Cumpliendo algunos fetiches.*
Dos desconocidos se alían para jugar. .
«Busco chica a la que le gusten los fetiches. Yo moreno claro, un poco llenito, cabello corto y lacio. Herramienta normal.
Muy limpio, respetuoso y discreto».
Se leía un post de un grupo erotico de facebook.
Kevin pensaba que su publicación sería muy criticada e ignorada.
Al paso de un mes, recibió un mensaje privado de una tal «gaby fetish».
«Hola. Vi tu anuncio en el grupo. No se si te interesaría que hiciéramos algunos.
Nada de mal plan. Besos».
Movido por la duda y la excitación, Kevin respondió el mensaje y charlar un poco con la chica que cumpliría su fantasía.
Mostrando sus fotos. Kevin quedó sorprendido por la foto de la chica.
Morena clara, cabello largo, de color negro, labios carnosos, ojos grandes bonita cara, piernas torneadas y largas, trasero mediano, pechos igual de medianos.
Un poco escéptico se preguntaba ¿si realmente sería ella? O tal vez una broma de mal gusto.
Aún así se animo a arriesgarse.
Para cerciorarse, primero irían a tomar un café y de ahí se desidiría todo.
Estando frente a frente le volvió a mencionar algo de lo que le gustaría.
La chica sonriente acepto; ya que, también compartía la fantasía, pero no había encontrado a alguien que le convenciera.
Vestida con una mini falda negra, con botas negras, medias de malla, blusa roja, cabello suelto.
Kevin se sentía muy atraído por la situación que viviría.
El primer fetiche. Fue espiar la bajo la falda, cosa que era un poco habitual en él, pero esta vez con permiso. Notando una tanga negra de encaje, prenda que el chico ya comenzaba a saborear.
Llegando al motel y por acuerdo, la chica comenzó a bailar muy provocativamente frente al joven, quien ya comenzaba a tocarse.
Subiendo su pierna en la de Kevin, este comenzó a lamer y a besar sus botas, chupando su tacon. Tal y como si hiciera una felación masculina.
Luego siguió la otra bota y lo mismo se hizo.
Gabriela le coloco un cinto a Kevin en el cuello, guiandolo como perro hasta la cama. Aun teniéndolo del cuello hizo que le oliera el trasero, sin lamerlo o besarlo.
Sentada a la orilla de la cama, gaby fetish, se quito las botas, pidiendo a Kevin que se sacara el trozo de carne que ya pedía salir.
Con un pie le masajeaba la entre pierna y el otro pie era lamido como si fuera un dulce.
Mientras ella se tocaba por encima de su tanga, para que se humedeciera.
Ahora se quito las medias, para que el tacto de la lengua del joven disfrutase más la piel, el pie que tenía en su boca, ahora lo masturbaba.
Ambos pies aprisionaban la verga del joven, para hacerle una paja.
Ahora la Gaby se levantó, para quitarse la blusa, su tanga, acercar a Kevin y hacer que este pusiera la cara en aquellas nalgas y tirarle de gases.
Coloco la nariz de su acompañante exactamente en la entrada del recto, tirando otro pedo en él.
Ahora acostó al joven en la cama, con la cabeza a la orilla de la misma. Gabriela se sentó en la cara de aquel afortunado.
Te estás portando bien. Dejaré que beses mi trasero. Dijo la chica.
Kevin hizo más que solo besarla.
Metía su lengua en aquel ano que ya empezaba a dilatarse.
Al poco rato, Gaby se levantó para poner de pie a Kevin, dando de manotazos en su verga. Cosa que a Kevin lo puso al borde del orgasmo.
Ver a Gabriela con un pedazo de tanga saliendo de su vagina, prendió de más al joven.
Kevin rogaba porque Gaby le hiciera otra paja con los pies, para volver a la acción.
Grabriela se negó. Acostandose en la cama ella le hizo saber que era hora de su masaje en los pies y piernas.
No solo hubo masaje; también hubo lamidas, besos, manoseo puro a las piernas de la chica.
Dedo por dedo, rincón por rincón e incluso ambas piernas completas fueron restregadas por la lengua del muchacho.
No pudo soportar más y terminó por rociar piernas y pies de su liquido, reiniciando el masaje en esas partes.
Grabriela alzó los brazos para permitir que Kevin de gustara de sus semi depiladas axilas.
El olor a sobaco ponía los pelos de punta del joven. Colocando una mano en el pecho de la chica, al tiempo que chupaba con ansias esas axilas.
Al terminar. Gaby le indicó que tomará una botella de agua de cortesía, que le diera el agua de su verga a su boca.
Ella hincada y Kevin vertia un poco de agua en su falo para que este llenará la boca de Gabriela.
Al término, ella le daba de mamadas al falo que le había dado de beber.
Ahora la chica sacó la tanga de su vulva para con ella amordazar a Kevin, que gustoso saboreo lo mojado de esta.
Le puso sus medias a modo de condón y lo comenzó a masturbar.
Sacando las mismas, puso el glande en sus pezones para rosarlos con su punta.
Volteando a Kevin, le besaba y entre mordía sus nalgas, pasando su lengua por el culo. La mano de la chica sobaba la verga del muchacho, quien a su vez se inclino un poco y con sus manos le abrió paso a la lengua de Gaby para entrar a su recto.
Volviendo a la cama. Gabriela le pidió al joven que le hiciera un oral, cosa que rápidamente hizo.
Despues de un rato, gaby fetish, le pidió al joven ponerle el miembro en su cabeza y así masturbarse con su cabello.
Primero. Él beso, acaricio y llevo a su boca gran parte del cabello de la chica, para ahora si, seguir su instrucción.
No conforme. Kevin coloco su glande en los oídos de Gaby simulando penetrarla. Ella agradeció el gesto, tomándolo y llevarlo a su boca.
– ¡Metemela ya!
Exclamó la chica.
Pero no dejó que Kevin la montara; sino, más bien era ella la que cabalgaba al chico.
¡Aggghhh, uuummmm, uuufff!
Era lo que se escuchaba luego de un fuerte orgasmo de la pareja.
Gabriela se limpiaba el líquido con los boxers de Kevin, además de oler sus calcetas y masturbarse un poco.
Ahora iría a chuparle los pies.
Luego se masajeaba la vagina con los pies del muchacho.
Volvió a meter la tanga en la vulva y siguió con aquellos pies.
Ahora se levantó y comenzó a vestirse sin sacar la prenda dentro de ella.
Una última frotada en las piernas de Gaby sobre sus medias tipo malla, con la verga de Kevin.
– ¡Tengo dos regalos para ti. Ven!
Llevando al chico al baño, lo sentó en el inodoro y le orino el miembro, a la par que Kevin se pajeaba.
El segundo regalo era su tanga.
Ella sacó de su bolso unas licras negras para ponérselo como prenda interior.
Satisfechos y felices, ambos se despidieron.
Pasados los días la cuenta de facebook de Gaby fue cerrada.
Pero no el recuerdo del afortunado Kevin.
Vladimir escritor.
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