la humedad y la calidez que desprendía la entrada de su vagina. Empujó, penetrándola centímetro a centímetro.
-Mi hombrecito… si… métemela…
Nani Terminó de introducirle todo el miembro antes de empezar el mete saca. Empezó lento y poco a poco fue aumentando la velocidad con la que sus genitales friccionaban en aquella danza de placer. Lavanni Besó los labios de lorena y su lengua se metió en la boca de su novia de la misma manera que su pene lo hacía en su vagina. Así, ambos fundidos por sexos y bocas, estuvieron un rato. Lorena le acariciaba el culo, la espalda, deslizando sus dedos delicados por la palida piel suave del niño. Lavanni buscó el pecho de lorena, sacando el pezón por la abertura del sujetador.
Lorena más que caliente por todos los preliminares, llegó al orgasmo. Lavanni la sintió estremecerse y temblar debajo de su cuerpo mientras ahogaba un gemido con un nuevo y pasional beso. Nani aun estaba lejos del clímax. Sin quitarle el pene de dentro le dio la vuelta. Lorena quedó bocabajo, Lavanni la agarró por la cintura con ambas manos y la embistió. La y empujó con fuerza, otra vez, otra vez, otra vez,… estrellándole el pene en su chocha con numerosas embestidas.
El cerro se llenó de jadeos, gemidos, gruñidos, de los sordos golpes del cuerpo de lavanni chocando contra la gruta de lorena. Su vagina se estrechaba, contrayéndose las carnes de su interior alrededor de su falo. Era como si aquella chocha quisiera aprisionar a su miembro, tenerlo dentro y no soltarlo en ningún momento.
La brisa y el viento que adornaba esa tarde los acariciaba en símbolo de aprobación a la joven parejita, lavanni tuvo que reunir todas sus fuerzas para no correrse, para poder seguir dándole a lorena y que consiguiera un segundo orgasmo. Paró sus embestidas para volver a darle la vuelta, tendiéndole la espalda sobre la manta lorena estaba bañada en sudor fuera de si, por lo que sin pensarlo acercó su axila derecha a la carita de nani, quien la olió y descubrió que no tenia mal olor, lorena lo motivó a que fuera más allá y le dijo que se animara a lamerla, nani sin temor ni asco lo hizo y de una sola lamida le quitó todo el sudor que tenia
En ese momento a lorena se le ocurrió una idea y le propuso a su novio pasar su pene por su axila, el nene estaba tan extasiado que sin pensarlo acercó su pene y con su roja cabeza pasó por la axila de lorena, en su glande quedaba el sudor de su novia,
Nani volvío a penetrarla y a la vez estimuló su sexo con los dedos. Conocía ya lo suficiente el cuerpo de mi lorena para saber que aquello, masturbarla y follarla a la vez, era una de las maneras más eficaces para que volviera a correrse. Así que mientras su miembro salía y entraba de su cueva su dedos frotaban y acariciaban el clítoris de lorena.
– Si… así mi hombrecito… me vuelves loca… oh… no pares… así… sigue.
El cuerpo de la joven no pudo soportarlo más y el clímax la alcanzó en unos minutos. Ella Levantó la espalda y exhaló un largo jadeo. Lavanni sintio su pene chapotear en flujos vaginales, los cuales venian acompañados de orina, en su corrida. Lorena Cerró los ojos, atravesada por oleadas y oleadas de placer que nacían en su entrepierna y se expandían por todo su cuerpo. Solo entonces, lavanni orgulloso de haber regalado un segundo orgasmo a su novia, saco su pene de su interior. Lo agarró y empezó a pajearse frenéticamente.
-Si mi niño… riégame de leche… –
El orgasmo de nani se anunció con tres chorrazos de esperma que salieron disparados de su pene. El primero cayó sobre la cara, el cuello, axila derecha y el pecho de lorena, manchándole el sujetador. El segundo embarró de blanco todo su vientre mientras que el tercero acabó mayormente en sus braguitas rojas, donde dejaron una señal oscura en la tela roja. Unas últimas gotas brotaron, deslizándose por la cara interna de sus muslos. El peque La observó un segundo, sonriente, con el cuerpo lleno de goterones de semen y se tumbó a su lado, exhausto.
Unos minutos después lavanni tumbado al lado de lorena tenía ganas de más todavía, por lo que hundió su carita en el cuello de lorena, Empezó con dulces besitos en aquella suave piel. Lamío un poco la oreja y chupó el lóbulo. Su mano fue hasta uno de sus pechos. Lo acarició, amasándolo suavemente, meciendoló con la presión de su mano.
