Cuidando al sindrome de down
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Wool.Manal.
Esta es la vez que me dejaron a cargo de un niño con síndrome de down, yo ya tenía 21 años, mis papas en ese entonces se habían separado, y yo me había ido a vivir con mi papá, mientras mi hermana se fue con mi mamá.
En el lugar donde nos mudamos una de nuestras vecinas era una mujer joven muy joven, quien tenía un hijo retrasado.
Después de unos meses ya habíamos entablado amistad con la chica, quien nos comentó que se embarazo de su hijo a temprana edad, tendría unos 12 o 13 años, y debido a eso y que no tomaba vitaminas, su hijo nació con síndrome de down.
Entonces un día que yo estaba sola suena el timbre, era la chica, necesitaba ir al hospital por que su madre se había puesto mal, y queria que alguien cuidara de su hijo, se llamaba Raúl, pero todo mundo le decía Raulito.
Yo sin ningún problema acepte, al poco rato regresó y traía a Raulito con ella, además de una maleta.
Me dio algunas instrucciones para cuidarlo, a pesar que tenía 10 años, por su condición aun necesitaba que alguien le cambiara de ropa, además que cualquier bebida se la tenían que servir en un biberón.
Como estaba haciendo mucho calor, dejé a Raulito en la sala y me dirigí a mi cuarto a ponerme algo más cómodo, me puse un top, y un short, sin ropa interior, porque me gusta estar libre, además de enseñar un poco.
Estuve jugando con Raulito en la sala, y cuando llego la hora de cenar le preparé un sándwich y puse un poco de licuado en su biberón.
Él estuvo cenando tranquilo, mientras yo lo veía, extrañada que a esa edad todavía tuviera que usar biberón.
Yo misma decidí que ya era momento de que Raulito dejara el biberón, se lo quite, vertí el contenido en un vaso de plástico y se lo regrese.
Raulito comenzó a llorar, lloraba demasiado, y yo por más que lo consolaba y lo trataba de calmar, el llanto no paraba.
Entonces le regrese el biberón, pero ya no lo quería, lo recosté sobre mí para tratar de dárselo como si fuera un bebé, y poco a poco se fue calmando.
Mientras veía como Raulito succionaba aquel biberón, me entro una idea muy morbosa en la mente, que, en vez del biberón, Raulito succionaba una de mis tetas, eso me calentó demasiado, tanto que me comencé a mojar.
Después de eso y tratando de esquivar esos pensamientos lleve a Raulito a mi dormitorio, para cambiarle la ropa.
Raulito era un poco regordete así que me costaba sacarle la ropa, primero la playera, después el pantalón, y después el calzoncito.
Cuando bajé totalmente su calzoncito y volví la mirada hacia arriba pude ver su pequeño pene, bonito, blanco, chiquito.
Yo aún estaba un poco caliente y ver su pene intensifico esa calentura, cuando menos me di cuenta ya se lo estaba sobando, de arriba hacia abajo.
Y Raulito no decía nada, solo cerraba sus ojos parecía que lo estaba disfrutando, así que no me demore demasiado, me lo metí a la boca, tenía un sabor raro, olía a pipi eso sí, pero tenía un sabor muy raro.
Mientras se lo estaba mamando me dedeaba la vagina, ya estaba súper excitada, solo quería algo dentro de mí, pero no quería dejar de mamárselo.
Lo único que encontré a la mano fue un marcador de pizarrón, el cual no tiene un tamaño muy grande pero me serviría, comencé a masajearme los labios con el marcador, haciendo como que lo metía, pero al último instante sacándolo, mientras tanto se lo mamaba a Raulito.
Después de un rato, si ya que estaba metiéndome y sacándome el marcador, no era lo mejor, pero aquella situación hacia que funcionara.
En un momento en el que el marcador estaba totalmente dentro de mí, sonó el timbre.
Al escuchar esto, lo primero que hice fue levantarme y vestir a Raulito, sin embargo, de la prisa se me había olvidado que traía el marcador dentro de mí.
Me lo iba sacar, pero el timbre sonaba incesantemente así que lo dejé ahí, y fui a abrir, era mi papá que había llegado de trabajar.
Entro y nos saludó, me pidió que le preparara un sándwich, así que yo me fui a la cocina, mientras preparaba el sándwich puede notar como el marcador se me resbalaba, así que lo único que se me ocurrió hacer fue volvérmelo a meter, lo metí tan adentro que mi mano quedo un llena de mis jugos vaginales, mientras mi padre me apuraba desde la sala, entonces sin más, unte mis jugos en el jamón del sándwich, lo cerré y se lo lleve.
Después de esperar a que mi papá terminara de cenar, me fui con Raulito a mi cuarto, diciéndole que mañana pasarían a recogerlo muy temprano, y que necesitaba descansar.
Acomode a Raulito en la cama, y yo me desnude frente al para ponerme el camisón que uso de pijama.
Aun tenía el marcador adentro.
Ya cuando estábamos acostados, pensé en continuar mamándosela, pero se me ocurrió otra idea.
Me descubrí una de mis chichis, tome su cara y la acerque a ella, Raulito no quería, pero yo le dije que era un biberón, entonces acepto, y tomo mi teta con sus manos, y comenzó a succionar, me la chupaba como si la vida le fuera en ello, era fantástico, mientras tanto yo me dedeaba, fue tal mi excitación que mis juegos vaginales, sacaron el marcador que estaba dentro de mí, no podía más así que tome el marcador, y poco a poco lo fui metiendo en mi ano, hasta que quedo completamente dentro.
Yo me recosté, y Raulito seguía chupando mis tetas, me deje llevar por esa dulce situación, me encanta que me las chupen, y me encantaba más la forma en la que lo estaba haciendo.
además de sentir la presión del marcador en mi ano.
Así me quede, dormitando, hasta que me quede por fin dormida.
A la mañana siguiente la mamá de Raulito paso por el, acabábamos de despertar y yo aún tenía el marcador dentro de mi ano.
Prepare las cosas de Raulito, y se lo entregue a su madre, lo siguiente que hice fue ir rápido al baño, trate de sacarme el marcador con los dedos, pero no pude, tuve que pujar, puje hasta que por fin salió, y con él los remanentes de los orgasmos que Raulito me había dado.
Le di 3 estrellas porque el contenido es genial y tiene todo el potencial morboso que me encanta, mi fantasía sexual con gente que tiene discapacidad, pero ese potencial no fue desarrollado y hubiera sido genial algo mínimamente 5 veces más largo para explotar su disfrute.