Crossdresser de Closet
Encuentro que en uno de los cajones de esa habitación, había un gran tesoro, algo fabuloso, la ropa interior de mi abuela de joven, no podía creer lo que veían mis ojos, brasieres, ligas, fondos, pantimedias, camisones, todos en excelente estado….
Todo comenzo muy temprano, mi madre era una mujer joven y hermosa, muy bien vestida y arreglada. Mi casa era grande y llena de habitaciones, la recamara de mis padres tenía adjunto un walking clóset, recuerdo muy bien que me quedaba solo en ocasiones y con cuidado y timidez, entraba al closet de mis padres a probarme tacones y vestidos, yo tenía 9 años.
Creo que la primera vez que tuve la necesidad casi compulsiva de probarme una ropa del sexo femenino fue en un balneario al que asistíamos con mi familia, solíamos frecuentar un sauna/balneario, tenía una amplia piscina y salas de seco y vapor, muy popular en la ciudad, soliamos ir todos los domingos, uno de esos domingos, al finalizar el día de balneario, yo me encontraba tomando una ducha y veo en el piso del vestidor un traje de baño de mujer, más bien de una niña como yo, era negro con una línea rosa en el medio, seguro olvidado por alguien, aún recuerdo esa sensación, de miedo y curiosidad, tuve el casi compulsivo impulso de probarme esa prenda, ví cuidadosamente sí había alguien cerca, al comprobar que estaba solo, tome el traje de baño y rápidamente, sin dudarlo dos veces, me lo puse, fue algo indescriptible, satisfacción misteriosa. Para mí desdicha, ese mismo momento que yo tenía el traje de baño puesto y acomodado y tomaba una postura femenina, ingresa un personero de limpieza y me ve de frente con ese lindo trajecito, se me cayó la cara de vergüenza, no supe que decir, años después entendí que en realidad me gustó que me viera.
Creo que está persona no comento nada a nadie, porque mi vida continuo sin sobresaltos, continuamos nuestras habituales visitas a ese sauna/balneario todos los domingos, yo continúe con mi práctica de probarme la ropa de mamá, pasaron varios años, ya tenía 12.
En una ocasión, fui de visita la casa de mi abuela de vacaciones, nosotros vivíamos en otra ciudad y recuerdo que tenía que pasar el verano en casa de mi abuela, ella me acomodo en el cuarto de huéspedes, algunos días después, con la curiosidad que me caracteriza, encuentro que en uno de los cajones de esa habitación, había un gran tesoro, algo fabuloso, la ropa interior de mi abuela de joven, no podía creer lo que veían mis ojos, brasieres, ligas, fondos, pantimedias, camisones, todos en excelente estado, recuerdo que pasé noches sin dormir, encontré la manera de poner un seguro en la puerta y entraba a dormir temprano, cuando las luces de la casa, dónde no solo vivía mi abuela, la casa era grande y vivían con ella mis tíos y primos, cuando las luces se iban, mis noches comenzaban. Para ese entonces, aún no había hecho de la masturbación el final obligado de mis prácticas de travestismo, solo me gustaba probarme la ropa y verme al espejo, fueron días de diversión absoluta, en el día, la pasaba muy bien con las vecinas del barrio, yo siempre fui muy popular con las mujeres.. y por las noches, absoluta diversión con el cajón de tesoros de mi abuela. En otra ocasión, yo ya tenía 14 años, en mi casa, mi madre guardaba sus vestidos en cajas muy lindas y delicadas, desde hacía un año que había agregado a la masturbación cómo fin principal al vestirme de mujer, esperaba que mi madre saliera al trabajo y mi hermano al colegio, yo estaba en el turno de la mañana, entonces me quedaba solo en casa. La ropa de mi madre me quedaba perfecta, zapatos, vestidos, brasieres todo, todo quedaba exactamente a mi medida, me ponía unos vestidos largos de gala, al vestirme de mujer la exitacion llegaba a niveles inéditos y la masturbación, cómo ya les dije, era parte de mi rutina. Me sentía y veía muy linda, muy bien vestida y muy sexi con esos vestidos de gala y cóctel que guardaba mi madre, comenzaba con las pantimedias, luego un calzoncito con encajes, el brasier y finalmente el vestido, ahhh era perfecto. Sentía el bulto reventando por debajo, no tenía que masturbarme mucho rato para soltar mis primeros chorros de semen, una vez, descargue la carga en un bote de crema vacío, pero sorpresa de sorpresas, entra mi madre de manera totalmente imprevista, yo había trancado la puerta de la habitación, cuando ella quiso entrar, solo atiné a decirle que me espere un poco, seguro ella lo sabía todo, me espero y volvió a salir, me dijo que me apure, lo que olvidé, luego de arreglar todo, fue ese chorro de semen en el bote de crema, que papelón!!!. Hoy tengo 32 años, aún tengo ropa escondida en secreto, por supuesto que es mía propia a mi medida, tengo ropa interior sexy, vestidos, pantimedias, tangas, maquillaje, accesorios y un buen dildo, que al tacto parece real. A pesar de todo lo que les cuento estoy comprometido y me casaré muy pronto, con una mujer claro, crean o no, soy hetero. Muy pronto les contaré más historias de mis sesiones de Crossdresser.
Muchas felicidades por hacernos parte de tu historia
muy buena historia me senti identificado yo tambien usaba la ropa de tias y de mi abuela principalmente faldas y medias, espero puedas seguir comentando mas acerca de tu vida cross
Lo haré, gracias.
Me encantó tu relato, tan bien de chico me encantaba ponerme la ropa de mamá. Ahora de casado me pongo la ropa interior de mi mujer, sin que ella se entere