– nunca tienes suficiente verdad? – Dijo divertida
La mano de nani ya se había colado para jugar con el pezoncito de lorena sin ninguna traba. Ella se empezó a excitar, a dejarse llevar por las sensaciones que las caricias y besos de lavanni despertaban en su cuerpo. Pronto buscó sus labios con su boca y se fundieron en un largo beso con lengua. Lavanni Sostuvo una de las tetas de lorena con la mano y bajó el rostro hasta el otro seno para empezar a cubrirlo con su boca. Labios y lengua recorrieron las dos tetas mientras sus manos las acariciaron. Lavanni Sintió como la trémula carne se estremecía y como se endurecían los dos sensibilísimos pezones.
Lavanni Bajó una de sus manos hasta la entrepierna de lorena. Presionando su chocha con la palma . Ella, instintivamente, cerró las piernas, apretando más la mano de nani contra su sexo. El niño Palpó su rajita y sintió como ya había empezado a humedecerse, lavanni Aprovechó la lubricación para penetrarla con solo un dedo, hurgando en las paredes de su cueva. Se lo metío sin dificultad, ayudado por la encharcada vagina. Jugando con el dedo como si fuera una máquina de coser en su interior, lo que la hizo gemir. Para luego sacarlo y meterlo, provocando más gemidos en lorena, espasmos en su cuerpo, leves convulsiones en su vientre.
Nani Con la otra mano apartó un poco las nalgas para meter su boca en la raja del culo de lorena. Lavanni Empezó a lamerla, dejando abundante saliva allí. El sudor del culito de lorena era salado. El pequeño siguió dando lengüetazos a la raja de su novia hasta que finalmente se vio casi obligado a hundir la lengua en el agujerito de su ano. Lavanni Pugnó con la estrecha carne para introducir la lengua lo más hondo posible.
Nani Estuvó un rato masturbando su coño con el dedo mientras le comía el culo con golosa lujuria. El ano de lorena fue dilatándose poco a poco, como si supiera que pronto iba a ser penetrado. Desde que lavanni había desvirgado su culo se había más que aficionado al sexo anal. Le encantaba sentirse llena por detrás, con su culo abierto
<-Oh… si… dios… mío…-
Nani se acostó boca arriba mientras que lorena colocaba la cara en su pene. presionando con la lengua. Lorena le dio una lamida a su pene Besando y chupándolo y empapandolo de saliva. La lamió, usando la lengua, pasándola por todo el tronco del pene hasta llegar a la punta. Hundió la cara en los testículos, introduciéndoselos en la boca, succionándolos suavemente. Volvió a lamer, varias veces, antes sujetar la base del pene con la mano y tragándose en glande, encerrándolo entre sus mullidos labios. debido al placer que inundaba su entrepierna. Mientras lorena se la mamaba, se corrió otra vez. La vio parar de chupar el pene de lavanni para aplastar la boca contra su muslo, mordisqueándolo, para apagar los gritos de placer.
Lorena lo obligó a darse la vuelta, dejando sus posaderas enfrente de su cara, Cuando lavanni sintio la boca de lorena besar sus nalgas separó un poco las piernas, ayudándola para que pudiera acceder a su culito. Su mano se había deslizado por la cintura de nani para agarrarle la verga, pajeándola. Así, mientras lo masturbaba, empezó a devolverle el beso negro. Lorena Metió la cara entre la raja del culo de nani besó su ano de la misma manera que lo hacía con su boca. Metiendo la lengua en el interior de su agujerito oscuro.
-Oh… lorena… eres… la mejor… – Gimió lavanni.
Ella continuó pajeando y besando el culo de lavanni. De vez en cuando paraba, separándose de la gruta de lavanni para poder gemir.
-… no aguantaré. – Le avisó lavanni cuando lorena reanudo su paja.
Lorena le hizo darse la vuelta, empujándolo por las caderas. Su boca abandonó el culo de nani para poder apoderarse de su verga. Ni siquiera usó la mano, simplemente se la tragó y empezó a mover el cuello frenéticamente en una rapidísima mamada. Fue el final y lavanni estalló. Se corríó en la boca de lorena mientras ella recogía toda su corrida en su interior y cuando de la pijita de nani terminó de salir semen, lorena lo engulló todo. Suscorridas parecían su golosina favorita.
Tanto el culo como el coño de lorena estaban abiertos, sensibles y enrojecidos de tanto placer.
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